Capítulo XX ● Lucerys

Una semana paso de la misma manera en la que empezó, Aemond y yo en los archivos, donde yo trataba de estudiar al Norte y él los vínculos destinados de la familia. De vez en cuando me preguntaba cosas y otras me dejaba anotaciones de cosas que le parecían ridículas de los recuerdos familiares.

Tengo muy presente uno donde solo había una nota que decía "Quien carajo pensó que casar a Daemon fue una buena negociación con el Valle?"

Creo que leía las últimas anotaciones de la reina Alyssane, cuando sus últimos años los paso aquí en Dragonstone y si, estuve de acuerdo en su pequeña nota. Además pude notar que Aemond sentía cierto respeto por Daemon, no por nadie más de la familia, pero tal vez tenia algo que ver en su extraña forma de apreciar la vida de la espada y los dragones.

Y no es que quisiera pasar todo mi tiempo aquí con él, pero aunque aun me daba cada cierto tiempo amenazas y me recordaba cuanto me odiaba, también era bueno estudiando y preguntando, hacia buena compañía cuando no odia a todo y todos.

Me dijo que Daemon le prometió entrenar de nuevo con él, pero kepā estaba ocupado y no podía decirle por el bien de toda esa misión. La princesa Rhaenys contesto la carta primero, diciendo que se mantenía al lado del rey, pero que el consejo ya no le daba tanto la bienvenida, pidió que antes de que partieran al Norte, volviera a visitar al rey.

Por otro lado el Norte parecía sorprendido en que mi madre quisiera hacer una visita, pero aceptaron con entusiasmo. Madre tiene casi cuatro lunas de embarazo, no quiere retrasar mucho más su ida y en una semana partirá. Ya se ha enviado otro cuervo para dar el aviso, pero no se sabe cuanto tiempo tomara su estadía ahí... principalmente porque quiere ver el muro y hablar de la canción de hielo y fuego, aun si no lo puede expresar como tal, quiere preguntar.

Dioses... sería más fácil contar con tiempo para todo esto y lamentablemente contábamos con el corto tiempo de vida del abuelo, una brecha muy ligera de tiempo, podrían quedar días... hasta meses, pero años? No... no contamos con tanto.

Mientras madre pueda llegar al norte será suficiente, es un aliado grande y formidable. Le he dado mis anotaciones para que ella pueda defenderse en ese lugar, saber sus tradiciones o los tratos antiguos con los Targeryan, esperaba fueran suficientes y útiles para ella.

Pero aquí se acababa mi papel de estudiante nuevamente. He dividido mis días en estudios, investigación, la espada y los dragones. Lo ideal sería seguir así, pero no puedo, necesito recuperar horas de descanso y que no surja ninguna lesión por mi descuido, tengo heridas superficiales y algunos dolores físicos, aun nada de gravedad... y espero seguir así.

Nunca he descuidado mis practicas de espada, pero tampoco las tomaba con seriedad, sabía lo suficiente para defenderme, pero no para entrar a una justa y mucho menos para una guerra. Kepā me ha ayudado a encontrar mi fortaleza... la velocidad es clave para mi tipo de pelea y ahora que me ha dado una espada más ligera, soy más ágil en mis movimientos. No hay nada que presumir en mis posturas o movimientos, me he aferrado a lo básico y las constantes peleas me han hecho entender y acostumbrarme a hacerlo.

A veces no hay honor en nuestros entrenamientos, puedo tener tierra en los ojos, lodo en las botas, un golpe mal dado, no importa lo injusto que sea, la pelea no se acaba hasta que alguna espada este en el cuello del otro y en su mayoría la espada está en mi cuello.

Jace también ha venido a practicar, él tiene un estilo de pelea más parecida a la de Daemon, pero noto las posturas de nuestro padre Laenor en él. Ambos grandes guerreros, pero diferentes estilos. Daemon es arrogante, pero astuto, sabe estudiar a su oponente y si es uno a uno disfruta provocarlo y aplastarles el ego, por otro lado nuestro padre reconocía sus límites, esperaba su momento y atacaba, era más paciente y observador... cosas que al combinarse en Jace, lo hacen un gran guerrero para su edad, aunque no puede ocultar el ego Targaryen al burlarse un poco de sus oponentes cuando sabe que puede ganar.

Era más recurrente ese rasgo antes de la guerra a la que fue. Ahora era calculador, demasiado alerta, como si esperara que alguien lo traicionara en cualquier momento... lo ha ido dejando poco a poco, pero su mirada de vez en cuando se ve dilatada cuando hay algo fuera de lugar en una pelea.

Curiosamente al entrenar a Aegon, esa mirada no existe, él se divierte como antes, no ve una amenaza en él... supongo y conmigo hay confianza, pero a veces es brutal, asegura que no me da ventajas o descansos para que no baje la guardia cuando realmente pase.

