CAPÍTULO I ● Rhaenyra

-Esto es ridículo, ese idiota no debería estar en la cena familiar- me susurro Daemon, viendo con poca discreción a Otto Hightower.

-Olvídalo, piensa que tendrás la oportunidad de ver su cara cuando se enteré de la noticia.

-Bueno, eso será agradable de ver- tomo su copa y brindo conmigo- Eso significa que Viserys lo aprobó?

-Si, entre otras cosas.

-Rhaenyra, el plan debe ser suficiente para...

-Sabes que padre es complicado, no hemos llegado a un consenso, pero tengo algo importante.

-Importante para nosotros?

-Más o menos

-Tratos bajo la mesa Rhaenyra?

-Aprendí del mejor- ambos reímos al saber a quien me refería, pero un pequeño estornudo fingido nos llamo la atención.

Alicent sonrió como disculpa, pero Daemon puso los ojos en blanco antes de volverla a ignorar. Antes de que ella hablara los niños entraron, Rhaena y Baela encabezaban y se sentaron junto a Daemon, detrás venían Jaecerys y Lucerys, Jace terminó en la punta de la mesa.

No tardaron en llegar los hijos de Alicent, ella ocupaba el lado derecho junto a mi padre, luego estaba Otto, a su lado se sentó Haelena, le siguió Aegon y por último Aemond.

Ciertamente si las circunstancias fueran distintas, apreciaría estas cenas, mis hermanos seguían siendo hijos de mi padre y Daemon reconocía eso. Ambos estuvimos de acuerdo en que pudimos tomar de mejor manera la llegada de esos niños, pudimos llegar a ellos desde niños y no tendríamos estas complicaciones, pero las decisiones de Viserys nos cegaron a ambos.

Viserys era un rey pacifico, pero como padre y hermano fue extraño, muchas de sus decisiones fueron tomadas por los susurros venenosos de Otto y Alicent, fuimos amigas si, pero me daba cuenta que algo pasaba, aun antes de la muerte de mi madre, probablemente fue durante el último embarazo que Alicent ya endulzaba el oído de mi padre, aun dudaba si fue su voluntad o la de Otto.

Estuve cegada por la amistad y ahora ya mayor me arrepiento de no haber actuado antes, fui mimada y consentida, eso era suficiente para mi, pero mi legitimidad como reina se ha tambaleando por ello.

No era una preocupación ya que padre siempre a afirmado que soy su única heredera, pero ahora mis hijos corren el mismo peligro y no por ser mujer, sino por las malas hablas de la gente, ser llamados bastados... y además de ello, omegas.

Es un secreto familiar su segundo género, no podíamos lidiar con aquello cuando aun no solidifimos lealtades, se anunciara su presentación cuando sea necesario, por ahora todo mundo tiene la idea de que son betas, ya que cubrimos el aroma con esencias de plantas de nuestros curanderos de Essos.

Durante los años en exilio, Daemon y yo hemos levantado una ciudad y un ejercito en Dragonstone, mi padre ha estado al tanto y aunque Otto le haya dado miles de pretextos para negar la libre decisión sobre mi territorio, padre le ignora y ayuda financiando ciertos proyectos, en pro de ni más discusiones.

Si hay una guerra, necesitamos tierras y gente leal a nosotros. Me empecé a mover en el momento que nació mi cuarto hijo Aegon, donde todos los ojos se voltearon hacia él y llamarlo el legitimo heredero.

Daemon me aseguro que respetaría el derecho de Jaecerys de ser rey, así que internamente me sentía respaldada por él, pero no sería lo mismo de otras familias y no me permitiría ser como mi padre y dejar que mis hijos cargaran con estos errores, necesitaba construir el camino para que mi reinado y el de mis hijos no tengan más guerras por venir.

Así que hablando con mi esposo, sabíamos que el primer movimiento debía ser interno, padre debería darnos algo, necesitabamos su ayuda.

Y cuando se solicito una audiencia para la legitimidad al heredar Marcaderiva de Lucerys, esa sería la oportunidad, a parte de darle su lugar a Lucerys en la corte, tuve que hablar con él en privado, pidiéndole ese favor, uno grande que movería las piezas a nuestro favor, aunque no me agradara mucho lo que tenía que hacer. Por la mañana las cosas salier9n a nuestro favor... ahora solo faltaba esta cena.

Las puertas se volvieron a abrir y padre con ayuda de sus guardias llego a su lugar para comer junto a nosotros.

-Querido, no deberías hacer tantos esfuerzos en un día, podían llevarte la comida a tu habitación- recalco Alicent con aparente preocupación.

-Hoy es especial Alicent, hace tiempo mi familia no se unía, quiero disfrutarlo un poco- mi padre poso la mirada sobre mi y sonreí.

