Capítulo IX ● Jacaerys

-Si no te hubiera visto pelear... diría que eres inútil con una espada.

-Me golpeaste sin avisarme!

Tenía que admitir que lo hice a propósito, quería desquitarme por muchas cosas. Apenas tomo la espada fui por el, lo desarme y lo hice tropezar. Cayó muy fácil, demasiado. Este es el Aegon que conocía?

Costo mucho sacarlo a entrenar, aun más que tomara la espada, cedió un poco cuando fui a él con una espada y necesito defenderse, pero no estaba motivado, solo obligado.

Mamá había insistido en esto después de comer, preferiría practicar con Luke o estudiar con mamá, pero ahora estaba aquí... con un borracho mal humorado.

-En la guerra nadie avisa- me aleje y le di espacio para que se levantara- ponte de pie.

-Esto es ridículo- la voz de Daemon resonó con burla a mis espaldas.

Él y Lucerys decidieron acompañarme antes de partir a su propio entrenamiento, los tres estábamos de acuerdo en que era una pérdida de tiempo entrenar a Aegon, pero mamá insistió y bueno... es mamá, ninguno pude negar sus peticiones.

Cuando fuimos al desembarco del rey vimos pelear a Aemond, vimos lo brutal, rápido y ágil que era. Sabía que Sir Cole lo había entrenado y se veía orgulloso de ello, pero hace años fue lo mismo con Aegon, cuando cambiaron las cosas?

-Que te parece si empezamos con algo sencillo? Pelear con muñecos de paja?- pregunto Aegon mientras se levantaba del suelo.

-Eso es para principiantes- rodé los ojos, estaba bromeando conmigo?

-Es un dragón sin alas Jace- Daemon interrumpió de nuevo- solo sabe beber y cojer, la sangre común corre más por sus venas, no te desgastes con él.

Oh Dioses. No puede evitar reír, no ser el punto de burlas y malos tratos era satisfactorio. Recordar esta escena, pero con los papeles invertidos era algo que me perseguirá toda la vida, llamándome bastardo y juzgandome por no ser bueno...

Daemon tenía un peculiar sentido del humor, presionaba demasiado y si encontraba un objetivo débil era bueno para destruirlo. Él sabe todas estas historias, nos ha cuidado por seis años y crecimos con él, nos ha ayudado y hablado sobre no avergonzarnos de lo que somos, porque seguimos siendo Targaryen.

Se sentía bien ser respaldado por él, por una vez no eramos los que teníamos que mordernos la lengua ante comentarios mordaces y despectivos. Tantos años viviendo ese lado fue glorioso, pero... no es que lo disfrutará al ver a un hombre caído. Aegon ni siquiera tenía espíritu de lucha, solo... estaba ahí, recibiendo todo sin una pizca de enojo.

-Yo me encargo... -Lucerys entendió mi petición silenciosa y le pidió a Daemon retirarse.

-No dejes que te toque... no se te vaya a pegar algo- fue su última burla antes de irse con mi hermano.

-Todo un encanto de tío no es así?- hablo Aegon una vez quedamos solos.

-Mmh- le reste importancia- mejor que otros la verdad.

-Oh por favor, me adorabas sobrino -trato de abrazarme por los hombros, pero retrocedí, poniendo mi espada de por medio de nuevo.

-Si? Antes o después de una cena horrenda donde golpeaste a mi hermano?

-Golpeaste al mio.

-Nos llamó bastardos!

-Y lo son!

Pensé ya haber superado este tema, que podía ignorarlas y seguir adelante como el príncipe que soy, pero no. Aegon se defendió torpemente de mi primer golpe, lo hice retroceder, trato de quitarse del camino y distraerme, pero tome impulso y volví a golpearlo. Deje caer el peso de mi cuerpo sobre mi espada y hacerlo retroceder más, dejo caer su cuerpo y movió su espada para que yo resbalara, acelere la separación y cuando volvimos a chocar no le pegue con la espada, si no con mi mano.

-Siempre seré un bastardo para ti- volví a poner espacio entre nosotros, estaba decepcionado de mi mismo, había perdido el control y lo golpee- no sé siquiera porque me pusieron a cargo de ti... siempre termina en desastre.

-Y por qué eres la víctima aquí he?- limpio su mejilla lastimada y ya no había una sonrisa burlona en su rostro, parecía ofendido- me sacaron de mi casa, me trajeron bajo el cuidado de Rhaenyra, la cual no le gustó... y mucho menos a Daemon, no puedo tomar, ni salir a divertirme, que como todos saben son mis únicos talentos y para terminar mi mala racha, me ordenaron entrenar! Crees tu que esto es tu castigo?

-Si! Crees que pasar tiempo contigo es divertido? -estaba frustrado- Eres insoportable y me tengo que tragar todo lo que pienso de ti, porque mi madre me pide cosas absurdas sin explicación!

-Ella... no te dijo por qué quiere entrenarme?

-Me dijo lo mismo que a ti, darte una distracción y alejarte del vino y la cerveza

-No es más conveniente para ella... mantenerme vigilado y borracho? Es una mejor forma de mantenerme alejado de su preciada corona.

