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Renuncia de derechos, los personajes que salgan aquí son de sus respectivos autores.

Un nuevo día comenzaba en Ciudad República, aquel lugar donde era bienvenida gente de todas las naciones, y podían vivir en paz y armonía.

Los habitantes de la misma iniciaron sus actividades laborales como de costumbre, llenos de energía ante el inicio de un nuevo día.

Asami comenzó a despertarse lentamente tras recibir los rayos solares en su rostro, sumado al melodioso canto de los pájaros en su ventana.

La chica se despertó y se frotó los ojos antes de entrecerrar las cortinas debido a que entraba demasiada luz y eso resultaba algo molesto.

Pronto ella se desperezó de su cama y caminó hacia el baño para asearse antes de desayunar.

Una vez en el interior del baño tomó su cepillo de dientes, puso pasta en el mismo y frente al espejo empezó a lavarse los dientes tranquilamente.

No pasó ni un segundo cuando los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente a una velocidad increíble y no pudo evitar sonreír.

Fue su primera vez en un restaurante humilde como aquel y Asami podía jurar que nunca había probado algo tan delicioso como lo eran aquellos fideos de Narook. ¿Por qué no fue ahí antes?

Goku le dio a conocer una maravilla aquella noche, en la que conversaron como siempre compartiendo alguna que otra anécdota.

Pero esta vez Goku fue quien pagó la cuenta a pesar de la insistencia de Asami en no hacerlo, unos Yuanes menos en su bolsillo no hacían mal.

Luego caminaron por la ciudad y el azabache se ofreció a acompañarla hasta su casa, o más bien mansión, y ahí se dieron las buenas noches.

Asami valoraba muchísimo la amistad que tenía con él y sin dudas era una de las mejores cosas que le habían sucedido en mucho tiempo.

-No sé porqué Goku está tan obstinado en agradecerme, pero un viaje por el mundo con él... no suena tan mal -aseveró Asami con una hermosa sonrisa mientras se lo imaginaba.

La idea de viajar con Goku alrededor de las cuatro naciones y vivir un sinfín de aventuras le había emocionado en gran manera a Asami.

Claro después de escuchar las anécdotas de Goku en las diferentes naciones cómo no estar emocionada. Vida sólo había una y lo único que se debía hacer era disfrutarla al máximo.

-Bueno... veamos qué tal sale todo -dijo la azabache mientras empezaba a quitarse la bata que vestía para sumergirse en la bañera.

Más tarde.

Asami bajaba las escaleras de la mansión en dirección hacia el comedor para así desayunar.

La hermosa joven vestía un vestido granate que llegaba hasta debajo de las rodillas y por encima una chaqueta oscura con partes escarlatas.

Mientras bajaba Asami divisó la figura de su padre en la gran mesa del comedor, quien estaba desayunando además de leyendo un periódico.

Se trataba de un hombre de mediana edad, regordete con un bigote frondoso, que vestía una chaqueta negra y por debajo una camisa blanca.

-¡Papá! -Asami corrió a abrazar a su padre, quien se llamaba Hiroshi Sato- Pensaba que estabas de viaje, ¿cuándo regresaste? -preguntó ella.

Hiroshi era el dueño de Industrias futuro, la cual se encargaba de fabricar no sólo automóviles de marca 'Sato' sino también aviones y armas, ellos eran la principal empresa en Ciudad República.

O bueno hasta hace unos años cuando nació una compañía llamada Corporación Col que fabricaba automóviles mucho más baratos y competían con Industrias futuro en el mercado laboral.

-Lo estaba pero regresé porque tenía asuntos que atender, me alegra saber que estás bien hija -habló el hombre con una sonrisa en su rostro.

Asami se sentó a su lado y comenzó a servirse el desayuno ya que estaba hambrienta. El día no podía empezar de una manera mejor que ésta.

-Oh vaya, el avatar está aquí -Hiroshi leyó en el periódico- ¿Qué opinas de esta noticia Asami?

-Supongo que es algo bueno, ¿no? Ella va a mantener el equilibrio en la ciudad -habló Asami recordando su conversación con Goku ayer.

Justo el hombre iba a decir algo cuando entonces un sirviente apareció en la sala y le dejó una carta en la mesa diciéndole que se la habían traído.

Hiroshi se puso los lentes y empezó a leer tranquilamente aquella carta, dejando con bastante curiosidad a su unigénita Asami.

-El concejal Tarrlok nos ha invitado a una ceremonia en ocasión a la llegada del avatar a Ciudad república -le resumió Hiroshi a su hija.

Asami pensó que era la oportunidad perfecta para que su padre conociera a Goku y desde luego no titubeó en decírselo al momento.

-Papá, e gustaría invitar a alguien a esa ceremonia si es posible -planteó Asami y su padre alzó sus cejas con algo de curiosidad.

