54. El final del juego
La muerte es un misterio y el entierro, un secreto.
Cementerio de animales.
Ella ha decidido.
El tiempo se ha descongelado. Ahora las manecillas del reloj, en lugar de con naturalidad avanzar hacia el frente, ahora retroceden ante la manipulación descomunal de un oráculo irremediablemente decidido.
Así llegamos a este preciso instante. Un momento en el cual nadie ha parecido aún ante los venideros brazos de la muerte.
Nahomi lo sabe. Y con el corazón acelerado y la ansiedad al límite de la desesperación, procede a cambiar el destino desgraciado que con anterioridad ha ganado. Ahora que ha roto sus límites, ya no hay nada que se interponga en lo que concierne buscar y salvar a sus tan apreciados seres mortales.
«¡Amy, escúchame, soy Nahomi!»
La humana detiene su apresurado andar ante al oír dicho llamado en su mente.
«¡Te escuchó!»
«Encontrarás a Erick detrás de cualquier puerta que veas. Únicamente debes concentrarte en pensar que quieres hallarlo y así aparecerás dónde está él. ¡Rápido! Está dentro de una caja de cristal repleta de agua y le quedan pocos minutos de vida!»
Amy Hernández no se detiene a hacer preguntas. Obedece confiando plenamente en las palabras de Nahomi y de esta manera logra llegar a tiempo. Tal como dijo la joven oráculo, Erick está sumergido en agua sin dar indicio alguno de poder despertar.
Amy procede a romper el cristal. El agua brota y todo se deshace. Y cuando se arrodilla en el suelo elevando la cabeza de Erick para verificar la gravedad de su estado, se alivia enormemente al escucharlo toser y escupir una gran cantidad de agua por su boca.
El brujo luce preocupadamente pálido, apenas abre los ojos y respira con dificultad. Pero esta vivo. Y así se mantendrá.
Utilizando la misma conexión mental, Nahomi alerta a la doctora Maru sobre el paradero de Andreu. Cuando la doctora llega, el manducare magic ya se encuentra rompiendo la caja de cristal con intención de devorar a Andreu.
Maru no lo duda, y asesina a la criatura en tan solo un milisegundo. Destroza el cristal y, al asegurarse que los signos vitales del doctor Andreu se hallan estables, únicamente espera que este logre despertar de su apreciado sueño. Y lo hará; el doctor Andreu es el único que fue y será capaz de despertar por cuenta propia.
Nahomi procede a auxiliar la siguiente víctima. Axel Aidan, quién a pesar de haber sido de los primeros en caer en la realidad espejo, ha logrado despertar y mantenerse consciente por más tiempo que los demás. Pero ya no puede más con la desesperación y el cansancio que le produce cada paso que da.
Nahomi sabe qué alguien se dirige hacía él. Un agni cuyo único objetivo es asesinar a Axel una vez que esté caiga o se encuentre al borde de la inconsciencia debido a la fuerza de los sueños que impregna cada pared de este tétrico sitio.
A pesar de los intentos, la joven oráculo no es capaz de lograr que Axel Aidan escuche sus advertencias a través de su mente, ya que este se encuentra luchando a tal grado contra el sueño de perdición que apenas puede escuchar la voz de ella como susurros inconsistentes que no le dicen nada concreto.
Nahomi llega donde se halla Axel. Ubica con facilidad al agni que se encontraba oculto en espera de una oportunidad para matar a Axel, y se deshace de él en tan solo un segundo.
Basta con apagar su mente y llevarlo a un estado de somnolencia que lo convierte en un ser completamente vulnerable.
—Nahomi —susurra Axel al divisar a la joven de manera borrosa justo frente a él.
Ella toma a Axel delicadamente por sus hombros y procede a decirle con calma:
—Estarás bien. —Y a continuación envuelve el rostro de Axel con sus manos logrando crear un escudo lo suficientemente fuerte como para mantener su mente a salvo.
Axel percibe una sensación de paz. Tanto el sofocante sueño como los susurros tortuosos en sus oídos desaparecen. Sus sentidos recuperan su habitual agudez y se alivia de ver a Nahomi sana y salva junto a él.
