Capítulo XIV ● Aemond
Esto es una jodida maldita broma.
Parejas destinadas? Quien mierda sabe sobre eso? Son cosas casi inexistentes y ahora puedo ser potencialmente uno de ellos, no, y mucho menos de Lucerys, ese bastardo. Nunca mezclaria mi sangre con alguien como él... yo no...
-Aemond... respira- levante la cabeza y pude ver a Helaena sentada a una distancia considerable.
Un día había pasado desde mi encuentro con Lucerys y Helaena no había dejado de insistir en acompañarme y hablar de destinados, ella llegó segundos después de que entre a mis aposentos con la misma platica. Se veía tranquila, pero con miedo, esperaba que no de mi, nunca de mi. Siempre le he sido leal, daría todo por ella, pero no es mi lugar, Helaena nunca corresponde nada que viene de mi parte, me cuida como un hermano y eso es todo...
Si yo hubiera nacido primero, las cosas serian diferentes, sería el mejor, tanto para mis padres como para mi hermana, mi madre no dudaría en comprometernos y yo no me hubiera negado como Aegon. Ya tendríamos herederos y seríamos la mejor elección para el trono, pero no... aquí estamos siendo una burla para todos, hasta para los dioses.
-Por favor, no necesito escuchar más sobre las parejas destinadas, basta.- casi supliqué.
-Lucerys entro en celo...- trague saliva dolorosamente ante su confirmación- no tardarás en hacer lo mismo.
-No somos nada Helaena, esto solo fue una coincidencia.
-Es el deseo de los dioses, evitarás una tragedia si solo aceptas el regalo que te han dado.
-Regalo? Me han condenado!
-No muchos tenemos el privilegio de tener una pareja, no era esa una desesperación tuya? Tener algo que te pertenezca solo a ti?
-No esto, no él!
-Cuando descubriste que es un omega, no estuviste a punto de morderlo? De caer ante él?
-Fue un descuido de mi parte, nunca había estado tan cerca de un omega y mucho menos esperaba que él lo fuera.
-Ambos tienen un pasado que los une, se han escogido desde niños... la danza de dragones depende de ustedes dos.
-Danza de dragones? No sé a que te refieres y mucho menos que tiene que ver con esto que esta pasando.
-Te están dando la oportunidad de evitar un futuro de sangre y fuego, si ahogas al dragón perla, condenaras a todos hermano.
-Perdóname Helaena, pero hoy no tengo cabeza para descubrir tus relatos, solo... necesito que me escuches.- estaba desesperado y amargado. No podía aceptar lo que sucedía.
-Te escuche, pero tu no a mi.
-Porque dices cosas imposibles! Sabes lo que son, sabes lo que madre piensa de todo esto! No hay un futuro donde Lucerys y yo seamos algo más que enemigos...
-Nuestra hermana ya ha cambiado un destino trágico Aemond, pero ella no puedo hacer todo, si sigues aferrado a lastimar a Lucerys por rencor, nos condenaras a todos.
-Aferrado al rencor?- eso si me enojo ¿Por qué ella los apoyaba? Es mi familia! No la de ellos, yo he estado a su lado, no ellos!- creo que olvidas quien me quito un ojo, quien se burlo de mi por no tener un dragón, quien me ataco en grupo y nunca pago por ello.
-Eres tu hablando o nuestra madre?
Eso me dejo mudo. Me estaba atacando? Juzgando? Que estaba pasando? Helaena no hablaba demasiado, opinaba los suficiente para entenderla, pero dándome lecciones? Y ahora involucraba a nuestra madre? La que ha luchado contra todos por nosotros... ella...
-Creo que deberías retirarte- le pedí lo más educadamente posible- ya no me siento tan consiente para seguir con esto.
-Bien.- no dijo más, no hablo más, solo se fue.
Parejas destinadas... por favor. Recuerdo que alguna vez que la septa nos habló de Jaehaerys y Alyssane, pero fue superficial, no hablo de su relación como pareja, si no el trabajo que hicieron como reyes... como puedo siquiera pensar que esto existe? Y por qué yo?
