⚠️Capítulo 12 Mordeduras de vampiro.⚠️
Cuando llegamos al hospital fuimos a la recepción a preguntar en qué habitación estaba Vicki.
Después, llegamos a la habitación y Vicki estaba durmiendo.
- Bien, por ahora no hay peligro, está dormida - dijo Stefan mientras le soltaba mi mano y me acercaba a Vicki para verle la herida del cuello.
- No tiene ninguna herida en el cuello - dije cuando terminé de examinarla.
- Ten cuidado, podría despertarse y... - dijo Stefan cuando de repente abrió los ojos y me agarró de la muñeca a la vez que bebía de mi sangre.
- ¡Auch! - me quejé mientras me chupaba la sangre.
- Suéltala - dijo Stefan mientras se acercaba a mí para intentar rescatarme, pero Vicky le lanzó por los aires con una fuerza descomunal y acabó en el suelo.
Aunque volvió a intentarlo, una y otra vez. Hasta que pasados dos minutos Vicky se cansó y decidió clavarle una estaca, que por suerte no fue a parar al corazón, pero lo dejó malherido en el suelo.
- ¡No! - grité mientras tiraba de mi muñeca para intentar escaparme y correr hacia mi hermano.
De repente, dejó de chuparme sangre y se hizo otra vez la dormida. Ya que habíamos escuchado que venía una enfermera. Cuando me soltó fui corriendo hacia Stefan y le ayudé a que se levantara. Luego nos fuimos al coche mientras él se apoyaba en mis brazos.
Una vez en el coche, dejé a Stefan en el asiento de copiloto y yo me quedé de pie apoyando mi mano en la puerta del coche. Puesto que me sentía extrañamente cansada. Pero aún así logré quitarle la estaca de madera.
- ¡Auch! - se quejó cuando le retiré la estaca de golpe.
- Lo siento - dije mirándole con preocupación mientras le besaba.
- No te preocupes, lo que importa es que estamos vivos y hemos comprobado que Vicki es un vampiro - dijo Stefan viendo que me había preocupado.
- Sí, es verdad - dije mientras me sentaba en el asiento del conductor para no obligar a que se cambiara Stefan.
- ¿Estás bien? si quieres conduzco yo, ya estoy mejor - dijo mientras se levantaba y se iba a donde yo estaba.
- No tranquilo estoy bien - mentí. Obviamente no quería preocuparlo. En realidad estaba mareada, me dolía la cabeza y me sentía débil.
- Luna, te conozco, eres mi hermana, además si te pasa algo me sentiré peor - dijo Stefan haciéndome un poco de chantaje emocional por mi propio bien.
- Tranquilo soy una diosa, por unos cuantos litros de sangre menos no me va ha pasar nada - dije con una sonrisa.
- De eso nada - dijo Stefan cogiéndome en brazos.
- ¡Oye! - exclamé soltando un bufido, dado que me pilló de imprevisto.
Cuando estaba entre sus brazos me besó y me llevó hasta el asiento de copiloto.
- Además, no tienes carné, por lo tanto no puedes conducir - dijo Stefan sonriendo triunfante.
- Anda Stef, no seas malo - le supliqué haciendo un puchero mientras le miraba a sus irresistibles ojos verdes.
Stefan hizo que me callara besándome otra vez.
- No soy malo, solo quiero que estés viva, además eres mi hermanita pequeña y tengo que cuidar de ti - dijo mientras me besaba.
- Puedo cuidarme sola, pero gracias - contesté intentando besarle de nuevo pero sin embargo él se estaba yendo al asiento del conductor, con lo que tuve que aguantarme soltando un bufido.
- Te quiero hermanita - dijo Stefan mientras me cogía de la mano y me la acariciaba.
Entonces, aprovechando que ahora estaba cerca pude besarle.
- Stef ¿te han dicho alguna vez que estás buenísimo? - dije lo último en un susurro que lo escuchó perfectamente.
- Sí, pero eres la primera persona a la que le escucho directamente decir eso, aunque me encanta oír eso viniendo de ti. Me gustas Luna, sí, sé que eres mi hermana y está mal. Pero es la verdad, desde siempre creo que me has gustado y creo que por eso en parte padre te pegaba, aparte de cuando estaba borracho. Porque no le gustaba que nos quisiéramos de esa forma y cuando te pegaba en el fondo también eso me dolía a mí - dijo Stefan mientras conducía.