Pero ella no se quedará por mucho tiempo. Sonríe fugazmente y procede a correr por los pasillos.
—¡Nahomi! ¿Qué está pasando? ¿A dónde vas? —Alcanza a preguntar con confusión Axel.
—¡Estaré bien! No te preocupes.
Ella sabe a dónde ir. Las paredes y pasillos interminables ya no son un impedimento. Al romper la barrera del tiempo no únicamente ha creado su segunda oportunidad, sino que ha adquirido las habilidades de un oráculo más avanzando. Es como si el mundo y sus posibilidades se hubiesen extendido en tan solo segundo.
Marcus es el último. La certeza de saber que aún se encuentra a salvo da tranquilidad a Nahomi. Pero aún así se apresura para llegar lo más pronto posible junto a él. Anhela estar a su lado y asegurarse que nada malo le ocurra. No soporta siquiera recordar lo que el destino tenía previsto para Marcus Solluna.
—¡Marcus! —exclama al verlo. Él está sentado sobre el piso, recostado de espaldas en una pared blanca en una habitación sin ventanas y completamente vacía. Un espacio blanquecino y silencioso.
Está dormido. Y su semblante irradia tanta tranquilidad que Nahomi siente pena de tener que romper ese sueño. Sonríe y se pregunta si alguna vez se ha sentido tan feliz de ver a alguien. Quizás sí, quizás no. Aunque eso no tiene la menor importancia, lo único relevante es que él está vivo.
—Vamos, Marcus —dice Nahomi —, despierta. Aún tengo cosas que decirte, despierta.
Marcus abre los ojos y recupera la conciencia de manera abrupta, como quien despierta de una pesadilla. Y se encuentra perplejo no solo del sitio extraño donde se halla, sino de contemplar a Nahomi con los ojos llenos de lágrimas y un semblante que exterioriza una mezcla de alivio y felicidad que jamás ha contemplado en ella.
—Nahomi —murmura Marcus —, ¿por qué lloras? ¿Estás bien?
Ante dichas preguntas Nahomi rompe en llanto colocando su cabeza contra el pecho de Marcus. Aferra sus pequeñas manos sobre los brazos de este expresando con aflicción:
—¡Marcus, creí que morirías! Creí que no llegaría a tiempo.
—¿De qué estás hablando? —pregunta Marcus más preocupado por las lágrimas de Nahomi que por sus palabras —No entiendo qué está pasando.
—No importa —asegura ella —, ya no importa.
Marcus no lo entiende. Apenas comienza a recordar lo último que sucedió y tan solo anhela que Nahomi deje de llorar. Para nada le agrada verla afligida, y tan solo intenta contenerla al atraerla más hacia él al rodearla con ambos brazos. El calor y aroma de Nahomi es indescriptiblemente satisfactorio para él. Dicipa su curiosidad por averiguar qué sucede y tan solo guarda silencio por largos segundos.
Repentinamente Nahomi se separa de él. Se incorpora y procede a observar en todas direcciones como si escuchara algo. Comportamiento que extraña de sobremanera a Marcus, ya que él, a pesar de sus sentidos sobrenaturales, no logra oír absolutamente nada.
—No tan rápido —decretó poniendo mi dedo índice por debajo de la barbilla de Nahomi —. No será tan sencillo, pequeña y dulce Nahomi.
Marcus aparece junto a ella a una velocidad impresionante. La rodea con sus brazos en señal de protección y sus ojos rojos cual sangre me ven fijamente con recelo y evidente cautela.
Las paredes blancas caen y dan paso a unos iluminados y medianamente inundados pasillos. El agua cubre apenas por encima de los tobillos y con claridad se oye el andar de una tercera persona que deambula en estos sitios.
Nahomi y Marcus se giran para ver al nuevo individuo. Este hombre pálido vestido de negro carga una bebé dormida en sus brazos. Parece tan perplejo como ellos de encontrarse tan repentinamente.