Lucerys y yo? Alguna vez fuimos cercanos? Cuando era un bebé quizá... me gustaba estar junto a él, se volvió natural estar juntos, hasta que pasó lo del cerdo, las cosas fueron lentas, pero notaba como empezaban a admirar a Aegon y eso solo se volvió en mi contra.
Después de eso ya no hay nada, se fueron, peleamos... me quito un ojo y madre enloqueció. Quiero ignorar esa noche, no por el dolor y la pérdida, sino porque... aunque toda esa situación era por mi, nadie estuvo preocupado o atento a lo que me pasaba.
Madre llego preocupada, exigiendo respuestas y aunque agonizaba, me emociono verla tan exaltada por mi. Esta vez era yo y nadie más... pero poco me duró el momento, cuando llegaron todos los demás, solo estaba interesada en gritarle a Rhaenyra.
En cambio Rhaenyra nunca quito su atención de sus hijos, nunca dejo de protegerlos, siempre estuvo frente a ellos, fue atacada por ellos y nunca mostró miedo. De mi lado todo eran reclamos, acusaciones y al final tuve que ser yo quien terminara aquel conflicto.
Mi padre y madre se pelearon en el camino de regreso a casa, Aegon me ignoro por culparlo y Helaena estuvo ahí a su manera... estaba celoso y enojado... todo por Rhaenyra y sus bastardos.
En resumen, no hay nada que nos una. No veo posible esta locura...
Mierda. La primera ola de calor me golpeó, se volvió incomodo traer pantalón, mi piel se sentía caliente y me picaban los colmillos.
Me fui a mi cama, trataría de ignorar todo y me dormiré. Podía ignorar todo hasta que mi celo pasara, lo he hecho antes, puedo hacerlo ahora.
-Aemond- tocaron mi puerta, pero no entraron.
-Quien es?
-Soy Aegon.
-Lárgate- no quería ni verlo.
-Helaena me dijo que esta pasando- asomó solo un poco su cabeza, aun cubriendose con la puerta.- me pidió un favor.
-No necesito nada.
-En serio? Te puedo conseguir otra puta... como en tu primera vez.
-Quieres que te mate?- gruñi y eso solo le hizo reír.
-Olvide que tus celos los pasas solo, pero ahora sé algo divertido...
-Solo estas aquí para burlarte?
-No...- me arrojo un chaleco de cuero- me costo encontrarlo.
-Que es esto?- no era mio definitivamente.
-Es de Lucerys, tiene su aroma... -sonrió- un dulce secreto, no es así Aemond?
-Me da igual.
-Supongo... no es como tus gustos, aunque ya no sé que te gusta realmente. Mujeres mayores? Betas? Alphas? Pero nuestros sobrino? Eso si fue una sorpresa.
-No me gusta!
-Helaena me dijo otra cosa y debo de admitir, que tiene un aroma adictivo.
Le lance una copa para que se callara, no necesito escuchar sus idioteces promiscuas y no ahora que estaba tan confundido.
-Lárgate...
-Solo me estoy asegurado de que no pases una noche insatisfecho, deberías agradecerme, no enojarte.- había evadido la copa y ahora parecía buscar un lugar seguro fuera de mi alcance.
-No necesito favores
-Si? Bueno... espero entonces que esa prenda de ropa quede intacta o que la sepas guardar muy bien.
-Eres un imbécil...
-Nada nuevo, pero ya sabes... nuestro pequeño sobrino también está en celo, deberías cuidar tus palabras... si no quieres incitar mi interés en él.
Me levante tan rápido que no tuvo tiempo para huir, lo empuje y su espalda golpeó contra la pared, pero su risa me hizo enfurecer, iba a golpearlo.
-Puedes hacer lo que quieras con ese mocoso! Solo déjame en paz!
-Que aburrido...- hizo un pequeño puchero y se movió hacia la puerta- te dejaré con tus problemas sexuales, ya perdí el interés.
-Cual interés?
