Capítulo 20. El bebé de Nahomi


¿Cual seria el precio que estarías dispuesto a pagar por tu felicidad absoluta? 

El-o-ella.


Marcus


La veo. Tan preciosa y adorable como siempre, Nahomi.

Ella luce feliz, no, más que eso, sus ojos relucen en un amor incontenible por la criatura que sostiene en sus brazos. Lo observa con tal regocijo que me es imposible imaginar el amor que posee por ese diminuto pelinegro.

—¡Es la cosita más bella que he visto en toda mi existencia! —exclama Nahomi y acaricia la nariz del pequeño bebé —¿Verdad que es tierno, Marcus?

Cómo si mi vista se aclarara, observó al bebé. Su cabello es tan negro como el de un agni, sus ojos verdes comparten la pureza y bondad de su madre, y sus mejillas rosadas exhiben su vitalidad que destaca junto a los fuertes latidos de su corazón. Es precioso.

—Tiene... tus ojos —Es todo lo que puedo manifestar con franqueza.

¿Qué sucede? Debería estar más que feliz en este instante, ¿o no?

—¡Así es! —exclama Nahomi y abraza a su criatura con delicadeza —Aunque ese cabello tan negro solo puede provenir de la sangre agni.

—¡Vamos! —dice y Axel al acariciar el cabello del bebé —Mi cabello es hermoso, y eso hace al bebé más guapo.

—No seas tan egocéntrico, Axel Aidan, está criatura es adorable gracias a su madre.

Axel sonríe. Luce tranquilo, su serenidad demuestra su estado de felicidad absoluta, los agnis no son seres tranquilos. Pero él ya no posee nada de qué preocuparse, se ha ganado el favor de Michael Omet y la mujer que ama tiene un hijo suyo. Es como si el universo mismo hubiera dictado una ridícula historia donde todo lo que le aporta felicidad a su destino simplemente se ha cumplido.

¿Qué hago aquí? Me siento agobiado, ajeno totalmente a este momento que resulta íntimo y familiar.

No sé como sentirme. Y termino por no sentir nada en lo absoluto.

—Marcus, —dice Nahomi y se gira hacía mí con esa sonrisa que tanto adoro plasmada en su rostro—¿quieres cargarlo?

—Pero recuerda tener cuidado —dice Axel ligeramente preocupado—. Es mitad agni, pero es una cosita muy frágil.

—Claro, tendré... mucho cuidado.




Me tambaleo y terminó por caer al suelo. Regresar a la realidad es una sensación horripilante. Semejante a caer al vacío sin poder hacer absolutamente nada para evitarlo, hasta que tus ojos enfocan el ambiente donde te encuentres, tus sentidos recobran su función y la sensación de mareo persiste durante varios segundos.

Michael Omet está de pie justo frente a mi. Mirándome fijamente con esos ojos dorados que deslumbran en la penumbrosa noche en la cual nos hallamos inmersos.

—Sé que lo viste con claridad. —Decreta con cierto enojo adecuadamente contenido. Su rostro es tan severo como sus palabras —. ¿Ahora lo entiendes, niño?

—¿Entender que? ¿Por qué... usted se toma el tiempo de mostrar una visión? ¿Qué quiere? ¿Que cree que logrará con esto además de hacerme daño?

—Lo que yo quiero no me lo puedes dar, maldito ser imprudente. Únicamente quiero que lo entiendas de una buena vez. Nada de lo que hagas, absolutamente nada, cambiará ese futuro que acabo de mostrarte. Sé que amas a Nahomi, y ese amor me parece enfermiso y repugnante, pero sin embargo es sincero y lamentablemente es ilegal manipular los sentimientos sinceros de cualquier ser.

—>>Así que... únicamente puedo pedirte lo siguiente y esperar que seas lo suficientemente razonable para entenderlo.

