⚠️Capítulo 10 Venganza.⚠️
Dedicado a:leijla_rox , gracias por leer mi fanfic, espero que podamos ser amigas y nos llevemos muy bien 😀
Damon P.O.V
Salí de casa con una única idea en la cabeza, vengarme de Klaus. Y para ello tenía la idea perfecta: robarle los ataúdes de su familia y pedirle ayuda a Bonnie para que los esconda con su magia.
Stefan P.O.V
Poco después de que se fuera Damon me tumbé a su lado y le aseguré.
- Ya vendrá - le aseguré.
- Sí, Damon es Damon - contestó acercándose a mí.
Momentos después se quedó dormida. Le acaricié durante un rato y me quedé dormido a su lado.
A la mañana siguiente nos despertamos a la misma vez y ella me miró con tristeza. Se sentía culpable de que Damon se hubiera enfadado conmigo.
- Os quiero a los dos por igual - me dijo abrazándome.
- ¿Te apetece que lo hagamos? - le pregunté.
Ella me miró a los ojos algo apenada pero aún así contestó.
- Sí, por favor, pero en nuestra habitación - contestó.
La cogí en brazos y nos fuimos arriba. Por el camino ella me quitó la camiseta y puso sus manos en mi pecho.
- ¿Te gusta esta sensación? - me preguntó para dejarme besos por el pecho.
- Me encanta - contesté.
Ella paró y me miró algo ruborizada para preguntarme.
- ¿Te gustaría dejarme embarazada? - me preguntó.
- Cómo tú quieras, hermanita - le contesté con una sonrisa cuando llegamos a nuestra habitación.
- Sí, me encantaría - añadí tumbándome en la cama con ella.
Entre los dos corrimos las sábanas y nos quitamos la ropa entre besos y caricias para que ella quedara encima de mí.
Puse mis manos en sus pechos para que gimiera y comencé a moverme en ella lentamente.
De repente llegó Damon y entró a nuestra habitación pero Luna que ya estaba caliente no quería parar así que no paré.
- Luego me toca con ella - anunció él mirándola cómo se estaba muriéndose de placer por mí.
- ¿Puedes entrar ya en mí? - me preguntó besándome.
- No, espera un poco más - contesté. Quería alargar más el momento y que estuviera muy caliente para hacerlo juntos.
- ¡Ahh! - gimió algo ruborizada al notar que Damon no dejaba de observarla.
Él se acercó hasta donde estábamos nosotros y le dejó un beso en su frente provocando que gimiera su nombre.
- ¡Damon! - gimió.
Entonces fue ahí cuando decidí entrar en ella.
- ¡Ahh! ¡Más rápido, Stef! - me pidió.
- ¡Oh! ¡Sí, hermanito! - la imitó Damon con una sonrisa que hasta para mí fue molesta.
- ¡Damon! - se quejó nuestra hermana.
- ¿Puedes dejarnos solos? - añadió preguntándole.
Él la miró y le dijo.
- Tú y yo tenemos una tostada sexual pendiente - le dijo haciendo que ella asintiera entre jadeos.
- Ahora vete para que me pueda concentrar - le dijo dejándome besos por mi pecho.
Le lamí entre sus pechos y ella me mordisqueó suavemente el labio.
- Está bien, hermanitos - nos dijo para después irse a cuidar de Nathan.
- Cuídalo - le dijo haciendo que asintiera para después irse.
- ¡Más rápido! - me pidió. Creo que estaba a punto de venirse porque ella se movía cada vez más y más rápido.
Solo faltaron unas pocas embestidas más para que nos viniéramos los dos y se desplomase en la cama por el cansancio.
- Ufff..., no puedo más - comentó con una sonrisa encantadora al mismo tiempo que me miraba con esos ojitos azules que le hacían ver tan tierna y adorable.
Le fui acariciando mientras los dos intentábamos normalizar nuestra respiración y le pregunté.
- ¿Te ha gustado? - le pregunté obviando la respuesta.
- ¡¿Estás de broma?! ¡Me ha encantado! - exclamó súper contenta.
- Pero hay que esperar para poder separarnos - añadió mirándome algo roja.
