Capítulo IV ● Aemond
-Estas loco? De verdad quieres perder las bolas llevando a esos bastardos a un burdel?
-Oye... nadie se va a enterar, a menos que vayas a abrir la boca con madre- notaba la burla en sus palabras- como el buen chico que eres.
-Cállate depravado, estoy aquí salvando tu culo- lo empuje por el callejón donde debíamos dar la vuelta para llegar al castillo
-Mi culo esta a salvo, realmente no me llama que me metan nada por ese lugar.
-Eres asqueroso- rode los ojos fastidiado.
-Oigan sobrinos, ya que nos arruinaron la diversión, aun podemos tomar en mi habitación.- volteo a ver a los mocosos que venían detrás de nosotros.
Aun parecían incómodos, perdidos. Jacaerys era el que parecía costarle más seguirnos. La experiencia fue realmente mala o siguen siendo unos raritos.
Aunque conociendo a Aegon, puede ser su culpa. Por qué arriesgarse a que Daemon le corte la cabeza al llevarse a los bastardos? Para empezar, como logro llevarlos?
-No quiero ni verte Aegon- Jacaerys fue el primero en rechazarlo.
Lucerys no volteo ni a vernos, su mirada parecía perdida, pero estaba alerta buscando a su hermano, es como si se movieran inconscientemente, buscándose sin la necesidad de decir nada...
Asqueroso...
-Lastima sobrino, ahora viviremos juntos- se burlo con más ganas.
No se porque ese idiota disfruta tanto esta situación. Acaso no ve que nos metieron en la boca del dragón? Es como si caminaramos a la horca y nadie quisiera ayudarnos.
Porque Viserys aprobó esto? Somos sus hijos, disfruta tener vástagos y abandonarlos?
También puede que esté pecando de ilusiones, Rhaenyra es su favorita y también la envío lejos, no había mejor panorama para los demás... los del montón.
Mi esperanza iba por otro lado, madre, pero esta vez parecía que el rey ya había tomado una decisión, por primera vez lo vi tan aferrado a una decisión, solo un segundo vi a un Rey... pero desapareció muy rápido al ver que fue por Rhaenyra.
Regresé al presente cuando vi que iban por un camino diferente, detuve a Aegon por el cuello y eso logro detener la caminata de todos.
-Que haces?- Aegon se aparto de mi y se trato de acomodar la ropa.
-A donde van? Acaso no entienden que debemos regresar antes de que nos busquen?
-Vamos por lo tuneles- Jace lo dijo como si fuera algo obvió.
-Que?
-No los conoces?- ahora Lucerys fue el sorprendido.
Trate de pensar a que se referían, en todo caso iba a fingir y seguirlos, pero el ver como Aegon me evadia, recordé.
-Eres un mentiroso!- le grite y en seguida vino a taparme la boca.
-Cállate, nos van a descubrir.- me susurro. Le mordi la mano y se alejo enseguida
-Dijiste que ese túnel no conducía a nada!
-A veces eres muy ingenuo Aemond.
-Eres un...
No me dio oportunidad de acabar de hablar, porque ya estaba corriendo y no era el único, los castaños ya también estaban adelantados y todos tratando de evitarme.
No valía la pena el enojo, encontraría mi oportunidad para vengarme. Los seguí en silencio y estando atento al camino para poderlo usar en un futuro, aunque ese pensamiento realmente me incomodo.
Había siquiera un futuro? Rhaenyra logro sacarnos de aquí, regresar sería un esfuerzo enorme para mi madre ya que la razón de esto venía de un deseo estúpido del rey. Unir a la familia? Por favor, acaso no ha visto los últimos años?
Perder un ojo no fue suficiente, ser sus hijos no es suficiente, ser los mejores no es suficiente. Todos estos años, nosotros hemos estado a su lado y solo tiene ojos para Rhaenyra y para sus bastardos.
Mi mirada cayó de nuevo a esos rizos castaños, desde que salimos de ese burdel ha estado callado. Corrí a esas putas de bajos recursos, pero realmente esos dos no parecían si quiera haber reaccionado a las actividades sexuales que presenciaron, solo se veían incómodos.
Aegon por otro lado estaba frustrado, se notaba que los pantalones le incomodaban y con mayor satisfacción lo saque así de ese lugar. Llamamos la atención, pero todos aquí ya conocían al incompetente de mi hermano, los demás con las capas que nos cubrían podíamos pasar desapercibidos.
Aegon se distrajo fácil molestando a los mocosos, pero era más fácil que contestará Jacaerys que Lucerys. El menor parecía perdido, era por algo que vio? Por las preguntas incomodas de Aegon? O... por algo más.
