Capítulo XI ● Daemon
-Creo... que Lucerys tendrá un calor desfasado.- anuncie a Rhaenyra una vez que estuvimos solos en la solar. Ella revisaba pergaminos y los dejo de lado cuando hable.
-Eso no es posible, aun faltan dos lunas para que llegue... a menos...- ella llego a la misma conclusión que yo- no! -se negó rotundamente.
-No es que podamos negarlo Rhaenyra- también estaba frustrado y enojado, no les daría a esos mocosos de los Hightower a mi cachorro, pero existían los instintos y sé de primera mano, lo que llegas a hacer por tener a tu pareja- si son destinados... no hay mucho que podamos hacer.
-Quién es? Dioses... dime que no es Aemond.- suplico con desesperación.
Aemond. El hijo de perra más problemático de los hijos de mi hermano. Esto era un castigo de los dioses... ese chico. No dudaría en matarlo si llegaba a tocar a Lucerys por su insistente venganza, pero si están unidos... si sus almas son una. Haría infeliz a Lucerys? Lucerys lo aceptaría si quiera?
-No lo sé con certeza, pero llego apestando a él al entrenamiento, puede ser una posibilidad.
-Aun no entra en celo verdad? Puede que solo sea un susto. Nada de lo que debamos preocuparnos... no por ahora.- se dejo caer sobre su asiento- no pueden estar solos y... hay que vigilarlos.
-Si entra en celo, va a ser innegable y... ellos sabrán que hay un omega en casa.
-Sabíamos que no podíamos ocultarlo por mucho tiempo, pero evidenciarlo de esta forma, se odian!
-Lucerys no lo hace- conozco a Luke, tiene el corazón de su madre, perdona fácil... ama y protege con lealtad. El incidente con Aemond fue un error que lo marcó tanto que dejo la espada, ese no es un sentimiento superficial... no hay solo odio en esos dos.
-Sé que no lo hace, pero Aemond compensa la parte de Luke, no... no sacrificare a mi hijo.- se sobo las cines con cansancio.
-Y si él lo quiere?
-No hablaremos de esto ahora y no sin Luke- me detuvo. Talvez no lo sepa explicitamente, pero sospecha de mis intenciones... no era lo ideal, pero tener a Aemond con correa era el mejor panorama de todos.
-No dejaré que lastime a Lucerys... lo prometo.
-Tampoco yo, pero no lo pondremos en una situación difícil- me pidió acercarme a ella y me senté a su lado, sin dudar entrelazo nuestras manos y me sonrió- él querrá hacerlo si le decimos que es un gran aporte a nuestra causa y no lo dejaré hacer eso.
-No... pero...
-Sé que lo es, te prometo que veo el gran dolor de cabeza que nos evitaría hacerlo, pero has visto a Aemond? Él nos observa, manda cartas a King's landing, se mantiene al margen de cualquier platica y cuando pelea... ha tratado de matar a cuanto guardia se le pone en frente, él no nos aprecia como familia y mucho menos a Luke qué le ha ocasionado una herida irreversible.
-Bien, tienes razón. - suspire- pero si son destinados sabes que eso cambia las cosas.
-No son nosotros- argumento más segura- crecimos juntos, nos amamos desde siempre, pasamos tiempos obscuros en nuestra relación, pero no por nosotros... entiendes?
-De acuerdo, no hablemos más del tema... ni siquiera estamos seguros.
-Si, lo visitare después y si entra en celo deberemos tener medidas, talvez logremos evitar que sepan que es omega si lo dejamos en sus aposentos y evitamos el paso mintiendo sobre alguna enfermedad.
-Le informaré a quienes lo atienden.
-Si, él no podrá entrenar así que también toma un descanso esposo- beso mi mejilla y no pude evitar sonreír por su chantaje- has estado reforzando las fronteras, supervisando los barcos, entrenando con espada a Lucerys y volando con dragones en la noche.
