Capítulo III ● Lucerys
-No puedo creer el descaro- venía madre dirigiendo el camino, mientras seguía hablando enojada de lo que paso.
-Jace le regreso el golpe, esta bien, los pondremos en su lugar una vez que estén bajo nuestro cargo- reiteraba Daemon.
-No- suspiro madre- deben estar intactos, solo debemos convencerlos de estar bajo nuestras ordenes, no lastimarlos.
-Dejarlos en el suelo después de un entrenamiento, no cuenta como lastimarlos.
-Basta, ya pensaremos en algo después- se detuvo en el pasillo donde están nuestros cuartos.- tratemos de olvidar lo que paso hoy, eso sigue sin cambiar nuestros planes.
-De verdad crees que llevarlos a casa cambiara las cosas?- se quejo Jace- son unos idiotas.
-Lo sé Jace, pero es necesario, debemos lograr que los verdes no tengan poder.
-Suena razonable, pero no significa que me agrade.
-Vayan a descansar, mañana arreglaremos esto.
-Bien...- dijimos Jace y yo al mismo tiempo.
Cada quien fue a su habitación, suspire cansado y estresado por el día, todo cambiaría a partir de mañana... y tendría que convivir con Aemond de nuevo, algo que di por perdido hace mucho.
Esto realmente era lo correcto? No pondría en duda lo que madre quería, entendía el hecho de que tener a todos los dragones de nuestro lado era una buena estrategia, si querían atacarnos seria difícil obtener apoyo, por otro lado, no sabia que tan leales son mis tíos a su madre para atacarnos aun ellos solos. Habría mucha tensión, de eso estaba seguro.
Aemond seguía siendo como una tormenta para mi; arrasador, brusco e intenso. Los años separados fueron difíciles, ni siquiera puedo expresar esto en voz alta porque... fue mi culpa que sucediera.
La pelea fue horrible, a día de hoy tengo pesasillas con ella y... despierto llorando frustrado, dolido y arrepentido. Nunca quise dañarlo, esa era la verdad para mi, pero Aemond lleva años simplemente creyendo lo que él quiere y lo entiendo, él fue quien más daño recibió.
No solo físicamente, él... tuvo que aguantar ser curado como un espectáculo en medio de una discusión entre nuestros padres... todo era confuso porque también tenía rota la nariz, el dolor me dejo recuerdos borrosos de esa parte, pero nunca olvidaré la mirada vacía y resignada de Aemond.
Solo nos volvimos a ver cuando tuvieron que partir, no me dejaron hablar con él, ni siquiera verle, no me entere de su partida hasta que escuche a Vhagar volar... solo pude verlo irse desde mi habitación y nunca más volví a saber de él.
Eramos cercanos, podría decir que era mi favorito sin contar a Jace... pero ahora todo eso quedo como un recuerdo muy lejano. Volver a verlo fue casi como llevar un largo tiempo sin poder respirar bien y después de un suspiro, haber soltado todo.
Ahora era todo un hombre, alto, nada muy marcado, pero tenia el cuerpo de un guerrero, el cabello rubio platinado largo y... el parche. El recuerdo del accidente marco su rostro, no lo hacía menos atractivo... pero para mi era diferente. Un dolor que no me correspondía.
Unos pequeños golpes en mi puerta me sacaron de mi mente, el único que vendría a esta hora era Jace, así que no tarde en abrir. Se veía igual de estresado que yo, pero había una pequeña sonrisa oculta ente sus labios.
-No puedes dormir?- pregunte mientras lo dejaba entrar.
-No, aun se siente mal el hecho de que tengamos que llevarnos a nuestros tíos.
-Si, claramente mamá se esta poniendo en marcha.
-La guerra esta cerca- se dejo caer en la cama.
-Esta tratando de evitarla.
-Es mas fácil decirlo que hacerlo...- suspiro.- Daemon hablo conmigo.
-Si? Que te dijo?
-Quiere que nos empecemos a mover para asegurar aliados.
-Eso no es muy prudente, tenemos 3 Hightower en casa, aunque el único que me preocupa es uno.
-Aemond...- me contesto sin dudar.
-Si... es el único leal a la causa y con el suficiente odio para hacerlo.
-No es realmente una sugerencia, pero crees poder apaciguar a esa bestia?
-Yo? Soy la causa de su odio, en serio me preguntas eso?
-Vamos Luke... no puedes decirme que no te has dado cuenta?
-No se de que estas hablando.- lo evadi.
-Aemond te odia, pero hay algo más
-Oh no, por favor olvida eso.
-Lo sabes, cuando éramos niños era mas evidente, pero ahora...
-Te lo aseguro Jace, me odia, no hay manera de que exista alguna minima sospecha que exista algo más.
-Solo es una idea, si logras amaestrar a Aemond, las cosas serán mucho más fáciles de manejar.
