🫦05: Sweet Illusions🫦

Yoongi ingresó al lujoso salón donde su amigo le estaba esperando.

Siwon era el amigo fiel que conocía desde la universidad. Ellos vivieron juntos gran parte de su juventud, soportando los desprecios de una sociedad cruel con jóvenes abiertos de mentes como lo eran, así como también incursionaron en diferentes mundos para poder ganar dinero y salir adelante.

Lo consideraba su hermano, siempre trataba de verlo cuando era oportuno y en esos momentos de su vida agradecía infinitamente que su mejor amigo estuviera en la ciudad.

—Min Yoongi —pronunció Siwon poniéndose de pie para recibirlo con un abrazo.

—Choi Siwon —dijo el peligris con una sonrisa feliz.

—Ven, siéntate —invitó—. Tenemos mucho para hablar, ponernos al día.

—Tienes razón —concedió el peligris, sentándose frente a su amigo en los grandes sillones del salón—. ¿Cómo van tus negocios?

—Bien, de hecho acabo de firmar un contrato que me tendrá en Seúl por cinco años —informó para alegría de su amigo—. Me tendrás merodeando por aquí un largo rato, desde ya te aviso.

—Me parece excelente —asintió el menor de ambos—. Así me pagas tantos años de ausencia.

Siwon soltó una carcajada. —No te recordaba tan rencoroso, hombre. Además, te dejé bien acompañado con tu precioso chico de mirada coqueta, ¿aún están juntos?

—Lo estamos —suspiró—. De hecho, quería hablarte de él.

—¿Qué ocurre con Jimin? —inquirió el pelinegro.

—Sabes que al principio de nuestra relación todo era más pasional, pero a medida que el tiempo pasó nuestros sentimientos crecieron a niveles inimaginables —hizo una pausa porque quería sonreír y es lo que sucedió—. Lo amo con toda mi alma, y él me ama con la misma fuerza que lo hago yo.

—Lo sé. Ustedes habían decidido iniciar algo sin tener grandes expectativas porque sus trabajos eran un poco complicados —dijo Siwon con seriedad—; sin embargo, todo funcionó de maravilla y nunca tuvieron problemas.

—Jimin es extraordinario —afirmó Yoongi—. Siempre creí que no podría tener una pareja seria por mi trabajo, pero con él descubrí fácilmente que estaba equivocado —mordió sus labios para evitar otra sonrisa—. Me hizo sentir seguro con lo que teníamos, me demostró siempre sus sentimientos, ha sido sincero y sobretodo, hemos tenido una gran comunicación.

—En pocas palabras, te ha dado lo que siempre soñaste en una relación —confirmó Siwon, sintiéndose feliz por la pareja.

Los ojos de Yoongi brillaron. —Estoy completamente seguro de que es él con quien quiero pasar el resto de mi vida. Es por ello que anoche le hice una pregunta que llevaba atorada en la garganta por más de un año.

—¿Matrimonio? —inquirió el mayor, inclinándose para ganar cercanía.

—No, algo que va más allá de eso —aseguró, y tras la mirada insistente del contrario simplemente lo dijo—: quiero formar una familia con Jimin.

Siwon se sorprendió en demasía al escuchar aquellas palabras. Yoongi lo dijo con tanta seguridad e ilusión que no le fue difícil saber que su amigo realmente lo quería.

—Hijos —confirmó—. Quieres ser padre.

El peligris asintió. —Con Jimin cumpliremos seis años de relación en menos de dos semanas. Años atrás habíamos tocado el tema, pero ambos coincidimos en que aún no era el momento —contó con tranquilidad—; pero ahora siento que es tiempo para intentarlo, y es esa la razón que me animó a decírselo.

—¡Wow! —exclamó Siwon—. Me alegra mucho escucharte hablar de esta manera, pero es importante que tengas presente que esta decisión cambiaría la vida de ambos. Un hijo no es un juego.

—Es una responsabilidad que se debe tomar con seriedad —respondió Yoongi—. Lo he pensado por mucho tiempo, y por mi parte estoy dispuesto a dar todo de mí para que funcione —dijo con toda la seguridad que tenía—. Ya viví muchas cosas locas en mi vida, quiero sentar cabeza y formar una verdadera familia con el hombre que amo.

—¿Y Jimin? —preguntó el pelinegro—. ¿Él quiere lo mismo que tú?

La sonrisa en Yoongi le tranquilizó. —Lo hace. Cuando se lo dije se volvió un nene llorón y su voz se escuchó ilusionada cuando me dijo que su sueño era formar una familia a mi lado.

—Son grandes noticias, Yoongi —afirmó Siwon con una enorme sonrisa.

—Lo son —asintió—. Aún no tomamos una decisión final, pero me alegra mucho que Jimin tenga los mismos deseos que yo, porque de lo contrario no funcionaría —confesó—. Si seremos padres es porque ambos lo deseamos con la misma fuerza, sólo así seríamos del todo felices.

