CAPITULO 31

Corrí adentrándome en el bosque, lloraba de frustración, de angustia, y decepción. Tropecé con una raíz, caí raspando mis codos. Me levanté despacio y adolorida me senté en un tronco cubierto de musgo, ¿Qué había cambiado? no podía sentir a Owen y eso me preocupaba. Sé que Tamiel le hizo algo, ¿Pero qué? Aún recuerdo todo esa energía negativa entrando en su cuerpo, temo lo peor.

-Jade. -La voz de mi padre me hace levantar la vista. - ¿Estás bien?
-Me pregunta al ver las magulladuras en los codos.

-Sobreviviré. -Contesto conteniendo el llanto.

-¿Quieres hablar? -Me miró a través de aquellos ojos cafés llenos de amor y comprensión.

-Dilo. -Agrego. -Di que todo esto es mi culpa, perdimos otra llave y yo soy la responsable.

-No hija, no digas eso. -Toma asiento a mi lado, con cuidado encierra mis manos entre las suyas.

-Estoy tan enamorada de él, Adriel es un cretino cuando se lo propone pero todo lo que me dijo es verdad, y lo sabes.

-Sí, Adriel tiene la característica de sacarme de mis casillas, le sale tan natural.

Ambos sonreímos, papá me rodea con su brazo por encima de mi hombro, atrayéndome hacia él, para terminar con mi cabeza en la hendidura de su cuello.

-¿Qué pasará ahora? Tamiel se llevó a Owen y algo malo pasó, puedo sentirlo. -Toco mi corazón donde un dolor me taladra.

-No logro comprender por completo tu unión con ese chico, pero mi instinto me dice que él te ama, y que estuvo incluso dispuesto a entregar su vida por ti. No puedo evitar sentir cierto recelo por Owen, por su parte demonio, pero en el poco tiempo que llevo tratándolo, me ha demostrado que lucha contra la oscuridad que habita en él, y sé que es por ti.

-Lo amo papá, como jamás amé a Cely, no sé si es por este vínculo con las llaves, porque todo empezó con el primer sueño antes si quiera conocernos. A veces me cuestiono si mis sentimientos por él son reales o impuestos.

-Eso solo tú puedes saberlo. -Besa mi cabeza con ternura.

-Pero aunque lo que sentimos sea sincero, no podemos estar juntos, nuestra relación esta prohibida, por su parte demonio.

-La mía con tu madre también, al principio me invadían muchas dudas, pero ya ves, nos convino estar juntos y de ese amor, tenemos dos maravillosos hijos, a los que amo con todo mi ser.

Abracé a papá, hablar con él en definitiva me ayudaba a continuar.

-Tengo que averiguar dónde está Owen.

-Lo haremos, Adriel fue a consultar sobre su paradero.

-¿Adriel? -Frunzo el ceño. -¿Por qué se molestaría?

-Porque tu madre se lo pidió, él sólo se preocupa por tu bienestar Jade, te aprecia, no lo juzgues tan duro. Como Owen es mitad demonio no puede saber si miente o no, y eso lo desconcierta.

-Sí bueno, quizás tengas razón.
-Bajo la mirada.

-Regresemos, tu mamá está muy preocupada por ti.

Quería tener el optimismo de papá, pero no me resultaba tan fácil aceptar que fuera tan sencillo encontrarlo.

************
Narra Owen:

-¿Dormiste bien? -Tamiel me miraba directo a los ojos.

-¿Dónde estoy? -Pregunté, notando que me encontraba atado de pies y manos con cadenas a una pared rocosa.

-Eso no importa.

Un vacío se acrecentaba en mi interior, podía sentir la maldad recorriéndome, esparciéndose por mi fluido sanguíneo, es una sensación dolorosa.

-Te recomiendo que no luches, de nada valdrá tu torpe esfuerzo.

-¿Qué me hiciste? -Consulto tratando de contener aquella oscuridad que se sumergía en mi interior.

-Ya pronto lo sabrás, en este momento tu parte ángel está desapareciendo, no para siempre, eso solo se logrará cuando te conviertas en un demonio completo, pero sí estarás bajo mi control. He contaminado tu corazón, y aunque intentes detenerlo, no podrás, al final, serás mi títere.

-Mi Señor lo sabe.

-Como si necesitara permiso de él, recibí órdenes de otro que es superior a mí.

-Asmodeo. -Adivino, sonriendo con decepción.

-Bingo. -Responde.