-Por qué no lo haces tu?
-Ja! no es a mi a quien busca tan desesperadamente.
-No lo se, su odio es general.
-Muy cierto- sonreímos un poco- aun así es solo una sugerencia Luke, no digo que sea algo serio, puedes solo intentar tener una buena amistad y que vea que no debe atacarnos, Vaghar sigue siendo nuestro mayor problema.
-Lo pensare- me acosté a su lado viendo que la tensión había acabado- pero tu, gran heredero Targaryen, debes de dejar de pensar en guerra y estrategias, sabes lo que ha dicho madre.
-Si... lo se. Es solo que... no puedo. Se volvió en lo más fácil de lidiar, después de... ya sabes.
-Mmmh... pero lidiar con temas de guerra, cuando aun no ha empezado, solo te dañara más.
-Es lo único que puedo pensar a estas horas, es eso o pesadillas.
-Como buen hermano menor, creo que puedo resolver el problema solo por hoy.
-No creo que cuentos para dormir me sirvan- se burlo.
-Cállate, solo los leo por Joffrey.
-Bien, entonces que sugieres?
-Salgamos de la fortaleza
-Estas loco?- se levanto de un salto
-Oh vamos, has escuchado los rumores no?
-Hay muchos rumores, sé mas especifico.
-Que Aegon se la pasa en la calle de seda- rodé los ojos- si ese ebrio va y viene con vida, nosotros también podemos.
-No conocemos el lugar.
-Con mayor razón, además mañana partiremos de nuevo, ¿Cuándo tendremos otra oportunidad?.
-Bien- tardo en contestar, pero acepto- si nos descubren diré que es tu culpa.
-Si nos descubren... culpare a Aegon- reí mientras corría por unas capas.
Escuche reír a Jace y bajo un poco el dolor de mi corazón. Jacaerys ha tenido que lidiar con muchas cosas desde que fue a ayudar a la batalla del abuelo, tengo entendido que los únicos que sabemos sobre este acontecimiento son madre, Daemon, el abuelo Corlys y yo... hemos aprendido a estar al pendiente de él y que no caiga en recuerdos constantes de la batalla.
Reste importancia al tema por ahora y me puse en marcha. Me puse mi capa y le pase la suya a Jace, probablemente tendríamos que usar los túneles, pero tenia muy difusos los pasadizos correctos, probaría suerte una vez que estemos dentro.
Alguno de nuestros cuartos tenia una de las entradas, busque en la mía y afortunadamente cedió uno de los ladrillos, antes de abrir la puerta por completo, cerré la puerta normal con llave y una silla por cualquier cosa. Regrese a la pared y la abrí, Jace me siguió enseguida y el fue quien cerro el pasadizo.
-Estas seguro por donde vamos?
-Supongo? Sé llegar a la parte inferior.
-Espero que esto no se convierta en una noche de diversión en una expedición horrorosa porque nos perdimos.
-Ten un poco de fe...
-Fe en ti? Estoy seguro que un mendigo tiene más percepción que tu sobrino.- escuchamos una tercera voz y nos asustamos.
-Aegon!- Jacaerys fue el primero en verlo.
-Baja la voz! Quieres que nos descubran?- se acerco a nosotros silenciando especialmente a Jace.
-Tu eres el que nos asusto- reclamo.
-No me esperaba ver a los niños buenos saliendo a hurtadillas.
-Y yo no puedo decir que me sorprende verte aquí- reitero Jace.
-De hecho voy tarde, pero ahora tendré mas diversión.
-Vete, nosotros tenemos nuestros propios planes.- replico de nuevo Jace.
-Oh claro... y que planes son esos?
-No te incumbe...
-Bueno ya debemos irnos- Jace empezaba a alterarse y no necesitábamos otro accidente, así que empece a alejarlo.
-Oh por favor sobrinos, no quieren que alguien que conoce estos lugares les enseñe?
-No, no vamos a buscar placer, solo vamos a conocer las calles.
-Oh, quieren llegar vírgenes al matrimonio? Por favor diviértanse, pueden salir de las faldas de su madre.
-Así como tú?- lo reto Jacaerys
La sonrisa de Aegon desapareció, ya no nos miraban tan alegre y veía sus puños cerrados, pero aun así mantuvo su distancia.
-Tengo mis propias mujeres, mi madre es una mujer fría, no hay razón para que quiera estar pegado a ella.
-Estoy seguro que es más tu madre la que no le importas, que el que tú no la busques- Jace siguió incitandolo- supongo que tienes razón, tu madre esta más obsesionadas con la mía, para ponerle atención a sus propios hijos.
-Cállate-nos gruño.
-Te falto amor en casa? Y por eso tienes que pagar para que te abran la piernas?
Ok. Esto llego muy lejos.
-Bueno! Vamos a tomar- intervine.
