Capítulo XIX ● Lucerys
-Enseñame los libros de nuestra familia...
-Disculpa?- apenas habían pasado unas horas desde que Aemond fue con Daemon, yo me refugie en los archivos después de volar por la mañana, pero de nuevo tenía a Aemond delante de mi.
-Que archivos familiares tenemos?
-De todo- trataba de comprender su repentino interes- hay archivos desde antes de Aegon el conquistador.
-Necesito algo más especifico.
-A quien buscas?
-No lo sé- ahora parecía reacio a contestar.
-Que haces realmente aquí Aemond?-su actitud me parecía extraña.
-Que quieres decir?- su presencia altiva regreso a él.
-Bueno, estoy seguro que evitas mi presencia como si fuera alguna enfermedad contagiosa, no es que tengas un interés particular por mi persona, pero ahora estas aquí como si nada pasara?
-Necesito información y tu estas aquí. Le pediría a cualquiera que me diera la información que quiero, mi trato hacia ti será el mismo.
-De desprecio e ignorancia?
-Si así quieres verlo, por mi esta bien- sonrió- no hay ningún respeto entre nosotros.
-Existe la cordialidad.
-No te mereces alguna de mi parte, mutilarme ha sido lo suficientemente escandaloso para darme este derecho.
-He pedido perdón.
-Un ojo es lo que merezco -golpe sus manos en la mesa y me exaltó un poco- todo mundo ha ignorado ese día como si nunca hubiera pasado, pero yo vivo con las consecuencias todos los días, por que te debo el perdón bastado?
-Nunca quise lastimarte- refute.
-Demasiado tarde, esa deuda seguirá esperando a cumplirse.
-Es una amenaza.
-Totalmente.- estaba enojado, pero no parecía realmente que yo fuera el objetivo de su furia- me has marcado de por vida Lucerys, un daño irreversible y me preocupa que creas que pagaste por ello, aquel día todo acabó por decisión del rey y nada más.
-Esto no es un problema de niños y lo sabes... resolver ese problema con más violencia, agrandara los problemas que tenemos.
-Yo no empecé el conflicto familiar y estoy seguro que cobrar mi deuda tampoco la terminara, no me preocupo por ello.
-Y tu madre lo aprueba?- frunci el ceño.
-Ella no tiene nada que ver con esto- gruño.
-Estas seguro?- lo rete- tengo entendido que ella es quien se apropia del nombre de reina gobernante, que ella imparte justicia en nombre de los siete y nos aborrece por las mismas razones, pero que nunca ha dejado que actúes... no necesitas su permiso?
-Ella es solo mi madre, no el rey.
-Y tu tampoco lo eres...- lo desafíe.
Me tomo del cuello y me levanto con pura fuerza hasta quedar a centímetros el uno del otro.
-Llegara el momento en que ninguno de tus padres podrá defenderte y no dudes ni un segundo qué atacare.
-Si ese momento llega, iniciaras una guerra o estaremos dentro de ella.
-Y sobrevivirá solo uno -recito como si lo dijera de memoria- pero ahora que esta eso claro- me soltó del cuello y se sentó frente a mi- estoy seguro de que Daemon se equivoca, pero quiero investigar.
-Daemon? Te dijo algo interesante mientras te golpeaba? De eso se trata todo esto?- me daba cierta satisfacción pensar que le habían dado una paliza
-Mis habilidades no son tan precarias como las de todos en este lugar.
-Te das mucho crédito tío- retome mi asiento y puse mis ojos en mi pergamino.
Aunque trataba de no parecer afectado, un ligero temblor en mis manos me hizo detenerme y tratar de estabilizarme, no debía dejar que viera como me afectaba, talvez solo eran palabras o eso quería creer, pero el olor de Aemond era abrumador... era una amenaza directa para mi muerte y parecía imposible ante ello.
-Volviendo al tema original- cambio el tema- busco registros familiares.
-Alguien en especial? -repeti mi anterior pregunta, necesitaba concentrarme en algo, quería quitarme esa sensación estresante del cuerpo, si le daba su tonta información se largaría.
-Jaehaerys...
-Te interesa la política? Es raro que lo busquen a él aquí, tiene más documentos en King's landing-me levante y fui a buscar la sección que me pidió, aproveche la oportunidad para alejarme.
-No realmente, busco más bien... sobre la relación que tuvo con su esposa.- eso detuvo mis movimientos.
-La reina Alysanne? -entonces algo me hizo sentido- fue Daemon verdad?
-No sé de que hablas- se cruzo de brazos
-Daemon te dijo del vínculo- gruñi.
-No! Nunca vuelvas a decir esa mierda!- su cuerpo estaba tenso, su aroma que antes apenas notaba ahora era abrumador y sus malditos ojos violentas, se habían oscurecido.
Su normalmente tranquilo aroma que relacionaba a lilas o a una suave lluvia sobre el pasto, ahora olía como una tormenta en en el mar, agua salada e invasiva.
