Capítulo 20 El último día.

A la mañana siguiente nos despertamos y bajamos a desayunar juntos. La cogí en brazos y fuimos a desayunar en cuanto nos vestimos.

Mientras íbamos bajando por las escaleras le fui haciendo cosquillas para que empezara a reírse.

- Ohh..., Damon, para. Me estás haciendo cosquillas - se quejó entre risas.

- Tendrías que ser mejor hermano con Stefan - me explicó poniéndose seria.

- Calla - le dije mordiéndole el labio para verla gemir. Era gracioso ver cómo tu hermana pequeña gemía tu nombre.

- ¡Damon! - gimió.

La dejé en el suelo y ella se cogió de mi brazo.

Al llegar al salón nos encontramos a Stefan hablando con Elijah.

- Hoy hay luna llena - señaló Elijah.

- Debemos suponer que Klaus está preparado para romper la maldición - añadió.

- Luna nos dijo que la del Sol y la Luna es falsa - le explicó Stefan mientras nos sentábamos juntos como siempre, Luna quedándose entre nosotros.

- Que la maldición solo pesa sobre Klaus - añadió él.

- Klaus es un vampiro de un linaje de hombres lobo. La maldición impide que el hombre lobo se manifieste. Pero si la rompe será un híbrido - explicó Elijah.

- Como Chase - recordó nuestra hermana con preocupación.

- Y ¿por qué vamos a dejar que la rompa? - pregunté.

- Podemos matarlo hoy. Con Bonnie - añadí.

- Damon - me regañó Stefan.

- No, Bonnie no puede usar tanto poder sin morir - me explicó ella mirándome seriamente.

- Pues le escribiré un epitafio - solté como si nada.

- No es una opción, Damon - dijo Luna alzando un poco la voz.

- Vale, ¿cómo se rompe esa maldición? - preguntó Stefan.

- El ritual en sí es relativamente sencillo. Los ingredientes, por así decirlo, ya los sabéis - explicó.

- La piedra lunar - recordó nuestro hermano.

- Una bruja canalizará el poder de la luna llena para liberar el hechizo vinculado a la piedra. Después, Klaus, como hombre lobo y vampiro sacrificará un ejemplar de cada especie - siguió explicando.

- ¿Y dónde entro yo? - le preguntó Luna.

- En la parte final del ritual. Klaus debe convertir a la réplica divina en vampira - contestó provocando que Stefan cogiera la mano de Luna con algo de miedo.

- ¿Sabemos si Klaus tiene todo lo que necesita? ¿Tiene un hombre lobo? - siguió preguntando nuestra hermana.

- Lleva esperando mil años para romper la maldición. Si no tiene ya un hombre lobo, no dudo de que esta noche lo tendrá - contestó.

Luna P.O.V

Cuando terminamos de hablar mis hermanos se fueron afuera para arreglar sus problemas.

Entre tanto yo estaba con Elijah que me preguntó.

- ¿Por qué lo haces? - me preguntó, estaba preocupado.

- Soy la llave de la maldición, aparte de Elena. Aunque Klaus esté aquí por mí y por Elena no sé por qué pero intuyo que en el fondo está aquí por mí más que por Elena - le expliqué.

- Y si no lo evito, va hacer daño a mucha gente. Es sencillo - añadí.

De repente escuchamos como Jenna se peleaba con Ric que acababa de llegar. Stefan se acercó a mí y fuimos juntos a ver lo que pasaba.

- ¿Qué pasa? - les pregunté.

Jenna estaba enfadada y tenía una ballesta en su mano.

- Soy yo, Luna, te lo juro - juró.

- Me ha liberado. Klaus me ha liberado - añadió.

- Demuéstralo - soltó Damon que había llegado detrás de nosotros. Estaba serio.

- Vale. Nuestra primera noche juntos, Jeremy entró justo cuando iba a... - explicó.

- Vale. Es él - contestó Jenna segura de sí misma.

- ¿Por qué te ha soltado? - preguntó Stefan dándome su mano.

- Quiere que os transmita un mensaje. El sacrificio será esta noche - contó.

Stefan se puso un poco más nervioso y me apretó un poco más la mano.

- Vete arriba con Damon y cuida de Emma. Quedaos con Artemisa y ponedla al día - nos pidió preocupado.

