Capítulo 1: El Extraño

En un bosque nevado la ventisca azotaba sin piedad dejando una gran capa de nieve cubierta a su alrededor, siendo que a parte de escucharse el sonido del fuerte viento, eran unos jadeos cansados junto con las pisadas de zapatos hundiéndose en la nieve, no siendo nadie más que un joven de cabellera rojiza similar al fuego, piel acanelada y qué poseía una inusual cicatriz en la frente, sin embargo lo más característico de el eran unos pendientes de cartas hanafuda que se movían al compás del viento.

Aquel niño daba todo de sí por no caer rendido ante la tormenta nevada, su aliento salía como una ligera capa de humo debido a las temperaturas bajas, sintiendo como el frió calaba en su piel y se colaba de bajo de sus prendas hasta los huesos, se vio extremadamente cansado y agotado mientras luchaba por ver el camino frente a el, pero aún así el chico no cedió ante el crudo clima, repitiéndose así mismo que tenía que seguir hasta llegar al pueblo, la principal razón es que sobre su espalda yacía una joven de cabellera azebache, piel pálida, quien se encontraba inconsciente con una herida sangrante en su cabeza, teniendo un aspecto sumamente delicado y demacrado.

"Por qué tenía que pasar esto" Se preguntaba el chico mentalmente mientras luchaba por no resbalar en la nieve y perder el equilibrio, no podía dejar que algo lo detenga en estos momentos, no cuando sobre su espalda se veía un pequeño rayo de esperanza después de toda esa masacre, tenía que seguir sin importar que, tenía que salvarla a cualquier costo.

"Resiste un poco más Nezuko", "No mueras por favor no mueras, por favor resiste", "tu hermano te salvará, te prometo que tu hermano mayor te salvará"

"Tanjiro, tienes la cara negra, ven aquí " Una voz femenina proviniente de una mujer adulta, la cuál vestía un kimono color lila, una especie de delantal blanco y un pañuelo sujeto alrededor de sus cabellos azebaches, mirando a su hijo que se había puesto en la espalda una canasta llená de carbón, pero al escuchar el llamado de su madre se dirigió hacía ella quien comenzó a limpiarle la cara con un pañuelo.

"Puede ser peligroso, hay mucha nieve, no es necesario que vallas hoy"

"Debo hacerlo, quiero que todos coman a más no poder está víspera de año nuevo, además solo iré a vender un poco de carbón" Le respondió calmadamente su hijo con una ligera sonrisa, mientras su madre igual le devolvió el gesto solo limitándose a responder un simple "gracias".

"NII-CHAN!!! "

Una voz infantil acompañada de unos pasos acercándose a ellos se hicieron presentes, por lo que Tanjiro desvío su mirada hacía donde provenía el ruido, viendo cómo sus hermanos menores Hanako y Shigeru se acercaban a el.

"Nii-Chan ¿Vas a ir al pueblo?"

"Yo también quiero ir"

Los menores rápidamente se acercaron a su hermano mayor, luciendo bastante emocionados y animados por querer acompañar a su hermano al pueblo, sin embargo su madre rápidamente intervino acercándose a sus hijos.

"No puede caminar tan rápido como Tanjiro"

"Pero mamá" El pequeño iba a protestar pero su madre lo interrumpió.

"Tanjiro no podrá tirar del carro hoy, así que no puedes descansar mientras el te trae de regreso" Le respondió su madre a los pequeños, provocando que Shigeru se aferrara a las prendas de Tanjiro, sin tener intenciones de dejarlo ir.

"¿Puedo ir yo Nii-Chan?, Prometo que te ayudaré" Está vez dijo Hanako viendo con ojos suplicantes a su hermano mayor.

"Gracias Hanako" Le respondió su hermano con una ligera sonrisa, provocando que Hanako saltará emocionada, "Pero hoy te quedarás en casa" volvió a decir, esta vez provocando que Hanako pusiera ojos llorosos por lo que Tanjiro procedió a acariciar levemente sus cabellos, para después arrodillarse para estar a la altura de los menores.

"Tu también Shigeru, a cambio les traeré cosas ricas"

"¿De verdad?" Pregunto Shigeru luciendo un poco más entusiasmado.

"Sí" Le respondió Tanjiro con una ligera sonrisa, provocando el mismo efecto en su hermano menor  "Hanako, te leeré un libro cuando vuelva" Dijo Tanjiro esta vez volteando a ver a su hermana menor.

"Bien" Le respondió Hanako luciendo un poco más calmada.

"Buena niña" Le dijo Tanjiro sin dejar de lado su sonrisa.

"Gracias, Tanjiro" Está vez, dijo su madre con una sonrisa al ver lo dulce que era su hijo mayor con sus hermanos al encontrar una forma de tranquilizarlos.

"De nada" Dijo Tanjiro mientras se reincorpora lentamente del suelo "Me voy ya, Takeo ¿Puedes cortar un poco de leña?, la que puedas" Le preguntó Tanjiro dirigiendo su vista hacía su hermano menor quien seguía sin voltearlo a ver, teniendo hacha recargada en su hombro.

