Cinco
El Umbreon sintió un escalofrió pasar por su espalda, acompañado de una ráfaga fría de viento, después de salir de ese mercado, fue por un camino diferente, uno nuevo que recién habían instalado, de pronto, sintió algo familiar.
«. . .» Sentía ya haber ido allí antes, como si lo hubiera hecho esta mañana, seguro de que no lo había hecho, solo dejo pasar el sentimiento, aunque siempre tenia en mente ese presentimiento de que algo iba a pasar.
«Ahjsahdjghnjbld ¡Salgan del camino!» Un carro deslizante venia a toda velocidad derrapando por la pista, el Umbreon solo pudo reaccionar saltando a su costado, casi es atropellado, por suerte que el había escapado a tiempo, el automóvil, lejos de controlarse, choco varias veces con los edificios de al lado, a la vez que choco con varios autos mientras decía vulgaridades, hasta que en una de ellas el auto de detuvo en uno de sus choques, este exploto, matando al conductor, provocando que auto tras otro chocaran entre si, y uno casi da una vuelta de campana, otro se quedo encima de otro así.
Cuando menos lo noto un auto cayo sobre el, a su suerte que cayo donde había vidrio roto, de otra forma habría muerto, pero tras ese golpe de suerte cayo inconsciente en el la carretera llena de vidrios rotos,mientras que el desangrado limito su visto, se fue apagando poco a poco hasta que solo pudo divisar una ultima luz al lado suyo y un intenso dolor tras ser movido a una supuesta camilla, quedando enfrente de una figura blanquecina que gritaba su sordo nombre, ¿Se ha desmayado?
Momentos después en su mente, en un Hospital en Ciudad Klaud, un macho zorruno oscuro, despierta de un largo sueño lleno de vendas, como tenia previsto las vendas no lo dejaron moverse, hasta que se rindió, la conciencia llevo a una Sylveon albina a la puerta, junto a unas enfermeras, venían a intercambiar el suero y la sangre, pero la Hada no pudo resistir ver abiertos sus ojos y fue rápidamente a correr tras el, sentándose a su lado, sabiendo las consecuencias si lo abrazaba, dado a su condición física.
«¿Cuanto tiempo llevo aquí?» pregunto tartamudeando el oscuro, ya que sus cuerdas vocales estaban desgastadas del tiempo,«Solo unos meses, creí que te quedarías mas tiempo en este torturo» dijo la chica desconcertada por el hecho reciente, el oscuro intento recopilar sus sueños, que para su suerte ya se habían desvanecido de su mente, se intento levantar pero la ojiazul se lo impidió «No quiero que termines como antes, por favor» el oscuro solo se acostó mirándola, como si fuera un gesto de agradecimiento inconsciente.
Las enfermeras se fueron dejándolos solos, a lo que abrazados se quedaron un rato, hasta que un jarrón al lado se movió, y la ojiazul se separo y dijo «Quiero que veas algo» ella se dio media vuelta con el viento, dirigiéndose a un cajón, sacando y poniéndose un moño rosado con puntas Rojas, en la punta de sus orejas, el oscuro la miro fijamente a los ojos además de ser lo único que le importaba para el, para no quedar mal, puso su pata en su mentón y dijo que estaba bien y mejor.
Un rato después intento de vuelta levantarse sin éxito, los ojos de la hada empezaban a hipnotizarlo de manera rápida, para el, era igual a problemas, pero su cerebro no pudo y se quedó ahí.
Milenios de segundos después de despertar le pusieron en Reabilitacion, ya que el techo había chocado con su columna y por consecuente se paralizo ligeramente, tuvieron que hacerle un Parche, y lo demás era a su pura suerte.
Pasarán algunos meses mientras su cuerpo le diga que algo siempre pasa con ella a cierta hora, no sabe, aunque se va a la misma hora, y a el no le importe por estar acostumbrado a estar solo, algún impulso externo lo atreve a averiguar su procedencia.
To be continued...
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