Se le notaba tenso, estaba un poco nervioso y serio por la confesión que había hecho.
- A mí también, me gustas, me atraes, Stef. De pequeña me encantaba verte dormir y me sigue encantando - confesé roja mientras bajaba la mirada por la vergüenza. Yo era así, algo me daba vergüenza. Me paraba, bajaba la mirada y esperaba un par de minutos para volver a levantarla.
Justo en ese momento habíamos llegado a la mansión y Stefan fue directo hacia mí y se sentó en mi regazo mientras me decía.
- Lu, vamos a la habitación - dijo suavemente en un susurro mientras me besaba tiernamente con una sonrisa.
Nunca le había oído llamarme de esa manera. Me pareció muy tierno y romántico cuando me llamó Lu. Sin embargo no me sonrojé, simplemente sonreí.
- ¿Me llevas? es cierto que estoy cansada - dije haciendo un puchero.
- Claro hermanita - contestó cogiéndome en brazos a la vez que me llevaba a nuestra habitación. Cuando llegamos me dejó en la cama con mucho cuidado y después se tumbó él a mi lado mientras yo me acurrucaba junto a él. Me dolía la cabeza y la verdad es que nunca me había pasado eso.
- ¿Cómo estás? - pregunté suavemente mientras le cogía su mano derecha y la entrelazaba con la mía.
- No te preocupes, ya estoy curado, ¿ves? - dijo levantándose la camisa para que le pudiera ver la herida, que había desaparecido sin dejar ninguna cicatriz.
- Uf, menos mal - dije mientras le acariciaba el sitio donde le había clavado la estaca Vicki hasta que me desmayé.
- ¿Luna? - dijo Stefan preocupado.
Stefan P.O.V
Estaba con Luna en la cama, ella estaba acurrucada junto a mí y yo junto a ella. Era de lo más tierna cuando se preocupaba por mí. Le había enseñado mi costado para que viera que ya estaba curado y no me pasaba nada. Entonces, ella empezó a acariciarme el costado hasta que se desmayó. Supongo que sería por la poca sangre que tenía, ya que desde que salimos del hospital la noté que estaba un poco pálida. No sabía si darle de mi sangre o no, porque como era diosa no sabía si podía afectarle positiva o negativamente.
Damon había tocado fondo con esto, puesto que seguramente él había transformado a Vicki.
Al poner a Luna en peligro, había conseguido que estuviera furioso con él.
Como Zach estaba abajo, bajé con Luna en brazos para decírselo.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó Zach dejando de preparar un gofre en cuanto nos vio.
- Damon ha convertido a Vicki en vampiro y cuando fuimos a ver si era verdad que era un vampiro. Vicki le mordió a Luna y no sé qué hacer - contesté mirando a Luna con tristeza.
Luna parecía estar dormida.
- Vamos, tranquilo tío Stefan, Luna es muy fuerte, seguro que se pone bien - dijo Zach poniendo su mano en mi hombro para animarme.
- Ya, pero aún así, tenemos que hacer algo - dije con tristeza.
De repente Damon entró en casa como si nada y yo fui hasta él con Luna en brazos.
En cuanto nos vio Damon su cara cambió de sonriente a serio.
- Mira lo que ha pasado por tu culpa - dije serio.
- Stefan, es cierto que convertí a Vicky en vampira, pero no la obligué a que atacara a Luna - dijo mientras se acercaba a nosotros.
Ahora mismo no tenía paciencia con Damon, estaba furioso y fue por eso que dejé a Luna tumbada en el suelo y fui a pegarle un empujón a Damon mientras se estrellaba contra la pared.
Al momento Luna se despertó y tuve que parar de pelearme con Damon para poder ayudarla.
- ¡Auch! ¿qué ha pasado? - se quejó ella desde el suelo mientras se incorporaba lentamente.
- ¡Luna, menos mal que estás bien! - exclamé aliviado mientras corría a ayudarla a levantarse, parecía confundida.
- Stef, tranquilo, ya puedo yo - dijo ella mientras tiraba de mis manos para que se levantara cómodamente.
- Tranquila, no es nada, es por si acaso - dije besándole con una sonrisa.
Damon estaba quieto mirándonos. Estaba serio, se le notaba que no le gustaba que nos besáramos. En mi opinión era porque estaba celoso de nosotros.