-Provocarte para que fueras por Lucerys... pero supongo que sigues siendo tan impotente como siempre.
No pude evitarlo. Lo golpee y eso lo hizo perder el equilibrio, cayó y rápidamente se puso de pie para alejarse de mi.
-Te lo advertí.
-Solo dije verdades... -contesto sin perder la sonrisa burlona- pero creo que fue un poco mi culpa, te di una mujer, cuando debí darte un hombre... talvez estarías más interesado.
Iba hacia él para poder golpearlo de nuevo y sacar toda mi frustración, pero él solo huyó y me dejó enojado en soledad. Regrese a mi cuarto y cerré con llave, fue suficiente por un día.
Iba hacia mi cama de nuevo, pero la prenda de ropa llamo de nuevo mi atención. La tome entre mis manos y... un nerviosismo surgió en mi. El aroma de Lucerys... si reaccionaba a él, sería darle la razón a Helaena, pero no era posible. Verdad?
Acerque la ropa a mi nariz y aguante un poco la respiración... , tome valor y respire hondo, mierda...
Esto fue como un segundo golpe de esa primera vez, era más directo. Lo primero que puede notar, es la brisa de mar, era refrescante... pero había algo más sutil, algo más difícil de encontrar.
Gardenias... Tenía que ser mi flor favorita. Jodanse todos, todo el mundo puede quemarse, es más... debería ser yo quien los queme.
Por qué él? Y por qué yo debo lidiar con esto?
Acaso madre entenderá esto? No... Esto es una amenaza para nosotros y nuestra causa. Ella me ignora, no importa lo que haga, pero esto? Esto definitivamente llamara su atención y no para bien, me aborrecera, un castigo para nosotros.
La frustración me invadió y muy a mi pesar no quería soltar la prenda de ropa, ya no me sentía tan caliente y desesperado, solo... incomodo. Regrese a refugiarme en mi cama y abrace la ropa, mientras trataba de evitar las lágrimas por mi frustración.
Yo no pedí esto y seré juzgado como si fuera mi culpa. He sido leal, he tratado de ser el mejor hijo y nieto, pero nada de eso importa. Solo soy el segundo hijo varón, el cuarto hijo del rey, un remplazo o un seguro para... ni siquiera sé para que. Aun con la apariencia Targeryan, no era más que uno del montón.
Joder... No soy suficiente y ahora menos.
Que seré para mi madre ahora? Un Traidor? Y para mi padre? Él ama a esos niños Strong, talvez él... vea algo más en mi?
Ya estoy delirando, las falsas esperanzas terminaron para mi, solo es este calor el que altera mi mente. Yo ya... lo supere.
No tienes un dragón, no eres digno, solo eres un cuarto hijo, estas dañado, estas marcado, eres la mitad del hombre que pudiste ser... todo eso lo he callado con esfuerzo y que seré ahora? En que me convierte tener una destinado? En la pareja de... ?
Parejas destinadas? Eso es un mito en el mundo, la gente común cree en eso, pero existirá 1 de 1000, en serio es diferente entre los Targaryen? Y si lo es, aceptar que Lucerys lo es... todas las burlas... todos los problemas, mi ojo... es como si tuviera que borrar toda esa mierda y simplemente no puedo.
No aun, no han pagado, no me han suplicado... tienen que rogar por mi perdón. Esta vez no seré yo quien baje la cabeza...
Tire la prenda de ropa lo más lejos de mi y me cubrí totalmente con las sábanas, yo he superado esto antes, mi deseo sexual es controlable, no les daría la satisfacción de verme rogando por migajas y mucho menos de un bastardo.
Negare todo lo que sea necesario para que no se descubra este hecho, estoy seguro de que Rhaenyra será la primera en oponerse a esto, juntar a su cachorro conmigo es una blasfemia, tanto para mi, como para ellos... estaremos bien. Superare los días que falten aquí, regresaré a casa y todo será como siempre. Un odio mutuo y eso será todo...
Tomaré mi venganza y todo acabara, ya no habrá nada que nos una... Lucerys ya no será nada para mi...
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