-Eso sí que es novedoso, ¿de quién se trata? -preguntó Hiroshi con una sonrisa, era la primera vez que su hija invitaba a alguien a algo.

-Un amigo que hice hace unos meses, trabaja en la fabrica y al igual que tú de pequeño, vive en el distrito dragón -respondió Asami sonriendo.

Hiroshi no pudo evitar sorprenderse, en sus tiempos el distrito dragón era un barrio bajo donde era muy común la delincuencia.

Ahora la delincuencia estaba pero en menor medida y el barrio era uno de los principales núcleos de no maestros en toda la ciudad.

-Oh, no creo que sea alguien que conozca, pero si te has hecho amiga de él debe ser un chico excepcional -Asami asintió ante aquellas palabras- Pues está bien... invítale entonces.

Asami esbozó una sonrisa aún mayor y abrazó a su padre, ahora iba a darse prisa para ir a decirle la noticia a Goku, seguro que eso le alegraría.

Con Goku.

El azabache caminaba cargando una caja mientras bostezaba, en estos momento tenía clara una cosa: Madrugar era una mierda.

Anoche llegó un poco tarde a casa ya que estuvo cenando con Asami y además tuvo que acompañarla a casa, y para colmo se despertó a las seis de la mañana para irse a trabajar.

"No me digas que tienes resaca"

Goku se volteó al oír aquellas voz viendo la figura de Asami pero no supo si era real o una alucinación suya debido a la falta de sueño.

-Asami eres tú -habló el pelinegro y Asami le miró extrañada, parecía como si hubiera visto un espíritu- O yo estoy teniendo alucinaciones.

-Sí soy yo... y parece que no has tenido una buena noche -mencionó Asami con una sonrisa nerviosa instalada en su rostro- ¿Adónde llevas esa caja?

-El señor Tenzin llamó al jefe encargado de este sector diciendo tiene problemas con su coche, y voy a mirarlo -le respondió Goku a su amiga.

-Genial, ¿y dónde está el señor Tenzin? -preguntó a su vez Asami queriendo ayudar en lo posible.

-Pues vive en el templo aire de la isla, pensaba tomar una avioneta para llegar hasta ahí -habló el muchacho soltando un pequeño bostezo.

Desde luego no era un experto en conducir avionetas, en sus viajes con su abuelo montó algunas veces y pudo ser testigo de cómo se manejaba el aparato en varias ocasiones.

Confiaba en su habilidad para aprenderse con rapidez las cosas, más si éstas tenían que ver con el combate, que era su dominio.

-Con el sueño que tienes sin duda no estás en condiciones de pilotar nada, deja que me encargue -habló Asami tomando la caja.

-Gracias, la verdad nunca he pilotado una avioneta y necesito dormir unos minutos -habló Goku volviendo a bostezar por el sueño.

Asami negó con una sonrisa y caminó junto a él hacia la avioneta que había en aquel lugar.

-Si puedes pilota lo más lento posible, en ese tiempo podría dormir un poco -comentó Goku mientras buscaba alguna manta cercana.

"Se le nota un poco cansado... tal vez lo mejor sea que descanse hoy y no vaya a la ceremonia de esta noche... pero"- indagaba Asami aunque le hacía muchísima ilusión que Goku viniera.

-Goku, si quieres... podrías tomarte el día libre para descansar -le sugirió Asami mientras ponía la caja en la parte de atrás de la avioneta.

-Pero Asami debo trabajar hoy... recuerda que anoche prometí llevarte a dar una vuelta por el mundo -habló Goku y ella negó al instante.

-Lo sé pero tu salud es prioridad, además le hablé de ti a mi padre y quiere conocerte -espetó Asami y Goku abrió sus ojos ante aquellas palabras.

-¿Conocerme a mí? ¿Por qué? -se preguntó el joven, que un importante hombre de la ciudad quisiera conocerle no pasaba todos los días.

-Porque somos amigos, y de esos no tengo muchos -le respondió ella- Será esta noche, en una ceremonia en honor a la llegada del avatar.

-Wow wow, wow, eso de ir a una ceremonia... no sé Asami -titubeó Goku, ya que no se veía en una de esas galas aristocráticas de los altos mandos.

-¡Vamoos! Hazlo por mí Goku, hablaré con mi padre para que si te tomas un descanso no sea descontado en tu paga mensual -le imploró ella.

-Eso no sería justo ya que soy un trabajador más, pero está bien iré -respondió Goku y Asami sonrió- cuando regrese me tomaré el día libre así como dices, pero que se me descuente eso.

-Te lo agradezco Goku, ahora vámonos que cuanto antes regreses mejor -agregó Asami subiéndose rápidamente a la avioneta.

Goku igualmente se subió y se cubrió con una manta, esperaba al menos que el camino hacia el templo de la isla durara mínimo media hora.