-Si, creo que si necesito un descanso -dejé caer mi cabeza sobre su vientre y la abrace mientras cerraba mis ojos.
-No podemos resolver los problemas de tantos años en unas semanas Daemon- poso su manos sobre mi cabeza y jugó sutilmente con mi cabello.
-Siendo sincero, no esperaba una transacción limpia a tu coronación, pero esto es un desastre- gruñi - Los Hightower en el trono, tu padre ignorando las ratas y serpientes que viven en su castillo, tus medios hermanos más comunes que Targaryen y nosotros... renegados de lo que nos pertenece.
-Tienes razón- sus dedos fueron más insistentes endesenredar mi cabello- Rhaenys me mando una carta para informarme sobre estas semanas en el consejo.
-Que ha dicho? Algo que no sepamos
-No le han dado un puesto en la mesa, pero no la sacan por que fue una orden de mi padre, dice que hay conversaciones que puede se comenten fuera de esas reuniones... también confirmo que Otto es la verdadera cabeza de ese lugar.
-Mmh...- nada nuevo.
-Y sobre todo... sabe que no tengo aliados en ese consejo.- su voz sonó suave y dolida.
-Rhaenyra..- me levante y la atraje a mi en un medio abrazo- ellos no gobiernan, no debes sentirte mal por eso, son idiotas con un ego enorme.
-Pero esos hombres son a los que debo guiar y liderar... pero nadie cree en mi, nisiquera Rhaenys en su carta se ve convencida qué pueda hacer algo.
-Los mataremos y pondremos nuevos. Que más dan esos imbéciles?
-Eso nos llevará a la guerra.
-Estamos en guerra- sentencie y sentí como tembló ante mis palabras, pero ella debía saberlo, ver la realidad en la que estamos.
-No hay forma de evitarlo verdad?
-Si se arrodillan en tu coronación, talvez...
-Dudo que lo hagan.
-Yo tambien- me burle- pero conocerán a Dark Sister en ese momento.
-No podemos ir y matarlos sin un plan, solo nos creerán locos o un Maegor reencarnado.
-Otto parece enamorado de Maegor, no para de compararnos y Viserys siempre hizo oídos sordos ante sus insultos.
-Mi padre solo quería complacer.
-Eso no es lo que hace un rey, un Rey toma decisiones difíciles y se pone al frente aun si hay una adversidad o una guerra.
-Eso es lo que crees?
-Eso es lo que dice nuestra historia- dije con orgullo- acaso Aegon conquistó los 7 reinos complaciendo a todos? No...
-Debemos pensar con la cabeza y no con el instinto, esposo- se separó de mis brazos- si bien es cierto que tu percepción de estar en una guerra es cierta, no daremos el primer golpe.
-Rhaenyra!
-No significa que no debamos movernos.
-Por qué debemos esperar? Deberíamos volar y acusar a Otto de traición, Rhaenys nos apoyara.
-Daemon- me detuvo- nadie esta de nuestro lado, ese es un problema... en 20 años nadie ha vuelto a hincar su rodilla ante mi y Otto lleva muchos años moviendo el consejo, nadie me enseñó a llevar King's Landing y mucho menos me llevaron a conocer a mi gente. Crees que si matamos a todos, nadie se levantara en nuestra contra?
-Soy consciente, pero somos dragones... no muchos nos querrán enfrentar, los doblegare.
-Los dragones también se cansan y no pueden estar en todas partes...
-Tenemos más que suficientes.
-Y quieres llevar a nuestros hijos a la guerra? Ponerlos en peligro aún de nuestra propia gente?
-Por eso los estoy entrenando...
-Y Aegon o Viserys? Los pondrás en un dragón?
-No...- supongo que esta vez no era solo yo entrando en una gloriosa guerra. Había más gente implicada y... más personas que quería defender.
-No quiero verme débil ante ti- se puso de pie y me llevo con ella al balcón- el hecho de que no quiera una guerra, no significa que cuando llegue el momento no tome participación en ella.