- Vale, tú me dices - contesté dejándole un beso sobre sus labios.
Al cabo de un rato me dijo.
- Ya - dijo haciendo que me separase y la cogiera en brazos para dejarla encima de mí y que descansara sobre mí.
- Deberíamos ducharnos - comentó entre risas.
- No quiero preocuparte pero me preocupa Damon - comenté provocando que me mirase algo seria.
- Ayer se fue sin decir palabra y conociéndole seguro que habrá hecho alguna estupidez - añadí.
Entonces decidimos llamarlo y cuando vino y la vio desnuda encima de mí enloqueció.
- Ufff... me pones a cien - anunció acercándose a besarla.
- Damon, déjala descansar - le dije.
- Vamos a tomarnos algo al Mystic Grill, invito yo - le propuso.
- Nos tenemos que duchar. Nos hemos puesto perdidos de hacerlo - le explicó mirándome traviesamente.
- Me encanta portarme mal y hacer travesuras con vosotros - añadió para ambos con una sonrisa traviesa.
Damon no pudo aguantarse y se la llevó abajo a ducharse con ella.
Luna P.O.V
Me llevó a su habitación pero allí estaban Emma y Nathan durmiendo.
- Damon, estoy sin ropa y Emma y Nathan están durmiendo en tu habitación - le expliqué provocando que me besara.
- Nuestra habitación - me dijo poniendo su mano en uno de mis pechos provocando que gimiera.
- ¡Ahhh! - gemí.
- Mami, Mami - me llamó Emma. Parecía que estaba llorando.
Acababa de despertarse.
- Rápido, deja que me vista con algo de mi habitación - le pedí preocupada por Emma.
Él me miró a los ojos y me soltó para esperarme a que me vistiera rápidamente.
- ¿Qué pasa? - me preguntó Stefan preocupado por Emma.
- No lo sé, voy a ver - contesté.
- Voy contigo - dijo preocupado.
- Vale - contesté bajando rápidamente.
Cuando me vio se tranquilizó un poco.
La cogí en brazos y la mecí un poco esperando a que se calmase y llegó Stefan también algo preocupado.
- Creo que ha tenido una pesadilla - le expliqué.
- Sí, pesadilla, pesadilla - dijo Emma imitándome con una sonrisa.
- Vale - dijo Stefan tranquilizándose para acercarse a acariciarla.
- Papi, te quiero musho - le dijo Emma alargando sus bracitos.
Stefan nos abrazó y vino Damon que estaba cansado de esperar.
- Te amo - me dijo Damon besándome.
- Vale, ya te puedes ir, Stefan. Vuestra hija está bien - le dijo después de un rato.
- Luna, lleva a nuestro hijo arriba - añadió para mí.
Asentí y lo llevé con mi mente hasta mi habitación, ya que estaba durmiendo y no quería despertarlo. Luego me despedí de Stefan besándolo.
Después de irse Stefan Damon me arrancó con rapidez toda la ropa y la tiró al suelo para cogerme en brazos y llevarme hasta la bañera.
- ¿Cómo puedes seguir caliente durante tanto tiempo? - le pregunté quitándole su ropa.
- No lo sé, es que me pones a cien - contestó encogiéndose de hombros.
Echó el agua y cuando se llenó la bañera nos metimos juntos para hacerlo.
Me puse mirando en frente de él y me tumbé en la bañera. Entonces él se echó encima de mí y lamió toda la cara. Me hizo un masaje de los buenos por los hombros y por los pechos para conseguir que volviera a estar caliente y con ello dispuesta a hacerlo de nuevo.
- Siempre acaba siendo una experiencia nueva con vosotros dos - comenté relamiéndome los labios por sus masajes. Se sentía tan bien.
- Eres tan guapa... - suspiró mi hermano dejándome un beso sobre mis labios.
Me encantaba como estaba siendo conmigo ahora y no quería estropear el momento así que lo que me dijo Stefan no lo mencioné hasta al final cuando fuéramos al Mystic Grill, aunque claro quería que viniera también Stefan.
- Oye, ¿te parece bien que venga con nosotros Stef? - le pregunté poniendo mi mejor cara para que dijera que sí.