-Ella...- suspire derrotado- no es ese tipo de persona.

-La que le gusta divertirse?- camine hacia una de las paredes que rodeaban el área y me deje caer, Aegon más desconfiado, vino y se sentó junto a mi, pero dejando mucho espacio de por medio.

-La que le gustaría ganar con trucos baratos.

-Yo estaría más feliz con esos trucos, es más, si me dejas subir a un barco... desapareceré y nunca volverán a saber de mi.

-Si? Y que nos acusen de traición por matar al príncipe de oro? -me burle de su tonta sugerencia, pero pude notar que el brillo de sus ojos se apagó por un momento.

-Ambos sabemos que no hay ningún príncipe de oro- su voz sonó casi desolada.

-Eres el favorito de muchos aunque no lo creas.

-Por tener una verga y ser alpha, y ninguno de los dos son merito propio, solo nací así.

-Si... como dije el príncipe de oro.

-Y que me dices tu? No eres también el consentido? El futuro heredero?

-Estoy muy seguro de que Lucerys es el favorito de mamá- sonreí con cariño, Lucerys también era mi favorito- pero ser el heredero implica muchas cosas... y nunca sabes si eres suficiente.

-Algo... cambio en ti Jace, en la cena... no lo note, pero ahora... es como si escuchara a esos idiotas del consejo.

-No creo que notarás nada con tanto vino en el cuerpo.

-Si, fue bueno para evitar estar incomodo en toda esa cena llena de sonrisas falsas.

-Muy cierto... de las cenas más incomodas a las que he ido.- nos reímos juntos y el mal ambiente se rompió.

-Pero lo digo en serio- me miro con sutileza, casi esperando un arrebato de mi parte- se que ya eres un "adulto" pero... el cambio es extraño.

-Talvez...- no podía negarle eso, encontrarme a mi mismo después de ir a la guerra fue difícil.

-Rhaenyra... te exige mucho?

-Que? No- me sorprendió hacia donde fueron sus pensamientos- fue mi culpa, creo...

-Crees?

-Seguro ya sabes que hace dos años... decidí ayudar en la nueva pelea que se desató en los Peldaños de Piedra- mordi mis labios por el amargo recuerdo- mi madre no quería, nisiquiera lo veía necesario, pero insistí... quería sentirme útil o importante, no lo sé. En aquel entonces lo sentí como un gran logro, pero creo que hablar de guerra en historias y vivir la guerra es diferente

-No lo sabía...- busque burla o algo malo en él, pero de verdad parecía confundido.

-No sabias que cosa?

-Que habías ido a esa batalla- no parecía feliz- normalmente la información del consejo es privada, pero los rumores siempre llegan a mi y tu... nunca lo supe.

-A nadie le interesa que vaya a la batalla Aegon, sigo siendo solo el hijo de una princesa... en dado caso, hasta se esperaría qué lo hiciera, aunque esperaría qué tu madre estuviera contenta de que pudiera perder la vida.

-Hace demasiado nadie vive guerras, nadie sugiere que un príncipe debe estar en una y mi madre está muy ocupada con su consejo.

-Probablemente no, pero el título de príncipe viene con el nombre Targeryan. Daemon ha estado en esas mismas batallas por mucho tiempo y probablemente el abuelo desaprobaria lo que diré, pero creo que él es lo más cercano que veo a lo que la gente entiendo por los de nuestra sangre.

-Mi madre seguramente me haría ir al Septo a rezar por siquiera pensarlo.- bufo- odia a Daemon

-Lo sé, igual que tu abuelo...- me relaje y me permiti disfrutar de esto, hace mucho no hablaba tan libremente con alguien que no fuera mis padres o hermano.

-No hablemos de mi familia- pidió rápidamente- cuéntame más de la guerra, obtuviste botines? Mataste gente? Tienes un gran título como señor de los peldaños?

-Pocas veces estuve en el frente, me mantenían en los cielos con Vermax... mate gente si... botín o títulos no, no tenía suficiente experiencia para comandar nada, era importante porque tenía un dragón y estaba junto Daemon.

-Demasiado humilde sobrino, estoy seguro de que algo bueno hay que contar de esos tiempos.

-Solo fue un año, un... año muy largo.

-De verdad no disfrutaste ese tiempo? Una batalla de hombres, nadie que te diera órdenes o estar cumpliendo caprichos de otros.

-Te aseguro Aegon, que estar en casa es lo más placentero que tengo... te repito que fui porque quería vivir la experiencia y ser reconocido, no por huir de ningún lugar.

-Que aburrido...- suspiro derrotado.

-Acaso tu quieres huir de algo tío?

-Por qué debería huir? En Kings Landing tenía todo, comida, sirvientes, alcohol, mujeres...- su voz se fue apagando conforme iba enumerando las cosas.

-Eso se puede obtener en cualquier lado...

-Si? Con un precio, pero soy Aegon, yo no...

-También pagas... la diferencia es que no trabajas por ello- lo interrumpí- gran espectáculo diste la noche antes de partir.

