CAPITULO 37

Me encuentro en lo que parece ser una planta eléctrica o esa es mi primera impresión. Es de noche, el silencio abarca los alrededores, las luces del enorme edificio están encendidas, como si fuera un árbol de navidad.

-Hola Jade. –La voz de Owen me distrae.

-¿Tú? –Digo con indignación.

-Oh vamos, puedes al menos fingir que te alegra verme.

-¿Estás entrando en mi cabeza otra vez? –Lo reprendo.

-No, por lo tanto, se nos está mostrando algo que quieren que veamos.

-La sexta llave. –Murmuro.

Él asiente, está a la mitad de la calle, se aproxima a mí.

-¿Dónde estamos?

-No lo sé. –Se encoge de hombros. _Pero averigüémoslo.

No me agrada la idea, pero tengo claro que no podré quitármelo de encima. Continuamos sin rumbo fijo, hasta que de repente las luces se apagan, una por una, hasta que la oscuridad nos cubre.

-Esto no me gusta. –Expreso presintiendo que algo malo está por suceder.

A los pocos minutos una explosión nos alerta, una parte de la edificación colapsa, y una onda de energía nos tira a Owen y a mí varios metros de nuestra posición. Me levanto tambaleándome, él me ayuda a ponerme de pie. Ambos volteamos observando como una luz asciende iluminando el cielo, millones de partículas de colores, naranja, rojo, azul, se elevaban al menos mil metros. Parecía un arcoíris, hermoso y aterrador a la vez.

Escombros de la construcción quedaron diseminados por doquier, el fuego lo consume todo, y el denso humo se cuela a mis pulmones impidiéndome respirar bien. Un polvo blancuzco nos envuelve por completo, siento un calor sofocante y mi piel derretirse, o esa es la sensación que me invade.

-Debemos irnos de aquí. –Me grita Owen ofuscado.

-¿Qué ocurrió? –Consulto sin entender nada.

-Ya sé dónde estamos Jade.

Comienzo a toser, el cielo relampaguea, un cono se forma en sus entrañas, lo he visto antes en documentales, cuando un arma atómica es detonada. ¿Acaso fue una reacción nuclear la que acabamos de presenciar?

El suelo empieza a temblar, es inestable, miro a Owen con el terror que me causa esta situación, él trata de llegar a mí pero una grieta nos separa.

-Jade. –Me llama.

No puedo respirar, mi garganta quema, mis ojos lagrimean, caigo de rodillas.

-Jade. –La voz de Owen se escucha lejana.

Estoy tendida sobre mi espalda, cierro los ojos y es cuando despierto.

Lo primero que hago es tomar una gran bocanada de aire, estoy dormida sobre el sillón que hay en la biblioteca. Creo que he gritado porque la puerta se abre y Adriel ingresa con cara de preocupación.

-Jade ¿Estás bien?

-Sé dónde está la sexta llave, debemos apresurarnos.

-¿Acabas de soñar con la llave?

-Sí, llama a papá y a Yeialel, debemos llegar antes que ellos.

-Tranquila, ¿A dónde tenemos que ir esta vez?

-Ucrania. –Susurro

-"Ucrania". –Repite Adriel con el ceño fruncido. -¿Dónde exactamente?

-Chernobyl.

-¿Estás de broma? –Alega incrédulo.

-¿Me he equivocado alguna vez con la ubicación de las llaves?

-Iré por tu padre, prepárate.

No habían transcurrido diez minutos cuando estábamos listos, Yei nos acompañaría.

-Cuídense. –Mamá abraza a papá y luego a mí. –Adriel protege a mi familia. –Le pide con ojos suplicantes.

-Lo haré. –Responde el aludido con calma.

Los cuatro nos tomamos de la mano, aparecemos en unas ruinas. Se me eriza la piel al reconocerlas.

-¿Pasa algo hija?

-Sí, anoche estuve aquí cuando sucedió la explosión en 1986, fue aterrador.

-Es extraño, esta vez la visión fue diferente, ¿Por qué querrían que vieras eso y simplemente no te mostraron la ubicación como en otras ocasiones? –Pregunto Adriel dubitativo.

-Creo saber la razón. –Capté la atención de todos. –La llave está ahí. –Señalé dentro de la construcción.

-¿Dime que no hay que ir al reactor nuclear a buscarla? –Añade Adriel preocupado.

-Me temo que sí. –Contesto no muy alegre tampoco con la noticia.

-Debemos estar alerta, puede que ellos ya estén aquí. –Advierte papá refiriéndose a Owen y compañía. _¿Lo puedes sentir Jade?

Me concentré pero en realidad no podía percibir la presencia de Owen.

-No, lo siento.

-Está bien, permanezcamos juntos. –Agrega papá encaminándonos hacia los escombros.

Una sirena nos advierte que no estamos solos, dos vehículos se nos acercan y unos hombres se bajan con mascarillas, hablándonos por un megáfono.

