Capítulo VIII - ¿Dónde están?

Bakugō había dormido toda la madrugada y gran parte de la mañana, cuando abrió los ojos ya era alrededor de medio día, se encontraba recostado en el sofá de la cabaña. Al principio no recordaba en qué momento se durmió, pero después de pensarlo un poco todo vino a su mente, rápidamente buscó con la mirada a Deku, sin embargo, no estaba, parecía no haber nadie en el lugar, ya que la cabaña se encontraba muy silenciosa y solo se podía escuchar el cantar de los pájaros en el exterior, algo inusual a su parecer.

Se levantó dispuesto a buscar a los demás, entró en cada habitación, pero nada, no había nadie.

¿Dónde rayos estaban todos?

Decidió buscar afuera, por lo que de inmediato salió de la cabaña, pero tampoco había nadie, solo podía ver el paisaje natural siendo acariciado por una suave brisa, realmente todo estaba tranquilo, demasiado en realidad.

Camino unos cuantos pasos, mientras pensaba lo que pudo haber ocurrido. No había señales, ni de Shinso, ni de Denki y mucho menos de Deku.

Quizás sucedió algo.

Si fue así, porque no le despertaron entonces, aunque tampoco había señales de que algo estuviera fuera de lugar o que hubiera signos de alguna pelea. Tal vez lo estaba pensando demasiado y solo fueron a buscar algo los tres, bueno, era una excusa estúpida, pero no podía dar nada por sentado.

Creyó que lo más lógico por ahora sería esperar, pero nunca imaginó que luego de dos horas aún no aparecieran. La situación ya los estaba irritando y preocupando en partes iguales, por lo que tomó la decisión de ir a buscarlos.

Caminó por un cuarto de hora a través del bosque y todo estaba muy pacífico, que ni siquiera había visto ningún animal pasar, esto ya no le estaba gustando en lo absoluto, porque, aunque todo estaba en calma a su alrededor, el ambiente dejaba percibir todo lo contrario haciendo que se sintiera ansioso e incómodo.

Avanzó más pero no hallaba nada, hasta que por fin escuchó un sonido provenir en la cercanía, de manera veloz se precipitó al lugar donde se originó el ruido, preparó su arco y flecha por si necesitaba defenderse o luchar, pero tal fue su sorpresa que quien se encontró no era más que su amigo...

Todoroki.

— ¿Mitad-mitad? — preguntó dudoso, pues no creía que fuera él.

El nombrado se giró de inmediato y sonrió en respuesta — ¡Bakugō! te he estado buscando.

— ¿Qué rayos haces aquí?

— Vine a buscarte, estaba preocupado, te fuiste sin siquiera despedirte.

El pelicenizo se sorprendió ante esto, pues no esperaba que el bastardo mitad-mitad saliera de las tierras de los seres de luz solo para buscarlo, además recordaba perfectamente que el maldito de su padre era un manipulador al cual no le agradaba en lo más mínimo. Debe admitir que el bicolor realmente era un verdadero amigo, debido a esto no pudo evitar que las comisuras de sus labios se levantaran un poco, pero fue tan poco perceptible que Todoroki no se dio cuenta de ello.

El ambiente entre ambos se había vuelto tranquilo y cómodo, como siempre ha sido cuando se juntaban, sin embargo, un gran estruendo alertó a los dos, de entre los árboles un gran monstruo salió directamente a atacarlos, no hubo tiempo de pensar el motivo de tan repentino ataque, solo quedaba esquivar y contraatacar.

La bestia era feroz y parecía que no tenía miedo a recibir heridas, pues ya varias flechas estaban incrustadas en sus brazos debido a los tiros de Todoroki y Bakugō, pero no disminuía la intensidad con la que atacaba, cada golpe era lo suficientemente fuerte para astillar los troncos contra los que impactaba.

Ambos no eran débiles y su agilidad era muy buena, no obstante, varios golpes estuvieron a punto de darles, pero lograban esquivarlos a tiempo. La batalla se estaba extendiendo y no parecía llegar a nada. Creyeron que lo mejor sería retirarse, Bakugō no estaba de acuerdo, pero tampoco era irracional, no había motivo alguno para continuar dicha pelea.

