Capítulo 11 Cásate conmigo.
Dedicado: JazieVH
A la mañana siguiente casualmente me desperté yo primero, mi hermanita seguía durmiendo en la cama. Para salir de la cama tenía que apartarla de mis brazos y levantarme de la cama sin hacer el mínimo de ruido. Ya que ella tenía el sueño ligero a la mínima luz o al mínimo ruido se despertaba con facilidad.
Levanté sus brazos para dejarlos con suavidad en la cama de nuevo y cogí sus piernas para dejarlas nuevamente en la cama. Me levanté rápido y sin dudarlo para dejar que mi hermana siguiera durmiendo en la cama. Cogí la almohada y dejé su cabeza apoyada en esta para después arroparla mejor mientras ella dormía con una sonrisita coquetamente tierna.
Me puse la camiseta de tirantes que sabía que le ponía bastante verme en ella y me puse un pantalón además de la ropa interior.
Bajé abajo y le preparé el mejor desayuno que se me ocurrió.
Un batido de frambuesas y moras y varias piezas de fruta. Hice varias tortitas y las puse en un plato en forma de montaña y le eché sirope encima además de nata.
Al terminar de preparar su desayuno lo puse todo en una bandeja y decidí subir a verla.
Subí con la bandeja y me la encontré despertándose en ese mismo instante. Se estaba estirando en la cama.
- ¿Stefan? - me llamó algo confusa al ver que le traía la bandeja con el desayuno.
Me senté a su lado y dejé la bandeja en mi regazo para explicarle.
- Esto no es nada, cuando te termines el desayuno lo entenderás - le expliqué.
Se pegó a donde estaba yo me ronroneó un poco y decidí darle de comer.
- Toma - dije dándole un trozo de sandía.
- ¡Ay! - me quejé de broma para ver lo que decía. Hice como si me hubiera mordido ella.
- ¿Te he mordido? - preguntó preocupada por mí.
- Un poco pero no te preocupes - dije señalando mi dedo.
Ella se aferró a mí brazo para disculparse.
- Lo siento, mi amor - se disculpó preocupada besándome.
Me encantó cuando me llamó "mi amor" parecía que ya estábamos casados.
- Era una broma - dije por fin dejándole un beso en su mano.
Ella me miró a los ojos y me lanzó una miradita fulminándome pero que a la vez me ponía bastante.
Le seguí dando la fruta para después pasar a las tortitas que aproveché para coger algo de nata y ponérsela en la nariz juguetonamente.
Cogí el tenedor y decidí darle la nata aunque ella también decidió seguirme la corriente y me puso un poco de nata en la nariz. Metió su dedo en la nata y me lo puso para que se lo chupara así que se lo chupé.
Al terminarse la fruta y las tortitas pasamos al batido de frambuesas y moras.
Cogí el vaso y se lo acerqué para que bebiera de él. Cuando terminó de beber me acerqué a la mesita de noche y cogí la cajita que estaba escondida entre mis cosas.
Tomé una gran bocanada de aire y comencé con una rodilla apoyada en el suelo con la cajita sobre mi mano derecha mostrándosela.
- Luna, sé que las cosas han ido muy rápido, sé que eres mi hermanita, pero también eres la mujer a la que sin darme cuenta amo más que a nada en este mundo. En fin..., Luna ¿Me harías el grandísimo honor de ser mi esposa y formar una familia conmigo, y permanecer a mi lado esta y mil vidas más? - le pedí abriendo la cajita mostrándole el anillo.
Ella se desmayó de la impresión y cayó al suelo.
Dejé el anillo encima de la cama y rápidamente fui hasta ella para cogerla en brazos.
Se había puesto algo pálida.
Rápidamente la vestí con la misma ropa de ayer y la dejé tumbada en la cama.
Al despertar me miró y me abrazó entre lágrimas. Estaba confuso.
De pronto entró Damon y al vernos abrazados y la cajita del anillo en la cama se puso serio porque él también quería casarse con Luna.
Luna se acercó a Damon y le abrazó.
- Sí quiero, pero sólo si me puedo casar con los dos - dijo cogiéndonos de nuestra mano a Damon y a mí.
Ella no quería que nos peleásemos nos quería a los dos por igual así que contesté.
- Sí - contesté.
- Os amo - dijo Luna con una sonrisa.
Luna P.O.V
Ahora entendía porqué Leah me había comentado lo de la sorpresa de Stefan.
Todo era perfecto.
- Voy a ir a hablar con Bonnie - dije poniéndome unas sandalias.
Ellos no me contestaron simplemente me siguieron. Stefan parecía un poco arrepentido de algo.
Bajé por las escaleras pero al intentar salir por la puerta no pude y Leah vino.