Tiempo suficiente para descansar.

En la isla.

Un hombre miraba el cielo con tranquilidad, era calvo pero lo que más destacaba eran las flechas azules que surcaban alrededor de su cuerpo.

Vestía los hábitos propios de los monjes nómadas de la nación del aire: rojo claro con amarillo añil junto a un calzado ligero.

Su nombre era Tenzin uno de los hijos del avatar Aang y miembro del consejo de Ciudad República representando a la pequeña nación del aire.

El hombre se había comprado un vehículo para desplazarse por la ciudad ya que usar el bisonte no era nada conveniente que digamos.

Pero al parecer tenía unos fallos, así que llamó al numero que le dieron en Industrias futuro al comprarlo y esperaba que llegara el mecánico.

"¡Aaahh esto no sirve Tenzin!"

Tenzin se giró al oír una voz femenina detrás de él y suspiró con mucha exasperación viendo a la bella chica morena con ropa de la tribu agua.

-Korra te dije que meditar conlleva paciencia, así que concéntrate -habló Tenzin mirando a la llamada Korra, que estaba en pose de seiza.

Era exasperante entrenar al avatar y más con la personalidad de Korra, Tenzin estaba seguro de haber batido un récord mundial de paciencia.

-Dichosa paciencia -murmuró Korra con el ceño fruncido mientras cerraba sus ojos para meditar tal como le acababa de decir el maestro aire.

Si Korra tuviera que ponerle una nota a su estancia en Ciudad República sería un 5, lo único bueno es que anoche pudo asistir a un partido de pro-control junto a los hermanos Mako y Bolin.

En su primer día conoció a un loco que hablaba mal de los maestros, atrapó a unos ladrones pero fue detenida por la jefa de policía Lin Beifong y... luego estaban sus dichosos entrenamientos.

Desde pequeña pudo controlar tres de los cuatro elementos y vino precisamente a Ciudad República para que Tenzin pudiera enseñarla.

Pero jamás se imaginó que el aire fuera tan difícil de dominar, para ello debía meditar y más meditar. Sigh... aquello era una tortura.

Justo entonces oyó a lo lejos el ruido de una avioneta aterrizando en la isla, pero no prestó mucha atención ya que estaba con la dichosa meditación y no quería que Tenzin le reprendiera.

Con Asami.

"Uwaahh"

Goku bostezó levantándose y dio un salto hasta bajarse del avión, necesitaba estirar su cuerpo.

-Te debo una Asami, ¡ahora me encuentro un poco mejor que antes y listo para trabajar! -comentó él tomando la caja donde estaban las herramientas.

-Me alegra oír eso Goku, pero debes aun así debes descansar -habló Asami y Goku asintió por las malas- debo volver a la ciudad a ocuparme de un par de cosas, ¿cuánto tiempo tardarás?

-No creo que sea nada grave, así que menos de una hora -habló Goku estimando que el problema que tenía el coche de Tenzin no sea tan grave.

-Está bien, nos vemos pues -se despidió Asami subiéndose nuevamente a la avioneta y el chico asintió caminando hacia el templo aire.

Goku tuvo que admitir que era un lugar bastante bonito y sobretodo tranquilo, lejos del ruido que se vivía día tras día en Ciudad República.

Tenía cierto aire a los templos aire que solía visitar con su abuelo, según sabía este templo fue construido por el avatar Aang hace décadas.

Vio a un hombre vestido de monje situado a unos cuantos metros y supuso que debía de ser Tenzin. Oyó sobre él pero nunca le vio en persona.

-Buenos días, supongo que tú debes ser el mecánico que ha enviado industrias futuro, ¿verdad? -preguntó Tenzin y Goku asintió.

-Así es, mi nombre es Son Goku un placer señor Tenzin -se presentó Goku haciendo una reverencia y luego extendió su brazo.

Tenzin correspondió el saludo y entonces se percató de que algo no era normal en este chico... le resultaba familiar pero no lograba recordar.

-Entonces... ¿dónde está el vehículo? -preguntó Goku- ¿Y qué problemas tiene exactamente?

-Pues... tenía problemas a la hora de arrancar y a la hora de frenar -respondió el maestro mientras le guiaba hacia el coche y Goku asintió.

-Mmm problemas con los fusibles y el disco de freno. Bien, entendido -comentó Goku a raíz de lo que le había dicho Tenzin pero necesitaba mirar de cerca para confirmarlo... y justo habían llegado al lugar.

Era un coche de cuatro plazas pintado de color rojo vino, uno de los modelos que salieron el año pasado al mercado y tuvieron un gran éxito.

-Bueno, veamos qué tenemos por aquí... -comentó Goku acercándose al coche y Tenzin miró con curiosidad para ver que hacía.

Goku abrió el capó delantero para comprobar el estado del motor... y sí, habían cosas que estaban mal y que necesitaban reparación.