Los dos se miraron y entendieron a la perfección lo que el otro pensaba, pero no contaban con que de repente una risa maniática se escuchará, enfocaron su vista hacia su oponente y de la nada había aparecido una chica, era rubia y tenía los ojos dorados, a simple vista era evidente que ella era un ser de oscuridad, fue aún más notorio cuando invocó sus armas, siendo estas dos cuchillos, que pese a su tamaño no podrían subestimarlos.

La chica sonrió tanto que todo su rostro se había estirado, jugaba con los cuchillos mientras se paseaba alrededor de la bestia, miró con atención a ambos seres de luz, hasta que por fin habló.

— Así que eres Katsuki.

— ¿Cómo demonios sabes mi nombre?

— Un pajarito verde, me lo contó — sonrió maliciosamente.

¿Un pajarito verde? ¿Deku? pensó el pelicenizo, entonces ella sabe algo.

— ¿Dónde está Deku?

— ¿Deku? — preguntó ella divertida — ¡Ooooh! Te refieres a nuestro querido Izuku. Puede que sepa donde este — dijo con ironía — Sabes es interesante como curaste su herida, los seres de luz tienen una habilidad muy buena, me extraña que no la usen tanto.

— A ti que te importa maldita loca, ahora dime donde esta — exigió con voz grave, se estaba enfureciendo, Todoroki pudo percibirlo, la situación no pintaba nada bien, pero se preguntaba quién era Deku.

— Te lo digo si nos acompañas, Shigaraki quiere saber que tan eficiente es tu habilidad.

— ¡No te acompañaré a ningún maldito lado! Así que deja de decir estupideces.

— ¡Oh! Es una pena, lo intente de buena manera, pero para ser sincera me gusta más de esta forma — su mirada se ensombreció y tanto ella como el monstruo que la acompañaba atacaron de nueva cuenta.

Bakugō y Todoroki volvieron a esquivar mientras respondían con una lluvia de flechas, la chica las repelía con sus cuchillos, no podían subestimarla, sino podrían resultar heridos. La batalla se había vuelto intensa, no obstante, sus oponentes podrían estar a su mismo nivel, por lo que la victoria no estaba clara para ninguno de los lados, parecía que esta pelea estaba destinada a terminar en empate.

Pero algo sucedió.

Cuando la rubia estuvo a punto de herir a Katsuki, alguien la detuvo justo a tiempo. El pelicenizo se sorprendió pues no reconocía a la persona que había intervenido, parecía joven y tenía una peculiar cabellera rojiza, por su aura era evidente que era humano, pero su habilidad de pelea no era de una persona común, porque incluso pudo parar el ataque de un ser de oscuridad.

Todoroki también estaba sorprendido, más no dijo nada, pues agradecía que haya ayudado a Bakugō.

El chico sonrió por haber conseguido llegar a tiempo, no estaba seguro si estaba en la dirección correcta, pero agradecía que hubiera acertado. La rubia había retrocedido de inmediato y su expresión solo se ensombreció más, no es que tuviera miedo de un humano y dos seres de luz, pero si seguían viniendo no podría controlar la situación después.

Shigaraki fue muy especifico en querer tratar este asunto de manera discreta, aun desconocía el porqué, pero ella no se detendría a preguntar el motivo, disfrutaba hacer sufrir a los demás, pero tampoco iba a arriesgar su cuello por algo que al final no valía la pena cuestionar.

Decidió que era momento de irse. Si bien Shigaraki quiere al ser de luz, tampoco es su prioridad. Por lo que, en cuestión de segundos le dijo al monstruo Nomu que era hora de regresar.

Los dos seres de luz y el humano vieron como se iba, no consideraron que fuera necesario perseguirla, por ahora cada uno de ellos tenían cosas en que pensar; Bakugō, aunque odie admitirlo estaba preocupado por el maldito de Deku y por los otros dos, Todoroki tenía muchas dudas respecto a Bakugo, quería saber que había vivido durante estos días y pues el pelirrojo quería aclararles quien era él y porque había venido en su ayuda.

— ¡Tú! — Bakugō señaló al pelirrojo — ¿Quién eres?

— Soy Eijiro Kirishima — contestó de inmediato.

— ¿Y quien demonios te dijo que vinieras? — no es que no este agradecido que haya ayudado, pero tampoco puede confiar tan rápido.