—Mi consejo es que no tardes mucho en tener esa conversación con Jimin —mencionó—. Ya tocaron el tema, ahora continúenlo hasta que ambos tomen la decisión que deseen.

—Quedamos de hablar esta misma tarde —le dijo—. Me siento tan nervioso como cuando le pedí que fuera mi novio, joder.

Siwon rió, alargó una mano para dar ligeros golpes en una de las rodillas de su amigo, dando un apoyo silencioso para que Yoongi se tranquilizara un poco.

—Todo saldrá bien, Yoongi.

El mencionado asintió, pues estaba completamente seguro de ello.

Jimin ingresó al penthouse con una ligera sonrisa.

Durante toda la mañana la pasó de tienda en tienda al lado de Taehyung y Hoseok. Como había prometido acompañó a la pareja para que compraran algunas cosas que el bebé necesitaría al momento de nacer, ya que Nayeon no pudo hacerlo por un compromiso de trabajo.

Para el pelirrojo fue un completo remolino de emociones que nunca pensó sentir con tanta facilidad y fuerza. Ver la ropita hermosa que sus amigos compraban con tanta ilusión, la pancita de Hoseok, como lucían tan sonrientes mientras compartían ese momento tan especial con él, sin duda fue una mezcla completa que le atrapó desprevenido.

Recordó lo sucedido un par de años atrás, cuando había tenido la ligera sospecha de estar embarazado. En esa ocasión estuvieron asustados, pero con Yoongi habían decidido tenerlo aunque no estuvieran listos. Sin embargo, afortunadamente había sido una falsa alarma, y desde entonces decidieron que tomarían un mejor método para cuidarse, y esperarían a que el momento indicado llegara.

Ahora Jimin tenía veintiséis años, estaba más que bien económicamente y su salud mental y física en excelentes condiciones. Deseaba poder formar su propia familia, y el hecho que Yoongi se lo haya mencionado luego de hacerle el amor fue tan especial para él que todos esos deseos dormidos despertaron de una vez para recordarle lo que tanto quería.

Creyó que simplemente quedarían como anhelos del pasado, ahora era más feliz porque el hombre que tanto amaba deseaba lo mismo una vez más.

Lo primero que miró al entrar en la sala de estar fue a Yoongi sentado en un sillón, con la laptop en la mesita frente a él, y un adorable ceño fruncido.

—Estoy en casa —anunció para obtener la atención de su pareja.

El mayor le sonrió, y luego abrió ambos brazos. —Ven aquí, cariño.

Jimin caminó los metros que lo separaban de Yoongi, se sentó en el regazo del peligris quedando a horcajadas, sonriendo gustoso cuando los brazos contrarios le rodearon la cintura en un agarre firme y cálido.

—Hola, Gigi —susurró, para luego dejar un corto beso en los labios finos.

—Hola, Minnie —respondió Yoongi, mirándole a los ojos—. ¿Cómo estuvo la salida?

—Bastante entretenida —contó, abrazando con fuerza al hombre que lo sostenía—. Tae y Hobi están muy felices con la llegada de su bebé, tanto que casi compran la tienda completa.

—Admiro la paciencia que tienen al decidir mantener el sexo del bebé como una sorpresa —murmuró Yoongi—. Yo no podría.

—Lo sé —confirmó el menor entre risas bajas—. ¿Estabas trabajando?, ¿te he interrumpido?

—No interrumpes —aclaró—. Estaba revisando una propuesta, pero ya envié un correo de negación.

Aquello despertó la curiosidad en Jimin. —¿Por qué rechazaste la oferta?

—Debía viajar hasta Londres por tres meses, fingir ser el esposo de un doncel que tiene severos problemas para controlar su adicción al sexo —hizo una mueca—. El pago que me ofreció era excesivo, realmente no quería hacerlo.

—Está bien, Yoongi —susurró Jimin, mientras sus manos acariciaban la cabellera gris.

—Además que no quiero separarme de ti por tanto tiempo —confesó con un leve tono de fragilidad—. He descubierto que te amo más que antes porque ya no me veo lejos de ti, aún cuando es parte de mi trabajo.

—Yo te amo como nunca creí que podría amar a alguien —habló Jimin, los ojos brillándole con anhelo—. Por eso mismo quiero decirte la decisión que he tomado.

Yoongi lo miró a los ojos, y lo que el menor pudo ver en aquella mirada le causó infinita ternura y amor. El peligris lo veía en una mezcla de miedo e ilusión conjunta, que lograban mezclarse tan bien hasta darle un brillo hermoso a esos ojos gatunos.

—Eso quiere decir que...

—Sí, Yoongi —habló Jimin, creando una sonrisa deslumbrante en su pareja—. Tengamos un bebé.

El pelirrojo dejó escapar un sonido de sorpresa cuando sintió múltiples besos en su rostro. Su pareja se encargó de estrecharlo fuerte entre sus brazos, mientras esos labios finos continuaban con su labor de besarle las mejillas, nariz, frente, labios y toda la extensión de la mandíbula.