-Bien... estaré dentro del templo encargándome de unos asuntos -Goku asintió ante las palabras de Tenzin, quien dio media vuelta y se marchó.

Goku sacó varias herramientas de la caja y se dispuso a trabajar para terminar cuanto antes.

Tiempo después.

Goku se limpió el sudor que se deslizaba por su cara con un paño y sonrió, por fin ya había terminado de reparar el automóvil de Tenzin.

El coche no presentó grandes problemas: los fusibles necesitaban recalentarse, al motor le faltaba aceite, y el disco de freno necesitaba un recambio para funcionar correctamente.

Por suerte Goku iba bien equipado con la caja y pudo solucionar aquello fácilmente, seguramente Asami debía estar en camino hacia la isla ya que pasó casi una hora.

Caminó unos pasos y se agachó a la altura del mar para lavarse las manos, que estaban llenas de grasa tras haber trabajado con el motor.

"¡Vamos! ¡Aire control!"

Goku un tanto desconcertado se volteó y vio que una chica morena con ropa de la tribu agua daba golpes al aire dejando ver su enfado.

-Si sigues dándole golpes al aire acabarás haciéndole daño -habló Goku en tono burlesco y Korra desde luego no estaba para bromas.

-Eso no fue... ¡nada gracioso! -exclamó ella creando látigos con su agua control y lanzándolos hacia Goku pero éste los esquivó dando un salto en el aire como si de una pluma se tratara, sorprendiendo así al avatar.

-Oye tranquila, sólo estaba bromeando -habló Goku con una sonrisa nerviosa al ver que casi recibe un latigazo de agua en la cara.

-Oh lo siento... me dejé llevar por la frustración -Korra se lamentó pero el asombro en su rostro no lo hizo tan evidente- ¿Cómo hiciste eso? Por cierto me llamo Korra, un gusto ¿y tú?.

-¡Oh! Eres el avatar, rayos perdón por lo de antes -se disculpó Goku juntando sus manos rápidamente- Y respondiendo a tu pregunta yo soy... ¡Son Goku el gran mecánico de Ciudad República! -exclamó con una sonrisa.

Korra soltó una carcajada olvidándose por un momento que era incapaz de hacer aire control.

-Bien, tienes mucho sentido del humor, oh gran mecánico de Ciudad República -le espetó Korra en tono burlón, suponiendo que él es quien vino a arreglar el coche de Tenzin- Pero ya dimelo... ¿cómo esquivaste mi ataque? Nadie normal lo habría hecho -preguntó la bella muchacha.

-Bueno practico artes marciales, y al verte moviendo así los brazos supuse que harías agua control -respondió Goku con simpleza.

-Wow, ¿eres un maestro agua? -preguntó ella.

-Nop, sólo que he conocido a varios maestros agua y sé cómo pelean ellos -contestó Goku en alusión a la pregunta hecha por Korra.

-¿Por casualidad no sabrás como luchan los maestros aire? Estoy perdida... -confesó ella bajando sus hombros mientras suspiraba.

-Pues casualmente sí, he estado en varios templos aire de pequeño -los ojos de Korra se iluminaron ante las palabras de Goku.

-¡¿Te importaría enseñarme?! Sé que nos acabamos de conocer pero estoy ansiosa por aprender el dichoso aire control... -habló Korra suspirando tediosa y cansadamente.

-Bueno... tengo bastante trabajo que hacer pero si no es una molestia para el señor Tenzin podría ayudarte de vez en cuando -le propuso el pelinegro rascándose la nuca con una sonrisa.

-¡Te aseguro que no será una molestia para él! Bueno... ¿hay una forma en que podamos contactarnos? -preguntó Korra ansiosamente.

-Puedes buscarme en la central de Industrias futuro, ahí es donde trabajo -respondió Goku sonriendo y Korra asintió enérgicamente.

-Industrias futuro... muy bien, entonces supongo que nos veremos más tarde.. ¡gran mecánico de Ciudad República! -comentó el avatar Korra con una sonrisa mientras corría hacia el templo.

Korra estaba emocionada, si había una posibilidad de aprender cuanto antes aire control... pues se aferraría a esa posibilidad.

Goku se rascó la nuca sonriendo pero le cayó bien la chica, aunque eso de enseñarle... bueno, él usaba el Chi de forma distinta a los maestros.

"¿Quién era ella Goku?"

El pelinegro se sobresaltó al escuchar la voz de Asami detrás de él, ni siquiera la oyó acercarse.

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Fin del capítulo.

Aquí otro capítulo, pero esta vez dejaremos la meta en 100 votos... soy un dios generoso.jpg

Korra ya está en la trama y ahora las cosas se pondrán interesantes, espero que les vaya gustado cómo estoy llevando a cabo la trama.

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