— Denki.

— ¡¿Denki?!

— Sí, me dirigía a su cabaña, cuando escuché la conmoción, por lo que vine lo más rápido que pude.

— ¿Dónde esta él? ¿Estaba acompañado?

— Si te refieres a Denki, esta al final del bosque junto con Mina, y no, no estaba acompañado cuando nos conocimos, él estaba solo.

— ¿Él te pidió que vinieras? — esta vez intervino el bicolor, quería saber más mientras iba uniendo piezas, parecía que ese tal Denki era un conocido de Katsuki, por lo que le dio curiosidad conocer quién era.

— Sí, estaba muy ansioso diciendo que su amigo Bakugō estaba en la cabaña y que temía que seres de oscuridad fueran allí y atacaran, aunque no me había mencionado que fueras un ser de luz.

— ¿Algún problema con ello? — preguntó socarronamente.

— Para nada, solo, no lo esperaba.

— ¿No te mencionó a nadie más?

— No realmente, solo me dijo de ti, te reconocí, porque él me describió tu apariencia.

Bakugō se quedo pensando, no sabía que estaba pasando, ni porque Denki estaba solo.

¿Dónde estaba Deku y Shinso, entonces?

— Llévame con él — dijo el pelicenizo.

— Por supuesto, a eso venía realmente, me dijo que tenía que contarte algo, pero primero que viniera a ver que estuvieras bien.

— Esta bien — dijo serio el ser de luz, presentía que lo que haya sucedido no era algo bueno, realmente esperaba que estuviera equivocado.

— Bakugō voy contigo — dijo el bicolor.

— Mitad-mitad si vienes conmigo te meterás en problemas — aclaró, no es que quiera alejarlo, pero tampoco quería que se involucrase mucho, después de todo es su amigo y siempre lo ha apoyado, pero no se lo iba a decir, ese pensamiento solo quedaría para él.

— No importa, ya estoy aquí de todos modos.

— Has lo que quieras.

A Todoroki le pareció divertida su respuesta, sabía como era su explosivo amigo, por lo que nunca lo tomo como grosero el que dijera eso.

Así los tres se dirigieron al este para salir del bosque, les tomó alrededor de cuatro horas poder llegar.

En el transcurso del trayecto Bakugō no pudo evitar preguntar, porque había ayudado a Denki si recién lo había conocido. El pelirrojo solo se rió ante tal cuestionamiento y le mencionó que cuando conoció al rubio no parecía mala persona, verlo tan ansioso y desesperado por su amigo, fue suficiente para convencerlo.

El pelicenizo le dijo que era un imbécil por confiar así de rápido, porque Denki pudo ser un bandido que lo estuviera engañando y eso podría haber terminado en tragedia. Obviamente sabía que Denki no era nada de eso, pero quiso darle un ejemplo a ese humano ingenuo.

Kirishima volvió a reírse y solo dijo que era bueno juzgando a las personas y que, si hubiese problemas él y Mina podían defenderse y el peor de los casos, ellos sabían cómo escapar. Bakugō chasqueo la lengua en desaprobación, parecía que estaba hablando con un muro, por lo que dejo de cuestionarle y el resto del camino se mantuvieron en silencio.

Llegaron casi al anochecer, vieron un pequeño campamento donde cerca de una fogata se hallaban dos personas, había una mujer de cabello rosa y también estaba Denki. Este último al ver que Katsuki se acercaba corrió a su encuentro.

— ¡Bakugō! — llamó emocionado al verlo.

— Denki ¿qué demonios pasó? ¿dónde están Deku y Shinso?

El rubio se mordió el labio inferior, ansioso por lo que iba a decir — Realmente no es complicado de explicar, pero puede que Shinso e Izuku estén en problemas.

Continuará...

28/03/2021

Me siento rara escribiendo Katsudeku, amo este ship, pero estoy acostumbrada a escribir Todobaku jajaja pero no se preocupen en esta historia solo son amigos, nada más. Cómo saben no soy partidaria de triángulos amorosos, así que el Katsudeku prevalecera en todo la historia.

Momento de preguntas

¿Qué creen que pasó con Deku, Shinso y Denki?

¿Creen que fue Deku el que le dijo a Shigaraki respecto a la habilidad de Katsuki?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top