-Si no hubiera llegado el aguafiestas, hubiera sido la mejor noche de sus vidas- escuche a Aegon y mi atención volvió a su platica- es mi responsabilidad como el mayor enseñarles estos placeres de la vida...
-Borracho y adicto al sexo? Wow... por qué no me sorprende?- Jace se burlaba de él
-Lo digo en serio, hubieran perdido su virginidad hoy mismo- dijo orgulloso- yo mismo lleve a Aemond y eso fue...
-Aegon!- mi voz sonó grave y en advertencia. No lo perdonaría si seguía hablando.
Todo quedo en silenció y nadie se movió, Aegon me miro con sorpresa, pero entendió el mensaje y dejo de hablar, Jacaerys ni siquiera volteo, pero noté la mirada curiosa de Lucerys.
Ni siquiera supe como interpretar esos ojos, no me estaban juzgando, era algo más, pero no lograba descifrarlo. Los otros dos empezaron a caminar, pero él no, él seguía mirándome.
-Qué?- dije con demasiada brusquedad -interesado en más historias de putas, sobrino?
-No...- contestó, pero no se movió y empezaba a irritarme.
-Entonces? No creo que tengas algo más interesante de que hablar, solo eres un niño que acaba de ver como debe cojer.-no quería que tuviera más interes en lo que dijo Aegon, era mejor cortarlo de raíz.
-Porque tienes que ser tan...
-Tan realista?
-Tan estúpido.
-Disculpa? -frunci el ceño y me agache para poder verlo de frente, no era la respuesta que esperaba.
Hasta ahora no me había dado cuenta de cuanto lo había sobrepasado, acaso no crece? Si no mal recuerdo, el Strong era alto, talvez esos genes no pasaron a él, un pobre enano sin esperanzas de ser guerrero. Afortunado de haber salido del vientre de una supuesta princesa, bastado, pero aun con títulos, que afortunados son algunos.
-Sé que no te agrado, pero tener que recalcarlo cada vez que nos vemos, es cansado...
-Desagrado es poco Lucerys- lo arrincone contra la pared y cada paso que daba, notaba como tenia que levantar aun más la mirada para igualarme- te odio.
Su mirada reflejaba sorpresa, sentí su cuerpo tensarse y bajar su mirada de inmediato, no volvió a tener valor de mirarme y sentí satisfacción, el día de hoy fue una victoria rotunda en hacerlo sentir mal, y quería más, deseaba tanto vengarme y verlo humillado, como lo he sido durante años.
-Oigan ustedes dos, avancen o se perderan- nos interrumpió Aegon.
Lucerys tomo la oportunidad para huir. Resople y lo seguí con una sonrisa, ya estaba cansado y había logrado mi cometido, por hoy he hecho suficiente.
El camino por los túneles secretos fue interesante, era frustrante que nadie me hubiera dicho sobre esto, alguna vez Aegon encontró uno, pero ahora sé que me mintió y no me permitió saber de esto, pero como nuestros sobrinos saben de esto? Estuvieron menos tiempo que yo en este castillo.
Rhaenyra le habrá dicho? Rhaenyra lo sabe? Daemon quizá? Hay escritos de ellos por Maegor quien los construyó, pero pensé que los habían cerrado para evitar ataques sorpresa.
De nuevo una sensación en el estómago me incomodo. Era recurrente que no me tomaran en cuenta para hacer cosas en "familia", pero hace mucho no me sucedía. Que horror...
-Llegamos- anunció Aegon abriendo una puerta en el pasadizo.
-Nosotros seguiremos- contestó Jace, que se llevo a Lucerys junto a él.
-Seguir? A dónde?- pregunté.
-Los pasadizos pasan por varios lugares, tenemos nuestra salida segura- dijo mientras empujaba al menor y en poco tiempo desaparecieron.
-No puedo creer que esos dos sepan más sobre estos pasadizos que yo- susurro Aegon, pero ya listo para salir por donde dijo.
-Talvez solo fingieron.
-Talvez...- le restó importancia- más importante, como sabías que no estaba en mi habitación?
-Fui a recordarte que empacaras tus cosas y claramente ya no estabas.
-Bueno, desde mañana el escaparme a un burdel será más difícil, quise aprovechar...
-Con los bastardos? - a veces era difícil para mí comprenderlo.
-No, me los encontré caminó allá.
-Y decidiste que era una grandiosa idea.
-Oh por favor!- sonrió- acaso no logre que tu primera vez fuera buena?
-Deja de hablar de eso- mi humor cayó horriblemente.
-Por qué? Es de mis mejores logros.
-Fue un asco Aegon- le gruñi y acelere el paso a mis aposentos.
-En serio? Esa chica estoy segura de que gritaba muy bien.
-Aegon!- advertí.
