CAPITULO 39
-Debes regresar conmigo. -Le sugiero.
-Esa no es buena idea. -Replica.
-Con nosotros estarás a salvo.
-Jade, después de lo que he hecho, tu familia no me recibirá.
-No eras tú.
-¿Y qué te hace pensar que no era yo?
Lo miré sin entender.
-Eres demasiado ingenua para comprender.
-Entonces explícame.
-Soy lo que soy, es claro que la maldad habita en mí, de no ser así, no hubiera caído tan fácil bajo la influencia de Tamiel.
-Pero te liberaste. -Afirmo.
-No del todo. -Me contesta dejándome desconcertada.
-¿A qué te refieres?
-Por ahora soy yo, pero aún percibo dentro de mí la oscuridad, y creo que se volverá a apoderar de mi subconsciente en cualquier momento, y no es seguro que estés conmigo cuando suceda.
-No te voy a dejar.-Le aseguro.
-No tienes otra opción. -Me sonríe y acaricia mi mejilla.
-Lo que sea que venga, lo afrontaremos juntos. -Me apodero de su mano y me acerco a él, colocando mi cabeza sobre su pecho.
-Eres buena Jade, no te merezco.
-Debe haber alguna forma de deshacerlo.
-Él y yo estamos unidos ahora, en este momento es posible que incluso, sepa dónde nos encontramos. Míralo de esta forma, es como si tuviera un rastreador dentro de mí, y no pueda quitármelo. Debes irte ahora.
-¿A dónde? Yo no puedo transportarme de un lugar a otro como ustedes.
Owen se queda serio mirando a nuestro alrededor.
-¿Qué pasa? -Indago.
-Está aquí, es muy tarde. Debiste haberme hecho caso por una vez en tu vida. Sígueme el juego, es la única salida.
-¿De qué demo......?
Tamiel se materializó frente a nosotros. Owen me tomó del cabello con brusquedad y su semblante cambió.
-Te tardaste mucho. -Le dijo a Tamiel.
-Sí bueno, estaba un poco ocupado. Veo que tienes a la chica, por un momento creí que la matarías.
-No te vi interviniendo. -Lo acusa.
-No, solo curiosidad, quería ver si la podías matar.
-No lo hice porque la necesitamos, es todo. Pero cuando recuperemos las llaves y encontremos la faltante, prométeme que seré yo quien la mate.
-Hecho, te daré ese placer. Ahora debemos irnos, Asmodeo tiene mucho interés en verla.
Al escuchar su nombre, algo en mí se alerta, ni loca quiero volver a tener ningún contacto con él. En un movimiento no esperado me suelto y salgo corriendo. -Adriel.
-Lo llamo. Pero soy interceptada por Owen.
-Déjame ir. -Le ruego.
-Lo lamento. -Me dice al momento que me golpea en la nuca y quedo inconsciente.
Despierto en una cama que conozco, maldigo para mis adentros, me enderezo despacio y veo a Owen sentado en una silla cerca de mí. La ira me invade, me lanzo sobre él, forcejeamos pero él no impide que le propine varios golpes, lo que no lo hace divertido ya que no se defiende.
Owen yace de rodillas sosteniendo su estómago ya que le he pegado un fuerte puñetazo, que le sacó el aire.
-¿Dime por qué? maldita sea. _Le reclamo.
-Lo hice para protegerte. -Se excusa.
-Protegerme. -Grito. -Me inclino a pensar que ha sido por tus propios intereses. Como he sido tan tonta como para creerte.
Se levanta apoyándose en la pared, me mira dolido.
-Oh no, no te atrevas a verme de esa forma, ya no te creeré jamás.
-Jade, debemos encontrar la última llave, pero te necesito aquí, conmigo. Robaré las otras llaves a Asmodeo y te las entregaré, te lo prometo.
-No te creo un ápice. Pensé que te habías liberado de la influencia de Tamiel, pero me equivoqué.
-No Jade, escúchame.
-Cállate, no quiero escuchar nada que salga de tu boca.
Owen se empieza a quejar, al principio no le tomo importancia, quizás finge, pero comienza a gritar del dolor y puedo ver como sus ojos se ponen negros.
