⚠️Capítulo 18 La muerte del origen.⚠️
Stefan P.O.V
A la mañana siguiente me desperté antes que ella y en ese momento Damon había terminado de vestirse. Se acercó a ella le recogió un mechón de pelo y la besó con cuidado de no despertarla. Se despidió de ella y se fue.
Al cabo de un rato de irse se despertó.
- ¿Y Damon? - me preguntó somnolienta.
- Se acaba de ir - le dije.
- ¡Jo!, me apetecía hacer un trío con vosotros dos - se quejó poniéndose de morritos. Fue muy adorable.
Entonces decidimos esperar a Damon en la cama haciéndolo los dos.
Ella me miró y sonrió felizmente de poder estar conmigo.
Me besó y se subió encima de mí.
- ¡Ah! - gemí cuando entró en mí.
Se acercó más a mí y se abrió de piernas. La abracé y le masajeé sus pechos provocando que soltara pequeños gemidos.
- ¡Ah! ¡Ah! ¡Ah! - gimió.
Entonces decidí hacerlo con ella lentamente hasta que se viniera o nos viniéramos.
- ¡Ahh! ¡más rápido! ¡sí! - gimió cuando de pronto escuchábamos como Damon subía las escaleras.
- Da igual que venga - me dijo besándome. Estaba llena de sudor.
La volteé y la dejé debajo de mí.
De pronto entró Damon y al vernos sonrió traviesamente.
- Ya le estás enseñando cosas nuevas a nuestra pequeña - comentó con una sonrisa traviesa mirando cómo se retorcía de placer.
Se quitó la camisa y me apartó de Luna.
- ¡Ya nos has cortado el rollo, Damon! - se quejó Luna entre jadeos.
- Pero esto no acaba aquí - dijo mordiéndose su muñeca para darle de beber de su sangre.
Ella bebió un poco y tiró de él para que acabase en la cama. Le acabó de quitar la ropa y se pusieron a hacerlo sin control alguno. Al cabo de un rato se vinieron y ella siguió moviéndose en él hasta que pasaron unos minutos y se cansó.
- Ufff... me habéis dejado exhausta - nos dijo tumbándose en la cama.
- Lo sé, pequeña - dijo Damon besándola para vestirse y explicarnos.
- Bueno, tenemos que ir al piso de Alaric. Esto todavía no ha terminado - explicó contento.
- Estás de muy buen humor, ¿qué ocurre, hermanito? - le preguntó con una sonrisa encantadora.
Él la cogió en brazos y le dijo.
- Todavía podemos ganar - le dijo besándola.
- ¡Eso es genial! - exclamó abrazándole.
La dejó en la cama y ella se acercó a mí para besarme y abrazarme súper contenta y feliz. Le cogí la mano y le ayudé a vestirse mientras Damon terminaba de ponerse la camisa.
Los dos le cogimos su mano y fuimos juntos a casa de Ric.
- Ahora verás a qué me refiero - le dijo a Luna con una sonrisa.
Llegamos y estaba Ric con una sierra cortando tablones de madera.
- Luna tú te quedas a mi lado, la sierra es peligrosa - me dijo Damon.
- Déjame estar con Stefan - le pidió.
- Vale - accedió a regañadientes.
Se quedó junto a mí ayudándome a colocarlas y mirar si estaban afiladas y se encargó de decirle a Damon las que no estaban bien afiladas.
- Esta hay que afilarla más - le dijo.
- Vale - contestó soltando la que estaba tallando para cogerle su brazo y hacer que se sentara en su regazo para besarla.
- Por fin podemos matar Originales. No vamos a fallar porque talles mal - le dije cogiendo la mano de Luna.
- He dicho que vale. No seas tan marimandón - dijo soltándola para ponerse a seguir tallando.
Cuando terminó de cortar la madera Ric, nos dijo.
- Como veo que lo tenéis todo controlado voy a llamar a la sheriff - dijo poniéndose la chaqueta.
Luna P.O.V
- Quiero entregarme - añadió.
- Ni de coña - contestó Damon.
- Tengo un álter ego homicida. Y a diferencia de otros quiero asumir la responsabilidad por lo que he hecho - explicó recordándome cuando me pasó a mí algo parecido.
- Si quisieras entregarte, no nos lo habrías dicho, listo - le dijo Damon mientras seguía tallando otra estaca.
- No eres el más indicado para psicoanalizarme. Maté al padre de Caroline y casi mato a Meredith. Todo ha cambiado - explicó.
- No vas a entregarte, Ric. Las hierbas de Bonnie funcionan y tenemos que matar Originales - dijo Stefan.
- Klaus debe morir, y ahora podemos matarlo. Así que de entregarte nada - añadió.
Damon se levantó y le dijo.
- Toma tu anillo - le dijo ofreciéndoselo.
- Póntelo - añadió sonriendo.
Él le hizo caso a regañadientes y se lo puso. Cuando recogimos todo nos fuimos al bosque. Por el camino mis hermanos se encargaron de quedar con todos porque Damon me obligó a ir cogida de su brazo durante todo el camino.