"Supongo que sí" Pronunció Takeo para después soltar un suspiro  "Pero se supone que íbamos a hacerlo juntos"

"Buen niño" De pronto Tanjiro se acercó a su hermano menor para proceder a acariciar levemente sus cabellos, sorprendiendo al más bajo quien apartó su mano de un manotazo, "¿A que viene eso?"

"¡¡JA!! Takeo se sonrojo!!" Dijo Shigeru con burla apuntando con su dedo a Takeo.

"¡¡Callate!!" Le dijo Takeo en un tono molestó.

"Buen niño" Le volvió a decir Tanjiro imitando la misma acción de hace rato.

"¡¡Para ya!!" Dijo Takeo apartándose bruscamente del agarre de su hermano, provocando las risas de todos los presentes.

Sin más Tanjiro emprende la caminata directo al pueblo, no sin antes voltear a sus espaldas para ver a su madre y a sus hermanos menores alzando sus manos en señal de despedida, imitando la misma acción despidiendo a su familia con una gran sonrisa.

"Nii-Chan"

De pronto una voz femenina pero con un toque juvenil se hizo presente, acompañada de unos pasos acercándose, por lo que Tanjiro desvío su mirada hacia el frente para toparse con una hermosa jovencita de cabellos azebaches peinados en forma de bollo con algunos lazos rosas, vestía un kimono color rosa claro y tenía envuelto a su alrededor una manta en la cuál cargaba sobre su espalda a un bebé no más de tres años de edad quien dormía plácidamente.

"Nezuko" Dijo Tanjiro mientras se acercaba a su hermana menor y la segunda mayor de la familia, hasta estar cara a cara.

"Lleve a Rokuta a dormir, para que no causará demasiado alboroto" Le dijo la azebache para después mirar sobre su espalda a su pequeño hermanito durmiente "Extraña a papá desde que falleció" Hizo una pequeña pausa al ver la mano de su hermano mayor acariciar levemente los caballos del pequeño Rokuta.

"Por eso todos te siguen a tí" Dijo Nezuko con una dulce sonrisa, provocando el mismo gesto en Tanjiro al oír las palabras de su hermana.

"Buen viaje" Fue todo lo que dijo Nezuko sonriéndole gentilmente, para después ambos despedirse e irse en diferentes direcciones.

Tanjiro por su parte caminaba por el bosque en dirección al pueblo, admirando el paisaje invernal a sus alrededores sin poder evitar sumergirse en sus pensamientos un momento sin razón aparente.

"No tenemos una vida fácil, pero somos felices"

"Aún que la vida es como el tiempo, va cambiando, no siempre hace sol y no siempre nieva y cuando la felicidad se desmorona..."

"Siempre....huele a sangre"

No tardó mucho tiempo en bajar de la montaña pero finalmente había llegado al pueblo el cuál era uno humilde y tranquilo, la gente iba de un lado a otro haciendo las tareas mundanas de la mañana, por lo que sin más Tanjiro se adentra dentro del pueblo no recorriendo mucho camino hasta que fuera de la casa se topó con una pueblerina algo mayor barriendo la entrada de su casa, pero al sentir una presencia conocida a sus espaldas se volteó para saludarlo.

"Vaya, hola Tanjiro, ¿Bajaste por la montaña con este tiempo?, eres muy trabajador, te resfriaras" Lo elogió la señora dedicándole una gran sonrisa al muchacho.

"Estoy bien, ¿Tiene suficiente carbón?" Le preguntó Tanjiro sin rodeos con una ligera sonrisa que lo caracterizaba y siempre tenía plasmada en su rostro.

"¡¡Oí Tanjiro!!" De inmediato al oír que alguien lo llamaba Tanjiro desvío su mirada hacía esa dirección, viendo cómo otro hombre vecino de la señora se asomaba un poco desde la puerta de su casa.

"Vendeme un poco de carbón, gracias por cambiar el papel de mi puerta el otro día"

"Yo también quiero carbón" Está vez, una señora no muy a lo lejos alzó la mano para llamar la atención de Tanjiro, el cual al ver esto no pudo evitar agrandar un poco la sonrisa en su rostro, la verdad es que con la bondad que lo caracterizaba, esa sonrisa y el hecho de estar dispuesto a ayudar a quien más lo necesitaba hicieron que se ganara el cariño y respeto de todo el pueblo, todos ahí lo querían e incluso hubo algunas ocaciones en las que varios hombres le presentaron a sus hijas para futuras esposas, sin embargo el las rechazaba con honestidad y amabilidad debido a que no estaba interesado en eso todavía, pero a pesar de esto estaba contento con lo que tanto esfuerzo había ganado en el pueblo.

De inmediato un ruido de una puerta corrediza en sus espaldas se hizo presente escuchando las quejas de un hombre, Tanjiro se dió la vuelta hacía esa dirección viendo como una señora robusta tenía sujeto del cuello de la ropa a un muchacho quien estaba todo golpeado, incluso tenía dos hilos de sangre saliendo de su boca, sin embargo al ver a Tanjiro dejo de importarle el hecho de que estuviera herido, viendo al menor con una rayo de esperanza.