-Owen. -Lo llamo.
Él cae al piso, su cuerpo convulsiona, su mandíbula se tensa y cuando me doy cuenta está levitando. No entiendo que está ocurriendo, trato de usar mi poder de fuego celestial para ayudarlo, pero en esa dimensión no funciona.
-Owen, si me oyes, no te dejes vencer, estoy aquí, contigo.
Trato de sujetarlo pero al hacerlo es como si recibiera un choque eléctrico, soy lanzada contra la pared. Dura así unos segundos más, hasta que su cuerpo se precipita contra el suelo y cae con rudeza.
-Owen. -Me acerco a él, pongo su cabeza sobre mi regazo. Está muy pálido y frío.
-Que ternura, el amor está en el aire.
Escucho aquella voz que hace que me recorra un escalofrío.
-Asmodeo. -Dejo ir con rabia reprimida.
Siempre terminamos aquí. -Señala la habitación. -¿Crees que será una señal? -Arquea una ceja. _Te dijo tu mamá que su adorado Reivel no fue el único hombre en su vida, que estuvo comprometida con Adiraet, uno de los ángeles caídos, mírame Jade.
Lo hice, siguiéndole el juego.
-Acércate. -Me llamó, cuando estuve cerca acarició mi cabello. _Eres tan hermosa.
-Dicho esto me besó. -Dime que me deseas Jade.
-Te deseo. -Dejé ir, permitiendo que me tocara.
Cuando estuvo entretenido besando mi cuello, lo rodee con mis brazos, sentí una daga en su cinturón, se la quité, clavándola a la altura de sus costillas.
-Ahhhh, maldita. -Expresó tocándose la herida.
-Tengo una marca hecha por ángeles, anti posesiones demoniacas imbécil, después de mi último encuentro con Tamiel, reforcé mis defensas, no permitiré que me pongas otra vez una mano encima.
-Esto lo pagarás. -Hizo un movimiento con su mano y me despojo de la daga. Luego mi cuerpo fue arrastrado hacia él, aunque intente sujetarme de todo lo que tenía a mano. Se mano se cernió sobre mi cuello haciendo presión, me levantó unos centímetros del suelo, me faltaba el aire.
-Si no te necesitara para encontrar la última llave, te mataría aquí mismo, pero como tenemos tiempo, podemos disfrutar de nuestra mutua compañía.
Mis ojos se abrieron como platos, me tiró sobre la cama, se posicionó encima de mí, forcejeé, sin embargo, él es más fuerte.
Asmodeo gritó de dolor, su mano viajó a su espalda. Se retiró aprovechando para levantarme, Owen lo había apuñalado.
-Jade. -Me extendió su mano. _Confía en mí.
No tenía muchas opciones, la tomé y desaparecimos, transportándonos al Templo de los Alados.
Al instante Owen comenzó a quejarse y vi horrorizada como su carne comenzaba a quemarse, ¿Qué estaba pasando? Mi reacción fue envolverlo entre mis brazos, y con mis alas rodearlo. Parece que funcionó porque en el momento en que lo hice, el proceso se detuvo.
-¿Owen? -Quería saber si de verdad era él.
-Soy yo, logré dominar a la oscuridad, pero no sé cuánto más resista. Aún está en mí, por eso al estar aquí, me afecta.
-Me salvaste de Asmodeo, gracias. _Le agradecí.
-Jamás permitiría que ese demonio te pusiera una mano encima, lo lamento tanto.
-Shhhh, todo está bien.
-Jade. -La voz de Adriel me hace voltear.
-Debemos ayudarlo. -Le pido.
Adriel se quedó meditativo y luego asintió, para mi consuelo.
-¿Qué ocurrió? -Arquea una ceja.
-Me ayudó a escapar de los demonios, pero algo no está bien con él.
-¿Por qué lo está afectando estar aquí? Es mitad ángel y la otra vez esto no aconteció.
-Recuerda lo que Tamiel le hizo, la contaminación continua en su organismo. Es lo que trato de explicarte.
-Comprendo, mantenlo así, debemos ir al Limbo, quizás ahí no lo afecte.