Jade abarca mi pensamiento, mi Jade, le he fallado. Siento como la oscuridad se esparce por cada partícula de mi cuerpo, contaminando todo a su paso. Me resisto, pero duele, Tamiel tiene razón, entre más intento detenerlo es peor. Puedo ver las venas de mis manos y cuello sobresalir debido al esfuerzo que hago para evitar que avance, es como un fuego que me quema por dentro, siento literal, que ardo como si fuera lava la que corre por mi flujo sanguíneo.

-Ya pronto estará hecho, no te preocupes Owen, cuando termine no sentirás absolutamente nada.

Me sonríe de medio lado, deseo estar libre para patearle el trasero. ¿Cómo si pudiera hacerlo? Él es más poderoso que yo.

Jade, sigo pensando en ella, aferrándome a su sonrisa, a sus besos, al cálido contacto de su piel. "Jade" grito desesperado, notando como me desvanezco y otro que no soy yo, hace su aparición.

********
Narra Tamiel :

-¿Cómo va todo? -Me pregunta Asmodeo disfrutando del espectáculo.

-Falta poco, su parte demonio es dominante, pronto hará lo que le pedimos.

-¿Estás seguro que nos obedecerá?

-Como un cachorro.

Ambos sonreímos. Cuando Asmodeo me llamó para esta misión, la acepté de inmediato, Owen nunca ha sido de mi agrado, es un bastardo, no entiendo el interés de mi Maestro hacia él, quizás por el hecho que puede encontrar las llaves, aunque necesitemos de la entrometida de esa chiquilla para lograrlo.

-¿Dónde está la llave? -Quiere saber.

La saco de mi gabardina y se la entrego.

-Debemos conseguir las otras tres, nada hacemos con tan solo dos.

-Paciencia, cuando tengamos a Owen bajo nuestro dominio, él las conseguirá por nosotros.

-¿Crees que Jade se las entregue?

-No lo creo, lo sé, está enamorada, ¿Qué no se hace por amor?

-Espero que no te equivoques, se nos agota el tiempo.

-Confía en mí, elegiste bien al buscarme, yo me haré cargo.

Asmodeo asiente para desaparecer dejándome solo con el chico. Desprecio a Owen, él significa debilidad y mediocridad, en cuanto esto finalice y liberemos a mi Señor, me desharé de él, su sola existencia es una burla a nuestra clase. Pero por el momento lo necesito, aunque odie admitirlo.

-Owen, ¿Puedes escucharme? _Tiene los ojos cerrados. -Owen.
-Vuelvo a llamarlo. Lentamente los abre, sonrío satisfecho al ver que funcionó, unos ojos negros como la brea me observan sonriéndome de una forma siniestra.

-¿Quién es tu amo? -Inquiero.

-Tú mi Señor. -Responde con la mirada fija en mí.

Hago un movimiento con la mano liberándolo de sus ataduras.

-Tenemos trabajo que hacer, vamos.

Él asiente y me sigue.

***************
Narra Jade:

-No. -Grito despertándome.

El corazón me late aprisa, algo le ha ocurrido a Owen, lo sé, me siento tan impotente. Me levanto, comienzo a deambular por la casa en penumbras, aún no amanece. Desde que Ariel puso las protecciones no he vuelto a ver a Cely y lo agradezco, algo en mi interior me afirma, que él no es mi Cely, puede ser Tamiel o Asmodeo o cualquier otro demonio, usando su imagen.

-¿No puedes dormir? -La voz de Adriel me exalta.

-Parece que no soy la única.

-Yo no duermo, al menos no aquí.

-Ohhh, a veces olvido que eres un ángel.

-Auch, eso dolió. -Me dice fingiendo indignación. -Escucha Jade, sé que estás molesta conmigo, pero debes de entender, no es tan sencillo para mí confiar en él.

-Lo sé, no te culpo, creo que de ser al revés yo actuaría igual. Si antes de conocer a Owen me hubieran dicho que yo me comportaría de esta manera, enamorándome de un mitad demonio, lo negaría todo, y me enfrentaría al que se atreviera a sostener tal falsedad.

-Quiero creer en él, de verdad.

-Algo ha ocurrido. -Le hago saber.

-¿A qué te refieres?

-Tú viste lo que le hizo Tamiel antes de desaparecer, lo que fuera que hiciera, funcionó, ya no puedo sentir a Owen, lo que me indica que.... Nada bueno puede significar.

-¿En serio? Ya cuando empezaba a agradarme el chico.

Lo vuelvo a ver incrédula.

-Sí bueno, no del todo. -Pone los ojos en blanco.

-¿Cómo terminaste siendo mi tutor?

Adriel metió las manos en las bolsas de su pantalón.

-Yo te pedí, claro jamás imaginé que lo aprobarían.

-"Tú me pediste". -Repito.