-Eso no es lo que pienso.
-Lo haces y esta bien... sé quien tiene más experiencia de los dos en batallas, pero yo soy alguien que ha tratado con Lords, casas, disputas... sé manejar a la gente con palabras... y por eso debemos ser un frente unido ante lo que venga.
-Lo estoy, estaré siempre a tu lado.
-Prometerlo...
-No me crees?- me sentí herido. Ella... después de tanto dudaba de mi?
-No estoy poniendo en duda tu lealtad, si no tu deseo de guerra.
-Rhaenyra...
-Quiero que consultes conmigo, cualquier cosa, aunque sea tonta, quiero saber... quiero entenderte. Si voy a pelear, sé que tengo al mejor a mi lado, pero no puedo quedar en las sombras... eso es lo que quiero que prometas.
-Lo prometo, hablaremos de cualquier decisión que se tome.
-De acuerdo...- me besó de nuevo, pero parecía más relajada- y sobre tomar acciones... creo que debemos tener aliados.
-Los tenemos.
-Ah si? -se veía dudosa- quienes?
-Mis capas doradas... y los Velaryon? Los Arryn, Baratheon, creo que el norte también nos será leal.
-No hemos tenido contacto con ninguno en años... y los Velaryon desde lo de sus hijos no somos sus favoritos... y tus capas doradas están en otro lado.- suspiro -hemos perdido grandes aliados estos años y dragones también, así que pensemos mejor nuestros movimientos, sé que tienes contactos en todos lados... talvez puedes moverlos y que lleguen a nosotros los rumores y la información de sus casas?
-Me pondré en contacto con mi gente, pero no somos suficientes para leer todo lo que llegara o cuidarnos de lo que llega.
-Bien, hay que tener a una persona de confianza que ayude con eso, que filtre la información y que sea más fácil para nosotros leerla.
-Sobre los Velaryon... tomaron a Baela bajo su ala y Joffrey pasa más tiempo en Marcaderiva que en Dragonstone, no nos negaran ayuda.
-Tomaron a Baela para compensar la perdida de sus hijos, no por perdón... pero hablaré con Joffrey, seguro tiene información de los puertos, sé que esta más el los barcos que con sus abuelos.
-El puerto es un buen punto para información, será útil... pero que no se aleje mucho de su dragón, es bueno peleando, pero tiene poca experiencia en las calles.
-Hablaré con Baela, que lo tenga vigilado, quizá Rhaena pueda acompañarlo, cubrirán más espacio.
-Necesitamos a Rhaenys- corte su ciclo de pensamiento, pero aunque me cueste admitirlo, mi prima tenía cierta templanza para las crisis que nosotros no... y ella sigue siendo de nuestra casa, la necesitamos.
-Ella está haciendo mucho por nosotros estando en el consejo, pedirle más lo tomaría como una burla.
-Fue un trato, no te doblegues por ella... recuerda que hay un ganar...ganar en esto, ella elevo su posición por la oportunidad que le diste.
-Y que quieres que le demos por su apoyo?
-Conviértela en tu mano...
-No puedo prometerle eso, ni siquiera esta seguro mi puesto para darle a ella alguno.
-Serás reina, ya sea allá o aquí, pero ella debe saber que la quieres como tu mano, no es un puesto cualquiera, dale un cebo.
-Engañarla más de lo que ya hemos hecho.
-Debe creer tener el control y así podemos mover nuestras piezas, ella tiene barcos, sigue siendo la flota más grande que tenemos y no podemos perderla, para llegar a Corlys debemos mantener a Rhaenys
-Pensare que decirle, recordemos que no sabemos si sus cartas son interceptadas.
-De acuerdo...- mi cerebro seguía lanzándome pensamientos demasiado rápido, ideas de alianzas o movimientos, Viserys estaba enfermo y cada vez nuestro tiempo era menor.