En cuanto llegamos al ver que faltaba Bonnie Stefan preguntó.
- ¿Dónde está Bonnie? También le mandamos el mensaje - preguntó.
- Su madre le ha abandonado. Otra vez - explicó Caroline.
- O sea que mejor no contemos con ella - añadió.
- ¿Qué hacemos aquí? - preguntó Matt mientras Damon me estaba comiendo a besos el brazo.
- Tenemos roble blanco. Es una larga historia. Falta la escena de acción - contestó mi hermano a la misma vez que forcejeaba entre risas con él para que me soltara.
- Espera. ¿Roble blanco? ¿Tenéis un arma para matar a Klaus? - preguntó Elena mirando cómo me reía con mi hermano.
- No. Tenemos una cada uno - contestó Stefan soltando la bolsa que había traído.
- Vamos a ponernos serios, Damon - le dije riéndome.
Él hizo un puchero y me soltó a su lado y yo me fui con Stefan para estar también con él.
- Klaus siempre ha ido un paso por delante. Pero ahora tenemos ventaja - explicó Stefan.
- Estamos armados, y ellos conectados - añadí.
- O sea que solo tenemos que matar a uno - siguió diciendo mi hermano.
- Y para aprovechar mejor la oportunidad tenemos que prepararnos para todas las que se presenten - añadió por última vez Stefan.
- Escenario número uno, tu vas a hacer de Klaus - me dijo Damon colocándome enfrente de todos con una sonrisa.
- Rebekah es el objetivo. La distraemos y la pillamos por sorpresa. Y para eso, hay que tener a Klaus lejos y ocupado - explicó Stefan.
- Caroline - añadió mirándola.
- ¿Por qué siempre soy yo el cebo de Klaus? - se quejó.
- Está obsesionado contigo. Pero de momento solo tienes que hacer de Rebekah. El deportista la distraerá. Habla con ella - explicó Damon mirando a Matt por lo último.
- ¿Cómo? - preguntó Matt.
- Muestra interés. Está sola. Desesperada - explicó Damon.
- Mucho. Se acostó contigo - añadió Caroline.
- Mientras el cachitas la distrae yo me acerco por detrás y la agarro de los brazos así - dijo colocándose detrás de Caroline para cogerle de los brazos provocando que se quejara.
Stefan se acercó y simuló clavarle la estaca.
- Lo que me da tiempo para un intento - agregó él.
- Y tú, Luna, distraerás a Leah - dijo Damon.
- Todos llevaremos una estaca menos Luna que no la necesitará - siguió diciendo Damon con intención de protegerme.
Mis hermanos siguieron contando lo de las estacas y nos pusimos a ensayar más escenarios. Cuando llegó la tarde nos fuimos a casa los tres y ayudé a Damon a esconder su estaca.
- Esto es peor que la piedra lunar en la jabonera - le dije besándolo cuando terminó de esconder su estaca junto a las demás estacas de madera en la chimenea.
De repente escuchamos un ruido y él me cogió en brazos.
- ¿Qué ha sido eso? - preguntó.
Me bajó de sus brazos y ambos bajamos cogidos de la mano.
- Damon, no tienes que estar todo el tiempo cogiéndome en brazos ya no soy un bebé - le dije.
Él me miró a los ojos y contestó.
- Lo sé, pero me gusta cogerte en brazos - contestó besándome algo serio.
De pronto Rebekah se acercó a nosotros y me empecé a sentir débil por culpa de la kriptonita celestial. Damon lo vio e inmediatamente se puso delante de mí para protegerme de ella aunque lo lógico sería al revés. Caí al suelo debilitada por sus efectos y al levantarme se lo había llevado en ese momento Stefan estaba entrando con nuestros hijos.
- Mami, mami - me llamó Emma con una sonrisa que cambió por preocupación en cuanto me vio tirada en el suelo debilitada.
Stefan que lo había visto dejó rápidamente a Ethan en nuestra habitación a la misma vez que entraba Nathan.
Me levanté con su ayuda y le dije.
- Rebekah se ha llevado a Damon - dije entre lágrimas con preocupación de lo que pudiera hacerle.
Al oírme Nathan se puso algo triste por su padre.
- Vale, tranquila, Luna, descansa un momento - dijo secándome las lágrimas.
- Es idiota, no me ha dejado protegerle - dije algo molesta.
- Vale, tranquila - dijo abrazándome.
Nathan se acercó a mí y me abrazó entre lágrimas. Emma que nos estaba escuchando fue a arriba a coger el collar y bajar para ponérselo. Pero Stefan y yo no le dejamos.
- Si vas, lo más probable es que tengan kriptonita celestial y estén esperando a que le salves - me explicó rodeándome con su brazo.
- Lo sé - dije algo apenada.
De pronto llamaron a Stefan y cuando terminó de hablar me explicó que Matt decía que todavía Finn seguía en el Grill.
- Me voy a arrepentir de esto pero.... Está bien, ve, pero ten mucho cuidado - me dijo besándome.
- Vale - contesté.