—Harry —dice Nahomi al reconocerlo.
Marcus frunce el ceño y su atención se fija en la bebé.
—Rosa —dice al identificarla de inmediato —. ¿Por qué la tienes? ¿Qué haces con ella? —pregunta de manera amenazante.
—Tranquilo, Marcus —dice Nahomi —. Harry jamás le haría daño a su hija.
Marcus Solluna luce pasmado al dar con la verdad. Todo calza a la perfección ahora. Harry perdió a su hija para luego desaparecer. Él-o-ella lo reclutó con la promesa de regresarle a su adorada Rosa. Y así lo ha hecho. La diminuta bebé dormita pacíficamente en los brazos del hombre que ha sacrificado todo por recuperarla.
Harry no tiene el valor de mirarme directamente. Jamás lo ha tenido. Luce asustado de tener que pasar esta última prueba para conservar a su hija, especialmente porque no tiene la menor idea de que es lo siguiente que está a apunto de ocurrir.
—El juego debe terminar —decreto con firmeza observando a Nahomi —. Así que... pasemos a la fase final.
Harry abraza a su bebé y retrocede esperando cualquier cosa.
Marcus retrocede sin soltar a Nahomi ni quitar su vista de mí.
Sonrió contemplando la escena ideal. Y decreto:
—Intrat ad instinctus buried miles, Silenc. Fracies et effundatur sanguis quia oc est quod estis vos.
Ocurre lo que tiene que pasar. Marcus lleva sus manos a sus oídos luchando por no escuchar las palabras que lo llevaran a la perdición. Las mismas palabras que por décadas lo aprisionaron a su naturaleza asesina de Silenc. Donde Marcus Solluna deja de existir y el monstruo que asesinó a todo un pueblo resurge desde la profundidad de su alma.
—¡No! —grita Nahomi dirigiéndose a mí —¡Basta! ¡Ya basta! No le hagas esto, por favor, por favor. ¡Haré lo que quieras!
—¡Demasiado tarde, dulce y pequeña Nahomi! ¡Demasiado tarde!
Ahora el rostro de Marcus no es solamente inexpresivo, es la personificación de la nada misma. Sus ojos han perdido esa calidez que Nahomi tanto adora. Su voluntad ha desaparecido y su mente me pertenece.
—Silenc —ordenó con gran satisfacción y disfrute del momento —, asesina a la bebé.
—¡No! —grita con terror Harry y por primera vez se atreve mirarme —¡Cumplí todo lo que me pediste! ¡He pagado el precio con el rompimiento de mi alma! No puedes hacerme esto, no puedes dañar a mi hija después de todo lo que hice por ti.
—¡Pero Harry! No te lo tomes todo tan personal. ¡Esto es un juego! Y si bien hiciste todo lo que te pedí, también te dije que habría una prueba final y...
—¡Creí que esa prueba sería escapar de la realidad espejo! Eso fue lo que me dijeron.
—¡Y así es! Escapar de la realidad espejo es la prueba final. Así que, ¿qué estás esperando? Escapa ahora. A menos que quieras que Marcus despedace tu pequeña y adorada criatura.
Harry huye y Nahomi intenta interponerse en el camino de Marcus. Intenta que él regrese hablándole lo más claro posible. Pero no queda nada de Marcus Solluna en la superficie. Así que él la ignora por completo y va detrás de la bebé.
Harry posee la velocidad y fuerza de un frío clásico. Luchará a muerte por proteger a su pequeña Rosa. Pero Marcus posee el entrenamiento de un soldado entrenado exclusivamente para destruir seres sobrenaturales; su nivel de fuerza es hasta diez veces más alto que el de un frío ordinario.
Harry no tiene ninguna oportunidad de escapar. Y en tan solo un milisegundo se encuentra con Marcus parado firmemente frente a él.
Marcus propina el primer golpe. Su puño da directamente en el rostro de Harry produciendo que el semblante de este se parta cuál material de porcelana. El sonido es estremecedor y a pesar de que el daño se regenera de inmediato, el aturdimiento del golpe es tal que Harry cae de espaldas al suelo sin soltar a su bebé, la pequeña comienza a llorar desconsoladamente.