De nuevo, si hubiera sospechado de estas estrategias tan podridas de los Hightower a tiempo, desde que me case con Rhaenyra hubiera tratado de convencerla de ponernos en acción, pero no tenía caso, vivíamos bien, con una promesa que pensamos era inamovible y ahora... solo dependemos uno del otro para lograr un enfrentamiento con dragones...
-Y sobre las demás casas...- ella estaba igual de preocupada que yo- probablemente sería más fácil si alguna ves se me hubiera permitido tener más damas, pude haber hecho alianzas, pero lamentablemente movernos ahora levantara sospechas.
-Si, ese imbécil de Otto debe tener a alguien vigilando Dragonstone.
-Deberemos esperar... a que sea un movimiento en defensa y no en ataque, pero...
-Pero?
-Hay un lugar al que hemos ignorado por mucho tiempo...
-El Norte?
-Si, creo que podemos usar esto como una oportunidad y asegurar su ayuda, Cregan Stark es su nuevo Lord... es joven, pero lo respetan y es buen momento para conocerlos.
-Supongo que es razonable, al consejo no les importa mucho, deben tener en la mira otros lugares... pero tampoco lo pensaría como primordial, podríamos visitar primero las ciudades libres , tienen más experiencia en batallas.
-No, ellos no nos tienen lealtad, nada nos asegura que nos apoyen en su momento, podemos hacer tratados, pero no es un beneficio para nuestra causa.
-La lealtad no es asegurada en el Norte tampoco, bien lo has dicho, los hemos ignorado por mucho tiempo.
-Por eso debemos apoyarlos ahora... nadie nos vigilará haya y podremos movernos como deseemos, tenemos dinero y barcos, tratados y negociaciones son importantes.
-Estas segura? Estas embarazada y... es un lugar difícil.
-Me he estado informando, la abuela Alyssane escribió sobre su visita al norte y... hay muchas historias guardadas aquí sobre lo que pasa en el muro, no te da curiosidad?
-Estas usando mi gusto para la aventura en esto, esposa?- me burle por la emoción en sus ojos. Ella de verdad deseaba ir al Norte.
No entendía el interés que surgió en ella sobre esto, la guerra? La soledad? El apoyo? No lo se. Soy consciente que en su infancia y juventud adoraba las aventuras, pero desde que nos volvimos a encontrar y casar, ella se veía tranquila y feliz solo con nuestros hijos... o leyendo en la fortaleza. Quizá hay cosas que pase por alto, nunca pregunte que leía o que tanto investigaba o preguntaba al maestre Gerardys.
Parece que aun me falta mucho por conocer de ella.
Ahora puedo ver que inconscientemente si pensé que ella no estaba preparada para ser reina, no la veía interesada por su puesto... pero olvide que ella ha estado mucho tiempo sola, ha aprendido a no depender de nadie si quiere algo... y en estos 6 años, ella siguió haciéndolo.
-Puedes hablar conmigo de lo que sea... lo sabes verdad?- la tome lentamente de la cintura ya acerque a mi cuerpo para poder embriagarme de su aroma.
Rosas y Lirios del valle...
Amaba esos olores, no porque fuera fanático de las flores, de hecho no sabía ni que era flores hasta que me separaron de ella por primera vez. Desesperado por volver a tener ese aroma cerca trataba de encontrarlo en cualquier lugar, supongo que debía sospechar de algo cuando pase por esto, pero Rhaenyra era una niña, no estaba en mi, pensar que era mi pareja, hasta que se presento...
-El Norte es una alianza importante, pero...
-Hay algo más
-Si y probablemente te enojaras.
-Por qué?- me levante para poder verla a los ojos. Estaba angustiada de nuevo- Nyra?
-Es algo que me dijo mi padre... hace mucho, cuando me dijo que me haría su heredera.
-Y por que eso sería causa de mi enojo?
-Es... es un secreto que solo pasa de Rey a heredero...
Oh... oh no...
-Ese hombre, maldita sea- me separe de ella y empecé a maldecir, tratando de que ella no fuera el objetivo de mi enojo.
