Cueva sin desacato
Ryunosuke se sentía mal al ver al albino temblando de miedo y llorando. Akutagawa suspiro, quizás lo que quería hacer sería mala idea... Pero tenía una idea.
Akutagawa se acercó lentamente al menor, se sentó en el suelo frente donde Atsushi estaba, acerco su mano a la nariz de Atsushi quien lo olio de inmediato
- A-Akutagawa di-diles que no quiero ir... por favor... - decía Atsushi
- Lo siento Atsushi – dijo Akutagawa
Akutagawa acariciaba las mejillas del albino, esto hacia al albino relajarse, Atsushi había dejado de llorar mientras que Akutagawa acariciaba sus mejillas, Atsushi trago saliva, se sentía nervioso, Ryunosuke no lo soportó más, el mafioso estaba igual de nervioso, trago saliva, había acariciado los labios del albino con sus dedos, esto hizo a Atsushi sonrojar y solo Ryunosuke podía verlo... Se detuvo, tomo la mano del albino y lo ayudo a levantarse, Atsushi rápidamente volvió a aferrarse al pecho del mafioso los mayores que veían aquello solo suspiraron, Dazai agradeció que su ex subordinado le gustarán los gatos
- Vayamos, yo llevaré a Jinko – dijo Akutagawa mirando a los mayores
- Está bien – respondió Dazai – continuemos
Aquel grupo de mafiosos y Agentes caminaban por un pasadizo, aquello estaba lleno de telarañas, el olor era horrible y el primero en taparse fue Atsushi quien solo se aferraba más al cuerpo del pelinegro, Akutagawa comenzaba a sentir los estragos de la estrangulación que estaba proporcionándole el albino. Dazai quien iba tapando su nariz y boca un pedazo de sus vendas fue el primero en llegar a las jaulas, seguido de Kunikida, Chuuya y al final Akutagawa con Atsushi. El lugar seguía igual, como si Atsushi jamás se hubiera ido, la jaula estaba abierta, había agua a un lado para que alguien se diera una ducha, las ratas comían comida dejada
- Alguien estuvo aquí – dijo Chuuya
- Si, Atsushi-kun – dijo Dazai mientras tallaba una de las paredes – hay pelaje suyo aquí
- Atsushi paso aquí 7 años ¿no es pelaje viejo? – pregunto Kunikida
- No, el director le oculto a Atsushi-kun su identidad de tigre ¿lo olvidas? – miro alrededor – si lo ocultaba de el mismo Atsushi-kun todo debía estar sin rastros de su pelaje
- Ya no aguanto – se quejo Akutagawa quien era apretado por Atsushi. Dazai suspiro, miro que el albino realmente estaba mal, se acercó al albino y destapo sus oídos
- Atsushi-kun ¿me escuchas? – pregunto Dazai
- Da-Dazai-san es-estamos
- Si, lo sabemos, pero nadie te ha dejado, al contrario, estas a punto de partir en dos a Akutagawa
- Lo la-lamento – dijo el albino soltando un poco a Akutagawa – Es solo que... este lugar es horrible...
- Estas bien Atsushi, yo te protejo – dijo Chuuya
- Gracias Chuuya, es bueno volver a escuchar aunque sea aquí, es horrible
- Bueno casi matabas a Akutagawa - respondió Chuuya
- Mocoso, solo relájate – dijo Kunikida
Volvieron a tapar los oídos de Atsushi, el albino ya estaba más relajado, buscaron un poco más de tiempo, Dazai guardo un par de cosas y con caminar un poco más habían salido por una cueva cerca del bosque, ahora sabían cómo volver a entrar, era plena mañana del día 10 de Octubre cuando los chicos regresaron sus pasos a la casa de agencia
- Sé que puedo confiar en ustedes ahora – decía Kunikida para los mafiosos – bueno, se que cuidaran del mocoso – acomodo sus lentes – Dazai y yo informaremos a la Agencia lo sucedido, por favor cuiden de Atsushi
- No se preocupen, Atsushi estará bien con nosotros – dijo Chuuya
- Kunikida-san – sonrió el albino – gracias por su duro trabajo
- Atsushi-kun, recuerda usar tus sentidos e intenta ver algo, lo que sea sería bueno – decía Dazai – y por supuesto, no olvides que cualquier cosa del orfanato es una ilusión
- Si, estaremos bien Dazai-san – volvió a decir el albino
- Nos vemos – dijo Kunikida saliendo con Dazai
- Oye ¿no te pone celoso eso? – pregunto Akutagawa
- ¿celoso? ¿yo? ¿Por qué debería? – dijo Chuuya
- Si ¿Por qué? Dazai-san coquetea con mujeres no con Kunikida-san – dijo inocente el albino
- Dazai siempre coquetea con mujeres – se quejó el pelinaranja – vayamos a dormir un rato
- Pido en medio – dijo el albino
- No tienes de otra – dijo serio el pelinegro pero Chuuya sonrió al ver las mejillas ruborizadas de su compañero mafioso
Chuuya y Akutagawa se hacían señas mientras Atsushi los esperaba sentado en la cama, al parecer el pelinegro se sentía avergonzado por dormir en la misma cama del albino después de lo que había pasado y ¿Cómo no? Atsushi seguía siendo un misterio pero al final Chuuya y Atsushi pudieron más y Akutagawa termino durmiendo junto con ellos, más Atsushi lo abrazo entre sueños.