Nahomi corre sin temor hacía donde se encuentra Harry. Este le entrega a la bebé y le suplica a la joven:
—Por favor, no la dejes morir. ¡Corre! Yo intentaré detenerlo lo más que pueda.
Nahomi envuelve a Rosa entre sus brazos y, antes de siquiera poder pensar en que hacer, Marcus aparece frente a ella.
Harry se arroja sobre Marcus por la espalda provocando que este caiga al suelo. Procede a golpearlo lo más fuerte posible. Y a pesar de que la violencia de los impactos es devastadora como para dañar su rostro, Marcus no siente nada.
Reacciona incorporándose y tomando a Harry por su cuello para después impactarlo contra el suelo de manera abrupta.
—Deshazte de él —ordenó.
Marcus procede a golpear repetitivamente el pecho de Harry. Finalmente tanto piel como costillas ceden y su puño atraviesa su torso hasta tocar el suelo del otro lado. El grito de dolor emitido por el ser frío es desgarrador.
El corazón que no palpita de los seres es la fuente de su fuerza; ahí se almacena la energía vital que arrebatan de los seres vivos. Sí destrozas el corazón de un ser frío, este se paraliza y su regeneración se detiene por varias horas. El último paso para destruirlos es quemar sus cuerpos. Pero Marcus no tiene tiempo para eso ahora.
Nahomi busca desesperadamente una salida de la realidad espejo. Aunque no la encontrará ninguna puerta; todas se han desvanecido.
Así que de un momento a otro Nahomi se halla de frente al inconsciente Marcus Solluna. Abraza a la bebé y no está dispuesta en lo absoluto a dejarla a la intemperie de aquel que definitivamente no representa nada de su auténtico y amado Marcus.
Harry es un impedimento para Marcus nuevamente. Su corazón no ha sido destrozado completamente, así que, por más que no puede regenerar su dañado cuerpo, aún es capaz de moverse, más bien arrastrarse por el suelo. Y así lo hace al momento en que toma con sus manos los tobillos de Marcus provocando que este se desconcentre de su objetivo y vuelva su mirada hacía él.
—¡Deja a mí hija maldito monstruo! —escupe con bronca y exasperación.
Marcus procede a patear la cabeza de Harry sin misericordia alguna. Cada golpe destroza su piel y huesos a tal grado que es una escena insoportable de observar.
Nahomi recurre a su última y muy poco probable opción. Pero ella ya no puede manipular el tiempo; no conmigo aquí.
Ella ahora tiene muy en claro que la única forma de sobrevivir es traer a Marcus de vuelta. Y eso solo puede ser posible sí Nahomi logra acercarse lo suficiente como para colocar sus manos sobre la cabeza de Marcus y despertar su conciencia. Al menos eso decide creer.
Harry no es capaz de curar sus heridas en este instante. Aún así es capaz de oír claramente lo que Nahomi le dicta directamente en su mente.
Marcus abandona al ser frío para cumplir la orden que se le fue dada. Se gira en dirección a Nahomi y de inmediato aparece frente a ella. Él tiene en cuenta que las órdenes no dictan hacerle daño a la joven oráculo, pero sabe que nada ni nadie debe interponerse a cumplir su mandato.
La orden es asesinar a la bebé; la cual es un ser frío. Por lo tanto la opción más viable es atravesar su corazón para después quemar el cadáver. Y así lo hará.
Pero no es lo suficientemente precavido. En tan solo un milisegundo el destino cambia completamente: Nahomi suelta a la bebé y a su vez Harry corre para tomar a Rosa y alejarla del peligro.
En tan solo un parpadeo todo ha cambiado.
El silencio abunda y Harry ve con horror lo que ha sucedido.
El brazo de Marcus ha atravesado de lado a lado el torso de Nahomi justo por debajo de su pecho.