-Qué?- preguntaron ambos al unísono.
-Íbamos a una taberna- logre hacer que Jace caminara y Aegon no tardo en seguirnos- si quieres venir con nosotros solo vamos a tomar, si vas al burdel, no cuentes con nosotros.
-Por favor! Van a desperdiciar esta salida en alcohol? Pueden hacer eso aquí adentro -siguió detrás de nosotros, ya por fin habíamos logrado salir de los pasadizos y parece haber olvidado el insulto.
-No somos tú, tío...- le recordé.
-Si fueran más inteligentes me pedirían ayuda para tomar sin ser descubiertos.
-Basta, no queremos tu ayuda.
-Oh vamos pequeño Jacaerys, si te molesto lo que te dije durante la cena, puedo pedir perdón y hacer esta su mejor noche.
-Ya sé que tus únicas platicas son sobre alcohol y putas Aegon, será aburrido salir contigo.- reitero Jace.
-Entonces dejen que les enseñe el burdel.- se puso delante de nosotros para detenernos.
-No me acostare con putas y menos Luke.
-Por favor... pregúntenle a Aemond, le conseguí una gran mujer para desvirgarlo...
Oh no, eso fue peor de escuchar. Por qué es tan insistente con cualquier ámbito sexual? y por qué tuve que escuchar que Aemond no es virgen? y aunque quisiera negarlo... eso me causo cierta incomodidad en el estomago.
-Nadie te detiene en ir a meter tu polla a donde quieras, pero no será en nuestra compañía.
Jace siguió avanzando y afortunadamente encontramos una de las salidas del castillo, probablemente Aegon nos sacó, pero no era relevante.
Estando fuera, Jace y yo caminamos hacia el pueblo con la capucha puesta, pero Aegon no tardo en alcanzarnos, aun no parecía rendirse y lo supimos cuando me tomo del brazo y con poca delicadeza me llevo entre callejones hasta algún lugar.
-Estas loco?!- lo regaño Jace cuando ya nos había alcanzado.
-Solo soy necio... y divertido- corrigió- y ya que estamos aquí, pueden disfrutarlo. Nadie los va a tocar, o talvez... un poco, pero nada de sexo a menos que quieran.
-No queremos nada- reclamé.
-Muy tarde... hoy aprenderán el arte de la seducción queridos sobrinos- nos empujo un poco, quise retroceder, pero unas nuevas manos me tomaron de la cintura y me arrastraron dentro de ese lugar.
Aegon venia detrás de mí y en frente estaba Jace con una mujer y un hombre rodeándolo, nos condujeron dentro, muy dentro, parecía más privado a donde nos dirigíamos, porque todo el camino escuchaba gente gimiendo, gritando y para mi gran molestia, apestaba a feromonas por todos lados, nadie ocultaba su aroma en este lugar.
-Bienvenidos a mi humilde cuarto personal- Aegon parecía estar disfrutando su horrible travesura, pero yo no era el más enojado.
-Sueltenme- Jace se veía tenso y amenazador, los chicos que lo retenian lo tuvieron que notar, porque no dudaron en alejarse.
Ya nos habían encerrado en esta habitación o lo que fuera, porque las paredes tenían huecos, yo podía ver pasar a la gente desnuda de fuera y seguramente ellos podían vernos también.
Aun tenía esperanza de que a Daemon no le llegara información de que estuvimos aquí, pero ese hombre tenia ojos y oídos en todos lados... adiós a nuestra salida divertida.
Por otro lado este lugar por lo menos se veía cómodo y Aegon ya era un cliente frecuente, nadie se sorprendía de verlo y todos cooperan sin poner peros. En que momento el Aegon que recuerdo, se convirtió en esto?
-Relájate Jace... acaso no te gustaría averiguar en que dotes es tan famoso tu tío?
-Estoy seguro que nadie habla de esos dotes, sólo eres otro hombre más que no sabe usar su verga...
Los trabajadores y yo nos quedamos mudos ante aquel comentario, claro... ellos no tenían poder para alguna vez negar algo que Aegon quería, pero tampoco sabían que Jacaerys lo tenía.
-Quieres comprobar? -la sonrisa juguetona de Aegon había desaparecido, trato de acercarse a Jace, pero él retrocedió.
Se puso frente a mi, pero con una distancia considerable de nuestro tío, los otros invitados fueron inmediatamente hacia Aegon.
-Eres un idiota- recalco Jace y más sorpresas hubo por esa respuesta, seguramente no mucha gente se oponía a nuestro tío.
-Relájate- regreso el bromista- solo ve esto como otra lección.
Tomo a el único chico y lo jalo hacia él, logrando que ambos se sentaran en la cama, pero el chico estaba sentado sobre él, con las piernas abiertas sin una pizca de pudor.