La última vez que estuvimos juntos, termino unas horas después en un gran desastre por un dragón, desterrada a mi propio castillo, pero no puedo amargarme por ello, levantamos un nuevo imperio... a base de tragedia.

-Comamos- ordenó el rey.

Las pláticas se dividieron, la música ayudaba a que las platicas no llegaran a todos y aunque mi padre posaba su atención sobre Daemon y yo, Alicent no dejaba que la platica fuera solo nuestra; hacia comentarios de vez en cuando y a veces marcaba su desaprobación en comentarios de como no obedecía a su fe.

-Quien crees que se enoje primero?- me susurro Daemon con una sonrisa picara adornando su rostro. Bajo un poco la voz para que solo yo pudiera escucharlo.

-Alicent, Otto sabe comportarse- le conteste también divirtiendome como si fuera una travesura.

-Aunque me divierte verlos enfurecer, sabes que nuestros hijos también odiaran la idea verdad?

-Jace y Luke entenderán... mientras no haya más accidentes con ojos, creo que estaremos bien.

-Quien diría que el tranquilo Lucerys tendría un historial tan grande a tan corta edad.

-No se lo recuerdes, odia ese accidente...

-Es más fuerte de lo que crees Rhaenyra... desde que Jace me acompaño a la batalla, Luke tomo el lugar del mayor.

-Lo sé y lo lamentare toda mi vida, no tome mi papel en la batalla, antes de que la guerra llegara a ellos.- suspire- la sangre correrá por sus manos.

-Somos dragones, sangre y fuego corre por nosotros, es inevitable, no te culpes.

-Aun así... son mis hijos, es inevitable no sufrir por lo que les toca o tocara vivir.

-Lo haremos ambos, y olvidas que existo para protegerte- poso su mano en mi espalda y bajo hasta mi cintura para abrazarme- lucharé por todo lo que te mereces.

-Que forma más retorcida de decir que me amas.

-Me amas- se burlo y nos dimos cuenta que mi padre nos veía disimuladamente.

-Creo que es hora de que de algunas buenas noticias- mi padre alzo la voz y la musica paro de nuevo, todos guardamos silenció y le prestamos atención- hoy realmente es un día importante para los Targaryen.

-Viserys?- pregunto Alicent, parece que en serio mantuvo en secreto nuestra platica antes del juicio.

-Hoy quisieron lastimar a nuestra familia poniendo en duda a Lucerys, hijo de mi hija Rhaenyra, que tiene nuestra sangre y no podemos permitir ser desprestigiados- vi como el rostro de Otto empezaba a deformarse del enojo- pero eso se ha resuelto, el pueblo sabrá que consecuencias tiene desestimar a mi familia.

-Aunque es cierto que lo que paso con Lucerys estuvo mal, asesinar a un hombre es de bárbaros, existían otras formas- hablo Alicent.

-Acostúmbrate- se burlo Daemon- la sangre de los que nos retan siempre ha caído sobre esta casa... recuerda de que esta hecho el trono- Alicent palidecio ante sus palabras.

-Estamos en tiempos de paz y lo mantendré así hasta mi muerte, pero tampoco puedo ignorar todo y esperar a que Rhaenyra lo arregle al llegar a el- Otto chasqueo la lengua, pero no cambió su rostro impío.

-Rhaenyra se merece un cambio pacífico hermano- apoyo Daemon.

-Ciertamente- lo apoyo- mi condición es frágil, me lamenta tener que aceptarlo, pero aceptare a los curanderos de mi hermano, cualquier ayuda es bien recibida.

-Mi rey!- se exaltó Alicent- es peligroso! Pueden aprovechar esto para...

-Alicent- la detuvo su padre- disculpe mi rey, aunque la manera abrupta de interrumpir de mi hija no es adecuada, estoy de acuerdo en su punto.

-Rhaenyra confía en ellos y yo también, además estarán bajo la vigilancia de Rhaenys, quien será la representante de mi hija en el pequeño consejo.

-Mi rey, creo que hemos estado haciendo un buen trabajo apoyándolo mientras ha pasado su enfermedad, no creo que necesitemos ayuda, sabemos que Rhaenys quiso el trono alguna vez

-Se esta confundiendo aquí Sir- lo enfrente- en cuanto mi padre enfermo, se me debió notificar que tan grave era y haber podido ayudar, además de que el consejo no debe tomar decisiones sin el rey, lo cual me ha dicho que solo firma documentos importantes que usted filtra, algo que tampoco puede hacer, todo documento debe ser notificado y aprobado por el rey, acaso usted tiene algún titulo parecido?

El hombre enrojecio y cerro los puños, pero negó con la cabeza.