-Entonces por que te interesaría esa información!- no me deje intimidar, pero empezaba a hacerme retroceder.
-Una cosa no tiene que ver con la otra- golpeó uno de los estantes y se alejo un poco más de mi- lo que sea que exista entre nosotros no significa nada para mi, solo busco historia de los Targaryen.
Frunci el ceño y me mordi la lengua para no discutir más, sabia que tenia razón, yo mismo di ese argumento... nada bueno saldría de Aemond y yo; y al igual que él, también busque estas historias sin esperar aceptar tener un destinado.
No dije nada más, me acerque a los pergaminos que recordaba hablaban desde la perspectiva de la buena reina y se los entregue. No hubo un gracias u alguna otra palabra de ninguno de los dos, él tomó sus cosas y se sentó en el suelo contra una de las paredes alejado de mi.
Por mi parte regrese a la mesa y aunque pensé que no podría concentrarme en mi propia lectura, fue fácil olvidarme de Aemond en el silencio.
Pensar en él no me daría ningún beneficio, nuestra relación esta rota y nuestras familias están en una especie de guerra latente, sé cuan leal es Aemond a su madre y probablemente en el futuro lo será a Aegon si quisiera tomar el trono. No existe un nosotros y solo fue una mala broma de los Dioses para algún pecado que debamos pagar.
Mi mirada regreso a la lectura... si bien nunca he sido mal estudiante, las enseñanzas que tuve no sirven para el futuro que nos esperaba. Desde que nací he sabido mi papel, ser heredero de los Velaryon... pero eso nunca ha encajado en mi.
No después de ver a mi tía murió y poco después a mi padre desapareció... hace pocas lunas realmente Seasmoke empezó a comportarse como un dragón sin jinete y tuve mis sospechas de si realmente murió o el vinculo se había roto después de tanto tiempo.
Al final del día, el nombre Velaryon nunca ha encajado conmigo y no es que pueda decirlo... pero no, no debí ser el heredero, el abuelo tiene ambición y conocimiento sobre los mares, yo no.
Sé leer mapas, sé cuidar barcos, conozco los vientos y las mareas, pero no hay práctica en ello, subir en un barco me provoca náuseas y pocas ganas de seguir en ellos. Puedo administrar las tierras, sé sobre dinero, la gente, el comercio marino, pero eso es todo... no hay algo que pueda hacer por conquistar con barcos, por ayudar a la pesca en mar, por la aventura con una tripulación
Desde que volé en Arrax, mi mundo es el cielo...
Me encanta la diplomacia, la historia, Valyria. Aunque nunca he fallado con los maestres en mis enseñanzas, nunca han sido de mi interés... sé que tengo un deber y nunca podré oponerme a ello, pero ser un Targaryen es lo que corre por mis venas y mi corazón.
El abuelo no ha insistido en mi enseñanza gracias a Daemon, él es suficiente para que cualquier Lord retroceda y lo he agradecido. Él complace mi capricho por entender a nuestros antepasados y honrarlos, probablemente ni siquiera mi madre sabe que he dejado a los 7 completamente por estudiar y seguir a las 14 llamas.
Pero aun después de todo eso, no estaba preparado para una profecía. Una profecía que cambia las cosas... el príncipe prometido.
Aquellas palabras me hicieron dudar de muchas cosas. Si estas palabras proféticas se le fueron dadas a mi madre, significa que el peso de ellas es importante, tomando el hecho de que solo el heredero al trono de hierro las recibe.
Una guerra las pone en peligro y por eso ahora todos las sabemos, pero de nuevo... por qué algo tan importante esta en nulo conocimiento de nadie! Ningún heredero escribió nada y mucho menos un rey o un maestre.
El Norte tenía una relación extraña con los Targaryen, pero son hombres de honor y nunca han descuidado el muro... pero que pasa con nuestra familia. Se han separado, un vínculo frágil.
Ni Jace, ni yo estamos comprometidos... Baela y Rhaena no se han presentado. Conozco al abuelo y su ansia por poder aún no acaba... quiere el trono, sangre de su sangre en el trono, que aún no puede poner ahí, pero ya tiene mucho poder.
Una alianza por matrimonio seria beneficioso, pero con el Norte? Yo podría... no, ni en sueños. Quisiera conocer el Norte, y no solo esa parte, quisiera viajar en algún momento, pero son sueños grandes para lo que se me puede dar.
No ofrecerían mi mano al norte, no cuando tengo algo que heredar... talvez Joffrey o Baelon... Viserys... Dioses, enserió estoy pensando en ofrecer a mis hermanos como ofrecieron a mi madre? Me ofrecería a mi mismo, pero sería difícil... si tan solo existiera la oportunidad...
-Bastardo...- la voz de Aemond me hizo levantar la mirada y verlo enseñarme un pergamino.
-Que quieres?- suspire.
