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Al día siguiente
Había despertado sintiendo un vacío en sus brazos, las sábanas estaban frías. No le sorprendió, tal vez Jimin había salido de la habitación como de costumbre.
Pasó una mano por su rostro y se sentó. Pensando en lo mucho que tenían que hablar para que puedan avanzar... Juntos.
Bajó los pies al suelo y caminó por la estancia, percatándose que todo estaba en silencio. No había música ni ruidos procedentes de la cocina. Echó un vistazo a la habitación de Jimin, todo estaba ordenado. Parecía una habitación vacía.
Cuando bajó las escaleras, no había nadie. Se quedó allí parado, Abrumado por el pánico.
Tal vez había ido al supermercado. Había muchos motivos que lo justificaban para que no estuviera en la casa.
Sacudió la cabeza, ignorando los pensamientos que venían a su cabeza. Caminó a la cocina y se acercó a la cafetera que Jimin le había enseñado a usarla. Sin embargo, se percató que su celular estaba sobre la encimera, a su lado estaban las llaves de su hogar.
Le tembló la mano al tomar aquellos objetos. Miró de nuevo la encimera. Todo estaba allí. Las tarjetas de crédito, los cheques, la copia del acuerdo. Pero había algo más importante, algo reluciente: los anillos.
Quería decirle tantas cosas a Jimin... Pero no podía, él se había ido.
Había ido a todos los lugares posibles en lo que Jimin estaría: En el aeropuerto, a la estación de trenes, a la estación de autobuses. Incluso le mostró su fotografía a personas que pasaban por ahí, estaba tan desesperado por saber algo de él.
Detuvo el auto frente a su casa, apoyó su cabeza en el asiento y pasó sus manos en su rostro con frustración.
Ya había anochecido, sin ánimos entró a su hogar y se tiró en el sofá. No siquiera se había detenido a prender las luces. Tenía sus sentimientos hechos un revoltijo, la rabia se apoderó de él y y cogió lo primero que vio para estamparlo contra la pared.
¿Jimin quería irse? Perfecto que se vaya y se quede dónde sea que esté.
¿Jungkook realmente quería eso? No, no podía engañarse más. No quería que se fuera. Lo quería con él.
Quería que le hiciera preguntas con su dulce voz. Quería escuchar su risa. Quería escuchar sus elogios cuando lograba hacer algo bien. Quería despertarse con él a su lado y sentir su calidez.
Quería sentir sus labios, quería sentir todo de él. Quería abrazarlo y decirle cuánto lo amaba.
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