-Esta bien...- se alejo a una distancia segura de mi- pero aun así puede que a esos chicos les hubiera gustado.
-Yo los vi muy incómodos- recordé.
-Algo paso. Jacaerys abrazo a Lucerys como si buscara su aroma... o como si necesitara aferrarse a algo antes de caer.
-Que les hiciste?
-Me ofende que creas que fue mi culpa.
-En serio? Pensé que te enorgullecias de fastidiarle la vida a otros.
-Eres un pésimo hermano- bufó- pero volviendo a lo importante. Por qué buscaría su aroma son betas? no sienten ningún confort por esa acción.
-Talvez solo huyó de ti.
-Olvídalo, eres muy poco interesante... si no hablas de armas o Valyria, tu cerebro no funciona bien.
-Como tú con putas y vino
-Por lo menos tengo carisma.
-Y yo una espada.
-Vez- me señalo- aburrido...
-Idiota.
-Mis príncipes...- oh no.
-Ser Criston...- saludé.
-Su madre desea hablar con ustedes.
-Que horror- me susurro Aegon antes de seguir a Cole.
No hubo respuesta de mi parte, también lo seguí en silenció. Aegon ya parecía derrotado sin siquiera haber llegado a la habitación de madre y yo no tenía ganas de que el enojo de alguno de los dos cayera en mi persona.
-Su majestad?- Cole tocó la puerta y apenas se escucho una respuesta, pero se nos fue abierta la puerta- adelante mis príncipes.
-Esa mujer es odiosa!- escuchamos los gritos de nuestra madre apenas entramos- una manipuladora, una malcriada!!
-Su majestad?- volvió a insistir Criston, que entro con nosotros para cerrar la puerta- los príncipes.
-Si, gracias- trato de recomponerse. Arreglo su ropa y cabello antes de darnos la cara- puede esperar fuera Ser.
-Bien- dio una reverencia y salió.
Aegon no levantó la mirada, se concentraba en ver sus zapatos aun cuando madre estaba frente a él. Apenas sonó el golpe en su mejilla tuve que prestar atención a ella. Se había enterado de su salida?
-Por qué no detuviste a esa perra?- le grito- te he dicho miles de veces que debes comportarte como un príncipe! Negarte a sus exigencias estúpidas, pero solo aceptaste y te fuiste a pelear con uno de sus bastados.
-Que podía hacer yo?- pregunto con la voz baja- padre ya había dado su consentimiento.
-Si te hubieras negado seguro retiraba su palabra!
-Deja de engañarte!- grito- la única hija que le importa a Viserys es Rhaenyra.
Otro golpe lo silenció. Ella definitivamente paso por un mal día, estaba más alterada de lo normal, no había consolado a Aegon después de golpearlo como era lo normal, ella seguía ardiendo en ira.
-Cállate! Tu eres el primer hijo del rey, el que pone en peligro a Rhaenyra- tomo el rostro de Aegon con desesperación- te esta alejando para que no seas un riesgo, acaso no lo entiendes?
-No me va a matar- suspiro- ella esta a cargo de nosotros, si nos mata da razones para una guerra.
-Y quien la va a detener? Ese lugar esta bajo su mando, si te matan. Quien dirá algo contra ella?
-La decisión esta tomada, nos iremos mañana- se separó del agarre de nuestra madre- ya no puedes hacer nada.
-Usaremos esto a nuestro favor- volvió a tomar su porte de reina y se sentó en su pequeña mesa, ya estando más tranquila.
Por supuesto, no dejarían pasar la oportunidad que esto conlleva y aunque quisiera decir que estaba orgulloso y emocionado de que se nos confiara algo importante... realmente ella no me veía a mi.
En ningún momento su atención estuvo sobre mi, ella nunca esperaba algo importante de mi, yo solo estoy dado por sentado, pero me he esforzado, soy mejor que Aegon en todo y aun así...
-Busca debilidades en esos mocosos, desestimarlos a ellos nos da ventaja sobre la corona- Aegon estaba tenso apenas mencionó a nuestros sobrinos- Rhaenyra por fin será expuesta como la mujer de poca monta que es y mas Lords estarán de nuestro lado.
No hubo respuesta, nisiquiera sabia si ella buscaba una, pero pareció complacida y su mirada por fin se dirigió a mi.
-Aemond, espero no busques conflicto con Lucerys- fueron sus únicas palabras.
-Qué?- quise corroborar. Eso era todo?
-Que no te metas con ese niño- reafirmo- todos tienen los ojos sobre ustedes, son el conflicto más grande y no necesito otro problema a la lista.
-Pero...