Asentí. él tocó mi hombro apareciendo en las afueras de una cabaña, pensé que iríamos a casa, pero no reconocía los alrededores.
-¿Dónde estamos? -Consulto.
-Hola Jeremías. -Adriel saluda a un anciano.
-"Jeremías". -Repito, reconociendo el nombre de inmediato.
-¿Qué me trajiste? -Sonríe tocando su larga barba.
-No tenía claro donde llevarlos, perdona.
-No te preocupes, pasen.
Entre Adriel y yo ayudamos a Owen a entrar. No podía caminar solo. Sus quemaduras desaparecieron cuando Adriel lo tocó y una leve luz blanca lo envolvió, lo había sanado.
-Parece que siempre estás en problemas. -Me indica el anciano moviendo su cabeza a los lados.
-Lo lamento. -Me disculpo.
-Él no puede permanecer mucho tiempo aquí. -Lo revisa, Owen está tan débil que apenas puede mantenerse en pie. -Como la oscuridad está en él, el hecho que se encuentre en un lugar sagrado es como veneno.
-¿Y qué nos aconsejas? -Le pregunta Adriel.
-Tiene que regresar con los suyos.
-No. -Añado de una vez. -No permitiré que vuelva, le harán daño.
-Morirá si sigue con nosotros, ¿Es eso lo que quieres?
-Jade. -La voz de Owen, suena agónica. -Haz lo que dicen.
-No. -Ambos tomamos asiento en una larga banca de madera.
-Nos volveremos a ver, cuándo nos veamos. -Me sonríe
-No digas eso, lo solucionaremos juntos.
-¿Por qué me parece ya haber vivido esta escena? -Recalca Jeremías. -En definitiva eres hija de tu madre.
-¿Y eso es malo? -Lo encaro.
-Juegas con fuego Jade, debes pensar con la razón y no con el corazón. O al menos en este caso. _Cruza sus manos hacia atrás.
-¿Y qué se supone que debo hacer? _Inquiero.
-No lo matarán, lo necesitan, no han encontrado la sétima llave.
-Es un riesgo que no estoy dispuesta a correr.
-No se te obliga a nada, pero sé responsable de lo que decides.
-Hazle caso Jade. -Pronuncia Owen. -No seas cabeza dura.
-No. -Acuno su rostro entre mis manos, lo miro directo a los ojos.
-No. -Repito, colocando un beso casto sobre sus labios, sin importarme los presentes.
-Pueden quedarse aquí si lo desean, son bienvenidos, llegará un momento en que él enfermará y es posible que muera ¿Y no deseas eso? ¿O sí?
Me sentía contra la espada y la pared, no permitiría que nos separaran de nuevo.
-Tú quizás puedas hacer alguna pócima para que el expulse lo que Tamiel le hizo.
-No hay nada que yo pueda hacer, él debe vencerlo solo, en este instante se desarrolla una lucha en su interior, de él depende cuál lado gane. Su parte ángel, o su mitad demonio. ¿Lo arriesgarás? ¿Pondrás su vida en peligro?
Miré a Owen que le costaba respirar, comencé a llorar, odiaba llorar, nada solucionaba.
-Tú puedes hacerlo. -Le sonreí.
Owen apenas fue capaz de verme unos instantes para luego desmayarse.
-Owen, Owen. -Grité desesperada.
-Está empezando, ahora tendremos que esperar. -Agregó Jeremías.
Entre él y Adriel lo pusieron sobre un camastro, ardía en fiebre y deliraba. Corrí una silla y tome su mano.
-Yo creo en ti mi amor. -Le dije al tiempo que acariciaba su cabello que ya estaban pegados a su piel por el sudor. -Por favor Señor, que lo logre, por favor Señor, sálvalo.
Elevé una plegaria esperando ser escuchada, en silencio cerré mis ojos, y con fervor oré por el hombre que amaba y moría sin poder evitarlo, añorando un desenlace favorable, y no negativo. No tenía sentido que Owen muriera, o al menos me aferraba a esa esperanza.
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Hello people, otro capi subido. ¿Lo lograra Owen? Esperemos que sí.
Tratare de actualizar el miércoles pero no prometo nada.
Feliz inicio de semana. 😘
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