En el capítulo anterior :

Luna se enteró del plan de sus amigos para que diga que siente por Matteo.

Simón contó a sus amigos como supo que Luna era huérfana.

Luna y Matteo hablaron. Matteo logró consolar a Luna y se besaron.

Y ahora :

Con Nina y Gastón.

Nina : Gastón, ¿crees que Luna esté bien?

Gastón : No lo sé. ¿Por qué lo preguntas?

Nina : Ponte en el lugar de una huérfana que ni siquiera sabe lo que le ha pasado. Poco a poco ella sueña con su pasado pero sus padres adoptivos no pueden ayudarla mucho a elucidar el misterio. Hace sueños bastante reales y su medallita de luna es la única cosa que le queda de su pasado. De repente, encuentra un pendiente de sol que encaja perfectamente con su medallita. Teme descubrir a su padado y es comprensivo con lo que me contó. Me pregunto si pensará en conocer su pasado de verdad. Simón y yo sabemos que no podemos convercerla pero estamos seguros de que Matteo podrá hacerlo.

Gastón : Me pongo en su lugar desde que contó su historia y lo que Simón nos dijo es horrible. No puedo imaginar todo lo que ha aguantado siendo sólo una niña. No estoy seguro entender los sentimientos de Luna pero soy el mejor amigo de Matteo, lo conozco y te prometo que nunca dejará a Luna sola. La ama tanto y nunca dejará de hacerlo.

Nina : Luna tampoco dejará de amarlo. Se necesitan tanto. Como yo te necesito Gastón. Esta historia me recuerde cuanto te amo porque eres la persona que me ayuda a vencer mis miedos. Si no estuvieras aquí, probablemente aún estaría sola en mis libros y nunca pensaría a patinar, a bailar o cantar delante de los demás. Te amo Gastón.

Matteo y Luna llegan a lo lejos.

Gastón : Me gusta verte feliz. Y me alegra saber que yo soy el que te hace feliz. Yo también te amo Nina. Me encanta verte patinar y cantar porque sé que te gusta hacer eso y que te hace feliz.

Lutteo : ¡Bueno bueno tortolitos!

Nina se sonroja.

Matteo : No escuchamos lo que dijo Nina pero lo que dijo Gastón nos bastó y es muy lindo.

Luna : Si, ¡eso es pura Gastina!

Gastina se sonrojan.

Gastón : Bueno basta. Nos pusieron incómodos ahora.

Luna : Bueno, Matteo estaba acompañándome a casa pero quería verlos para agradecerlos de todo corazón.

Nina : No tienes que agradecer nada.

Gastón : Eres nuestra amiga y queremos que te sientes bien. Lo hubiéramos hecho de tal manera.

Luna : Si tengo que agradecerle porque sin ustedes, nunca hubiera podido contarle a Matteo lo que me pasa y gracias a ustedes, me siento mucho mejor.

Matteo : Gracias por hacer que Luna me diga lo que le pasa.

Gastón : Saben que pueden contar con nosotros para lo que necesiten.

Luna : Lo sabemos y también pueden contar con nosotros.

Matteo : Y Simón también, nos ayudó muchísimo, hay que agradecerle mañana.

Luna : ¡Son los mejores amigos del mundo! ¡Los quiero un montón, sobre todo Nina!

Matteo : ¡Yo también los quiero igual pero sobre todo Gastón!

Luna y Nina se abrazan y Matteo y Gastón hacen lo mismo.

Nina : Tengo que volver a casa ahora.

Gastón : ¿Me dejas acompañarte amor?

Nina : Con mucho gusto. Hasta mañana.

Gastón : Hasta mañana Lutteo.

Lutteo : Nos vemos mañana Gastina.

Gastina se van.

Matteo : Bueno, ¿seguimos nuestro camino?

Luna : Claro mi amor, vamos.

En la mansión

Lutteo llegan en la mansión.

Miguel y Mónica : ¡Buenos días Luna!

Luna : ¡Hola mamá! ¡Hola papá!

Miguel : Oh, buenos días. Eres Matteo, ¿verdad?

Matteo : Así es mi nombre. Buenos días señor y señora Valente.

Mónica : Por favor, llámanos Mónica y Miguel.