"¡Tanjiro!, Llegas en un buen momento" Exclamó el hombre mientras se apartaba del agarre de la señora, para después dirigirse corriendo hacía Tanjiro "Me acusan de romper este plato, ¡¡Ayúdame por favor!!, Huelelo" Dijo el hombre herido con un tono de angustia, inclinándose hacía el de cabellos burdeos y sacar de un pañuelo el plato roto el cual acercó hacía el menor.

Tanjiro hizo caso a la petición del pobre hombre y sin más, acerca su nariz hacía el hora inservible utensilio para empezar a olfatear "Huele a gato" Le dijo Tanjiro con sinceridad, provocando que el hombre hiciera un gesto triunfal.

"¿Fue un gato?" Se cuestionó la señora para sí misma, ignorando al hombre a su lado quien la veía con desagrado "Ya te dije que no fui yo" le volvió a decir el hombre herido en un tono enojado, sin darse cuenta como a sus espaldas un hombre algo mayor que llevaba un par de cajas grandes se detuvo por un momento volteando a ver al menor.

"¡¡Tanjiro!!, ¿Me ayudas a cargar esto, por favor?"

La noche poco a poco se hacía presente y en estos momentos, Tanjiro a volvió a adentrarse en el bosque yendo de regreso a su casa en la montaña, con la canasta en sus espaldas totalmente vacía, sin poder evitar sumergirse en sus pensamientos otra vez.

"Se hizo tarde, pero lo vendí todo"

"¡¡Tanjiro!!"

La voz de un hombre mayor saco de sus pensamientos a Tanjiro quien detuvo su caminar y volteó a sus espaldas, hacía una choza un poco humilde viendo a un hombre asomarse por la ventana.

"¿Volverás a la montaña?, No lo hagas, es peligroso"

"Tengo buen olfato, estaré bien" Le dijo Tanjiro con calma hacía el hombre, intentando hacerle ver qué no había nada de que preocuparse.

"Quédate en mi casa, vuelve aquí" Le dijo en hombre con una expresión sería y un tono de voz firme.

"Pero..." Tanjiro fue interrumpido abruptamente por aquel sujeto.

"No discutas, ¡¡Ven!!... Saldrán los demonios" Al ver que no iba a convencer al hombre, Tanjiro sin más remedio dirigió sus pasos a la pequeña casa de es hombre.

Ya en la casa del señor, Tanjiro se encontraba vestido con una bata para dormir (o yukata), arrodillado sobre una pequeña mesa, cenando una tradicional comida japonesa, entre ellos arroz y un plato de sopa, cuando terminó Tanjiro dejo los palillos sobre el plato para después proceder a tomar la taza que contenía té recién hecho y dirigirlo a sus labios y tomar un poco.

"Muchas gracias, Saburo ¿Cómo son los demonios?" Le cuestionó Tanjiro mientras seguía bebiendo el té, por su parte el señor Saburo se encontraba tomando un par de futones para dormir.

"Los demonios devorahombres aparecen cuando se pone el sol" Le respondió en un tono neutral para después limitarse a acomodar los futones en el suelo "Por eso no debes salir de noche, cuando termines duerme, madruga mañana para volver a casa"

Después de un rato Tanjiro finalmente había terminado, por lo que ahora mismo se encontraba acostado sobre el futón que el señor Saburo le había preparado, sin embargo Tanjiro no había conciliado el sueño, mirando un punto fijo en el techo sumergido en sus pensamientos.

"¿Los demonios no entran a las casas de las personas?" Le preguntó Tanjiro a Saburo quien se encontraba dándole la espalda fumando una pipa.

"Si entran" Le respondió cortante mientras expulsaba el humo de la pipa.

"¿Entonces devoran a todo el mundo?" Le volvió a preguntar Tanjiro con curiosidad.

"Por eso los cazadores de demonios los cazan por nosotros, desde hace mucho" Dijo Saburo con su tono neutral mientras dejaba la pipa en el cenicero "Apagaré la luz, duerme ya" fue todo lo que dijo para después levantarse de su lugar y apagar la luz, a la vez que Tanjiro cerraba los ojos para intentar dormir sin poder evitar hablar para si mismo en sus pensamientos.

"El señor Saburo vive solo desde que perdió a su familia, debe de sentirse solo, la próxima vez traeré a mis hermanos, le diré que no hay demonios y no tiene por qué preocuparse...aún que ahora que lo pienso, mi abuela me dijo algo parecido antes de morir" Tanjiro no alcanzo a decir más, cayendo finalmente en brazos de Morfeo.

Los rayos del sol, poco a poco se hacían presentes entre las montañas, dándole inició a la mañana y dejando ver a todo su esplendor el bosque y la nieve que los cubrían.

"Ten cuidado"

"Si" Finalmente Tanjiro se había levantado y alistado con su chaqueta a cuadros, despidiéndose del señor Saburo fuera de su casa y finalmente emprender la caminata de regreso a la suya.

"Cuando la felicidad se desmorona...

"Siempre...

En medio del camino, Tanjiro detuvo su andar de golpe cuando a sus fosas nasales llegó el característico olor a hierro, por lo que decidió olfatear un poco más el aire, exaltandose por lo fuerte que era el aroma "Huele a sangre" Sin perder más tiempo Tanjiro aceleró a sus pasos siguiendo el rastro del inconfundible olor, siendo que muy dentro de si no podía evitar tener un mal presentimiento al respecto.