-Quiero creer que lo hizo de buena voluntad, señor mano, pero eso es lo único que su titulo es, dar consejos nada más.- sonreí, de verdad quería disfrutar esto.

-No creo que sea justo que nos hables de esa manera Rhaenyra, hemos estado cuidando a tu padre y al reino, sin tu ayuda, deberías apoyarnos en esto.

-No estaríamos en esta situación, si se nos hubiera notificado la salud de mi hermano- me apoyo Daemon- sus doctores incompetentes solo han alargado un dolor innecesario.

-Basta- intervino de nuevo mi padre.

-Viserys no puedes!- volvió a pedir Alicent.

-No estoy pidiendo su opinión- recalco- estoy notificando y deberías estar feliz, he escuchado que has estado muy estresada con tanto movimiento en el castillo.

-Puedo con ello, soy la reina.

-Como ya dijo Rhaenyra, esto debe ser mi trabajo y en un tiempo el de ella, he tenido en cuenta que no puede venir aquí por su embarazo y ella ya tiene un hogar que cuidar hasta su reinado... para ese entonces Jacaerys ocupara Dragonstone, así que una representante en su nombre es lo ideal. O si te molesta, puedes tomar un descanso en tu natal tierra y que Rhaenyra pueda tomar tu lugar desde ahora, ya que parece ser que es por ello es que no vivió más tiempo con nosotros.

Alicent encajaba sus uñas sobre la mesa, apretaba tan fuerte que sus nudillos se volvieron blancos... bueno, eso había salido bien, ahora supongo que es la parte sorpresa lo que viene.

Convencer a mi padre realmente fue difícil, el estaba aferrado a que su papel como rey debía seguir hasta la muerte, tenia que darle algo para que escuchara mis palabras... y lo único que pude pensar fue en la unión familiar que tanto deseaba.

-Y ya que es importante que el pueblo vea que hay un apoyo genuino a Rhaenyra, creo que hicimos un buen trato para todos mis hijos.

Voltee a ver a mis hermanos, Aegon que bebía vino, parecía estar más concentrado en eso que en el discurso. Aemond parecía indiferente, pero cerraba con fuerza la mandíbula, Haelena jugaba con su comida mientras escuchaba.

Mis hijos por otro lado, ya eran conscientes de esa primera petición y se resignación a mis visitas constantes a la princesa Rhaenys, pero esta era nueva, también se enteraran ahora. Rhaena y Baela se tomaban de la mano y veían a Jace y Luke, Luke veía a mi padre, pero Jace me veía a mi, él lo noto... él sabía que había algo más.

-Creemos que mis hermanos han perdido su esencia Valyria por esta separación y por la lamentable enfermedad de nuestro padre.- apoyé en la platica.

-Ellos han tenido buenos maestres, saben la historia de su casa- contra ataco Alicent.

-Lo que somos no se enseña por un libro mujer- aseguro Viserys con una sonrisa, como si dijera algo obvió- Rhaenyra y Daemon fueron criados como Valiryos, ellos saben mejor de nuestros ancestros y de dragones.

-Lo han hecho bien, solo debes verlos y estoy segura...- empezaba a desesperase.

-Sé lo poco que ven a sus dragones, y no hablan en Valiryo a menos que estén con ellos, he fallado al enseñarles, pero estamos a tiempo para remediarlo.- sonrió- Aegon, Helaena, Aemond y Daeron, iran a Dragonstone a aprender de nuestro lado familiar.

-No! Me niego a que ella tenga algún poder sobre mis hijos! -se levanto de la mesa y grito- no recuerdas como termino la última vez que Aemond se quedo con esos mocosos!.

-Mi hija tiene derecho sobre sus hijos-Otto la calló y la obligo a sentarse mientras hablaba- mi rey, si le preocupa esto, podemos trabajarlo, haremos que entre ellos hablen en su lengua y con los dragones estarán más tiempo , pero como comprenderá, mi hija se ha esforzado en criar de la mejor manera a sus hijos, no puede quitárselos.

Sonreí satisfecha. Aunque odiaba reconocerlo, Alicent tenia el don de la palabra y más cuando se trataba de mi padre, pero involucrar a sus hijos la hizo perder el temple engañoso que siempre carga y me daba más poder en esta discusión.

-Alicent, has estado insistiendo en una boda entre Aegon y Helaena, si puedes sugerir eso, es que los consideras preparados para tomar decisiones y si están listos para un matrimonio pueden con esto. Aemond ya es mayor y sabe pelear y Daeron lo mandaste lejos, a un lugar donde de verdad no tiene contacto con un Targaryen, esta es mi decisión.