- Hola, hermana - me saludó Leah.
- Hola, no entiendo qué pasa - expliqué.
- Es lo mejor, Luna - contestó Leah viendo cómo llegaban mis hermanos.
- Le ha entrado la vena mártir. Te está haciendo la competencia - comentó Damon para Stefan.
Eso me enfadó viniendo de Damon así que le lancé una mirada furibunda que él interpretó como "vamos a acostarnos" así que me cogió en brazos y comenzó a besarme Stefan fue a darle de beber sangre a Emma que estaba todavía en la cuna de la habitación de Damon.
Me aparté de él y me senté en el sofá del salón haciendo un puchero. Pero Damon me siguió hasta el salón.
- Venga, Pucheritos, dame dos puntos por ingenioso - comentó en un tono cómico.
- ¿Esto te hace gracia? - le pregunté molesta.
- Sí, Luna, me parto de risa cada vez que tengo que jugármela y salvarte la risa - contestó Damon aparentando estar molesto para sentarse a mi lado en el sofá y rodearme con su brazo.
Entonces le llamó Ric y se fue a hablar dejándome con Leah. Al terminar de hablar le dijo a Leah.
- Cambio de planes. Te quedas de canguro - dijo para Leah.
- Oye, Luna, deberías salir, tomar el sol - dijo Damon mientras Leah se tumbaba en el sofá apoyando su cabeza en mi regazo.
- Espera. No puedes - añadió cómicamente con una risita provocando que le tirase con mi mente un cojín muy enfadada y al ver que Leah empezaba a reírse la tiré del sofá haciendo que se cayera al suelo.
Entonces me fui a duchar para quitarme el resto de nuestros fluidos. Al cabo de un rato alguien llamó a la puerta y me encontré a Elijah saludándome.
- Hola de nuevo, Salvatore - me saludó.
- Paso de invitarte - dije tajante.
- He venido a hacer una investigación sobre Mystic Falls
- Es hora de que tengamos una charla - se explicó.
Entonces decidí invitarle dándole una oportunidad solo porque parecía volver a ser él mismo.
- Puedes pasar - dije.
Llegamos al salón y nos sentamos juntos en el mismo sofá.
- Perdona la intrusión. Tu familia no sufrirá - empezó a hablar.
- ¿Qué pasa por qué has cambiado? - le pregunté. Él se puso serio pero no quiso contestar parecía que no quería contestar porque le estaban vigilando.
- Si se sabe que las dos réplicas existen habrá una cola de vampiros ansiosos por llevarte a él y no me conviene - explicó para añadir.
- Las obsesiones de Klaus lo han vuelto paranoico. Está recluido. Solo se fía de los miembros de su círculo - añadió haciendo que comprendiera.
- No sabes dónde está, ¿verdad? Quieres utilizarme para que salga - comprendí.
- Y para eso necesito que estés quieta y no busques que te maten - siguió diciendo por mí.
- No hagas nada, vive tu vida, mantente al margen. Cuando sea el momento, tú y yo sacaremos a Klaus de su guarida y yo mantendré a tus hermanos, a tu hija y a tus amigos a salvo - explicó.
- ¿Y luego qué? - pregunté levantándome para poner mis manos sobre mis caderas.
- Le mataré - contestó Elijah.
- ¿Y ya está? - pregunté.
- Y ya está - contestó él.
- ¿Tenemos un trato? - preguntó levantándose del sofá.
- Está bien - contesté relajándome para estrecharle mi mano en señal de consolidar nuestro trato.
Entonces llegó Damon con Rose llorando y Elijah desapareció por donde había venido.
- ¿Qué ha pasado? - le pregunté preocupada viendo cómo mi hermano abrazaba a Rose tratando de consolarla que estaba llorando aterrada.
Era una escena emotiva. Decidí irme arriba con Stefan para descansar un rato y dejarlos solos más tranquilos así que me despedí depositándole un beso en su mano para después irme.
- Hola - le saludé entrando a nuestra habitación.
Vi como Stefan dejaba a Emma en la cuna y se acercaba a mí para besarme mientras nos abrazábamos.
Él me fue guiando con su cuerpo hasta la cama.
Pero solo lo dejamos en eso porque estaba Emma.
Damon P.O.V
Rose y yo estábamos hablando y tomando bourbon en el salón.
Ella era la primera persona que me caía bien y no quería acostarme con ella. Era extraña esa sensación.
- Entonces era Jules - comentó ella.
- Sí. Lo siento - me disculpé con ella rodeándole con mi brazo provocando que se quejara en donde le había mordido un lobo.
Ella se quejó y le separé el brazo para ver su herida.
Le retiré un poco su albornoz y le vi la mordedura.
Ambos nos miramos y pensamos "Esto no es bueno".
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