La joven no emite ningún sonido. El dolor es insoportable y su respiración se ve interrumpida. Sus ojos verdes lo contemplan detenidamente mientras eleva ambas manos hasta tocar con sus delgados dedos la cabeza de Marcus. Logra su objetivo, la conciencia de él comienza a despertar.
La sangre se derrama con lentitud y el silencio se vuelve fúnebre.
Marcus percibe la realidad como si acabara de despertar. Ve a Nahomi con claridad, y su ser se niega a comprender lo que sus ojos observan con una creciente desesperanza y horror.
Recuerda las palabras dichas por mí. Recuerda haber perdido la pelea por recuperar la conciencia y el control sobre sí mismo. Y por lo tanto comprende de manera casi inmediata lo que ha hecho.
Horrorizado quita su brazo de la cavidad abdominal de Nahomi. Y la sangre espesa no tarda en derramarse en cantidades alarmantes.
Ella ha dejado de respirar.
Marcus suelta un grito desgarrador cargado de ira y angustia proveniente de lo más profundo de su alma rota. Su razonamiento se ha cegado ante la desolación y el dolor indescriptible que doblega su espíritu.
No puede pensar, no puede hablar, no puede reaccionar. Y lo único que hace es abrazar a Nahomi mientras sus lágrimas caen y su desespero aumenta a tal grado que se niega a creer en lo que con claridad contempla.
El corazón de Nahomi ha dejado de latir.
—Esto no es real, ¿no es así, Nahomi? Tú no estás muerta, ¡no puedes estar muerta! Esto no es real, no es real, no es real. ¡Yo sé que no es así!
Marcus se niega a aceptarlo. Por más que el dolor que se desata dentro suyo es más fuerte que cualquier otra cosa que haya sentido antes, por más que su pecho se perciba empapado por la sangre espesa y por más que ya no escuche los latidos de Nahomi.
—No es verdad, no es verdad —susurra mientras se recuesta en la pared y acurruca a Nahomi entre sus brazos —. Se que no es real. Es una pesadilla. Pronto despertaremos y estaremos juntos, ¿de acuerdo mi amor? Estarás bien, estarás bien.
Nahomi Omet ha muerto.
Tal como ella deseaba, el juego ha acabado. Y todos sus seres amados han sobrevivido.
El corazón de Harry se ha regenerado al igual que cada herida de su cuerpo. Él sostiene a su pequeña Rosa entre sus brazos mientras contempla la desgarradora escena.
Lo comprende. En verdad entiende perfectamente el sentimiento por el cual está pasando Marcus. Y por eso mismo piensa que todo ha valido la pena.
Harry da media vuelta y logra salir de la realidad espejo junto a su hija.
Susurro las palabras correctas en el momento exacto dentro de la mente de Marcus.
Él se pone de pie cargando el cuerpo sin vida de Nahomi. Su rostro exterioriza a la perfección la pena que invade su ser. Todo rastro de vida en él ha desaparecido con la existencia de ella.
—Sabes lo que tienes que hacer —decreto —. Hazlo.
—Dime dónde encontrar el lugar. ¡Dímelo!
—Te lo diré en tu mente —aseguró completamente complacido con su actitud y decisión inamovible.
Él me escucha. Me obedecerá.
Todo lo planeado y con anterioridad manifestado se cumplirá. Después de tantos siglos y acontecimientos volvemos a la misma situación trágica.
Marcus comienza a caminar conociendo ya la salida de este lugar. Y aparece en un sombrío y silencioso bosque en una noche iluminada por la luz tenue de la luna menguante.
—No te preocupes, mi amor —dice dirigiéndose a quien carga sin vida en sus brazos —, volverás conmigo.
¡Perdón por haber tardado tanto en actualizar! Sufrí un bloqueo con este capítulo y lo escribí y borré alrededor de tres veces. ¡Pero aquí lo dejo! Espero que los/as haya emocionado tanto como a mí.
Solo falta el último capítulo para terminar esta historia y estoy emocionada por compartirlo con ustedes. Y, si así lo quieren, también subiré un epílogo. ¡Así que no olviden comentar sus opiniones y tambien si quieren un epílogo!
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