Llegué a la casa de los Mikaelson y rápidamente me colé hasta la habitación donde estaba Damon. Estaba atado con trampas de hierro para osos y había perdido mucha sangre a pesar de eso me preguntó.
- ¿Qué haces aquí? - preguntó.
- Rebekah te hará pedazos - añadió.
Le ayudé a bajar y antes de que cayera al suelo debilitado lo suspendí con mi mente para dejarlo en el suelo con cuidado.
- Idiota, tenías que haberme dejado protegerte - le dije cargando con él.
- Hermanita, tendrías que haberte quedado con Stefan - me dijo débilmente.
- Lo sé, pero no podía dejar que te pasara nada, siempre os protegeré - le dije entre lágrimas.
Sin embargo caí al suelo debilitada por kriptonita celestial.
- Pero mira que eres necia, parece que ser diosa no te hace más lista- dijo Rebekah.
Me cogió del brazo y me separó de mi hermano bruscamente haciendo que acabara en el suelo. Desde ahí me volvió a coger otra vez y me hizo un corte en la mejilla.
- ¿Quieres que deje de torturar a tu hermano?, entonces te torturaré a ti - dijo provocando que mi hermano reptara hasta Rebekah para intentar protegerme.
- No te atrevas a ponerle ni un dedo encima - dijo furioso intentando protegerme.
Ella sonrió y nos encerró en la habitación poniendo la kriptonita celestial fuera de la habitación para evitar que pudiéramos salir.
Cuando me recuperé de los efectos de la kriptonita celestial me levanté y me acerqué hasta él para curarle las heridas.
- No lo hagas, deja que primero se cure la tuya - me dijo abrazándome.
- Estoy bien - le dije sonriéndole con ternura.
- Ven, túmbate - añadí separándome de él para que se tumbara con mi ayuda. En cuanto se tumbó escuchamos a Stefan. Sin embargo no pudimos escuchar de qué estaban hablando.
No me dio tiempo a curar a Damon porque entró Klaus con kriptonita celestial y cogió a mi hermano aprovechando que conocía mi debilidad.
Stefan vino y me ayudó a levantarme.
- Ahora que estás desangrado, no tienes verbena y tu hermana no puede ayudarte puedo obligarte - dijo cogiéndolo de la cara para obligarlo.
- Aparte de la estaca que mató a mi hermano ¿cuántas más estacas quedan que puedan matarme? - le preguntó.
- Once - respondió él.
- Once. ¿No me digas? - respondió Klaus soltándolo como si nada.
Yo corrí y sostuve a mi hermano para que no se hiciera daño al caer al suelo y Stefan me sostuvo a mí para tampoco cayera al suelo.
- No has debido mentir - le dijo Rebekah a nuestro hermano.
- Traeré las otras tres - dijo Stefan mirándome preocupado.
- Sería un detalle. Aunque por mentir puede que oblige a tu hermano a torturar a vuestra hermana - le dijo.
- ¡Basta! - le gritó Stefan poniendo a Klaus contra la pared con una estaca en su mano.
- Dame eso o moriréis los tres - le dijo mientras yo protegía a Damon detrás de mí.
Al final acabó dándole la estaca y Klaus le dijo.
- Ahora solo tienes que darme las otras dos - dijo.
- Esto es ridículo - comentó Rebekah.
- Tráenos las estacas y os salvaréis - añadió.
- Llévatelo como prueba de confianza - dijo Rebekah yéndose con la bolsa de estacas que había traído Stefan.
- Danos las estacas. Todas. O declararé la guerra a todos los tuyos - le amenazó Klaus.
- ¿Te ha quedado claro? - le preguntó para después irse y dejarnos con él.
- Todo ha sido culpa mía - dije entre lágrimas ayudando a andar a Damon después de que se fuera Klaus.
Entonces Stefan me dio su mano para reconfortarme y por el camino Damon me explicó.
- Aquí es demasiado peligroso que nos paremos, mejor volvemos a casa y me curas allí - me explicó Damon.
Al llegar a casa, nos oyó Nathan y vino corriendo a abrazar a su padre provocando que se quejara por el dolor. Le ayudé a tumbarse en el sofá y le curé las heridas con mis poderes cuando terminé Damon hizo que me sentara junto a él y me miró a ver lo que me había hecho Rebekah.
- No pasa nada, ha sido solo un corte en la mejilla, ya se me ha curado - le dije tratando de tranquilizarlo.
Nathan vino algo preocupado y lo abrazó.
- Papi, te quiero - le dijo abrazándolo.
- Oh..., qué adorable - dije enterneciéndome por mi hermano que no sabía qué contestar.
- Ya es tarde, vete a dormir - contestó soltándolo.
- Ya lo acuesto yo - contesté con una sonrisa.
Stefan vino de dejar a Ethan y Emma durmiendo y Damon dijo.
- Ya lo llevo yo, tú descansa con Stefan - dijo para nosotros.
- Acostaos y dormid. Luego iré yo - añadió haciendo de hermano mayor.
Stefan y yo le hicimos caso y nos fuimos a nuestra habitación para descansar y dormir.
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