A partir de ahora mis días deberán ser con la espada, probablemente Joffrey entrene también, pero él es inherente en estas cosas, le gusta imitar a Daemon desde más pequeño y creo que practica cuando puede en Marcaderiva, aquí en casa lo hace menos evidente ya que madre sabe lo poco que estudia y lo mucho que pelea.

-Vamos a salir- Jace se paro frente a mi escritorio sacándome de mis pensamientos.

-A donde?- pregunte al ver lo despreocupado en que estaba, al compartir esto en presencia de Aemond.

-Al pueblo- sonrió.

-Prometió llevarme- contesto Aegon con entusiasmo, llamando mi atención porque no lo había visto.

-Lo vas a sacar?- interrogue desconfiado.

-Mamá me dijo que podía, solo si le avisaba.

-No soy un perro, los estoy acompañando, no me están sacando- se quejo y trato de corregirnos.

Sonreí al ver que Jace se negaba en complacerlo, pero Aegon no se enojo, solo trato de dar más argumentos para convencernos de sus puntos.

-Estas seguro de llevarlo?- les seguí el juego- no dejará de hablar todo el camino.

-Oye...- refunfuño, pero me regreso la sonrisa- te lo aseguro sobrino, te alegraré tu aburrido día.

-Si? Bueno... me tendré que perder tus grandes anécdotas tío, llegando al pueblo tomaremos caminos separados.

-No creo que Aegon deba salir, es peligroso que príncipes salgan sin seguridad- intervino Aemond- y porque se separan? Es tonto para su seguridad de igual modo.

-Dragonstone no es igual de apestoso e inseguro qué King's Landing, Daemon y mamá lo mantienen cuidado- refutó Jace ofendido.

-Talvez deberías venir hermano- ronroneo Aegon- si tanto te preocupa nuestra seguridad, haz tu el trabajo.

-Están insultando la capital?- pregunto Aemond.

-Debes aceptar que los últimos años... -trate de ser sutil- no ha sido lo que era.

-Disculpa?

-Ya sabes, el descuido de Sir Otto, ha sido evidente.

-Mi abuelo a cuidado bien el reino.

-Hermano, sé que no sales mucho del castillo a menos que quieras mover la espada- intervino Aegon- pero las calles son horrendas, los capas doradas se les soborna fácil y los muertos? Creo que deberías ver más allá de esos muros.

-Estoy seguro de que...

-Entonces es momento de irnos- lo interrumpió Aegon de nuevo, jalando a Jace.

-Pasare por nuestras cosas -le avise a Jace.

-En la cocina ya tienen los dulces- me aviso- iré por las bolsas.

-Bien, te veo en la entrada.

Corrí a las cocinas sin esperar una respuesta de si terminaría acompañándonos Aemond, las chicas ya me esperaban con la bolsa de dulces que siempre llevamos al pueblo. Me sonrieron y me la entregaron, además me entregaron las flores y hiervas para ocultar mi aroma, hace tiempo que no tenía esa rutina, ya que me habían descubierto, ya no tenía que ocultar nada en casa... en cambio Jace todavía lo tenia que hacer en rutina.

Cuando llegue a la entrada para bajar las escaleras al pueblo, me esperaban los 3, Aemond parecía fastidiado, pero seguía detrás de Aegon, talvez pensaba que le haríamos algo... o que él mismo se haría algo.

-Listo?- me pregunto Jace.

-Si, toma- le di los dulces y el me dio mi bolsa- creo que pasare por el puerto hoy.

-Bien, entonces iré al orfanato- contesto satisfecho- te veo en el centro en la noche?

-Si, iré a saludar al orfanato antes de irme.

-Bien y ustedes dos?- les pregunto a nuestros tíos- se quedarán ambos conmigo o quieren ir con Luke?

-Puedo ir por mi cuenta- dijo Aemond con fastidio.

-No, no puedes... Aegon saldrá porque  a conmigo, o haces lo mismo o te quedas.

Le gruño, pero no se fue, supongo que fue un si de su parte. Empezamos a bajar y nadie hablaba, hasta que Aegon se aburrió.

-Llévate a Aemond, Lucerys- me pidió, hablando suficientemente alto lara que todos lo escucharamos- me constó mucho conseguir esta salida para que me la arruine.

-Estoy aquí para vigilarte.

-No te necesito- le saco la lengua y se fue al lado de Jace, quitándole su bolsa para cargarla él- ya tengo  a mi propio sobrino, tu vete con el tuyo.

-Si algo te pasa mamá...

-No me importa- lo corto de inmediato-vete a hacer otra cosa, no se a ver espadas o lo que sea que te guste.

-Pero...

-Esta bien Aemond, si hace algo mal lo regresaré al castillo y nunca saldrá de nuevo- se burlo Jace y Aegon se sintió ofendido de una manera muy dramática.

-Que injusto- se quejo- seré la mejor compañía, me rogaras que venga contigo de ahora en adelante... se ver el mejor vino y recomendarte las mejores mujeres y...