-Deamon.
-No. Ni pienses en defenderlo!
-No lo haré...- me sobresalte. Ella no lo iba a defender?
Estoy acostumbrado a tener que defenderme en este punto o quizá a gritar todo lo que otros no ven... pero era nuevo que se me diera la razón tan fácil.
-Estas segura? Es tu padre...
-Y es tu hermano, pero he tenido mucho tiempo para pensar en esto y... debo aceptar que mi padre ha tomado muy personal las palabras "el reino va primero" y lastima duramente a su familia.
-Debo admitir que... este no es mi acostumbrada pelea que tengo con Viserys.
-Y no soy él- bufó divertida- creo que eso quedo claro cuando nos casamos.
-Bien, puedo darte ese punto y... creo que se acabaron mis ganas de discutir.
-Eso es bueno, la verdad esperaba un poco más de quejas- sonrió y tuve que reír por su descaro, pero amaba ese descaro en ella.
-Que dragón tan impredecible tengo por pareja...
-Estoy segura que el impredecible es otro- me robo un beso suave antes de seguir hablando- pero lo digo en serio, tuve muchas oportunidades de hablar de esto y pensé en muchos escenarios posibles, agradezco que fuera de los mejores.
-Y cual es el de los peores?
-Me gritas, te enojas y te vas... como siempre lo hiciste con mi padre.
-No puedo negar que lo haría, pero tampoco es algo nuevo.
-Quieres que diga que podrías matarme?
-Me creerías capaz?- la rete.
-No, por eso no estaba en mis posibilidades, pero podrías matar a alguien más- una descarada y mimada princesa es lo que tengo por esposa.
-Si también podría ser...
Tome un respiro y me recargue sobre el barandal, abrí mis brazos y ella vino a mi, apoyando su cabeza sobre mi pecho y yo jugando con su cabello.
-Hay una profecía- empezó lentamente- Nuestras historias cuentan que Aegon miró a través de Aguasnegras desde Dragonstone y vio una tierra rica a su alcance. No fue solo la ambición lo que le llevó a la conquista. Fue un sueño. Al igual que Daenys anticipó el final de Valyria, Aegon anticipó el fin del mundo de los hombres. Comenzaría con un crudo invierno procedente del lejano Norte. Aegon vio la oscuridad absoluta a lomos de esos vientos del Norte. Lo que habitase en ellos, destruiría el mundo de los vivos.
-Otra profecía? Viserys ha dañado a demasiados con su sueño.
-Si fuera solo algo suyo estaría de acuerdo... pero es algo que ha pasado por todos los reyes desde Aegon. - levanto su rostro y me miro de frente- Cuando llegue el gran invierno, todo Poniente deberá enfrentarse a él. Y para que el mundo sobreviva, un Targaryen debe ocupar el Trono de Hierro. Un rey o una reina tan fuerte como para unir el reino contra el frío y las tinieblas. Aegon llamó a su sueño Canción de Hielo y Fuego.
-Tu... crees esto? En serio?- me causaba escalofríos, era una carga demasiado grande, esto no se trataba solo de mantener a nuestra casa en pie, si no mantener el mundo a salvo.
-He tratado de leer y buscar, no hay mucho en realidad, algunos escritos del Norte hablan de cosas extrañas pasando el muro y la misma reina Alyssane dice que Silverwyng no iba más allá... algo pasa allá y lo hemos ignorado.
-Si tu padre cree en esto... porque no hizo nada?
-No lo sé, y ahora ni siquiera puedo preguntar, solo puedo resolverlo por mi cuenta.
-No... lo haremos juntos- le asegure y se relajo ante mi opinión- creo en ti y si quieres hacer esto, no te lo negare, pero... aun me cuesta... espera...
-Que sucede?
-Las cuevas- es cierto... alguna vez me perdí y había unos grabados en las cuevas, nunca les di sentido... pero si esa profecía era real....- hay algo que debes ver, pero no ahora... debo buscarlo de nuevo, debo...