- Vale - contesté cogiendo la mano de mi otro hermano.

Stefan me soltó y me fui arriba con Damon.

Al llegar a su habitación con Emma en mis brazos y mi madre a mi lado noté como estaba un poco serio. En el fondo noté que estaba preocupado por mí.

- ¿Estás bien? - le pregunté dulcemente.

- No quiero oír nada más - contestó serio mientras yo le daba de beber mi sangre a Emma provocando que me diera un mareo por culpa del embarazo de Nathan.

Damon lo notó y acudió a mí como un rayo. Me sostuvo y me dio de beber hasta que pudo comprobar que ya estaba bien.

- Necesito que entiendas por qué voy a hacer esto - contesté.

Entre tanto, mi madre nos miraba confusa, tratando de comprender de lo que estábamos hablando.

- ¿Por qué? Está claro que sufrirás por más que Stefan y yo intentemos protegerte - soltó enfadado.

- Saldrá bien, Damon - contesté.

- Me convertiré en vampira, seguiré viviendo, Bonnie matará a Klaus y todo esto por fin habrá terminado - le expliqué meciendo a Emma en mis brazos.

- Si funciona - señaló.

- Funcionará - aseguré mirando a mi madre y a mi hermano.

- Crees que funcionará. Quieres que funcione. ¿Por qué soy yo el único que cree que no? - soltó.

- No, yo también creo que no funcionará - intervino mi madre que se puso rápidamente al corriente de la situación.

Eso me molestó un poco viniendo de mi madre divina. Pero claro, cómo no, mi madre siempre estaba del lado de Damon.

- Tiene que haber otra forma - dijo Damon.

- No la hay - solté afligida.

- Vas a convertirte en vampira - dijo.

- Al menos estaré viva - me defendí.

- No estoy dispuesto a correr ese riesgo para que te pase como Stefan. Hicimos la promesa de que te protegeríamos pasara lo que pasara - explicó. Eso que dijo de Stefan me dolió pero aún así mantuve mi postura.

- Pero yo sí - aseguré cogiendo la mano de Damon con mi mano libre.

- No puedo perderte - confesó.

- No lo harás - le expliqué dejando a Emma con mi madre.

- ¿Y qué pasa con Nathan? - me preguntó.

- Estará bien - contesté.

- Lo dudo - dudó él.

- Soy diosa de la naturaleza, si muere lo reviviré. Así que ya sabes, vivirá sí o sí - le expliqué.

- Solo por si acaso - comentó sujetándome de mis muñecas para atraerme hasta él. Después de besarme me obligó a que bebiera su sangre, tanta como él quisiera.

- Damon, suéltala - me defendió mi madre al ver que Damon no me soltaba.

Al final acabó viniendo Stefan que consiguió separarnos. Yo acabé en el suelo mareada y Damon se estrelló contra uno de los muebles que habían en su habitación. Jamás había bebido tanta sangre de golpe. Estaba colocadísima además de mareada. Me dolía la cabeza y ahora era incapaz de pensar con claridad.

- ¿Qué has hecho? Es nuestra hermana pequeña, se suponía que había que cuidarla y protegerla. Pero tú, por poco la matas con tanta sangre - dijo enfadado. Jamás lo había visto así de enfadado.

- Deséame una eternidad de miseria - me dijo.

- Claro, claro, hermanito, lo que tu digas - contesté riéndome. Estaba colocadísima.

Stefan estaba enfadado pero aún así me cogió la mano y me llevó a nuestra habitación.

- ¿Qué te ha hecho ahora el idiota de nuestro hermano mayor? - me preguntó.

- Nada, nada. No es nada, me pondré bien - contesté riéndome.

Toda esta situación me parecía divertida y era todo culpa de la sangre de Damon que había bebido.

Stefan P.O.V

Esto estaba muy mal, Damon se había pasado de la raya al dar de beber de su sangre en cantidades ingentes a nuestra hermana. Era nuestra hermana pequeña y debíamos cuidarla. Ella solo nos tenía a nosotros y Damon lo había echado todo a perder.

- Stef, no importa. Juguemos a algo con Damon - dijo sonriendo.

- ¿Por qué estás tan serio? - me preguntó al ver que estaba enfadado.