- Te amo - dijo ella abrazándome con una sonrisa.
- Tranquila, tienes que descansar - dije mientras entrelazábamos las dos manos.
Ella me miraba a los ojos sonriendo, parecía feliz por estar conmigo.
- Stef, lo siento mucho, perdonadme, yo no le haría nada a Luna, vosotros lo sabéis ¿no? - dijo frunciendo el ceño mientras se acercaba a Luna.
- Damon no te acerques, no me fío de ti - dije aferrándome a Luna que estaba sonriente y tranquila.
- Stef, tranquilo, déjale que se acerque, le perdono - dijo ella poniendo su mano en mi hombro con una sonrisa.
Entonces la solté, puesto que no podía decirle no. No obstante estaría alerta por si acaso.
Se acercó y besó a Damon poniéndose de puntillas. No me gustaba cuando hacía eso, pero en fin, ella era nuestra hermana y podía hacer lo que quisiera. Aunque de todas maneras según ella yo era su favorito. Tenía que reconocer que quería a Luna para mí solo en esa cuestión y se podía decir que hasta incluso estaba celoso.
Pero no lo decía porque lo hacía muy pocas veces y además como ya he dicho, yo era su hermano favorito y yo confiaba plenamente en ella.
- Damon, no seas malo y pórtate bien - dijo ella abrazándole.
- Lo siento, es que tenía que hacer unas cuantas cosas pero ya he acabado - dijo Damon.
- Entonces, ¿por qué no te quedas con nosotros? - preguntó ella.
- Porque Stefan está enfadado conmigo - contestó él mirándome arrepentido.
- ¿Stef? - dijo logrando convencerme mientras me miraba.
- Vale, te puedes quedar si prometes no poner en peligro a Luna. A mí puedes ponerme en peligro, pero a ella no - dije acercándome a Luna.
- Stef, no quiero tampoco que tú estés en peligro - dijo Luna haciendo un puchero mientras me abrazaba. Era de lo más tierna cuando se preocupaba por mí.
- Tranquila no os voy a matar sois mis hermanitos pequeños - dijo Damon abrazándonos a los dos poniendo una de sus típicas caras.
- Te amo - dijo de pronto cuando Damon nos soltó tirándose encima de mí mientras me besaba apasionadamente.
Como no me lo esperé caímos al suelo. Ella estaba sentada encima de mí mientras me besaba apasionadamente. A pesar de faltarle cuatro o tres litros de sangre tenía más energía que yo dos minutos después de haber estado en contacto con la verbena.
- Yo también te amo - dije en cuanto me dejó un momento para respirar.
- Stefan, Luna, enserio aquí no - dijo Damon rodando sus ojos.
- ¿Te he hecho daño cuando te he tirado al suelo? - preguntó ella apoyando su barbilla en mí. Ahora estaba tumbada boca abajo encima de mí.
- No, tranquila - dije acariciándole el cabello mientras sonreía.
- Uf, menos mal, sabes que no soportaría hacerte daño - dijo ella besándome tiernamente.
- Lo sé - contesté suavemente.
- Venga, ya basta, aquí no - dijo Damon cogiendo en brazos a Luna mientras ella soltaba un bufido. Se la veía molesta porque Damon nos había separado.
- Damon, venga, suelta a Luna - dije levantándome del suelo.
- Vale - suspiró soltándola.
Luna P.O.V
- Damon, ¿para qué has vuelto? - dijo Stefan rodeándome con su brazo por la cintura mientras me acariciaba y yo también le rodeaba con mi brazo por la cintura.
- A parte de para verme a mí - añadí rodando los ojos mientras sonreía.
- Creo que aparte de vampiros en Mistic Falls, también hay hombres lobo y lo estoy investigando - dijo Damon.
- Genial, si ya nos da problemas Katherine, no puedo ni imaginarme hombres lobo en Mistic Falls - dijo Stefan entre dientes suspirando mientras me acariciaba el cabello y yo le miraba a sus ojos sonriéndole.
- Anda, vámonos al Mistic Grill, todos juntos incluso Zach, como una familia normal por una vez - sugerí mientras Zach venía hacia nosotros después de comerse el gofre.
- Solo si esta noche duermes conmigo en mi cama, solo esta noche - dijo Damon.
- Lo que diga Stefan - dije mirando a Stefan sin saber muy bien qué hacer.