Miguel : Nos da mucho gusto conocerte. ¿Quieres cenar con nosotros?

Luna : ¿Neta papá?

Mónica : Sí, claro si no te molesta Matteo.

Matteo : Para nada, me late la idea. Simón me dijo que usted cocina muy muy bien. Sólo tengo que avisar a mi padre.

Matteo llama a su padre.

Matteo : Está de acuerdo.

Luna : ¡Qué bueno!

Luna suelta en los brazos de Matteo.

Mónica : Bueno, vayan en tu cuarto mientros termino de hacer la cena.

Luna : ¡Muchas gracias!

Luna abraza a sus padres.

Lutteo van al cuarto de Luna.

Mónica : Me alegra que Matteo se quede a cenar con nosotros. Creo que Luna necesita companía.

Miguel : Pienso igual. Por eso lo invité. Por cierto, ¿sabes si andan juntos?

Mónico : Creo que son novios. ¿Viste como se miraban?

Miguel : Se parecen en nosotros en nuestra edad. ¿Te acuerdas?

Mónica : ¡Claro que me acuerdo! De verdad, me alegra, ¡nuestra hija está enamorada!

En el cuarto de Luna

Luna : Creo que es la primera vez que entres en mi cuarto así que bienvenido a mi universo.

Matteo : Me encanta tu cuarto, te corresponde muy bien.

Luna : Gracias, quería que se pareciera a la de México.

Matteo : Tu cuarto no tiene nada que ver con él de Ambar. Su cuarto es blanco, rosado, limpiado y organizado.

Luna : Y el mío es multicolor, es en desorden y no es para nada organizado.

Matteo : Igual a tí (bromeando)

Luna : Muy gracioso chico fresa. (riendo)

Luna se quita la medallita.

Matteo : La famosa medallita que siempre salvó. ¿Te acuerdas de la primera vez que te la devolviste?

Luna : Claro que si. Fue en la mansión de México. Estaba entregando su pedido a Ambar pero lo he demarrado sobre su camiseta. Ella me apujó en la alberca para vengarse. Estaba ahogándome y mi medallita se soltó. Por suerte me salvaste (como siempre). Me saliste del agua, he secado pero perdí me medallita. Pensé que la había perdido para siempre. Pero cuando estaba por regresar al trabajo, llegaste y me devolviste mi medallita. ¡Era tan feliz!

Matteo : Si, nos banaños con Ambar después y encontré tu medallita de luna.

Matteo toma la medallita para mirarla.

Matteo : Ahora hay un sol. No estaba ahí la última vez.

Luna : Bueno es que una noche soñé con el sol y lo encontré en una caja blanca unos días después igual que en mi sueño.

Matteo : ¿Lo soñaste?

Luna : Sí, era como que ya lo había visto antes, me sentí rara cuanto lo encontré. El sol y la luna se encajan como si estuvieran separados.

Matteo : Y tu medallita de luna, ¿dónde la encontraste?

Luna : Siempre estuvo conmigo. Creo que pertenece a mi pasado. Es la única cosa que me queda de mis papás biológicos y quiero tenerla conmigo para siempre.

Matteo : Lo entiendo. Menos mal que estoy acá para devolvértela cuando la pierdes. (bromeando)

Matteo pensaba que Luna se iba a burlarse de él por ser tan fresa pero sólo lo abraza.

Luna : ¡Tienes razón! Menos mal que siempre estás para salvarme la vida.

Matteo : Pensé que ibas a burlarte de mí por mi frase bien fresa.

Luna : Podría haberlo hecho pero dijiste la verdad. Siempre estuviste para mí.

Miguel y Mónica : ¡A cenar!

Lutteo : ¡Ya llegamos!

Lutteo se van en la cocina.

Mónica : Bueno sé que eres italiano Matteo así que cociné un platito italiano para ti.

Matteo : Ay, no era falta Mónica.

Miguel : Eres el invitado. Aquí están los ravioli del chef.

Luna : ¡Huele tan rico mamá!

Luna, Matteo, Miguel y Mónica comen.

Mónica : ¡Dios mío! ¡Es delicioso!

Luna : ¡Es la mejor cocinera del mundo!

Matteo : Eso es verdad. Usted superá a todos los cocineros de Italia.