Ya se le empezaba a notar su embarazo.

- ¡Ahh! - gimió. No entendí por qué lo hizo. Pero supuse que era para provocarme y que lo hiciéramos.

Le miré sus muñecas y vi que Damon se las había dejado marcadas al sujetarla con tanta fuerza.

Poco a poco desaparecieron sus marcas pero ella todavía estaba colocada.

- Podría haber llegado a un coma etílico de no ser por ti. Aunque aún así es grave - explicó Artemisa entrando a la habitación con Emma en sus brazos.

- Dale un poco de ambrosía, hará que mejore y deje de estar colocada - me dijo mostrándome el frasquito con agua que se suponía que era ambrosía.

- No le hará nada - añadió al ver que me había puesto serio.

- Está bien - contesté cogiendo el frasquito.

Cuando se lo di mejoró al instante.

- No te enfades con Damon - me pidió afligida.

- No te preocupes. Pero lo que te ha hecho no debe tener perdón - le expliqué.

- Quiero que vayamos a un sitio, está cerca, volveremos pronto - añadí al cabo de un rato.

La llevé al campo. Era un bosque con árboles. Dejamos a Emma con su madre y le cogí la mano.

Noté que estaba preocupada por algo así que le pregunté.

- ¿Qué te ocurre? - le pregunté intentando sonar lo más dulce posible.

- Es por Damon, me tiene preocupada. No quiero que arruine lo que tenemos los tres como hermanos - contestó mirándome entre lágrimas.

- Está bien, vale. Si quieres puedo ir a hablar con él esta noche para intentar arreglar nuestro problema, ¿vale? - le comenté rodeándola con mi brazo.

- Ese es el problema. Solo yo puedo conseguir que razone y no quiero ser solo yo. Quiero que tú también lo consigas, porque eres nuestro hermano y la familia está para eso - me explicó.

- Todo es culpa de Katherine - añadió algo molesta.

Respiró hondo y se calmó.

- ¿Dónde estamos? - me preguntó cuando se calmó.

- Es una sorpresa. Solo falta un poco - contesté.

Al cabo de un rato llegamos a un paraje natural con una cascada preciosa.

- Vaya, es precioso - comentó mirándome con una pequeña sonrisa.

- Te quiero - le dije besándola.

- Yo también - contestó abrazándome.

- Hay que subir a la cima - le expliqué.

Mientras íbamos caminando ella me comentó.

- Bonnie tendrá que hacerme un anillo de día - comentó ella.

- Si es necesario - señalé.

- Y nunca más podré ver Bambi - dijo algo divertida. Aún así se lo tomaba a broma.

Era tan fuerte mi hermana...

- ¿Qué es lo mejor de convertirse en vampiro? - me preguntó.

- Ah... Pues te sientes capaz de todo. De ser quien quieras. Lo bonito lo es mucho más. Todo se magnifica. Y se vive más intensamente. El amor es mucho más fuerte - le expliqué.

- ¿Y lo peor? - siguió preguntándome a la misma vez que se cogía de mi brazo.

- Ya sabes lo peor - contesté.

- A parte de la sangre - dijo.

- Pues... La rabia se convierte en ira. La tristeza en desesperación. La pena y el dolor te paralizan. Por eso reprimimos las emociones, porque se vuelve insoportable - le expliqué haciendo que ella se abrazara a mí.

- Durante un tiempo, para mí..., lo bueno no compensaba lo malo - le conté.

- ¿Y cuánto tardaste en controlarlo? - preguntó.

- Lo sigo intentando - contesté.

- Cada día - añadí.

- Sigamos andando. Aún nos queda más de la mitad - dijo ella.

Al final llegamos justo para el atardecer. Era muy bonito el paisaje.

- Ufff... - suspiré al llegar.

- No es nada. Yo he escalado el everest - comenté para provocarla.

- No seas fanfarrón, Stefan - contestó ella entre risas abrazándome.

Nos sentamos en el suelo y contemplamos el anochecer. Cuando se hizo de noche volvimos a casa para cuidar de Emma.

Al llegar a la entrada de la mansión ella se paró y se puso en frente de mí para agradecerme lo que hacía por ella.

- Gracias por lo de hoy - me agradeció abrazándome.

