-Y por eso debería ser elegido 'Miss Mundo'. ¿Ves? Todo cuadra.

-Raúl, ¿de qué cojones estás hablando?

-Joder tío, ¿te tengo que repetir la charla? Que he desperdiciado cinco minutos de mi vida en ello.

Borja negó divertido con la cabeza ante el comentario del de mecha amarilla, dando un trago a su cerveza sin alcohol. Alejandro hizo lo mismo, ignorando la ridícula charla que Raúl se había inventado.

-Ok man, tell me about your talk with Frank.- el castaño miró fijamente al menor, esperando una respuesta a su pregunta. Raúl simplemente ladeó la cabeza al no entender nada, estando en silencio al ver la mirada nerviosa del azabache.

El menor suspiró, mirando a su lata de cerveza.

-Hace dos horas quedamos para tomar algo y charlar después de ayudarle a elegir una nueva nevera para su piso, y nos pusimos bastante al día. Al parecer está haciendo una carrera universitaria en Barcelona, y tiene planeado quedarse a vivir por cerca del Mediterráneo.

-Mucho texto- Raúl recibió un codazo en las costillas ante eso, mirando enfadado al mayor-. ¡Pero tío!

-Shshsh. Lo siento Alexbitas, pero al parecer fue todo bien, ¿no?- el castaño sonrió al ver la deslumbrante sonrisa del azabache.

-Pues claro hombre, fue un capullo, pero no un violador. Se va de la ciudad en dos días, por eso quería hablar conmigo hoy, para disculparse de manera más humilde por lo de aquella vez.

Alejandro se sorprendió, ya que era la primera vez que recordaba ese hecho sin sentirse mal. Eso le alegró, en cierta manera le hizo sentir que estaba avanzando. ¿En qué? No lo sabía, pero en algo lo hacía.

Miró hacia la ventana, hoy la niebla no dejaba ver la luna de esa noche, por desgracia. Hoy hacía un tiempo decente para dar una vuelta por la calle, además de que el bar cerraría dentro de poco.

-Entonces... ¿ya no hay rencores?

Es verdad, sus amigos.

-Creo que no, bueno...- Alejandro golpeó con la punta de sus dedos la lata de cerveza, mirando a los mayores para tener algo de valentía en ese momento- simplemente hemos decidido avanzar, ¿sabéis? Cada uno ha sido capaz de seguir con su vida y nos ha ido bien, no veo motivo para ignorarle ahora que está aquí.

Los ojos de Borja parecieron brillar con intensidad, sonriendo ampliamente mientras su vista se enfocaba únicamente en Alejandro. Raúl no tardó en reconocer esa mirada, por lo que simplemente giró los ojos a la par que daba un buen trago a su cerveza con limón.

-Mi pequeño Alexbitas ha madurado- el castaño se levantó de la mesa de repente, acercándose para aplastar con sus manos las mejillas del menor-. ¡Omg, mi niño ya está grande!

-Tío, que estamos en público.

Las mejillas del azabache se tiñeron de un rosa suave ante las miradas que no se apartaban de ellos, agitando sus manos para que el mayor le dejase en paz. Raúl soltó una risa, sacando el teléfono para empezar a hablar por sus grupos de WhatsApp.

Borja se portaba más como una madre que su propia progenitora, que solía ser más una amiga que lo mencionado.

Faltan 3

Odio los exámenes y trabajos.