-Ya que no confías en mis habilidades, me esforzaré hoy más que nunca en explicarte los placeres de la cama.
-Por qué me quedaría?- gruño- Luke y yo nos largamos.
-No haría eso, vienes conmigo... eso ya levanta sospechas de quienes son. Espera a que un guardia venga por nosotros y disfruta.
-Lo planeaste?
-No fue planeado... un guardia viene por mi... siempre- su tono de voz bajo y se hizo algo mas grave. Tomo uno de los pezones del chico y lo retorcio entre sus dedos.- les enseñare como complacer a sus futuras parejas, para que cuando pierdan su dulce virginidad no tengan miedo de lastimar a alguien.
Claro. Él seguía creyendo que somos betas... pero curioso que solo el chico sea un beta. Las otras dos eran omegas, sus aromas eran más empalagosos y molestos.
Una de las chicas se acostó a su lado y descaradamente lo beso, no fue un beso suave donde solo sus bocas se tocan, todo era sucio, había lenguas mezclándose y gemidos sonando.
La chica que faltaba se puso de rodillas detrás de la otra mujer y empezó a tocarla, bajando sus manos desde sus pechos hasta su vientre y luego de manera rápida una de sus manos desapareció entre sus piernas.
Estaba tenso, el aroma de esa gente era repugnante y había mezcla de otros olores, sudor, semen, feromonas. Quisiera decir que era una experiencia placentera, que por lo menos algo bueno sacaría de esto, pero era horrible, por lo menos aun había ropa, poca de parte de esos ofrecedores de servicios, pero de Aegon era completa.
Aegon dejo de besar a la mujer y se concentro en el hombre que tenía en sus piernas, chocamos miradas por un segundo, pero en seguida busco a Jace. En cambio el desconocido me veía a mi, una mirada intensa en deseo.
Ha día de hoy, no diria que he tenido un lívido importante, mi cuerpo aun no entra en el deseo de una pareja, he tenido mi primer celo, sé lo que es el deseo, pero en mi estado normal, no hay alguien especial.
Pero lo notaba, notaba que ese hombre esperaba algo de mi...
-Este chico es un beta hermoso no?- Aegon nos saco a todos del trance- un bastardo que pudo ser un caballero, pero ahora solo sirve como un vertedero de semen o un semental para cría... normalmente dirían que seria castigado no? Esta rompiendo la idea de los dioses de lo que es le corresponde... lastima que el hambre tenga más poder que un dios.
Jace me tomo del brazo y me escondió aun más detrás de él, pero aun asomaba los ojos con curiosidad.
-No serás el primero ni el último de nosotros en estar en un burdel Aegon- regaño Jacaerys- lo que te hace despreciable es que para esto, es para lo único que vives.
-Y por eso soy el mejor de nosotros...
Aparto la pequeña tela que cubría las partes bajas del chico, y abrió aun más sus piernas para dejar expuesto su agujero. Le dio de lamer sus dedos a la mujer de su lado, que ya sollozaba al tener los dedos de la otra chica dentro de ella.
Saco sus dedos mojados en saliva y los dirigió a ese agujero del chico, ya estaba con su verga levantada y sus pezones duros, solo falto un dedo dentro de él para que el pre cum saliera y gritara el nombre de mi tío.
-Ya saben... si este chico fuera un omega ya estaría mojado, pero necesita una pequeña ayuda... y claro, ya que seguramente ustedes tendrán una chica para calentar su cama, mi linda chica les muestra como se correrá con solo sus dedos.
Puedo decir que conozco los conceptos básicos del sexo, pero ningún maestre explicaría estas cosas, los placeres carnales. Ellos solo querían que aprendieramos los pasos para procrear un hijo... no para disfrutarlo. Definitivamente era... interesante, mientras evitara la idea de que Aegon está ahí.
Poco a poco veía como entraban mas dedos en esos dos y una inquietud dentro de mi empezó a surgir, pero no fui el único, Jacaerys estaba quieto, demasiado para si quiera notar su respiración.
-Estas... estas bien?- le susurre preocupado.
Salió de su trance y de manera brusca volteó hacia mi. Me tomo del cabello con fuerza y dejo expuesto mi cuello, para que el se enterrara en el y buscara mi aroma.
Era un acto normal para nosotros, claro... con mas delicadeza y en privado, con nuestra familia cerca... pero algo le afecto.
-Apesta- grito.
Se aferro aun más a mi encajando sus uñas en mi cabello y en mi espalda. Quise quejarme, pero probablemente era un episodio y no podía dejarlo, ni asustarlo.
-Luke?- Aegon había dejado a sus acompañantes y ahora lo tenía junto a mi, con una mirada difícil de descifrar.
-Alejate- le pedí mientras abrazaba un poco más a Jace.
-Esta bien? Puedo ayu...
-AEGON!- La última persona que necesitábamos aquí.
-Aemond...
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