Tanjiro se quedó de pie al estar pocos metros de su casa, sin embargo respiraba de forma acelerada debido al cansancio, pero parecía estar en shock y temblaba ligeramente petrificado en su lugar mientras en su rostro resbalan una ligeras gotas de sudor y no apartaba la vista de un punto fijo en en el suelo.

Afuera de la entrada de su casa, Nezuko se encontraba tendida sobre la nieve encima de un charco de sangre fresca, teniendo envuelto a sus brazos a su hermano más pequeño, Rokuta quien también estaba bañado en sangre.

Tanjiro al ver la horrible escena que solo pudo haber sido producto de sus peores pesadilla, con una expresión horrorizada dejo caer la canasta al suelo para después dirigirse corriendo hacía donde estaban los cuerpos de sus hermanos, arrodillándose a un lado de estos, luciendo de los más exaltado.

"¡¡Nezuko!!, ¿Que pasó?, ¿Qué les pasó?, ¿Qué fue lo que ocurrió?" Tanjiro freno sus preguntas de golpe cuando volteó a ver adentro de su hogar, las paredes manchadas de sangre y un camino de la misma en la entrada de su casa junto con las puertas destrozadas, sin embargo lo que más le dejó sin aliento fue ver la macabra escena que había frente a el, pues frente a sus ojos se encontraban los cuerpos de todos sus hermanos menores y madre regados por el piso cubiertos de sangre, ya sin vida.

Tanjiro al encontrarse con la masacre de su familia cayó de rodillas en la entrada de su casa, respirando de forma entrecortada por los que estaba presenciando en estos momentos, teniendo una expresión más que shokeada y espantada mientras las lágrimas amenazaban con salir, con voz quebrada pronunció los nombres de todos sus hermanos y madre aún sin poder creer lo que estaba pasando en estos momentos.

Ahora mismo, Tanjiro se encontraba luchando contra el clima invernal y la ventisca, acelerando su caminar saltando un tronco que casi lo hace resbalar pero logró reincorporarse y seguir su caminar que cada vez se hacía más pesado.

"No puedo respirar, me duelen los pulmones por inhalar aire helado"

Se decía así mismo Tanjiro mientras luchaba por respirar y caminar en medio de la tormenta nevada "Nezuko aún conserva algo de calor, un médico podrá salvarla, ¿Por qué pasó esto?, ¿Fue un oso?, ¿Fue un oso que no inverno" Se repetía así mismo Tanjiro intentando encontrar motivación para seguir caminando en medio de la nieve y llegar al pueblo a tiempo, sin embargo su cuerpo poco a poco estaba a punto de sucumbir ante el frió del invierno y cada vez le era más difícil respirar.

"Mueve las piernas más rápido, no puedo respirar, ¡¡aún así no te detengas!!" No dejaba de repetirse así mismo una y otra vez las mismas palabras, forzando a sus piernas a seguir a delante soportando el intenso dolor que estaba sintiendo en todo su cuerpo debido a las bajas temperaturas, estaba tan concentrado en seguir el camino frente a el que no sintió el momento en el que el cuerpo inerte de su hermana se comenzaba a sacudir levemente.

De inmediato, lentamente el cuerpo de la menor comenzó a levantarse de la espalda de su hermano comenzando a abrir sus ojos los cuales ya no poseían pupilas y su boca se empezaron a formar un par de colmillos afilados, sin embargo ya no tenía conciencia sobre sí misma, empezando moverse de forma extraña y empezar a emitir leves gruñidos como si fuera algún animal salvaje, llamando la atención de Tanjiro quien aún batallando ante la tormenta intento voltear de reojo al haber escuchado ruidos sobre su espalda, pero no alcanzó a voltear a tiempo cuando sintió como las manos de su hermana lo tomaron de las prendas y lo jalaron, provocando que perdiera el equilibrio y ambos cayeran en el principio, maldiciendo a su mala suerte.

"La nieve salvo mi vida" Se dijo Tanjiro para si mismo al momento en el que su espalda chocó con el suelo el cuál estaba cubierto por una gruesa capa de nieve que amortiguó su caída, pero tenía una prioridad más importante en mente por lo que se sentó de golpe buscando con la mirada a su hermana la cuál también había caído, mirando en todas direcciones hasta por fin logrando localizarla parada frente a un árbol con la cabeza gacha, completamente inmóvil.

"¡¡Nezuko!!" Grito Tanjiro mientras se levantaba de golpe e iba corriendo hacía su hermana luciendo más que preocupado "¡¡Despertarse!!, ¿Estas bien?, Por favor no camines, yo te llevaré a la ciudad, ¿Nezuko?....."

Nezuko finalmente había levantado la cabeza, solo para mostrar como algunas venas se habían marcado en su rostro, las pupilas se habían rasgado igual a las de un felino y en su boca lucían colmillos sumamente afilados seguido de emitir unos leves gruñidos y tan rápido como había hecho eso se abalanzó sobre Tanjiro quien reaccionó a tiempo, sacando el hacha de entre sus prendas y usándolo como escudo el cual su hermana mordió, comenzando a forcejear entre ambos hasta que caer uno encima del otro en la nieve, pero aún así Tanjiro no dejaba de resistirse.