Por su lado, la Agencia estaba enterada ahora de todo, Ranpo había comenzado con sus investigaciones junto con su amigo Poe, Kunikida y Dazai descansaban, el presidente tenía un mal presentimiento y decidió hacer una llamada. Después ordeno a todos mantener la calma y que en el caso solo seguiría Dazai y Ranpo. Para cuando Dazai despertó, el presidente y Ranpo se habían ido y nadie sabía a donde, Dazai solo tenía órdenes de ordenar los papeles y volver a la casa el día 15, 5 días sin ver al albino, 5 días sin ver a Chuuya y lo peor de todo 5 días completos trabajando en la oficina.
- ¿Dazai-san siempre desafío a todos pero se le ordena dejarnos 5 días y obedece? – cuestionaba enojado Akutagawa
- Akutagawa, ordenes son ordenes – dijo Chuuya
- Él ha estado así estos días – dijo Akutagawa mirando a Atsushi quien miraba por la ventana con melancolía
- No hay mucho que podamos hacer – dijo Chuuya
- Bueno, podríamos arreglarlo – dijo Ozaki entrando a la casa de la agencia
- Onee-san ¿Qué haces aquí? – pregunto Chuuya. Atsushi al escuchar voces y un olor desconocido se escondió
- Atsushi, es onee-san, Ozaki-san – dijo Chuuya
- Vaya, realmente no ve nada ¿no? – dijo Ozaki
- No, nada - respondió el pelinaranja
- Atsushi-san, te he traído un amigo – dijo Ozaki
- ¿Un amigo? – pregunto el albino
- Si, solo que esta afuera – miro a Chuuya - ¿podemos salir?
- Claro, vamos – Respondió Chuuya tomando la mano de Atsushi.
Los mafiosos salieron con el albino, Atsushi inmediatamente sintió muchos olores y muchas voces, Chuuya y Akutagawa miraron sorprendidos, la Port Mafia estaba reunida y había preparado una fiesta, nada ostentoso pero si, una fiesta
- Ha-hay muchos olores – dijo nervioso el albino
- Si, toda la Port Mafia decidió celebrar el haberte hallado – dijo Ozaki
- Gra-Gracias – sonrió el albino
- Atsushi-san – llego Michizo sonriendo. Esto de inmediato puso en alerta a Akutagawa
Era cierto que Akutagawa planeaba confesar su amor de manera correcta, pero no quería aprovecharse de la ahora cercanía que tenía con el albino, además si nada resultaba no quería que se viera incomodo, más los últimos días habían tenido encuentros donde Chuuya incluso volteaba la cara, situaciones donde Atsushi se tropezaba encima del pelinegro o donde Atsushi pasaba tan cerca que casi tocaban sus labios. El mafioso portador de Rashoumon realmente merecía un premio a la paciencia y al amor
- ¡Michizo-san! – Atsushi tapo su nariz – hueles mucho a metal
- Ah, lo siento, traigo mis armas conmigo – decía Michizo apenado
- Está bien, Chuuya siempre huele a vino – sonrió el albino
- Atsushi deja de decir a que huele las personas – se quejó el pelinaranja
- Si no lo hago luego se me olvida – se quejó el albino
- Vaya, la reliquia de la Agencia Armada de Detectives realmente sigue mal – menciono Mori
- Tigre ¿no podemos jugar ahora? – decía Elise tomando las manos de Atsushi. Atsushi de inmediato se puso nervioso y se soltó de un jalón
- Elise-san, por favor tenga más cuidado, Atsushi sigue inestable y si lo tocas de la nada reacciona mal – dijo Chuuya
- Lo si-siento – dijo nervioso el albino
- Vale – la rubia se acercó y abrazo al albino - ¿a qué huelo? – pregunto sonriente