- зупинити. (Deténganse) –Nos dicen. - ця зона заборонена (esta zona está prohibida)

No he entendido ni una palabra, están armados y nos apuntan, Yeialel levanta su mano hacia ellos, y sin tocarlos sus cuerpos se precipitan al suelo inconscientes.

-Sigamos. –Nos recomienda Yei siguiendo nuestro recorrido.

Avanzamos lentamente, nos tomó alrededor de 15 minutos llegar al hoyo, se me puso la piel de gallina.

-Esta zona es radioactiva.
–Pronuncia Yei. –A Adriel y a mí no nos afecta, pero a ustedes sí. –Nos señala. –Pueden morir.

-¿Y qué sugieres? Ya hemos sido expuestos. –Alega papá mirándome.

Yei extiende su mano hacia nosotros y una brillante luz nos abraza.

-Listo. –Sonríe. –Han sido descontaminados, ya son inmunes a la radiación. Debemos proseguir.

Adriel me sostiene y Yeialel a mi padre, saltan dentro, de inmediato todo se vuelve negro, pero sus cuerpos alumbran, es hermoso, parecen criaturas celestiales, pero claro, son ángeles. Fue cuando la divisé, no sé cómo pero vi la llave, mezclada con el material solidificado, que yacía debajo de nuestros pies.

-Está ahí. –Indiqué.

-Debemos ser cuidados, Jade llama a la llave, te obedecerá.

Me concentré y pensé en la llave, al momento estaba levitando frente a nosotros, una luz tenue la cubría.

-Bien, aquí tenemos la causante de uno de los mayores desastres atómicos que la humanidad haya vivido. –Dice Yei observando la llave.

-¡Estás de broma! –Exclamo sin tener muy claro lo dicho.

-No, la llave emana una energía poderosa, mezcla eso con energía nuclear y tenemos una bomba instantánea, gracias a Dios los humanos se apresuraron a combatir los daños, la mitad de Europa pudo desaparecer.

-¡Oh por Dios! –Expreso sorprendida.

-Gracias por la llave. –Se escucha un poco más arriba.

Tamiel y Owen flotaban a unos cuantos metros de nosotros. Mi demonio extiende su mano y la llave va directo hacia él, antes de que podamos reaccionar está en sus manos.

-No. –Grito desesperada.

Yei y Adriel lo fulminan con la mirada, puedo sentir la tensión que reina entre los presentes.

-Ni un movimiento en falso por favor. –Dice Tamiel formando una bola de fuego. –Si lanzo esto contra el reactor posiblemente desencadene una reacción que habilitará de nuevo la radiación, no queremos otro desastre mundial ¿Oh sí?

-Owen por favor, no lo hagas. –Le ruego.

Él me mira dubitativo, luego observa a Tamiel para centrar su atención otra vez en mí.

-Vámonos. –Le ordena Tamiel ya tenemos lo que queremos.

-Owen. –Lo llamo.

El baja la cabeza y desaparece, quedando Tamiel con nosotros.

-Quiero las otras llaves. –Pide Tamiel sin soltar la bola de fuego.

-Jamás. –Le responde Adriel con seguridad.

-Si no me las entregan desencadenaré una reacción nuclear, no me importa desaparecer Europa del mapa.

-No te atrevas. –Yeialel lo mira desafiante.

Él sonríe de medio lado, clavando su vista en mí.

-Sabes que lo haré, no me importa los daños colaterales, las llaves ahora. –Exige.

-No las tenemos nosotros, y es la verdad, sabes que no puedo mentir.

-¿Quién las tiene? –Espeta molesto.

-Miguel, él fue el encargado de guardarlas.

-Bien, pero que esto les sirva de lección. –Y terminando de decirlo deja ir la gran bola de fuego y se desvanece.

Yeialel me entrega a Adriel, se miran unos instantes, él parece entender y nos protege con una especie de campo de fuerza, ella se va detrás del globo luminoso y segundos antes que choque con el montículo de lava lo logra sostener y lo absorbe, respiré aliviada.

Regresamos a casa, Yei no lucía bien, se encontraba pálida y débil.

-Debo llevarla a revisión, consumió toda esa energía negativa, hay que purificarla.

-¿Estará bien? –Pregunto con angustia.

-Lo estará. –Adriel me sonríe y ambos se convierten en una luz intensa hasta que solo quedamos mis padres y yo en la estancia.

-Tienen tres llaves. –Artículo en voz baja.

-No permitiremos que se apoderen de la última.

-Tenemos que recuperarlas. –Digo más para mí misma.

-Lo haremos Jade, es cuestión de tiempo.

Miré a mis padres no tan convencida de lo escuchado. Perdí todas las esperanzas con Owen, por un instante pensé que él nos ayudaría, creo que me equivoqué. El destino de la humanidad es incierto y todo es por mi culpa, debe haber alguna forma de resolverlo, pero siquiera sé por dónde empezar, creo que es hora de volver a hablar con la Pitonisa.

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Hello People, sorry no pude actualizar ayer. Estaba bloqueada, jajaja.

No sé cómo quedó el capítulo, espero les guste.

Saludos, 😊

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