"Es, ¿un demonio?" Se preguntaba mentalmente Tanjiro sin dejar de forcejear con su hermana menor, viéndola directamente a los ojos los cuales solo se podía ver la sed de sangre reflejada en ellos "Acabo de recordar algo que dijo Saburo, ¿Nezuko es un demonio devorahombres?"

"No, es humana desde que nació, aún que no huele como la Nezuko de siempre, pero eso no lo hizo ella, parecía estar protegiendo a Rokuta y no tenía sangre ni en las manos, ni en la boca, además había otro olor allí" Se decía Tanjiro para si mismo, viendo con asombro como Nezuko comenzó a aumentar de tamaño, aplicando más fuerza de lo normal ahora con el hacha a tan solo pocos centímetros de su cuello y con la boca de su hermana queriendo arrancarle la garganta.

"Se hizo más grande y cada vez es más fuerte" Decía Tanjiro con dificultad, sintiendo la presión de la fuerza de su hermana sobre su cuerpo, "Mientras yo dormía cálidamente en otra casa ellos pasaron por algo aterrador, les dolió ¿verdad?, sufrieron ¿verdad?, Siento no haberlos podido salvar" Su voz poco a poco comenzó a quebrarse al pronunciar la última frase, mientras las lágrimas en sus ojos se hacían presentes comenzando a deslizarse lentamente en sus mejillas, viendo fijamente los ojos de su hermana que aún amenazaban con no detenerse hasta matarlo "Pero al menos haré algo por Nezuko"

"Es demasiado fuerte, no puedo quitármelo de encima", ¡¡Nezuko!!!, ¡¡aguanta Nezuko!!!, resistelo, haz lo que puedas!!!, ¡¡No te conviertas en demonio!!, ¡¡aguanta!!, ¡¡puedes hacerlo!!, SE QUE PUEDES!!!"

Tan pronto como dijo aquello, sintió algo húmedo caer y resbalar en su mejilla, sorprendiéndose al encontrar frente a el lágrimas saliendo de los ojos de su hermana quien suavizó su mirada, yo no eran aquellos ojos que solo pensaban en marcharse las manos con sangre hace rato, ahora lo que reflejaban aquellas dos gemas rosadas eran tristeza y arrepentimiento además de una expresión más relajada, Nezuko finalmente había tomado control y consciencia sobre si misma.

"¡¡Nezuko!!, lo lograste!!, finalmente eres tú!!" Grito Tanjiro mientras lágrimas de felicidad no paraban de salir al ver que su hermana menor había logrado tener el control sobre si misma, sintiendo como Nezuko poco a poco dejaba de hacer presión sobre su cuerpo y soltaba el mango del hacha para apartarse de su cuerpo mientras regresaba a su tamaño normal, siendo que al momento en el que hizo eso Tanjiro dejo el hacha a un lado y de inmediato se lanzó a abrazar a su hermana quien no se movió de su sitió y no dejaba de soltar lágrimas.

Tanjiro oculto su rostro en el hombro de su hermana mientras derramaba lágrimas amargas, sintiéndose feliz de tener a su querida hermana de vuelta, su única familia que le quedaba ahora, el cuál va a proteger cueste lo que cueste, no dejará que nada le pase a pesar de que ahora sea una de esas cosas, no sabía como le haría a partir de ahora pero sea quien sea que lo haya hecho, lo va a encontrar y lo hará pagar con sangre cada una de las vidas de su familia, el mismo se encargará de vengar sus muertes y sea como sea regresaría a su hermana a la normalidad, es una promesa.

"Así que....¿Sigues vivo?"

Una voz masculina grave, profunda y serena resonó por todo el área causando que Tanjiro con una expresión de sorpresa se apartará de golpe del abrazo de su hermana y buscara con la mirada la fuente de aquella voz que de cierta manera le causo cierto escalofrío en su espalda baja debido al tono frío, sin embargo todo lo que captaba a su alrededor no era más que nieve y árboles secos a kilómetros, pensando que por un momento había sido producto de su imaginación debido al estrés por el que estaba pasando.

De la nada, la tormenta de nieve comenzó a hacerse más fuerte y un fuerte viento proveniente del lado derecho golpeó su brazo, provocando que se aferrara a su hermana con fuerza y entre cerrara los ojos debido a la densa ventisca nevada que se empezó a formar, bloqueando su vista, sin embargo por unos momentos creyó ver una silueta traslúcida no muy a lo lejos acercándose hacía donde estaba, el cual parecía aparecer y desaparecer por la tormenta nevada.

Poco a poco la ventisca comenzó a disminuir y con ello Tanjiro comenzó a abrir los ojos lentamente al sentir como la nieve ya no le obstruía su vista, así que con su mirada fija al frente en donde había provenido el fuerte viento, observando atentamente como mientras la tormenta cesaba una figura masculina alta se acercaba lentamente saliendo a la luz revelándose poco a poco, solo fue hasta que se detuvo a unos pocos metros de el en donde finalmente la ventisca se había detenido, viendo finalmente a esa persona que tal vez era la fuente de aquella voz que escuchó hace unos momentos.

