Capítulo 1 Alura.

Luna P.O.V

A la mañana siguiente me desperté en mi cama y fui a buscar a mis hermanos rezando para que estuvieran vivos. Bajé a la habitación de Damon y me lo encontré dándole de beber sangre a nuestra hija.

- Buenos días - le dije arrepentida y aliviada al mismo tiempo al ver que estaba vivo.

Él dejó a nuestra hija en su cama y corrió a abrazarme.

- Eres idiota, hermanita - me dijo abrazándome entre lágrimas.

- Pensaba que habías muerto - añadió apretando sus brazos contra mí. Se le notó muy preocupado y aliviado de que estuviera bien.

- ¿Stefan está bien? - le pregunté abrazándolo con fuerza buscando consuelo en él.

- Tranquila, está abajo cuidando de Emma - me dijo besándome.

En cuanto nos escuchó Stefan subió con Emma que en cuanto me vio vino a abrazarme.

- Te quiero, mami - me dijo abrazándome.

- Luna, menos mal que estás bien - dijo Stefan abrazándonos a Emma y a mí.

- Yo..., no podía dejar que Ric siguiera vivo y matara más originales - expliqué entre lágrimas mirándolos arrepentida.

- Lo sabemos - me dijo Stefan rodeándome con su brazo.

- Deberías descansar - me dijo Damon cogiéndome la mano para llevarme a su cama.

- Damon, tranquilo, me encuentro bien - le dije tumbándome en su cama.

De pronto llamaron a la puerta y Emma fue a abrir con su velocidad vampírica. Así que me levanté de la cama para bajar y cuidar de Emma. Antes de bajar me di cuenta de que encima de la mesita de noche de Damon había una caja de condones.

- ¿Qué haces? guárdala ya - dije susurrando para Damon mientras cogía a Alura en brazos.

- Pero si no va a entender lo que es - replicó poniéndose de morritos.

- Está bien - dije rodando los ojos para bajar rápidamente preocupada por Emma por detrás me siguió Stefan pero Damon prefirió quedarse cuidando de Nathan, Alura y muy a su pesar de Ethan.

- Emma, ponte detrás de nosotros - le dije cogiéndole de la mano.

Había unos cuantos hombres con armas y de entre ellos había uno que conocíamos, el Padre Young.

Nos cogieron a Stefan, Emma y a mí y nos llevaron hasta unas celdas, que como todavía no estaba muy recuperada me empezó a doler la cabeza. Menos mal que Emma estaba conmigo al igual que Stefan.

- Mami, mami - me llamó preocupada por mí Emma.

- ¿Estás bien? - me preguntó Stefan.

- Mami no se encuentra bien - dijo Emma preocupada.

- Tranquila, estoy bien, solo me duele la cabeza - le dije a Emma abrazándola con una sonrisa.

- Oh, por favor callaros ya - se quejó Rebekah.

Stefan estaba en el suelo algo débil dándome a entender que había verbena.

- Protege a Emma - me dijo Stefan desde el suelo.

- Sí, tranquilo - contesté.

Me senté a su lado y les intenté proteger a los dos con mis poderes.

Aunque al parecer a Emma no le afectaba en nada la verbena como la luz del sol.

De pronto los guardias cambiaron de turno y uno dijo.

- Yo me encargo. Entra a los otros dos - dijo uno.

Así que Rebekah dijo.

- Disculpe... ¿Me oye? - le llamó tosiendo.

El guardia cargó su pistola y se acercó a Rebekah.

- ¿No te he dicho que cierres la boca? - le dijo el guarda.

- Oiga, mi familia tiene dinero, castillos, apartamentos, joyas. Diga el precio y suéltame - dijo Rebekah.

- Prefiero mil veces verte morir - contestó el guardia.

Entonces se acercó con su velocidad vampírica al guardia y lo empujó hasta donde estaba mi hermano que ya se había levantado del suelo.

Cogí a Emma y le tapé los ojos para que no viera nada.

El guardia cayó al suelo y me alimenté un poco de su sangre con Emma en mis brazos. En ese momento me sentí un poco mejor.

De pronto llegaron Damon y Leah. Damon rompió los barrotes y me cogió en brazos aunque tuviera a Emma en mis brazos.

- Dame y llevo yo a Emma - dijo Stefan mientras se la daba.

- Volvamos a casa - dijo Damon besándome.

Cuando llegamos a casa Damon me soltó de sus brazos, Leah se fue a casa de nuestros padres divinos y Damon le dijo a Stefan.

- Todo el consejo sabe quiénes somos. Ahora todo va a cambiar - dijo a la misma vez que yo iba a por Alura.

Cuando bajé con ella en mis brazos le di de beber sangre y le acaricié un poco para que se durmiera.

- Tienes razón, Damon, ya nada será lo mismo que antes - comenté preocupada.

- Bueno, quédate con Stefan mientras yo me encargo de Alura y Nathan - me dijo cogiendo a Alura.

Le hice caso y me senté en el sofá a descansar con Stefan.

Emma se acercó a mí y me abrazó.

- Te quiero - me dijo abrazándome.

Le cogí de la mano y fuimos a acostarla con los demás.

Al terminar de acostar a los niños nos fuimos a nuestra habitación, le cogí de la mano a Damon y nos fuimos los tres a nuestra habitación.

Allí me quitó la ropa, me dejó desnuda y me dejó tumbada en la cama después de que Stefan corriera las sábanas. Nos acostamos los tres y nos dormimos después de un rato.

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