- ¡Ahg! Está bien - accedió a regañadientes rodando sus ojos con una sonrisa que lo hacía ver más tierno.
- Gracias - contesté viendo cómo me dejaba pequeños besos e incluso mordisquitos por mi pecho.
Después acabamos haciéndolo salvajemente. Él puso sus manos en mis pechos para hacer presión y al cabo de un rato acabé viniéndome en él.
Estuvimos un rato juntos en la bañera hablando de nuestras cosas hasta que Damon me cogió en brazos para vestirme.
- Eres de lo más mono, hermanito - le dije mirándole con unos tiernos ojitos.
Nos vestimos los dos y él me besó.
- Vamos los dos al Mystic Grill, después que venga Stefan si quiere, pero antes quiero estar contigo un poco - me dijo pasando sus manos por mis pechos provocando que gimiera.
- ¡Ahh! - gemí cerrando mis ojos por el placer.
- Simplemente te he tocado, hermanita, no hace falta ponerse así - dijo parando y haciendo que me pusiera algo roja.
- No pares, sigue por favor - dije cogiendo su mano para ponerla de nuevo en mi pecho.
- Ohhh..., tienes ganas de jugar - dijo mirándome con unos tiernos ojitos.
- Eres la cosita más tierna que pueda existir en este mundo - le dije retorciéndome de placer y acabando por sentarme en su regazo.
- Quiero que me sigas masajeando mi pecho - le pedí.
- No, nos vamos - me dijo parando para cogerme en brazos.
- Por favor - insistí.
Él me cogió en brazos como si fuera un bebé y me dijo haciendo un puchero.
- Vamos a emborracharnos al Mystic Grill - me dijo haciendo un puchero.
- Pero Nathan hay que cuidarlo - repliqué.
- No, él estará bien con Stefan - me aseguró.
- Pero es nuestro pequeño - le dije besándolo un poco preocupada.
- Estará bien, Luna. Ya sé que es nuestro pequeño - siguió diciendo.
- Bueno, está bien, vamos - accedí al cabo de un rato.
- Vamos a despedirnos primero de Nathan - sugirió encogiéndose de hombros.
- Vale, pero si está durmiendo no - accedí.
Damon me subió en brazos hasta la habitación de Stefan y me bajó de él cuando llegamos. Stefan estaba dándole de beber de su sangre a Emma.
- Mami, sangre mu rica - me dijo con una sonrisa cuando terminó de beber. Eso provocó que sonriera.
Cogí a Nathan en brazos y Stefan sugirió.
- ¿Por qué no os vais a la habitación de Damon y os despedís tranquilamente allí? Si queréis - sugirió besándome con cuidado de no hacer daño ni a Nathan ni a Emma.
- Papi kiere musho a mami - dijo la pequeña contenta de nuestro amor.
- Sí, pero también te queremos a ti - le dijimos los dos sonriendo.
- Yo kiero musho a hermanito - siguió diciendo para Nathan.
Le dejé un beso en su mejilla y al despedirme de los dos Damon y yo bajamos de nuevo a su habitación y allí él cogió a nuestro hijo en brazos y le dejó un beso en su mejilla. Entonces me acerqué a los dos e hice lo mismo que mi hermano para despedirme de nuestro hijo.
- Ves. Estará con Stefan y no le pasará nada - me explicó.
- Vale - accedí más tranquila.
Al cabo de un rato Damon decidió subir con nuestro hijo a mi habitación para dejarlo con Stefan.
Después de eso nos fuimos al Mystic Grill donde nos encontramos primero con Bonnie que quería hablar conmigo. Parecía importante. Así que le cogí de la barbilla a mi hermano para que me mirase y le dije.
- Ahora después estoy contigo, te lo prometo, pero tengo que hablar con Bonnie que es importante. Ve pidiendo tú - le dije para dejarle un tierno beso sobre sus labios.
Él me abrazó con fuerza y me susurró al oído.
- Te quiero, pequeña - me susurró al oído.
- Y yo - contesté correspondiendo a su abrazo.
Nos separamos y me fui a la mesa en donde estaba Bonnie. Al llegar me senté y hablamos.