Aquella persona era un hombre alto, de hecho la persona más alta que había visto hasta ahora, poseía una capa larga con capucha el cuál ocultaba la mitad de su rostro, solo alcanzando a ver la parte inferior el cuál era un mentón bien definido y unos labios bien trazados y de la capucha sobresalían algunos mechones oscuros de su cabello señal de que el sujeto poseía cabello largo, debido a la capa que poseía no podía apreciar bien su contextura, pero gracias a la abertura podía ver que el hombre se encontraba sin prenda alguna en el torso, dejando al descubierto sus definidos y trabajados músculos haciendo que Tanjiro mentalmente se preguntara, ¿cómo podía resistir el frío casi sin ropa puesta?, ya que a parte de la capucha solo vestía unos pantalones de color negro algo holgados y en su cinturón tenía amarrado una o dos especies de haoris o túnicas, siendo la más larga similar a la capa el cual tenía un diseño geométrico mientras que el más corto era de color rojo con unos patrones dorados.

"¿Quién es el?" Se preguntan mentalmente Tanjiro mirando fijamente al hombre de pie a unos cuantos metros de el, desde donde estaba podía sentir el porte sombrío, intimidante y autoritario de aquel sujeto y además desde la distancia a su nariz podía captar el aroma del mismo, olía a tranquilidad, calma y serenidad, un aroma fresco y relajante similar a un manantial, una cascada o hasta a las aguas tranquilas del mar, sin embargo aquello se rompió tan rápido cuando su olfato pudo captar un olor más, un leve aroma a sangre y uno.....casi similar al que había en su casa, siendo esto último lo que le había impactado.

De pronto Nezuko comenzó a alterarse y a moverse con agresividad mientras gruñía, a la vez que Tanjiro la sujetaba firmemente para tranquilizarla mientras Nezuko forcejeaba en medio de su agarre, no sabía por qué se había alterado de repente pero en su mente teorizó que era por qué ella podía sentir la misma presencia que los atacó anoche, sin embargo el olor que provenía de aquel tipo a pesar de ser similar no era el mismo, pero aún así no puede evitar desconfiar de el.

"¿Qué haces con eso?" Pregunto calmadamente el hombre en un tono de voz sereno mientras apuntaba de forma irrespetuosa hacía Nezuko, el cuál Tanjiro al darse cuenta le dedicó una mirada afilada sin embargo el tipo ni siquiera se inmutó.

"¿Eso? ¡¡ESO NO ES UNA COSA!!, ¡¡ES MI HERMANA MENOR!!!" Le grito Tanjiro más que enfadado debido a la forma grosera a la que se refería aquel desconocido hacía su hermana.

"¿Tu hermana?, Ya veo" Fue todo lo que dijo mientras se acercaba hacía Tanjiro quien al ver como el tipo se aproximaba hacía ellos, agarró con más fuerza a Nezuko la cuál aún seguía retorciéndose entre sus brazos, cerrando los ojos fuertemente esperando cualquier cosa que se aproximara y no sabía por qué pero presentía que con el hacha no le iba a ser suficiente.

Pasaron unos segundo y nada...

Silenció...

Cuando Tanjiro solo pudo sentir nada más que silencio decidió abrir sus ojos los cuales al instante se toparon con aquél hombre quien se había quedado congelado a pocos metros de donde estaba, no sabía el motivo pero a pesar de que los ojos de aquel extraño estuvieran ocultos gracias a la sombra de esa capucha y de sus cabellos azebaches podía sentir su mirada penetrante, estando fija en el, precisamente en sus pendientes quienes se movían al compás del viento, además a sus fosas nasales le llegó diferentes olores sentimentales provenientes del mismo hombre, podía captar el aroma a sorpresa y asombro, no sabía por qué pero sus ojos inconscientemente se humedecieron al haber percibido un olor mucho más fuerte el cuál le afectó como si fuera el mismo el que lo estaba sintiendo, un fuerte sentimiento a una profunda tristeza y melancolía, junto con un fuerte olor a suma nostalgia, como si se tratara de recordar los momentos más inolvidables de tu vida como tú tesoro más preciado o el sentimiento de extrañar profundamente a alguien muy especial.

El hombre regreso en si luego de haber estado quien sabe por cuánto tiempo en su mundo de recuerdos, para después soltar un suspiro melancólico para recobrar la compostura y mantenerse firme, eliminando todo rastro de tristeza en su ser, volviendo a su porte serio y finalmente limitarse a preguntar.

"¿Si sabes que tu hermana ahora es un demonio?, Tarde o temprano sucumbirá ante sus instintos, no puedes mantenerla así por siempre..."

"¡¡NEZUKO JAMÁS DEBORARIA A NADIE!!, Ella me reconoce, jamás dejaré que devoré a ninguna persona, ella no es como los otros demonios!!" Tanjiro interrumpió al hombre en un tono de voz que reflejaba seguridad, mientras aún seguía forcejeando con su hermana quién seguía retorciéndose entre su agarre.

"Es gracioso que lo digas cuándo estabas a punto de ser devorado" Le respondió el hombre con serenidad.