- Shamppo de fresas y melocotón – respondió el albino
- ¡Vaya! Eres como un mago – dijo la rubia
- Atsushi si puede acercarse a Elise-chan – se quejaba Mori
- Usted huele a sangre... pero, es la sangre de otra persona, una persona quizá mayor de edad – dijo el albino
- Vaya, incluso puedes oler algo así – dijo Mori intrigado y se acercó al albino – Por favor no digas a nadie más a que huelo, no creo que quieras saber de quién era la sangre – dijo Mori amenazando a lo que Akutagawa no le gusto. Ryunosuke tomo la muñeca de Atsushi
- Lo llevaré con los demás – se excusó para llevarse al albino
- Jefe ¿Por qué hace esto? – pregunto Chuuya
- Bueno, quizá solo molestar a cierto fanático de los gatos – se cruzó de brazos – la agencia ha estado helada estos últimos días, no se sabe nada de ellos ni que están haciendo
- Dazai no ha venido tampoco – dijo triste Chuuya – es como si hubieran abandonado al chico
- Ese chico es increíble, si la Agencia se descuida, lo llevaremos con nosotros – dijo Mori – Elise-chan y yo nos retiraremos, por favor diviértanse un rato – dijo el jefe de los mafiosos mientras se retiraba con la rubia
Atsushi disfruto de algunos chistes de los mafiosos, sobre todo de la compañía de Gin y Michizo, eso tenia a Akutagawa molesto, Michizo aprovechaba cada que podía para hacer reír al albino, Chuuya aprovecho para descansar y beber de más como lo extrañaba. El atardecer llego, los mafiosos limpiaron todo, Akutagawa iba a meter a la casa a Atsushi cuando Michizo lo retuvo
- Akutagawa, puedes dejarme solo con Atsushi-san – pidió Michizo
- No, soy el encargado de Jinko
- Que coincidencia – decía Michizo
- No es conciencia, Jinko y yo lo decidimos – dijo el pelinegro
- Está bien Michizo-san puedes decirme – decía Atsushi aun en los brazos de Akutagawa
- Atsushi-san ¿te gustaría ir a una cita? – pregunto Michizo, Atsushi se sonrojo
- Yo... -trago saliva – n-no puedo salir Michizo-san
- Solo debemos pedir permiso, yo te cuidaría bien, estar siempre aquí debe ser duro
- Buen-bueno si, pero dudo que me dejen salir después de lo que paso hace 10 días – se quejó el albino
- Entonces que venga tu cuidador con nosotros – sonrió para Akutagawa quien ya de por si estaba más que molesto
- Eso sería genial – grito el albino feliz - ¿Akutagawa podemos? – pregunto el albino como si fueran una pareja que vivían juntos, aquello sonrojo a Akutagawa
- Habrá que preguntar a Chuuya y Dazai-san – dijo Akutagawa
- ¡Vale! – sonrió el albino – entonces te avisare Michizo-san
- Estaré esperando – sonrió – por cierto, conseguí algo para ti – dijo y tomo la mano de Atsushi para entregarle un libro
- ¿Un libro? – pregunto el albino
- Es un libro de varias historias, está en Braille, pensé que extrañarías leer – dijo Michizo sonrojado
- Gra-gracias... - Atsushi abrazo el libro. Esta acción hizo a Michizo sonrojarse más y a Akutagawa enfurecer
- Ya es hora de entrar Jinko – dijo molesto Akutagawa
- Si – sonrió – nos vemos Michizo-san
Hola a todos! Casi olvidaba decirlo, los títulos también dan pistas sobre el final y el villano, no se pierdan tanto de la historia
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