- Cada vez que cierro los ojos, tengo esa pesadilla, que se repite - empezó a decir.
- Cuatro ataúdes: hay uno que no se abre, pero en el que está abierto está el colgante de la bruja original y cuando lo toco siento una energía mucho más poderosa que de los dioses mismos y después veo imágenes de una mujer creando una especie de recipiente mágico y luego despierto - explicó.
- Vale, estoy empezando a pensar que eso no es una pesadilla, sino un sueño de bruja, una visión. De todas formas voy a consultarlo con mi padre - comenté.
- ¿Y cómo están tus hermanos? - me preguntó.
- Stefan está algo triste por haberme puesto en peligro y Damon..... - contesté haciendo una pausa para observar a mi hermano.
- Damon es Damon - añadí viendo cómo estaba pidiéndole a Ric que bebiera con él. Parecía que estaba borracho.
- Bueno, luego me contarás - se despidió Bonnie mientras me levantaba de la mesa.
- Sí, adiós - me despedí para ir con mi hermano.
- Venga, elige: Bloody Mary o destornillador. El desayuno en botella - me dijo sirviéndose una bebida en un vaso para bebérselo.
- Paso - contesté algo seria. Sabía que le pasaba algo.
- Venga, Luna. Yo no me puedo beber todo esto. Bueno, sí puedo, pero acabaría desnudándote - me dijo con una sonrisa traviesa. Estaba apoyado en la mesa.
- Bueno..., un poco - accedí sabiendo que no era lo mejor.
- Es la víspera del Klausaggedon - comentó mi hermano rodeándome con su brazo para atraerme hasta él y animarme a que bebiera con él.
Acabé por dejarme llevar y me emborraché.
- Esto es muy divertido - dije entre risas cogida de su mano.
Juntos fuimos a jugar a los dardos hasta que vimos a Elena que estaba llamando a su hermano. Ahí fue cuando reaccioné.
- Es increíble - comenté para mis adentros al darme cuenta de lo que había pasado.
- Qué fiera estás cuando te enfadas - comentó mi hermano que había bebido más que yo y estaba más ebrio.
- No estoy enfadada. Estoy preocupada además de algo molesta - le expliqué cogiendo un dardo para lanzarlo y acertar en la diana.
- ¿Por qué? ¿Porque la responsable de mi hermana pequeña se ha emborrachado con el irresponsable de su hermano mayor? - me preguntó hablando ebrio.
- No, estoy preocupada por ti - le expliqué dulcemente.
- ¿Estás bien? - le pregunté.
- ¿Te parece que estoy mal? - me preguntó recogiendo el dardo que había lanzado.
- Estás borracho de buena mañana. No es tu faceta más atractiva - le dije con una sonrisa intentando suavizar las cosas.
- ¿Y cuál es mi faceta más atractiva, hermanita? - me preguntó acercándose hasta mí.
- Pues ya sabes: tú y yo, en tu cama, siendo tú mismo - le susurré al oído como contestación a la vez que le miraba a sus ojos con una sonrisa traviesa.
- Tomo nota - comentó sonriendo hasta que de pronto Klaus dijo.
- No os cortéis - dijo Klaus.
- Klaus - murmuré asustada.
Mi hermano en cuanto lo escuchó se puso delante de mí para protegerme.
- ¿Vas a hacer esto en el Grill delante de todos? Es un poco rastrero, ¿no crees? - comentó Damon.
- No sé de qué hablas. Solo he venido al bar de siempre a tomar algo con mi prometida - dijo haciendo que Leah se acercara hasta donde estaba él para cogerle de la mano.
- Pide una ronda, Leah - le dijo besándola.
Se separaron y Leah le hizo caso.
- No esperaba que te quedaras para la hora feliz - soltó mi hermano.
- Nuestra hermana ha desaparecido - comentó mirándome algo sonriente.
- ¿Guapa, rubia explosiva y psicópata? No te costará encontrarla - contestó Damon.
- Lo cierto es... que empieza a gustarme el pueblecito. No me importaría instalarme - explicó Klaus acercándose un poco más a nosotros.