-Me niego! No los dejaré

-No me obligues a hacerlo un mandato real Alicent, es mi última palabra.

Alicent no volvió a abrir la boca, pero si las miradas mataran, ya habría matado a mi padre. Los niños no estaban felices, y mucho menos mis medios hermanos, Daemon no se veía enojado, parecía disfrutar el odio de los Hightower, pero seguro me interrogaría mas tarde.

-Y que haremos en Dragonstone? No es aquí donde crecieron ambos? Porque llevarnos allá?- interrogó Aemond.

-No es que pueden aprender, si no quien les va a enseñar, por eso iran con nosotros- respondí.

-Si hace esto princesa no estaría muy ocupada para atender al consejo?- pregunto Otto.

-Por eso he confiado en la princesa Rhaenys, además mis hijos han crecido bajo estas enseñanzas, ellos pueden cubrir temas fáciles.

-Aemond es el mejor en ello, no necesita más clases!- Alicent volvió a exaltarse.

-Nykeā riñnykeā ruarza isse zȳhon muñnykeā's skirts, ziry ȳzaldrīzes syt ao?-  pregunto Daemon en Alto Valyrio, viendo directamente a Aemond. 《Un niño oculto entre las faldas de su madre, acaso ella debe hablar por ti?》

Aemond frunció el ceño, parece que entendió o lo entendió a medias, pero no podría defenderse, no ahora en frente de todos.

-No lo molestes- regañe a mi marido, pero las risas de los niños no se hicieron esperar.

-Daemon-advirtió mi padre, pero al ver la poca participación del lado de la mesa verde, solo nos dieron la razón.-Mañana por la tarde lleven sus cosas al barco de Rhaenyra, ella partirá con sus hijos menores en barco y los demas volaran con su dragón.

-Se iran en esas best... dragones!?- gruño su madre.

-Es la mejor forma de viajar, si no tuviera que estar al pendiente de Aegon y Viserys, volaría con ellos, pero confío en que nadie se caerá, Daemon va con ellos...

-Creo que debes considerar llevar a otro Aegon en el barco- hablo Jace- no queremos que el vino lo ponga en mal estado mientras vuela.

-Tengo gran tolerancia al alcohol sobrino, algo que un niño no entendería- respondió con suficiencia.

-No creo que el alcohol me haga un hombre "tío", probablemente me considerarían el mayor aquí.

-Oh por favor eres un virgen...- fue bajando la voz para que no lo escucharamos, pero claro no funcionó, ganándose un golpe disimulado de Otto.

-Basta! -Los detuvo mi padre- Daeron llegara en unas semanas a Dragonstone y mañana antes de la partida de Rhaenyra, llegara Rhaenys, estará conmigo hasta que Rhaenyra pueda ocupar su puesto.

-Viserys, no puedes hacer esto, son tus hijos, es como exiliarlos.

-Oh!- sonreí- no vi que te quejaras cuando me mandaron lejos, mi reina.

Eso la tomo por sorpresa y sonreí aun más, debe guardar su imagen, puede despotricar lo que quiera, pero gane en esta batalla.

-Es diferente...

-Claro, no soy tu hija...- tome un sorbo de mi bebida- nada nos vincula... pero ellos son mis hermanos.

-Eso es...

-Rhaenyra tiene la intención de acercarse a ellos Alicent, esta es una buena oportunidad para que la familia se una

-Mañana también vendrán nuestros mejores curanderos, estarán bajo el cuidado de Rhaenys y te cuidaran bien mientras regresamos hermano- corroboró Daemon.

-Ya tiene maestres que lo cuidan...

-Lo sabemos Alicent, pero debido a su poca mejora, padre acepto una ayuda más.

-Por qué no se me notificó nada de esto?- se mordía los labios con enojo.

-Lo estoy notificando ahora- Viserys se veía cansado- Alicent solo acéptalo, podrás estar tranquila por un tiempo y podremos disfrutar un tiempo juntos de nuevo.

-...- se quedo muda ante la propuesta, pero sonrío al final- supongo, recuperar el tiempo.

Eso no sonaba bien, pero no dejaríamos este castillo solo, las rondas nos ayudaran a vigilar y mover hilos, no debo exaltarme.

-Bien, decidido esto, me retiraré a la cama- anunció mi padre y los guardias se acercaron a ayudar- ustedes sigan disfrutando la cena.

-Gracias...- agradecimos en general y esperamos a que se retirara.

-La idea de tus medios hermanos no me agrada, pero los tendré a mi merced un tiempo- me susurro Daemon y beso mi mejilla.

-Si, estoy seguro que disfrutaras eso.

-No tienes idea...

-Pero primero, debemos de disfrutar esta pequeña victoria.

-Salud por eso querida...

-Salud...

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