Mónica : Muchas gracias Matteo. Hablamos un poco de ti.

Miguel : ¿A qué te quieres dedicar Matteo?

Matteo : En la música y el patinaje.

Mónica : Igual a Luna. No sé de donde le viene tanta pasión.

Miguel : Yo hice un poco de gímnasio cuando era joven.

Luna : No es lo mismo papá (riendo)

Miguel : Tienes razón pero estaba muy apasionado.

Luna : Pasión y motivación es lo que necesitamos cuando queremos hacer algo que nos gusta.

Matteo : No conozco a nadie más motivada que tú. (riendo)

Mónica : Tiene una energía ilimitada, ¡no para ni un segundo!

Luna : ¡Bueno bueno paren ya! (sonrojándose y riéndose)

Miguel : ¿Y tus padres? ¿Qué hacen?

Matteo : Son diplomáticos entonces viajamos mucho.

Mónica : No es fácil cambiar de país todo el tiempo. ¿Te acostumbras?

Matteo : Ahora sí pero me gustaría tener un lugar para quedarme y creo que aquí, en Buenos Aires, es lo mejor.

Miguel : El lugar que te gusta debe ser donde te encuentres bien.

Matteo : Si tan sólo mi padre entendiera eso...

Mónica : ¿Por qué dices eso?

Luna : El padre de Matteo no entiende que su hija se quiere dedicar al patinaje en lugar de los estudios que lo proponga. A veces, lo prohibe ir a patinar.

Miguel : Bueno es se equivoca y tiene la razón al mismo tiempo.

Mónica : Tiene razón en el punto de los estudios, ¡es muy importante! Pero se equivoca prohibirte hacer lo que te apasiona.

Matteo : Es lo que me gustaría que entendiera.

Miguel : Creo que un día lo entendiera. Todos los padres quieren ver a sus hijos felices.

Luna : ¿Y si no se dan cuenta que el hijo no está feliz.

Mónica : Entonces hay que hablar y explicar y si aún no funcione, ¡hay que demostrarlo!

Matteo : Es un consejo que me dio Luna. Quería que hablara con él y que le explicara. Y por eso, puedo participar en la competencia este año.

Miguel : Así es, sólo hay que explicarte de una manera.

Y Ambar escucha risas en la cocina. Los mira detrás de la puerte los ven felices.

Ambar : ¿Cómo mi plan pudo fallar así? No pensaba que se lo dirá tan pronto a Matteo. Tengo que actúar ahora.

Ambar entre en el cuarto de Luna y le roba du medallita.

Ambar : Mi plan tiene que funcionar. Sufriste en tu padaso entonces sufrirás aún más Luna porque la vida es así.

Ambar vuelve a su cuarto, satisfecha, sin que nadie la vea.

Matteo : Usted tiene razón Miguel. Intentaré hablar con él más a menudo. Bueno, perdón pero se hace un poco tarde.

Mónica : Claro, tienes que volver a tu casa para dormir y Luna también tienes que ir a dormir porque mañana hay Blake.

Matteo : Por eso lo digo. Hasta pronto Mónica y Miguel.

Matteo estreche la mano de los padres de Luna.

Miguel y Mónica : Hasta pronto Matteo, vuelve cuando quieras.

Matteo : Con mucho gusta y muchas gracias para la riquísima cena.

Matteo mira a Luna.

Matteo : Nos vemos mi amor.

Matteo le da un beso a Luna en la mejilla.

Luna : Nos vemos cariño.

Matteo vuelve a su casa.

Luna se sonjore y sus padres la miran burlándose.

Mónica y Miguel : ¡Ay el amor!

Luna : Bueno... hum... me voy a dormir... ¡Buenas noches!

Mónica y Miguel : Buenas noches Luna.

Luna se va en su cuarto. Se acuesta en su cama y busca a su medallita en su caja pero no lo encuentra.

Luna : ¿Dónde está? Tal vez lo dejé en el Roller... ¡Es imposible! Matteo lo tomó hace rato... ¿Dónde está mi medallita?

¿Luna encontrará su medallita?

¿Ambar realmente se enteró del pasado de Luna?

¿Luna sabrá que Ambar le robó su medallita?