.12.

-Alex, aprecio tu consideración, pero cuando te dije que me lo podías devolver el próximo día que nos viéramos no lo decía literalmente.

El menor giró los ojos por tercera vez, volviendo a extender su mano derecha en donde agarraba el gorro que el mayor le prestó hace dos días.

-Que lo cojas de una vez, tío.

-Vale vale, tranquilo- David agarró el gorro mientras alzaba su mano libre en señal de paz, soltando una risa por la situación-. Ya está, ¿contento?

-Bastante- el azabache sonrió de lado mientras se sentaba en el banco de siempre, viendo cómo el mayor le imitaba-. ¿Qué tal la vida? Estos últimos días has estado desaparecido.

-Se me rompió la bañera tío, el fontanero tardó varias horas en arreglar la tubería.

-Hostia compañero, eso tuvo que ser por tus...- antes de que el menor pudiera continuar un ruido proveniente de su teléfono le hizo detenerse, sacando el móvil para ver que era- Mierda, se me olvidó avisarle que hoy quedé contigo.

David vio cómo el contrario empezaba a escribir con rapidez en su teléfono, logrando visualizar sin querer un '¿con quién estás?' de la persona desconocida. David sonrió, confundiendo al menor.

-Ow, ¿te he puesto celoso al novio? Me alaga que me vea como un rival.

-Me gustabas más cuando eras callado- Alejandro le dio un suave golpe en el hombro, soltando una pequeña risa por eso, guardando el móvil en el bolsillo de su abrigo-. Eres tontísimo.

-El tontísimo con el que quedas siempre- David le guiñó divertido un ojo, acabando ambos en grandes carcajadas-. Oye, a lo mejor tenía razón con lo del rival.

-Se me olvidó decirle que hoy salía, seguramente fue a verme a casa y se preocupó al no verme allí. Por cierto, ¿estás libre el viernes de la semana que viene?

El mayor miró hacia arriba, apretando los labios como si se lo pensara.

-Sí, la semana que viene no quedé con nadie- se giró para ver al menor, ladeando la cabeza-, ¿por?

-Voy a celebrar una fiesta en mi casa por mi cumpleaños.

-¿Tu cumpleaños? ¿Cómo es que me entero dos semanas antes? ¿Cuántos cumples?

-Macho, nunca le debes preguntar al que cumple años su edad.- Alejandro se cruzó de brazos, entrecerrando los ojos para hacerse el ofendido.

-¿Eso no era con las mujeres?

David sonrió de lado mientras recibía un pequeño discurso del contrario, obviamente todo a modo de juego. Se despidieron cuando estaban por dar las doce, levantándose del banco y cada uno caminando hacia su casa.

David sacó su teléfono, enviando un mensaje a uno de sus amigos para quedar mañana para ir al centro comercial. ¿Por qué?

Tenía que comprar un buen regalo para Alex.

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