- Luna, puedes irte con Damon siempre cuando quieras, no necesitas mi permiso - dijo Stefan besándome.
- Venga no empecéis otra vez - dijo Damon cortándonos el rollo.
- ¿Me prometes que es solo esta noche? - pregunté.
- Sí, ¿qué me dices? - contestó Damon.
- Bueno vale - dije mirando a Stefan no muy segura.
- Tranquila - dijo Stefan rodeándome con su brazo para que no estuviera tensa.
- Entonces tengo que bajar algunas de mis cosas a tu habitación, Damon - dije yo.
- Vale pero no tardes que nos tenemos que arreglar y luego esta noche en mi cama nos lo vamos a pasar genial - dijo Damon sonriendo con picardía por lo último.
- Entonces ya no me voy, me quedo con Stefan - dije cruzándome de brazos y fingiendo estar molesta.
- Damon, como le pase algo a Luna por tu culpa..., ya estás huyendo. Además si no quiere, ni se te ocurra seguir y por favor cuídala - dijo Stefan como si fuera padre.
- Ahora pareces padre - dije con una sonrisa mientras le besaba.
- Me parece a mí que voy a tener que subir con vosotros a la habitación por si acaso - dijo Damon colocándose entre nosotros dos mientras subíamos las escaleras para entrar en la habitación.
- ¡Damon! - exclamé molesta mientras intentaba volver con Stefan.
Aunque lamentablemente me cogió en brazos.
- Venga Luna tampoco es el fin del mundo porque pases unos segundos lejos de el amor de tu vida - dijo Damon haciendo que me pusiera un poco roja por lo último. Le odiaba cuando se comportaba así.
Cuando llegamos a la habitación, como estaba harta, utilicé mi telequinesis y Damon acabó en el suelo conmigo encima de él. Estaba tan despistada mirando a Stefan con una sonrisa que Damon me besó poniéndose encima de mí.
- Luna, ¿enserio que no quieres hacerlo también conmigo? - preguntó Damon poniendo sus manos sobre mis hombros mientras Stefan recogía mis cosas que a veces me dejaba cuando pasaba el rato con ellos en su casa.
- Te quiero a ti también pero prefiero a Stefan y como estoy con él no puedo hacerle eso - dije yo.
- Venga Damon suéltala, que eres un poco pesado - dijo Stefan mientras yo lo volteaba acabando encima de él.
- ¿Ahora qué? eh... - dije sonriendo orgullosa encima de él.
- Pues ahora nos vamos a acostar en mi cama - dijo Damon poniendo una de sus típicas caras mientras me levantaba molesta y me iba con Stefan sacándole la lengua a Damon.
- Dame, ya puedo yo, no hace falta que lo hagas por mí - dije cogiéndole mis cosas a Stefan.
- Damon está muy celoso, te quiere en su cama - dijo Stefan besándome.
- ¿Lo has oído Damon? - pregunté con una sonrisa de orgullo aún sabiendo que lo había oído.
- Sí, perfectamente - dijo él mostrándose molesto.
- Vamos Damon, no os pongáis así por mí - dije indicándole a Damon que se acercara.
Se acercó y les abracé a los dos mientras besaba a cada uno, aunque con Stefan me quedé más rato saboreando sus labios.
- Bueno, vamos a arreglarnos - dijo Damon separándose de nosotros y yéndose a su habitación.
- ¿Luna, te quedas conmigo para arreglarnos juntos? - me preguntó Stefan.
- Claro - dije yo dejando mis cosas sobre la cama mientras me tumbaba en ella boca abajo, con las piernas levantadas y entrelazadas.
Había apoyado mi barbilla en mis manos para quedarme en una postura como las princesas de Disney mientras le miraba a Stefan con ganas de besarlo y acabar en la cama mientras le sonreía.
- Vamos a vestirnos, toma, te he comprado un traje con chaqueta, no sé si te quedará bien - dijo Stefan pasándome una bolsa del Zara mientras que yo me sentaba en el borde de la cama.
- Stef, no tenías por qué, hoy no es mi cumpleaños - dije cogiendo la bolsa mientras le regañaba y me levantaba de la cama.
- Lu, no es nada, te lo mereces, eres mi hermana pequeña - dijo él mientras yo sacaba las prendas de vestir de la bolsa.