-La reina Alysanne explica que en cada generación hay por lo menos una pareja de destinados.
-Si, mi madre me lo explicó.
-A ellos son los únicos que conozco, por que no hay documentos de esto en la ciudadela o con los maestres?
-Nos odian...- fue mi simple respuesta
-De que hablas?
-A los Targaryen... nos han odiado por muchas razones, creen que nuestras costumbres son bárbaras y enfermas, lo único que nos da estatus y protección son los dragones.- trate de explicar lo que leí de un pergamino del tio abuelo Aemon- odian lo diferente y... solo el rey Jaehaerys logro ser aceptado por los 7 sin muchos problemas, expuso su caso como único, y ayudo a que el matrimonio entre nuestra sangre no fuera repudiado, pero aceptar que hay más de una pareja destinada en nuestra línea familiar, a largo plazo se volvería en una debilidad que no podíamos dejar que la gente común usará.
-Eso es pensar en conspiración a largo plazo, por que un Targeryan tendría miedo de eso?
-Tu no lo tienes?- pregunte y parecía sorprendido.
-Por qué lo tendría? Soy hijo de Viserys... de la línea principal, soy respetado como tal y mi vínculo es nulo...
-No eres de la línea directa a la herencia, esa es mi madre, pero no estoy hablando de peleas por el trono entre familia... acaso no te diste cuenta que solo ha habido una época en la que los Targaryen fuimos prósperos y en gran medida bastos?
-En el mismo rey Jaehaerys...
-No he encontrado resultados o sospechas del porque solo él pudo tener tantos hijos, no hay información en ningún lado donde diga que los Targaryen sean infertiles, así que solo puedo darte sospechas sobre que han tratado de acabar con nosotros de otras formas.
-En los partos?
-Si, en gran número, pero existen otras muertes sospechosas... y a eso me refiero a que el mundo no debe saber todo de nosotros, solo déjalos creer lo que quieren y protege a la familia, no podemos ser vulnerables.
-Esta familia esta dividida Lucerys, lo sabes...
-Somos de los casos especiales- baje mi mirada de nuevo al pergamino, donde esta el símbolo de la casa Stark... "el norte no olvida" frase peculiar pero no era la de la casa Stark...- Maegor y luego nosotros supongo...
-Nos pones al mismo nivel que ese matasangre?- pregunto con veneno en la voz.
-Si hay una guerra por el trono, a quien crees que tendrás que matar Aemond? Aunque lo odies y aunque tu madre se empeñe en negarnos y recalcarle a todo el reino lo que supone que somos... seguimos llevando sangre Targaryen, cualquiera.
-Mataré un bastardo por venganza.
-La historia no lo recordara así.
-La historia es voluble...
-Tu sed de sangre lastimara a muchos Aemond, si un día muero a tus manos, seré ignorante ante lo que causes, moriré y ya... pero tu vivirás con las consecuencias.
-Acaso no temes morir?- se había acercado más a mi y había dejado a un lado su pergamino.
-El extraño vendrá por todos... supongo que la manera a la que llegamos a él es la verdadera tortura.
-Y una guerra es suficiente para ti?
-Nunca deseare una guerra, y mi madre ha prometido nunca empezarla, si entramos a batalla... no será por nosotros.
-Crees que nosotros si?
-Si... tu abuelo espera ansiosamente el trono y nos hará sangrar a todos para obtenerlo.
-Palabras de traición es lo que escucho.- cada vez estaba más cerca, lo único que le impedía hacer contacto conmigo era el escritorio.
-La mano no representa a la corona y tu tío... puedes tomar mis palabra como una broma.
Él me veía desde arriba, pero nuestras miradas chocaron y sentí un escalofrío. Me desafiaba y sabía que estaba enojado, pero había algo más... ambos sentimos algo más. Apartamos la mirada por un segundo y noto lo que leía y eso elimino todo el ambiente.
-El Norte no olvida?- pregunto con curiosidad.
-Parece ser una frase de esos lares.
-Por que estudias el Norte?- pregunto viendo más pergaminos- el lema de los Stark no es...
-El invierno se acerca.- me relaje al desviar el tema.
-Que tontería... viven entre nieve casi todo el año.
-Supongo, nunca he preguntado qué significa...
-Son cosas Inútiles y pomposas, acaso crees que los Lannister pensaron mucho el suyo?
No tenía la intención de reír, pero nunca espere tener comentarios como estos de su parte.
-"Oye mi rugido" es parte de sus leones... supongo.
-Viejos pomposos- refunfuño.
-Todos deben tener su propio ego, son Lores...
-Solo piensan en su imagen, dinero y tierras, nosotros fuimos los que de verdad trabajamos por este reino con fuego y sangre.
-Ten cuidado en despreciar a esa gente, acaso no tu abuelo logro ser de la gente más poderosa aun siendo un segundo hijo?
-Caso especial...- me ignoro.
Uno que puede costarnos la vida- pensé...
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