No me pondré de pie, estoy demasiado mareado aun. Así que me limito a sentarme sobre la gramilla helada. Llevo ambas manos a mis rodillas y cierro mis ojos esforzándome en recuperar el aliento y calmar mi pulso. No estoy acostumbrado a la sensación de cansancio así que me resulta una tarea difícil. Aún más con las temibles revelaciones que son arrojadas sobre mi mente de forma abrupta y sin piedad.

—¿Qué es lo que me pedirá? —Pregunto y me esfuerzo de sobremanera para mirar directamente a los ojos de Michael Omet.

—Están a punto de ocurrir eventos que serán sumamente dolorosos para ti. Yo no puedo intervenir de ningún modo, ya he hecho demasiado. Pero Nahomi, mi niña, no se quedará sin hacer nada. Así que te pediré que hagas todo lo posible para que ella esté lejos de ese peligro. Hagas lo que hagas, no permitas que Naomi se involucre directamente.

—>>>Eres un ser insignificante, pero en cuanto a luchar, eres bastante capaz. Utiliza ello a tu favor y resuelve las dificultades por ti mismo. Eso es lo mejor para Nahomi. ¿Entendiste, Marcus Solluna?

Es inevitable y de algún modo estaba esperando este momento. Naturalmente mi maldición sigue siendo el principal obstáculo de mi vida, y eso no cambiará. Nahomi ya se ha visto envuelta en incontables dificultades debido a ello. Esto se ha convertido en una responsabilidad que recae únicamente en mi.

—Muy bien —acepto —. Sea lo que sea que ocurra, lo enfrentare yo mismo y haré todo lo posible para que Nahomi no se vea involucrada.

Michael sonríe. Eleva en lo alto su mano derecha y mis ojos se cierran de manera abrupta.


**********

Axel

Últimamente todo es tan difuso.

El tiempo sigue corriendo, y sin embargo, es como si yo no fuese parte de él.

Continuo mi día a día como si no sucediera nada, como si no escuchara esa voz susurrante en cualquier parte a donde vaya. Como si no hubiese aceptado aquel ofrecimiento tan egoísta ya su vez tan soñado por una parte de mi.

Jamás pensé ser buen actor, pero al parecer lo soy. Ni mis amigos ni mi familia han notado el cambio violento en mi personalidad. O quizás si lo notan, pero lo ignoran; quizás piensa que no pueden hacer nada en lo absoluto por mi. Y de ser así, están en lo correcto.

Bebo a pequeños sorbos mi taza de café y trato de concentrarme en el libro que intento leer hace horas. Mi biblioteca está en completo silencio, todo está callado. Y sin embargo no veo más que letras que no son capaces de visualizar nada.

De manera violenta mi libro se cierra por sí solo. Una vez que logró recuperarme de la sorpresa, veo que ha aparecido una nota escrita a mano y pegada en la portada.


Michael Omet ha tirado cartas a tu favor.

Es hora del siguiente paso, Axel.


He estado temiendo este momento por mucho tiempo. Me he preguntado si tengo el valor y el egoísmo suficiente para llevar a cabo una labor que va en contra de todos mis principios y enseñanzas. ¿Cuánto estoy dispuesto a sacrificar por obtener lo que deseo?

Me desconozco a mi mismo en verdad. Es como si algo o alguien se hubiera apoderado de mi cuerpo y mente, y no poseo la fuerza para negarme a sus peticiones. Quizás simplemente es inevitable.

Quizás los agnis simplemente somos así.

Quizás es una verdad absoluta que un ágape es como una cadena irrompible que te envuelve y aprisiona, pero la amas tanto que jamás intentas siquiera soltarte. Y cuando desaparece, te mueres.

Lo lamento, Erick Anderson. Pero no me han dado otra opción. 

¡Holis! Dejo otro capitulo, nos leemos pronto :)

Capítulo dedicado a:

SharityRoher

vivirnuevamente

KarinaCorrea738

Maridik_dasilva


¡Muchas gracias por su apoyo y por haber respondido a mis notas! En verdad lo aprecio muchísimo :)



Y también a: 

ArelyTejeja31 

Jinny237

¡Gracias por sus votos! 



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