Las prendas de vestir que él me había comprado eran, una chaqueta de traje con las mangas arremangadas y rosa. Una camiseta gris no muy corta, pero de mangas cortas y con volantes en los hombros. El pantalón era de cuadros blancos, negros y grises. La parte de abajo estaba arremangada y me llegaba hasta las rodillas. La cintura decorada con solapas mientras que el cinturón estaba cosido al pantalón y era un trozo de tela que se podía abrochar con la hebilla que consistían en dos semi aros de metal plateados.
- Stef, me mimas mucho, enserio, está mal que me acostumbre a todos estos lujos - dije sintiéndome mal.
- Tonterías - dijo Stefan acercándose a mí y quitándome mi camiseta mientras yo levantaba mis brazos para que le fuera más fácil.
- Stefan, no soy una niña pequeña, me puedo vestir sola - dije yo riéndome mientras Stefan me ponía mi camiseta nueva.
- Ya, eres mi hermanita pequeña, aunque me encanta hacer todo tipo de cosas contigo - dijo él besándome cuando terminó de ponerme la camiseta.
Yo me reí ante su comentario y dije.
- A mí también - dije tirando de su mano para que se sentara a mi lado en la cama.
Mientras yo me ponía las demás prendas de vestir, él se vestía de traje y corbata.
- Te queda fenomenal - dijo él mirándome mientras yo me ponía de pie y me daba una vuelta entera con una pierna levantada con elegancia y los codos flexionados. Como si fuera una modelo.
- Como me conoces hermanito - dije abrazándole por detrás y poniendo mi barbilla en su hombro derecho.
- ¿Estás cansada o necesitas algo? - preguntó mientras me abrazaba.
- No, tranquilo. Ah, tú estás guapísimo, como siempre - dije entrelazando mis brazos con su cuello y levantando con delicadeza una pierna como hacían las princesas de Disney.
- Te tienes que maquillar un poco ¿no?, o no sé, como eres una diosa... - dijo Stefan recordándome lo que tenía que hacer.
- Ah, no tranquilo, lo puedes decir, da igual. Sí, me tengo que maquillar - dije cogiendo mi bolsa con las cosas de maquillaje.
- ¿Quieres que te ayude? aunque no sepa de eso - dijo Stefan mientras a la vez que nos íbamos al baño.
- Sí - asentí mientras entrábamos al baño.
Me encantaba curiosear entre las cosas de Stefan, así que como estábamos en el baño mientras él me aplicaba la base yo me ponía a buscar algún preservativo solo por si acaso Damon se pasaba de listo.
Yo estaba sentada en el váter mientras él me aplicaba la base, cuando terminó dijo.
- ¿Qué buscas? - preguntó Stefan.
- Un preservativo, solo por si Damon se pasa de listo - dije rebuscando en los cajones que estaban cerca del váter. Cuando me encontré con una caja repleta, le miré con una sonrisa de picardía mientras alzaba una ceja.
- ¿Qué?, es por si acaso, me los he comprado hace una semana - dijo él encogiéndose de hombros.
- Vale, me llevo la caja entera, hermanito, por si acaso Damon es idiota y no me deja en paz toda la noche - dije yo riéndome por mi comentario.
- Bueno, ¿ahora que más te pongo? - preguntó.
- Ponme un poco de colorete y ya está - dije sujetando la caja con mi brazo mientras me sentaba nuevamente en el váter.
- ¡Ya está! - exclamó cuando hubo terminado.
- Gracias - dije levantándome con la caja y saliendo del baño.
- Toma - dijo pasándome una bolsa para que me fuera más fácil llevar mis cosas a la habitación de Damon.
- Oye Stef ¿y si dormimos los tres juntos en una misma cama? así no os tenéis que pelear por mí - propuse mientras metía mis cosas en la bolsa.
- No sé si a Damon va a gustarle eso, él te quiere para él solo. Pero yo, aunque te quisiera para mi solo, te dejaría decidir con quien te quedas - dijo Stefan mientras bajábamos a la habitación de Damon.
- Stef, tú siempre eres tan justo - dije pegándome a él todo lo que pude.
Damon me cogió del brazo y como vio que tenía una caja de preservativos sonrió con picardía mientras tiraba de mi brazo y hacía que me acostase en su cama. Él también llevaba traje.
- Lo vamos a pasar genial - dijo sonriendo traviesamente.
- Stefan ayuda, sácame de la cama de este loco - dije fingiendo ser la víctima.