-De que se trata?
-Eran dibujos, de gente extraña, azules... altos, para mi eran dibujos de niños... pero si no?
-Si eso es verdad... usemos el viaje para ambas cosas, será nuestra oportunidad y...
-Espera- detuve su emoción- aun estamos en peligro... por muy bueno que este descubrimiento sea, no es una prioridad.
-Si... tienes razón- mordió sus labios con nerviosismo- la alianza es primero... protegernos y esperar que no haya guerra
-Rhaenyra -me queje de nuevo.
-Ya se... ya se que estamos en algo así como punto muerto, pero... creo que ahora que sabes la profecía, entiendes la importancia de que nuestra casa se mantenga unida.
-Eso no pasará si los Hightower están en el trono...
-De mi sangre nacerá el príncipe que fue prometido y su voluntad será la canción de hielo y fuego- terminó aquel relato casi de como un poema- este es el gran peso que se nos fue entregado y si morimos... no solo por un trono no valdra nada, ese no es nuestro trabajo.
-Dejaras que te quiten lo que te pertenece?
-No!
-Entonces no lo niegues más! Debes estar lista y no dudar! Estoy aquí contigo... te he jurado mi espada y mi vida, no puedes detener esto sin pelea, entiendes?
-No quiero una guerra sin... sin haber intentado otra cosa y no estamos seguros de esa traición, no discutamos por eso.
-Prométeme, que si ellos dan el primer golpe, reaccionaras.
-Daemon...
-Prometelo... si quieres proteger esa carga, debes actuar como se debe.
-Pero...
-Nuestros hijos llevarán ese peso, pero tu eres la actual reina, nuestro problema es este y si llega el día que ese invierno llegue, lo trataremos en su momento.
-Bien, lo prometo.
-De acuerdo, iremos al norte- acepte satisfecho- enviemos una carta y cuando quede todo partiremos, no podemos retrasar esto con tu embarazo
-Avisaré sobre ello.
-Y gracias por compartir esto conmigo...
-Eres mi pareja, haremos esto juntos, en las buenas y en las malas...
-Hasta el final de nuestros días- junte nuestras frentes y suspire. Debo protegerla...
-Creo que arruine el ambiente?
-Lo hiciste un poco... pero esta bien, es mejor tener las cosas claras- cerré mis ojos y me relaje de nuevo.
-Cuando escuche la profecía por primera vez, tampoco le di importancia, pero estar años renegada... solo me daba los libros para aprender.
-Lo has echo bien aún sin ayuda, pero ahora están nuestros hijos y yo para apoyarte.
-Y lo han hecho, Dragonstone es prospero gracias a ello.
-Y así será cuando seas Reina...
-Eso espero- suspiro- ha sido difícil hasta ahora.
-Lo hiciste bien, tienes unos grandes chicos y no solo te encerraste en ser una buena madre, aprendiste de nuestros antepasados, algo que yo no hubiera hecho.
-Que harías entonces?
-Lo que mejor sé hacer... pelear.
-Y por eso creo que somos una gran pareja.
Hubo un momento de silencio, el aire empezaba a enfriar, pero era agradable, ella siempre lograba hacer que los momentos más comunes se volvieran especiales y definitivamente recordaría esto como uno de los más destacables.
-Un príncipe o princesa prometido he?
-Muy acorde a nuestra casa no?
-Si, un legado muy grande que cuidar...
-Aunque mi padre dijo que solo se le debe decir a su heredero, creo... que debo decirles a todos nuestros hijos.
-Supongo, es un deber de toda la familia y más ahora.
-Si algo nos llega a pasar.
-No pienses en eso.
-Solo es una posibilidad... pero quiero que estén listos para ello.
-Estoy de acuerdo...
-Entonces todo listo, hablaré con ellos antes de nuestra partida.
Nuestro primer movimiento... el Norte.
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