Capítulo 2 En la actualidad.

Poco después de que murieran mis hermanos, todavía con el corazón destrozado me encontré con Emily que me explicó que era la diosa de la naturaleza. Al principio me chocó saber que podía haber salvado a mis hermanos, luego me sentí impotente por ya no poder hacer nada y más tarde comprendí que tenía que seguir el entrenamiento marcado por todas las brujas Bennet. Al final llegó el día que decidí volver a Mystic Falls, ya que Sheila tenía que cuidar de su nieta.  Bonnie, la nieta de Sheila me presentó a Elena y a Caroline de las que enseguida me hice amiga. La familia de Elena y yo teníamos una tradición yo me quedaba una semana a dormir en su casa y luego la invitaba a dormir a la mansión a dormir conmigo.

El primer día de clase me vestí con una falda que era muy cómoda en comparación con los vestidos del siglo XIX. Me puse ropa deportiva, es decir una falda y una camiseta, cogí la mochila, los libros y las demás cosas y fui abajo a desayunar como de costumbre.

- Buenos días - saludé sin ánimos. Este pueblo hacía que reviviera todo lo malo de mi familia, mi padre y todos los buenos momentos con Stefan y Damon. Me sentía algo triste por la muerte de mis amados hermanos mayores.

- ¿Pasa algo? ¿Va todo bien? - me preguntó tía Jenna algo preocupada por mí.

- Nada es solo que este pueblo me trae nostalgia - contesté esforzándome por sonreír como pude.

Cuando bajaron Elena y Jeremy, Jenna se puso a hacer café. Después de tomarnos el café Jenna nos dejó en casa porque tenía que irse corriendo a su trabajo y fuimos al instituto en el coche de Bonnie.

Stefan P.O.V

Después de un tiempo decidí volver a Mystic Falls una temporada. Me inscribí nuevamente en el instituto. Quería hacer algo más que estar lamentándome todos esos años de destripador.
Iba paseando por los pasillos del instituto buscando las taquillas cuando de pronto me pareció ver a la chica con la que tenía aquellos sueños que parecían tan reales. Era muy hermosa, menos mal que Damon no estaba ahí porque si no se hubiera quedado igual que yo.  Me acerqué a ella y me presenté.

- Hola, soy Stefan - me presenté.

Sus ojos eran azules como el cielo y su pelo. Oh, su pelo tenía el color del oro y parecía sedá

- Hola, me llamo Luna - contestó ella amablemente.

- ¿Estás perdido? - me preguntó después de que no dijera nada y me quedase algo embobado.

Me costó algo reaccionar pero al final contesté.

- Ehhh.... Sí - contesté.

- ¿Por dónde están las taquillas de los de tercer año? - añadí preguntando.

- Por ahí - me indicó con su dedo.

- Gracias - le agradecí.

Luna P.O.V

De pronto vi que Jeremy entraba en el baño y supuse que era porque se había colocado otra vez por lo que le dije.

- Espera, ahora vuelvo - dije entrando en el baño de los chicos para regañarle antes de que Elena lo viera.

Entré y me apoyé en el marco de la puerta y me quedé mirándole.
Él me miró de mala gana y me preguntó.

- ¿Se lo vas a decir a Elena? - preguntó molesto.

- No, porque esta va a ser la última vez que te coloques - contesté quitándole el gotero de las manos.

- Tú no eres mi hermana, Elena ha dejado que te quedas una temporada porque te has quedado huérfana y no tenías adónde ir - dijo Jeremy indiferente mientras recogía las cosas.

- Cierto, pero en su día los tuve, aunque he de decir que soy mayor que Elena y tú - contesté recordando a mis hermanos.

- Déjame en paz - dijo saliendo del baño.

Lástima que no pudiera alterar el compuesto químico de las pastillas y demás cosas que se tomaba para evitar que se colocase, puesto que eso sería utilizar mis poderes y me arriesgaría a ser descubierta. Así que decidí salir del baño y Stefan, que se encontraba justo enfrente de la puerta, no le vi y acabé chocándome con él.

Me ruboricé y me disculpé con él.

- Lo siento - me disculpé.

- No pasa nada - contestó cuando nos separamos, ya que me había abrazado para frenarme y que no me cayera.

- Luna, ¿dónde estabas? - me preguntó Elena cuando se fue el chico.

- Vamos a llegar tarde a clase - añadió Bonnie.

- Estaba regañando a Jeremy, otra vez se ha colocado - contesté pensando en lo guapo que era ese chico. Se parecía muchísimo mi hermano pero no podía ser él puesto que lo había visto morir con mis propios ojos.

Ahora nos tocaba historia y como nací en 1849, viví en primera persona algunos momentos históricos y por eso siempre aprobaba historia.

Elena se sentó detrás de mí y Stefan estaba a mi lado. Sorprendentemente coincidimos en la clase de historia.

- Luna, no mires, pero el guapo te está mirando - me susurró Elena.

- Lo sé - dije sonriendo.

Después de las clases le propuse salir a dar un paseo con él. Quería conocer más de él.

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