-Protege a Helaena, no quiero que caiga en las garras de ninguno de los bastardos poco agraciados de Rhaenyra- siguió hablando- si tienes oportunidad practica con tu hermano con la espada, debe aprender a defenderse.
-Quieres que no busque venganza por lo de mi ojo?- eso la detuvo.
-No, no por ahora- se acomodó mejor en su silla- su abuelo recomienda que no hagan nada y menos por una venganza tonta a comparación de una guerra por la sucesión.
-Es una venganza justa- proteste.
-No harás nada y punto- ordenó- tu único trabajo es proteger a tus hermanos, Daeron llegará después, ponlo al tanto y que te ayude.
Su perro protector. Era lo único para lo que le servia... podía pedirme que matara a alguien, que le diera rutas para entrar y salir de ese lugar, hablar con guardias... pero no. Solo "protege a tu hermano"
Tampoco me pidió convencer a ninguno de nuestros sobrinos, no tenía la facilidad de Aegon para hablar... pero soy mejor que Helaena. Acaso no tengo nisiquiera esa poca confianza?
-En serio traerán a Daeron?- Aegon se atrevió a hablar de nuevo.
-Esa mujer clavo sus garras en su padre en un momento en el que baje la guardia- se froto los ojos, además de enojada e irritada, parecía cansada- estaba organizando todo para el juicio contra Lucerys, pero ella y Daemon ya habían hablado con él.
-Como entraron con él, tiene guardias no?- me atreví a cuestionar.
-Es la princesa heredera, aunque nos cueste aceptarlo, no podemos evitar que ella vea a su padre.
-Aun asi, no entiendo porque nos quiere a todos con ella.
-Daeron apenas y la conoce...- suspiro- no sé que trata de lograr, pero mientras no estén aqui tenemos la oportunidad de mover nuestras piezas de este lado.
-Solo somos una distracción?
-Si, ellos creerán que no hay que preocuparse, pero mi padre y yo podemos poner al consejo de nuestra parte y talvez llegar a una votación para quien deberia portar la corona.
-Mi padre ya la proclamó heredera...- nos recordó Aegon- solo puedes conseguir esa corona en una guerra.
-No vamos a llegar tan lejos, ella se dará cuenta de cual es su lugar y tu serás rey.
-Y si no quiero?
-Es tu derecho!- se exaltó- y si vamos a una guerra, tenemos al dragón más grande, sabremos lidiar con eso.
De nuevo... habla de mi dragón, no es que yo los pueda derrotar, sino que el dragón da miedo.
-Puedo lidiar con ellos si algo sale mal- ambos me voltearon a ver.
-Dije que no harás nada- se acerco a mi y aunque es pequeña, no podía evitar tensarme al verla tan enojada- sólo puedo lidiar con Aegon, no me hagas pensar que tampoco se te puede confiar nada Aemond.
-Si madre...
-No atacaras, si algo sucede primero lo consultaras con nosotros. Si no es una orden de mi parte o de tu abuelo no actúes. De acuerdo?
-Bien...
-Bien...- bajo la mirada- vayan a dormir, mañana después de romper el ayuno partirán en sus dragones.
-Todos?- Helaena hace mucho no la dejaba montar en su dragón.
Su excusa más recurrente era que una dama no podía estar tanto tiempo en esas bestias, que ella debía prepararse para su futuro matrimonio... "con Aegon"
-Todos, de nuevo algo irresponsable de su padre, pero no los podemos dejar indefensos durante tanto tiempo. Ellos tienes a sus dragones y ustedes también.
-De acuerdo.
-Envíenme cartas, traten de recibirlas ustedes o algún guardia de su confianza, que nadie las abra.
-Lo haremos...
-Ok- nos dio la espalda -vayan a descansar.
Ninguno de los dos se despidió, salimos en silencio, tal como entramos. Ser Criston Cole se despidió con una reverencia y entro al cuarto apenas nos fuimos.
-Entre más lejos este de ella mejor- susurro Aegon sobando su mejilla antes golpeada.
-Ella lo hace por nuestro bien.
-No le interesamos Aemond, esa mujer solo quiere el trono, no le importar quien sea, mientras Rhaenyra no esté en él.
-Te quiere a ti.
-Quiere... - se quedo callado- ella no nos quiere- termino la frase antes de encerrarse en su habitación.
Lo odiaba y odiaba más que no se diera cuenta que es el niño favorito. Aun siendo estúpido, alcohólico, mujeriego... siempre madre iba a protegerlo.
En cambio Helaena era la rara, la que necesitaba para hacer legitimo su reinado y le diera hijos. Y yo... un monstruo deforme, un tercer hijo sin derecho a nada... humillado y olvidado.
Pero yo me haré mi camino... buscaré la forma. Empezando por mi tiempo en Dragonstone.
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