"¡¡Pero es verdad!! Nezuko no devoraria a nadie, no sé cómo pasó pero se convirtió en esto, pero ella no fue la que lo hizo, había otro olor más en mi casa, juro encontraré al demonio quien mato a mi familia y haré que mi hermana vuelva a ser humana!!!" Le dijo Tanjiro al hombre con firmeza y sin vacilar.

"Tu hermana se volvió demonio debido a que le cayó sangre de demonio a sus heridas, a si se multiplican los demonios devorahombres, pero no existe cura para quien se trasforma" Le respondió el hombre sin inmutarse ante las palabras de Tanjiro.

"¡¡Yo mismo me encargaré de encontrar una!!!, ¡¡Pero Nezuko no..." Tanjiro no alcanzo a decir al percatarse que en un solo pestañeo el hombre había desaparecido de su sitio, sin embargo pasando unos segundos en donde se percató que ya no había movimiento entre sus brazos, desviando la mirada a hacía aún lado, no solo percatándose de que su hermana ya no estaba con el, si no encontrándose al mismo hombre el cuál no solo cambio de dirección si no que con una sola mano mantenía sometida a Nezuko con las manos de tras de su espalda, la cuál se movía frenéticamente.

Tanjiro intento decir algo y reclamar, sin embargo al momento pudo sentir un líquido cálido recorrer su brazo, desviando su mirada hacía esa dirección, viendo como en su brazo izquierdo había un rasguño no muy profundo en el cuál brotaba sangre de a poco.

"¿En qué momento me lo habré hecho?" Se cuestionaba mentalmente Tanjiro mirando con incredulidad el rasguño en su piel que apareció de repente, sin embargo al poco tiempo le resto importancia enfocando su vista hacía el hombre que aún tenía retenida a Nezuko, mirándolos sin saber que hacer y con suma preocupación.

"Entonces hazlo, demuestra que tú hermana no es como los demás, demuestra que eres digno de hacer lo que dices" Le dijo el hombre firmemente mientras alzaba a Nezuko sin delicadeza, poniéndola al frente del menor pero sin soltarla.

Tanjiro al comprender al instante lo que tenía que hacer con una mirada determinada se levantó y se dirigió hacía su hermana quién estaba forcejeando entre el agarre del hombre que ni se inmutaba ante sus intentos para liberarse, pero al momento que acercó su brazo frente a ella, Nezuko se detuvo de golpe, viendo fijamente el brazo ensangrentado con sorpresa mientras empezaba a temblar un poco y en su boca se formaban finos hilos de saliva, mirando con atención el brazo ensangrentado como si todo a su alrededor no importara.

Tanjiro miro detenidamente a su hermana, sin embargo no se vio ninguna expresión de inseguridad en su rostro, el confiaba en su hermana más que nada en el mundo y sabía que podía hacerlo, estaba seguro de ello.

El hombre veía atentamente el momento de tensión que se estaba formando a su lado, aflojando poco a poco el agarre para que así lo muchacha pueda liberarse y atacar cuando se le diera la gana, sin embargo lo que vio a continuación lo dejo sorprendido, pues Nezuko comenzó a temblar entre su mano con un poco más de violencia, cerrando sus ojos fuertemente, intentando resistir a sus instintos asesinos con todas sus fuerzas, pero el olor a sangre humana era demasiado tentador, incluso para el pero ya sabía cómo resistirse pero para ella debido a que recientemente la chica se había convertido en demonio y eso gastaba energías de sobre manera en su cuerpo además de la regeneración para sanar sus heridas, así que ahora mismo debe de estar muriéndose de hambre y era admirable ver el como Nezuko se negaba a matar a sus seres queridos aún si era para vivir a pesar de que su estómago decía otra cosa.

"¿Podía ser el?" Se preguntaba mentalmente el hombre el cuál solo tenía dos dedos en las muñecas de la menor estando a nada de soltarla, "Quizás, ellos si sean diferentes" Se volvió a repetir mentalmente mientras que con su otra mano de un solo tirón arranca un pedazo de su capa, volviendo a colocar su agarre en Nezuko para apartarla un poco y finalmente agacharse a la altura del más bajo quien al sentir su presencia a escasos centímetros de el inconscientemente se estremeció debido a que le había dado un escalofrío gracias al porte sombrío del mayor el cual solo se limitó a colocar el pedazo de la tela sobre el rasguño del menor para detener el sangrado, siendo que Tanjiro miro con asombro la mano del sujeto, percatándose que tenía otra clase de prenda el cuál empezaba en su dedo central y recorría todo su brazo musculoso como si se tratara de una manga ajustada de color azul marino, además de que sus uñas estaban sumamente afiladas similares a las de un felino, provocando que se cuestionara mentalmente ¿Quién es este hombre en verdad?.

Sin más, el hombre al terminar de comprobar lo que el menor le había dicho, deja el brazo vendado de contrario para después arrojarle a Nezuko con algo de brusquedad la cuál chocó con su hermano mayor quien la recibió con los brazos abiertos, aferrándose fuertemente a ella quien poco a poco estaba dejando de salivar.