- Supongo que os preguntaréis en qué os va a afectar eso. Y la respuesta es que en nada - siguió diciendo para acercarse a mí.
- Mientras consiga lo que quiero y os comportéis no voy a meterme en vuestras vidas. Os doy mi palabra - añadió.
- ¿Se puede saber qué más quieres? - le pregunté cansada de sus exigencias.
- Para empezar que me digas dónde encontrar los ataúdes de mi familia - dijo poniéndose en frente de mí.
Damon que lo vio no le permitió acercarse más a mí y contesté.
- No lo sabemos - contesté.
- Pues es una lástima - dijo mirándome.
- Necesito recuperar lo que es mío - añadió.
- Pues no es nuestro problema, ya te he dicho que no sabemos donde están - comenté provocando que se pusiera a unos milímetros de mí.
Mi hermano me cogió de la muñeca y me acercó a él para abrazarme y evitar que me tocara Klaus.
- Siempre es bueno compartir las penas, cielo - soltó por última vez para irse por donde había venido con una sonrisa sobre sus labios.
- Volvamos a casa - dijo mi hermano algo serio.
Llegamos a casa y fui a abrazar a mi otro hermano.
- Te amo - le dije besándolo. Estábamos en nuestra habitación.
- Y yo a ti - dijo con una sonrisa correspondiéndome.
- Tienes razón, a Damon le pasa algo y no lo quiere contar - expliqué algo apenada.
- Ehhh..., vamos, seguro que no es nada - me dijo rodeándome con su brazo para calmarme.
- Tengo que hablar con mi padre sobre una cosa - le expliqué.
- Vale, si necesitas algo avísame - me dijo abrazándome.
Nos separamos y me fui a buscar a mi padre que estaba en el salón algo preocupado.
- Papá - le llamé.
Él se giró y me miró a los ojos.
- Bonnie me ha explicado que no para de soñar con lo mismo y yo creo que es un sueño de bruja - le dije.
- Descríbeme su sueño - me pidió.
- Cuatro ataúdes, hay uno que está cerrado y otro que está abierto, en el que está abierto está el colgante de la bruja original y cuando lo toca ve imágenes de... - expliqué siendo interrumpida por él.
- Necesitamos el colgante de la bruja original, es una perla del poder antes de que despierten los guardianes de las fuerzas oscuras y se hagan con ella - me interrumpió.
- ¡¿Qué?! - exclamé sorprendida.
- Sí - contestó con seriedad.
- ¿Y qué pasa si no lo logramos? - me atreví a preguntar entre lágrimas.
- Te matarán y todos los que somos buenos seremos malos, incluida tú - contestó abrazándome.
- Pero tú podrás con todo - me aseguró enterrándome en sus brazos.
De pronto escuchamos como Damon se quejaba.
- ¡Ahh! - gritó.
Rápidamente fui adonde estaba y le ayudé a levantarse del suelo. Se había clavado una estaca cerca del corazón.
- Te han obligado - comprendí cargando con él hasta su cama.
Le quité la estaca y le curé con mis poderes.
- Ufff..., menos mal que no ha sido tan grave - dije aliviada recordando mi conversación con Hades.
- No lo entiendo, estaba hablando por teléfono y... - empezó a decir haciendo una pausa para después
- Y ya no recuerdo más - añadió mirándome perplejo al cabo de unos segundos.
- Te amo - le dije besándolo y abrazándolo como mi vida dependiera de ello.
- Seguro que ha sido Klaus - le aseguré furiosa en cuanto vino Stefan.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó preocupado por mí al verme abrazada a Damon.
- Ha sido Klaus, seguro que le ha obligado a que se clavara la estaca - contesté separándome de Damon.
- Nos está enviando un mensaje - dedujo Stefan.
- Quiere que encontremos sus ataúdes. Pero no podemos porque mi padre me acaba de confirmar que el colgante de la bruja original es una perla del poder - expliqué preocupada entre lágrimas.
Damon no decía nada, estaba callado mirándonos algo serio. Supuse que sabía algo que no quería contarnos.
- Klaus quiere recuperar a su familia - comenté.
- No, sé lo que estás pensando y la respuesta es no - contestó negándose.