-Hubiera sido mejor si Aemond no llegaba.

-Agradezco que lo hiciera, se estaba volviendo asqueroso.

-No mencionaste esa noche desde que salimos de esa casa del placer, tan mal la pasaste?

-Te dije que no quería ir e hiciste lo que querías, aun obligándonos.

-Cuándo tendrás una oportunidad así? Alguien debe enseñarte el fino arte del sexo.

-No acudiria a ti para eso y le das mucha importancia a esa salida, prefiero olvidaría.

-No despertó nada en ti esa noche Jace?- un escalofrío recorrió mi cuerpo ante la insinuación.

-Si sigues hablando de eso, creo que estas listo para seguir peleando.

Me levante enojado por la insistencia, la platica había sido buena, para ser arruinada tan rápido.

-Prefiero decir que estoy lesionado y olvidar todo esto, seguro tu madre lo aceptara.

-Te golpeare para que tu pequeña mentira sea realidad, si no te paras.

-Te divierte golpearme? -aun quejándose se puso de pie- como puedes ver, no soy tan bueno como antes, a nadie le interesa si sé blandir una espada, no se porque a ti si.

-Por que me lo pidieron y eso voy a hacer.

-Puedes ignorarlo... no merece el esfuerzo, nadie necesita nada de mi.

-Ahora estas siendo pesimista... no es divertido derrotar a un oponente qué está derrotado.

-Pues súbeme el ánimo y tratare de pelear como se debe.

-Me estas chantajeando?

Aegon tenía una actitud extraña, sus chistes sobre querer huir ya no me parecían realmente una broma. Sus sonrisas también se veían incómodas, al punto de ser casi forzadas. Era como conocerlo de nuevo, pero nuestro historial no era fácil de olvidar, confiarme es como darle permiso de hundirme y decepcionarme de nuevo.

-Puede ser? Hay algo que hacer en esta aburrida isla además de ser un perfecto hijo?

-Puedes dejar de repetir lo del hijo perfecto como si te fastidiara?

-Por qué? La verdad si me molesta.

Tenía miedo por preguntar, sentía que si daba importancia a este tema me arrepentiría, pero talvez di en el clavo desde que empezamos esta discusión. Era por ser mal peleador o por lo de ser un mal hijo? Por la guerra o por no estar en su casa? Hablamos de varias cosas y no podía descifrar que era lo que le molestaba.

Tal vez hasta mi sola existencia era el problema, si antes lo conocía, ahora era un completo desconocido y ahora había una barrera de mi parte, esta vez no me interesaba seguirlo y ser aceptado por él...

Traer recuerdos del pasado solo arruinaría todo de nuevo, eramos niños cuando los probelmas empezaron a surgir entre nosotros, debía superarlo... pero Aegon era el mayor, sabía lo que hacía con nosotros y ahora siendo mayor me he preguntado muchas veces, si de verdad le caíamos bien o si solo eramos otra fuente de diversión.

Hasta algún punto... puedo decir que le guardo rencor, pero que más puedo hacer? Mamá confío en mi para mantenerlo a raya, no puedo dejarme llevar de nuevo.

Que quieres que haga para que pongas de tu parte en esto?

-Llévame al pueblo.

-Al pueblo? A que? No dijiste que aquí es aburrido.

-Seguro el pueblo es más divertido que aquí,  y menos vigilado...

-Estas pidiendo demasiado... - era un riesgo aceptar esto, no ganaba nada más que problemas si lo sacaba.

-Puedes no llevarme y solo seguiré recibiendo palizas todos los días o... puedes llevarme y podre de mi parte en aprender lo que sea que quieras enseñarme.

-Si llego a aceptar... aceptaras ir a donde yo diga y no hacer una estupidez?

-No puedo prometer nada, pero... me comportare lo mejor que pueda.

-Tus declaraciones no me dan nada de confianza para llevarte.

-Te seguiré Jace, no conozco nada aquí como para arriesgarme.

-Si algo sale mal, te prometo que la vigilancia sobre ti, será lo doble... entiendes?

-Si si... ahora vamos?

-No, te avisaré cuando podamos salir, pero no será hoy.

-Qué? Por qué? Hay tiempo no?- suplico.

-Debo dar aviso y debo tener justificación para la salida, así que hasta que lo consiga compórtate.

-Dioses! -se quejo- que no hay forma de salir sin sospechas?

-Porque deberíamos? Aunque es más seguro salir aquí qué en King Landing, no me arriesgare a salir sin que nadie sepa que vas.

-Miedo sobrino?

-Amenaza... tío.- parecía enojado, pero ya no reclamo más y lo di por una victoria- ahora entrenemos, tenemos tiempo hasta la hora de la cena.

-No pondré de mi parte hasta que salgamos.

-Entonces espero aguantes los golpes porque no voy a contenerme.

-No creo que duela tanto... y no dejaré que mi voluntad flanquee por unos cuantos golpes.

-Espero mantengas esas palabras hasta el final.

Él mismo me dio permiso, no debería sentir culpa por lo que vaya a pasar...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top