"Creó que necesitarás esto" Le dijo el hombre con calma mientras que de su capa saca un bozal hecho de un trozo de bambú y dos telas de color rojo amarradas a la misma, para después atarlo en la boca de la menor ante la mirada dudosa que le dedicaba Tanjiro "Para prevenir cualquier inconveniente "

Sin más el hombre se reincorpora de su posición para después darle la espalda a Tanjiro como si estuviera a punto de marcharse "Escapa de este bosque, vete de este lugar, dirígete a otro sitio en donde el invierno no le a afectado y sigue un sendero, te veré por ahí y asegúrate que a tu hermana no le de el sol y alejala lo más que puedas de la luz solar" Fue todo lo que dijo el hombre en un tono de voz que no reflejaba emoción alguna, para después empezar a caminar y alejarse de ahí, sin embargo fue detenido de repente por la voz del menor.

"¡¡Espera!! ¿Por qué me ayudas?, ¿Quién eres?" Le preguntó Tanjiro mirando con los ojos entrecerrados al hombre debido a que aún desconfiaba un poco de el y más en alguien a quien no le había visto el rostro por completo, pero a pesar de eso pudo oler que el tipo no le estaba mintiendo, pero era mejor prevenir que lamentar.

El hombre al detenerse de pronto, solo volteó ligeramente la cabeza para ver a los hermanos Kamado a sus espaldas y tan pronto como hizo eso, de la nada un fuerte viento se hizo presente en la zona, provocando que la capa junto con sus cabellos azebaches largos se movieran sin embargo eso no sirvió para revelar por completo su rostro.

"Nadie importante" Fue todo lo que dijo para después desviar su mirada de los menores y dirigir su vista de nuevo al frente "Solo haz lo que digo y recuerda muy bien esto, no vengaras a nadie en estas condiciones y tampoco impediras que tú hermana tome una vida humana así, si quieres hacer lo que dices demuestra de lo que estás hecho, demuestra que no eres alguien quién sólo está destinado a ser aplastado por los más fuertes, si no tomas iniciativa y no eres capaz de hacerte más fuerte nunca encontrarás una cura para tu hermana" Le dijo el hombre con firmeza, dándole la espalda a Tanjiro quien shokeado por sus palabras intento decirle algo pero fue interrumpido nuevamente "Ve, tienes algo más importante que hacer" Fue todo lo que dijo con un tono de voz frío, para finalmente desaparecer del lugar en un pestañeo, sin dejar rastro, dejando solos a los hermanos Kamado.


El atardecer poco a poco de hacía presente y Tanjiro después de su encuentro con aquél extraño hombre, preguntándose si había pasado por aquí debido a que por lo que recordaba, el sujeto sabía lo que le había pasado y tal vez de verdad si quería ayudarlo, pero no podía evitar desconfiar un poco debido a que nunca reveló su identidad y esos aromas en el se la hacían muy peculiares, así que no tenía nada que perder si hacía lo que le había dicho pero de todas maneras cuidaría su espalda por si las dudas pero este no era el mejor momento para cuestionarse aquello.

Había subido nuevamente a su casa pasándose el resto de la tarde cavando cinco agujeros para darles sagrada sepultura a su familia, terminando casi al anochecer en donde en estos momentos se encontraba frente a las tumbas de sus cuatro hermanos menores y su madre, arrodillado y recitando una pequeña plegaria en su descanso, mientras que su hermana se encontraba aún lado de el, sin embargo esta tenía la mirada perdida por alguna razón, aún teniendo el bozal que le habían amarrado.

Cuando terminó de recitar la plegaria, Tanjiro se reincorporó de su lugar y sin más toma la mano de su hermana sacándola de su trance y después dar un pesado suspiro para poder emprender la retirada del lugar, sin embargo estando a medio camino se detuvo para darle una última mirada melancólica a las tumbas de su familia, reunir las suficientes fuerzas y finalmente correr y adentrarse al bosque nevado junto con su hermana, dejando su antiguo hogar atrás.






*

*

*
______________________________________

Alejandra-Sama: Hola a todos ;3 bueno, como ya sabrán antes tenía un Fanfic con Giyuu Demon sin embargo luego de lo que pasó con el final del Manga ya no tenía ganas de continuarlo, pero fue gracias al grupo GiyuuTan en Facebook en donde por fin me anime a seguir con esta historia por lo que decidí cambiar o completo el concepto debido a que me ayudaron a escoger la trama y por el título de esta historia creo que ya saben cuál es jeje.

Pero antes que nada me gustaría dar algunas advertencia sobre esta historia.

Aclaraciones:

1.- Muerte de personaje canónico

2.- Adaptación de todos los arcos menos los últimos cinco capítulos.

3.- Intentos de escenas de violencia y peleas.

4.- Está historia también la voy a subir a ao3

5.- Estoy en duda si darle a este Fanfic un final feliz o no :"D

Spoilers:

1.- Pasa casi lo mismo que el capítulo 2 de la serie original.

Y prácticamente eso es todo, estoy en duda si adaptar también los 26 capítulos del anime por lo que lo bueno no empezará hasta ahí xd.

Bien eso es todo por ahora, no se cuándo actualizaré debido a que mis clases en línea (como las odio) están a punto de empezar :"c sin más se despide Alejandra-Sama B-D nos leemos pronto ;3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top