- Damon, nos tenemos que ir a cenar, ahora no - dijo Stefan regañándole.
- Stef, venga solo un rato, reconoce que tú también te la tirarías si fueras yo - dijo mientras me levantaba, dejaba mis cosas en su mesita de noche y me volvía con Stefan.
- Stefan es más civilizado que tú Damon - dije fingiendo estar molesta con Damon.
Stefan se rió ante mi comentario, sabía que estaba de broma.
- Exacto - dijo Stefan sintiéndose orgulloso por lo que había dicho.
- Además, le había propuesto a Stefan que durmiéramos los tres en la misma cama - dije sonriendo.
- Claro, para que ahora Stefan me esté... - dijo siendo interrumpido por mis labios mientras me cogía en brazos y me llevaba a la cama.
Yo estaba demasiada ocupada saboreando sus labios que me distraje y nos metimos en la cama mientras Stefan decidía salir de la habitación para darnos un momento de intimidad.
- ¡Damon! - gemí molesta mientras me embestía.
- Vale, tranquila, no hace falta que te pongas así - dijo mientras me besaba y seguía embistiéndome. Esto era increíble, de tal palo a tal astilla. Lo había hecho ya con mis dos hermanos.
- No, espera continua - dije entre gemidos, ya que habíamos empezado lo teníamos que terminar como debía ser.
- Ves, tan difícil no era - dijo mientras me embestía con fuerza.
- ¡Ah! - gemí.
- ¿Y no me besas? - preguntó Damon aumentando más la velocidad.
- ¡Damon! - gemí, mientras me besaba Damon, puesto que no quería poner a Stefan celoso.
- Bueno, creo que va siendo hora de que lo dejemos - dijo yendo más despacio.
- No, quiero más por favor - dije entre gemidos.
- Vale lo que tú digas hermanita - contestó lamiéndome la espalda.
- ¿No crees que si Stefan estuviera aquí también nos lo pasaríamos en grande? - dije jadeando.
- Te quiero para mí en la cama, así que luego si quieres te vas por tu cuenta a la cama con Stefan - dijo Damon molesto.
- Tenías razón me lo estoy pasando genial contigo en la cama - dije soltando algún que otro gemido.
- ¿Ves hermanita?, ¿soy mejor yo o Stefan? - dijo continuando con las embestidas.
- ¡Stefan! - gemí respondiendo a su pregunta.
- ¡Luna! - gimió con una sonrisa para ponerme .
- ¡Damon! sigue, no pares por favor - dije muriéndome por dentro.
- Hermanita, nos tenemos que ir - dijo embistiéndome fuertemente por última vez y acabé manchando de sangre la cama de Damon. Me quedé tumbada en la cama, sudada con los pelos revueltos y agotada. Pero con una sonrisa.
- Ahora ya no podemos ir al Mistic Grill, idiota - dije jadeando.
- Stef, ya puedes entrar - dijo Damon dejándome al descubierto mientras Stefan pasaba.
- ¡Oye! - exclamé molesta mientras me volvía a tapar con sus sábanas.
- Se le ha oído mucho, ¿seguro que has tenido cuidado? - preguntó Stefan acariciándome el pelo con una sonrisa y ayudándome a vestirme.
- Sí - contestó Damon saliendo de la habitación cuando se volvió a vestir y dejándonos solos.
- ¿Te ha dolido? - me preguntó mientras me incorporaba.
- Sí, pero no es nada - contestó sonriendo mientras me levantaba de la cama.
Stefan se dio cuenta de que en la cama había una mancha de sangre.
- Luna, mira - dijo señalando la mancha de sangre.
- Ah, sí, venga no es nada. Mejor, así le sirve al bicho este de escarmiento - dije mientras Stefan cogía del baño de Damon un peine y me peinaba.
Ambos nos reímos ante mi comentario.
- Mejor así, ¿no? - dijo Stefan cuando acabó de peinarme.
- Sí - contesté cuando terminó de cepillarme el pelo mirándole a sus ojos sonriéndole. Él era tan guapo, tenía una suerte tremenda de tenerlo como hermano, igual que Damon.
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Hola ¿qué os parece la foto en la que salgo?, mola eh..., ok no, pero para aquellos que tengáis curiosidad, la de la foto soy yo, así que abro este pequeño paréntesis dentro de mi fanfic para comentároslo y saber si estáis disfrutando de mi fanfic.
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