-Sí, ya sabes, Reivel y Agatha son mis amigos, y ellos buscaban a alguien para protegerte y me ofrecí. Solo que no he llevado a cabo mi labor como es debido.

-Sé que te estás esforzando y que tu forma de actuar ha sido para mantenerme lejos de problemas y lo valoro.

-Wow, creo que hemos avanzado. _Intercambiamos una sonrisa.

-Que no se te suba a la cabeza. -Le señalo divertida.

-Claro que no, soy toda modestia.
-Hace una ridícula inclinación, no puedo evitar sonreír de nuevo.

-¿Pudiste averiguar algo? -Indago.

-No mucho, pero presiento que ya pronto tendremos noticias de tu novio.

"Mi novio". -Sonrío acordándome de Owen, una parte de mí se entristece.

-Ten un poco de fe Jade, no queda más que esperar. Ellos vendrán por las otras llaves, de eso puedes estar segura.

-Lo sé, solo temo que cuando me vuelva a encontrar con él, no sea la misma persona que conozco.

-Debes estar preparada para todo, incluso si.... -Adriel no continua pero claro que sé a qué se refería. Se me puso la piel la gallina de solo imaginármelo. -Ve a dormir, despierta no resolverás el mundo.

-Para ti es fácil decirlo. -Me cruzo de brazos.

-Umm puedo ayudar. -Terminando de decir esto colocó su dedo sobre mi frente y es todo lo que recuerdo, me sumergí en el más profundo sueño.

***********

Llevaba puesto un vestido largo color marfil, caminaba descalza por la orilla de un riachuelo, sus cálidas aguas mojaban mis pies. El sol me iluminaba, dejé que sus rayos bañaran mi cara. Un manto verde se extendía, parecía una planicie y uno que otro árbol, se asomaba tímido por los alrededores.

Mi corazón se detuvo por unos segundos cuando sentí su presencia, Owen estaba a pocos centrímetros de mí, de pie, mirándome de forma extraña. Me alegré tanto de verlo, me abalancé sobre él y lo abracé, me rodeó con sus brazos y aspiré su aroma.

-¿Estás bien? -Pregunté preocupada.

-Jamás he estado mejor. -Contestó con una sonrisa de medio lado.

-Vi lo que Tamiel te hizo, temí lo peor.

-No pasó nada. -Respondió sin quitarme la mirada de encima.

-¿Sucede algo? -Me pierdo en sus oscuros ojos tratando de descifrar qué esta mal.

No me dio respuesta, me besó, primero apenas tocando mis labios para luego ir incrementando el beso, su manera de besar era diferente pero no lo detuve, era él, mi demonio, y lo besé con la misma intensidad con la que él lo hacía.

-Jade. -Susurró en mi oído, causándome su aliento cosquillas.

-Te amo Owen.-Me miró, había algo diferente pero no lograba determinar qué.

Me senté sobre el césped, sentándose a mi lado. Toqué su rostro, delineando cada parte de éste, él se adueñó de mi mano, la besó en la palma para luego jalarme y quedar encima suyo.

-¿Dónde estás? -Quiero saber.

-Nos veremos en el lugar donde todo empezó. -Me dijo. -Trae las llaves, seguiremos el plan, las encontraremos y destruiremos.

-¿Qué pasa con Tamiel? -Pregunté.

-¿Qué hay con él? -Frunció el ceño.

-Hay algo que no entiendo.

-No es momento para dudar, confía en mí. Debo irme.

-No, por favor no te vayas. -Le ruego.

-Pronto nos volveremos a ver. Ve sola Jade, esto es entre tú y yo.

-Owen. -Lo llamé.

Desperté escuchando el bello canto de los ángeles, ¿Qué fue ese sueño? Aun siento los labios de Owen sobre los míos, de solo recordarlo casi hiperventilo. Pienso en lo que me dijo, no me fío, por primera vez, desconfío de Owen, tendré que ir para descubrir la verdad, pero no llevaré las llaves, no me prestaré a los juegos de los demonios, no soy tan ingenua.

Me levanto, vistiéndome con ropa cómoda, escondo algunas armas en mi chaqueta. Escribo una nota notificando mi paradero, en caso que algo me ocurriera, sé que no debo ir sola, me lo grita mi subconsciente, pero ignoro su voz de alerta. ¿En qué lío te estás metiendo Jade? Espero no empeorar las cosas.

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Hola, no pensaba subir aún pero creo que se los debo. Les dejo un capítulo, si puedo subiré los siguientes entre hoy a mañana.

Traté de hacerlo más largo. Me esforzaré por que así sea.

Un abrazo y feliz inicio de semana.

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