- No hay de qué - le contesté viendo cómo aparecía Klaus.

Entonces me puse nervioso.

- Ya estaba nervioso. Pensaba que habríais hecho alguna estupidez - comentó sonriendo.

- Eso es muy típico de mí no de mi hermano, Niklaus - habló sin miedo.

- ¿Lista, querida? - le preguntó.

- Estoy lista - contestó sin miedo empezando a ir hacia él.

Entonces me vi obligado a sujetarle de la muñeca y oponerme.

- No - me opuse.

- Yo no lo haría - dijo él.

- No hay razón para que la pequeña Emma se quede sin padre - dijo haciendo que Luna se preocupara por mí.

- No, Stefan. Escúchame, tranquilo, ¿vale? - me dijo.

- Cuida de Emma. Te necesita - añadió.

- Iré. No quiero que haga daño a nadie. No hay razón para que te haga daño - siguió diciendo para abrazarme y besarme.

- Te quiero - me dijo sonriéndome.

- Te quiero - le dije con miedo a perderla.

La volví a besar entre lágrimas y entonces se separó de mí para irse con Klaus.

Cuando se fue entré a la mansión para cuidar de Emma. Allí me encontré con Artemisa.

- ¿Y mi niña? - me preguntó preocupadísima.

- Se ha ido con Klaus - contesté viendo como Ric venía y Artemisa me dejaba en mis brazos a Emma.

- Por fin llegas. Cuando he venido no había nadie salvo ella - contó viendo como Emma estaba durmiendo en mis brazos.

- ¿Dónde está Damon? - pregunté.

- Está rescatando a Caroline y a Tyler - contestó Ric.

- ¿Puedes coger a Emma un momento? - le pregunté a Artemisa.

- Claro - contestó ella cogiéndola mientras cogía el móvil para llamar a Damon.

Damon P.O.V

Tyler estaba transformándose por culpa de la luna llena y no teníamos mucho tiempo. De pronto Stefan me llamó.

- Mal momento, hermanito - contesté.

- ¿Qué estás haciendo? - preguntó.

- Salvar la situación - contesté.

- Espero que lo entiendas. Dile a Luna que no se mueva - añadí.

- Ya se ha ido, Damon - dijo.

- ¡¿Qué?! - exclamé.

- Ha venido Klaus. Se la ha llevado - me explicó.

- Yo lo arreglaré - dije colgándole.

Tyler estaba transformándose desde el suelo.

Estábamos Matt, Tyler, Caroline y yo.

- No sé si podré controlarlo. Marchaos de aquí - explicó Tyler.

- Tyler, todo irá bien - le dijo Caroline acercándose a él.

- ¡Marchaos! - gritó Tyler.

- Tienes tiempo. Ya casi hemos llegado - siguió diciéndole Caroline.

- Ahora me transformo rápido - contestó él.

- Tyler todo irá bien - dijo ella.

Tyler levantó la vista y miró a Caroline para ir hacia ella entonces me interpuse entre ambos haciendo que Tyler me tirara al suelo para intentar morderme. Al final acabé lanzándolo por los aires.

- ¿Damon? - me llamó Caroline preocupada.

- Estoy bien - contesté.

- Id a los sótanos. Si no pudo salir, no pudo entrar. Y si no, usadlas. Os darán unos segundos - les dije mostrándoles unas balas.

- Corred, corred - les dije para ver como empezaban a correr.

Luna P.O.V

Klaus me dejó con una bruja que me acompañó a al sitio del ritual.

- ¿Adónde vamos? - le pregunté.

- Por aquí - contestó.

- Eres la hermana de Luka, ¿verdad? - supuse.

- He oído hablar de ti. Luka y tu padre te estaban buscando - añadí.

- Pues perdieron el tiempo - contestó ella.

- No estaba perdida - añadió.

Entonces al fijarme bien vi cómo estaba Jenna tirada en el suelo inconsciente.

Me acerqué a ella y la llamé intentado que despertara.

- Jenna, Jenna, ¿Jenna? - le llamé.

- Vamos, despierta, Jenna, Jenna - dije preocupándome cuando noté que no tenía pulso ni respiraba.

De pronto despertó y entendí que no estaba muerta. Estaba en transición y ahora era vampira.

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