-Estoy seguro, de que no querrás venir conmigo de nuevo- ahora fue turno de Jace de callarlo. Reí al ver la sorpresa en sus ojos.

-No, definitivamente regresaré- lo intento una última vez.

Jace me volteó a ver y se burlo, reí en complicidad, esperando ver su rostro cuando entienda que no es una salida de placer. El resto del camino fue tranquilo, Aemond era muy observador y Aegon era curioso, el viaje fue amable para todos en realidad.

Una vez entrando en el pueblo, la gente se paraba a saludar, algunos preguntaban por los integrantes de la familia que faltaban como las gemelas o Joffrey, que también venían a estas rutinas y otros daban un reconocimiento rápido y seguían sus trabajos.

No perdí la mirada de sorpresa de Aemond, cada vez que la gente nos reconocía o se acercaba tan en confianza. Aegon por otro lado se veía incómodo, pero mientras más pasaba el tiempo, más contento estaba de que la gente lo saludara.

No tardamos en llegar al orfanato y los niños no dudaron en taclearnos a Jace y a mi. Algunos estaban desesperados por contarnos de sus días, otros porque les contemos cuentos y otros definitivamente iban por sus dulces.

Las mujeres encargadas del orfanato se rieron de nosotros, pero ayudaron a quitarnos al pequeño ejército de niños. Me levante y note que una de las niñas más pequeñas aun no me soltaba del pantalón, la tome en brazos y entre con los demás.

Jace ya estaba dentro repartiendo dulces y Aegon se mantenía alejado de ellos, pegado a la pared y con una mirada de culpa, Aemond se mantenía detrás de mi, observando, pero sin ninguna expresión en el rostro que me pueda decir que pasa.

-Ve por tus dulces -le susurre a la niña en mis brazos. Ella mantenía su pulgar en su boca y no me contesto, pero asintió con la cabeza

Una vez en el suelo, fue hacia Jace y yo me quedé un poco más con nuestros tíos observando, hasta que la curiosidad me ganó.

-No te gustan los niños?- Le pregunte a Aegon.

-No... no es eso- se puso nervioso

-Tienes algún bastardo?

-No!- contesto rápido, pero después reflexiono- no que yo sepa.

-Entonces? Por que unos niños pequeños te incomodan?

-Por que este imbécil va a las peleas de niños- contesto Aemond como si fuera lo más normal.

-Peleas de niños?- me sorprendió.

-Se han vuelto populares últimamente en King's landing- siguió explicando- hay demasiados niños huérfanos en las calles y alguien vio un negocio, ahora pelean por sobrevivir.

Un escalofrío me recorrió el cuerpo. Esa información aun no llegaba a mamá... talvez Daemon lo sepa? Pero aun sabiendo que podríamos hacer? No tenemos poder en ese lugar...

-Si Jace te escucha se enojara- suspire- él ha estado construyendo este orfanato junto a mamá desde el inicio.

-No... no diré nada de eso, solo... hay pocos lugares de entretenimiento y escape en King's landing, eran apuestas fáciles para el alcohol.

-Si, eso es peor.

-Nuestra madre dice que son acciones normales de la prole, nunca había pensado que... ayudando a los niños, podrían tener este tipo de vida- reflexiono.

-Eres un hombre alpha, príncipe Targaryen... naciste en cuna de oro Aegon, pero el mundo más allá del castillo no es así.

-Si, eso veo- su mirada fue de nuevo a Jace- pero dudo que mi madre o el abuelo... siquiera el consejo, hablen sobre estas cosas.

-Talvez Jace o mamá te ayuden con eso- lo alente a aprender. Acaso Aegon solo actuaba como todos esperaban que lo hiciera? Un imbécil borracho no es todo lo que es?

-Me quedaré con Jacaerys...- acepto.

-Esta bien- me volteé hacia a Aemond- vienes o te quedas?

-Habrá más niños a donde vamos?

-No...- reí.

-Entonces voy...

-De acuerdo- tome mis cosas y antes de partir deje un recado- dile a Jace que nos fuimos, qué lo vemos en la tarde.

-De acuerdo...

Dirigí el camino a nuestra siguiente parada. Aemond ahora se mantenía a mi lado y no detrás de mi, ahora reflejaba más abiertamente su interés en ciertos puestos o lugares.

-A donde vamos?- pregunto.

-Al astillero.

-Me llevaras?- pregunto inseguro.

-Tengo que dejar unos planos y después podemos darnos una vuelta a donde quieras ver.

-Seguro?

-Si? Nunca has venido no?

-No...

-Dragonstone es casa ancestral de los Targaryen y el pueblo ha crecido los últimos años, no veo porque no deberías verlo.

-Por qué... soy yo?

-Una respuesta muy ambigua tío, quieres ir o no?

-Si... supongo que si.

-Entonces vamos, divirtamonos por un día.

-Contigo? Nunca...

-Me ofendes...

Aunque seguía siendo estoico y amargado hacia mi, hoy no parecía un mal día.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top