- Si le damos a Rebekah... - intenté explicar.
- Le quitará la daga y lo primero que hará será intentar matarte, sería empeorarlo aún más. No es una opción - me interrumpió haciendo que me sentara encima de su regazo.
Stefan P.O.V
- Voy a llamar a Bonnie - dijo entendiendo algo que nosotros, o por lo menos yo, no llegué a entender.
- Damon, suéltala, no le va a pasar nada - le aseguré cogiendo la mano de Luna.
Él la soltó a regañadientes y al volver nos sonrió a los dos y nos dijo.
- Ya he estado bastante contigo a solas. Ahora me toca con Stefan, si queréis los dos - dijo sonriéndonos con dulzura.
Nos miramos los dos y Damon suspiró para asentir y que nos fuéramos los dos juntos.
Ella me cogió de la mano y fuimos juntos hasta una casa pero al llegar nos encontramos en la entrada a Damon.
- No vas a entrar a por los ataúdes, esta es mi venganza por el daño que sufrió nuestra hermana por culpa de Klaus - dijo furioso.
- Damon, tranquilo - le dijo suavemente en un intento de tranquilizarlo pero no le dejé que se acercara más.
- Damon, hazle caso - intervine ayudándole.
- Klaus no va a parar hasta que consiga lo que quiere. Si descubre que has sido tú, no podré protegerte más - dijo llorando entre lágrimas. Cuando dijo eso me extrañé un poco pero recordé lo de su problema con la oscuridad y no dije nada.
- Te va a matar - siguió diciendo entre lágrimas.
- Damon, es nuestra hermana, si nos pierde a alguno de los dos eso la destruirá - le intenté convencer mientras abrazaba a nuestra hermana para consolarla.
Luna que no podía soportar perder a Damon no pudo retener las lágrimas y se puso a llorar abrazada a mí.
Damon al verla decidió ceder un poco y dejar que entrásemos.
- No, voy con ella - dijo negándose a dejarla sola conmigo.
- Eh, venga no os peléis por mí - se quejó nuestra hermana que ya se había calmado un poco.
- Solo dime una cosa, ¿por qué robaste los ataúdes? - le pregunté.
- Por venganza, Klaus le ha hecho daño varias veces y ya sabes lo que pasa cuando alguien se atreve a tocarle si quiera un pelo - me contestó entre dientes.
- Muy bien, no sé qué tramas pero me apunto - accedí al final. Sabía que tenía razón por una parte. Klaus se había pasado de la raya con Luna.
- Hermanita, tú te quedas al margen - soltó sin más.
- ¡¿Cómo?! - se quejó atónita.
- Ni hablar, somos un equipo - se negó.
- Si prometes obedecerme y portarte bien... - dijo Damon mirándola a los ojos sonriendo orgulloso.
- Obedecerte vale, pero en lo de portarme bien no te prometo nada - contestó mirándolo traviesamente.
- Hecho - accedió al final.
Luna P.O.V
Entramos y seguimos a Damon hasta una sala donde se suponía que estaban los ataúdes pero no había nada.
- ¿Qué es esto? - preguntamos Stefan y yo.
- Aquí es donde están los ataúdes - contestó Damon cogiéndome la mano.
Cuando volví a mirar aparecieron de la nada los ataúdes.
Con mi mente hice que se abriera uno y en ese ataúd encontré el collar de la bruja original además del cuerpo inerte de Elijah, me dio un poco de pena de verlo en ese estado pero no podía quitarle la daga, ya que nos complicaría todavía más las cosas. En cuanto lo cogí nos fuimos a casa.
Llegamos a casa y le di el collar a mi padre para que lo guardara y me iba a ir a mi habitación cuando escuché a mi madre hablando con Damon.
- No deberías haberlo hecho - le dijo acariciando su mejilla.
- Estás poniendo a tu hermana en peligro - añadió.
- Lo sé, pero no quiero que Klaus le siga haciendo daño - contestó bajando la mirada.
Eso me recordó a lo que dijo Klaus, así que pensé que si le daba a Rebekah y hacía un trato con él a lo mejor nos dejaba en paz. Fue por eso que bajé y quedé en secreto con Klaus.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top