—Me haces completamente feliz, amor —confesó Yoongi con toda la emoción que tenía.

—Tú me haces feliz a mí —confirmó Jimin, acunando entre sus manos el rostro del peligris.

—¿Estás seguro de esto, amor? —preguntó, tratando de encontrar alguna señal en el rostro contrario—. Si decidimos tener un bebé no trabajaríamos por un tiempo.

—¿Tú también lo harías? —indagó con curiosidad.

—Por supuesto, permaneceré a tu lado —besó su mejilla—. Siempre a tu lado.

—Estoy seguro de quererlo, Yoongi. Siempre lo estuve, aún en esa ocasión que sentí miedo —confesó en voz baja—. Creo que mi vida ya ha tenido suficientes aventuras, quiero establecerme por completo y tomar decisiones buenas que me ayuden a crecer como persona.

—Estoy orgulloso de ti, Minnie —le dijo, sonriendo porque ahora sí estaba seguro de lo que ambos deseaban.

Los dos se mantuvieron en un silencio que les resultó reconfortante. Durante todo ese momento permanecieron juntos, abrazados y dándose castos besos que alimentaban esos sentimientos fuertes que sentían por el otro, sintiéndose felices ante la nueva posibilidad que se presentaba a sus vidas.

—Gigi... hay algo que también quiero decirte —informó Jimin tras largos minutos que pasaron en silencio.

Yoongi nuevamente encontró la mirada de su pareja, asintió lentamente y afianzó el agarre en la cintura pequeña.

—Te escucho, bebé.

No estaba listo para lo que escuchó a continuación.

—Renunciaré a mi trabajo de forma definitiva.

Parpadeó patidifuso, abrió y cerró la boca sin soltar las preguntas que quería, sólo viéndolo con extrema sorpresa y un toque de confusión.

—¿Renunciar? —inquirió a duras penas.

Jimin sonrió tímido. —Como dije, ya he tenido suficientes aventuras locas en mi vida, me divertí durante duró, pero si quiero un cambio de verdad, lo haré bien y desde la raíz —le picó la nariz en gesto juguetón—. Por supuesto que tú no entras en esos cambios, te amo demasiado para dejarte ir.

—Me sorprendió tu decisión, pero sabes que siempre te apoyaré en lo que quieras —Yoongi logró decir, y luego se decidió—. Sin embargo, los dos estamos juntos en esto, así que yo también haré un cambio en esa parte de mi vida.

El corazón de Jimin palpitó con fuerza cuando pudo escuchar aquellas palabras llenas de seguridad. Miró a su pareja detenidamente, esperando encontrar la mínima señal de broma, pero no pudo encontrarla. Yoongi, al igual que él, estaba decidido con lo que había dicho.

—¿A qué te refieres, Gigi? —preguntó con el corazón golpeando con fuerza dentro de su pecho.

El mayor besó sus labios antes de responder, y Jimin sintió ese beso como una promesa que caló directamente en sus sentimientos.

—Yo también renunciaré a mi trabajo, llegó el momento que mi cuerpo te pertenezca únicamente a ti, así como lo hacen mis sentimientos.

—Oh, Dios —Jimin suspiró con el llanto en sus ojos—. ¿Lo dices en serio?

—Totalmente —aseguró para felicidad del menor—. Tendremos una familia, cambiaremos nuestro estilo de vida, pero siempre estaremos juntos, porque así lo hemos querido y así seguirá.

—Pero, ha sido tu trabajo por años —recordó el menor, no quería que su pareja hiciera ese cambio influenciado por su propia decisión.

—Y la única razón por la que lo tuve fue para garantizar un futuro, no porque realmente disfrutara hacerlo —dijo Yoongi—. Ahora tengo la fortuna suficiente para darte la vida que siempre has merecido, para que nuestros hijos tengan un futuro asegurado —mencionó—. Ya no necesito ese trabajo, puedo hacer algo más y sé que me irá bien.

—Yo también puedo hacer algo más —asintió el pelirrojo—. Tengo dinero de sobra, un hombre que me ama y planes que definitivamente no incluyen más cámaras.

Yoongi sonrió con encías incluidas. —Entonces, está decidido.

El menor empezó a reír lleno de alegría, abrazó más fuerte a su pareja y juntos compartieron ese momento especial que había marcado el futuro que soñaban.

Se besaron nuevamente, esta vez con el amor más presente que antes, al saber que estuvieron juntos en todo momento, que confiaron en el otro y, como recompensa se tendrían por completo, al cambiar por voluntad propia aquel aspecto de sus vidas por el deseo de algo que para ellos era más importante.

Una familia.



















Les traigo otro capítulo porque la inspiración estaba muy buena. 😼🫶🏻

¿Qué les parece la historia hasta ahora? 🥺

Muchísimas gracias por todo.





Tita.

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