Borrador del Capítulo 4
Al final acabé convenciendo a Stefan de que no pasaba nada, que podíamos salir juntos y él me ofreció que me quedara a dormir con él, a lo que yo acepté gustosamente. Después durante la noche nos acostamos, fue mi primera vez, a la mañana siguiente me desperté abrazada junto a él.
- Buenos días - dijo él besándome.
- Buenos días - contesté yo correspondiéndole.
- ¿Qué tal? - preguntó el abrazándome.
- Genial, pero me tengo que ir - dije yo besándole mientras cogía mi móvil que estaba en la mesa.
De repente me acordé de que había olvidado decirle a Jenna que me iba a quedar a dormir en casa de Stefan y me vinieron la llamadas perdidas de Elena y Jenna además de varios mensajes que decían cosas como, que dónde estaba, que si me había pasado algo etc...
Me llevé las manos a la cara y mi cara cambió de alegre a preocupada.
- ¿Qué sucede? - preguntó Stefan mirándome confuso.
- Se me olvidó decirle a Jenna que me iba a quedar a dormir conmigo, se va ha enfadar conmigo - dije yo preocupada.
- Vale, entonces si quieres otro día lo repetimos, pero ahora será mejor que vuelvas a tu casa - dijo Stefan pasándome la ropa mientras miraba a otro lado para dejarme cierta intimidad.
Después de vestirme mientras recogía mis cosas él se vistió de nuevo y cuando terminé de recoger mis cosas me levanté de la cama y le dije.
- Eh..., vamos alégrate, mañana si podemos lo repetimos ¿vale? - dije yo besándole tiernamente.
- Vale - dijo él.
Me acompañó hasta la salida y yo le dije.
- Antes de que lo digas, no hace falta que me lleves, tranquilo puedo ir yo sola - dije yo dejando a Stefan confuso.
Cuando volví a mi casa dejé las cosas y después de hablar con Jenna sobre lo que había pasado, Elena quiso hablar conmigo en su habitación.
- Cuéntamelo todo - dijo Elena cuando cerramos la puerta de la habitación.
- Él me llevo a su casa en su coche y en la entrada de su casa nos besamos y luego subimos a su habitación y bueno ya sabes - dije yo mirándola como si fuera obvio.
- No..., espera, ¿de verdad tú y Stefan...? - dijo mirándome esperando que fuera una broma.
- ¿Que si nos acostamos? - pregunté yo alzando una ceja.
- Sí - contestó Elena.
- Pues sí, nos acostamos - dije yo recordando el momento.
- Entonces os habréis puesto como pareja ¿no? - preguntó Elena.
- Sí - dije yo contenta de estar con Stefan.
Mistic Falls una semana más tarde en casa de Stefan.
Durante la semana estuve explicándole cosas que podía decir sobre mi vida, cosas como que fui adoptada por los Gilbert y que a mis hermanos los mató mi padre y murieron
en mis brazos, etcétera.
En cambio él me habló de que vivía con su sobrino, que prefiere llamarlo tío Zach, que tenía una hermana que murió y un hermano llamado Damon que seguía con vida pero que era un poco peligroso.
Hoy estaba en su casa en su habitación, estábamos metidos en la cama sin ropa después de habernos acostado la noche anterior. Elena me prometió que si Stefan me hacía daño o me dejaba se enfadaría con él.
De repente un chico entró por la puerta y me tapé con las sábanas.
- ¡Damon! - regañó Stefan.
- Sólo vengo a dejarte esta foto que me he encontrado de los tres, salimos tú, Luna y yo - dijo Damon.
Ahora si estaba confusa.
- ¿Me dejas ver? - pregunté yo mientras Damon me la daba.
- ¿A quién te has traído esta vez? - dijo destapándome la cara.
Al verme, su rostro cambió, parecía confuso pero por otra parte enfadado con Stefan.
- ¿Cuál es tu apellido? - me preguntó Stefan.
- Salvatore, ¿y él vuestro? - contesté yo esperando que fuera verdad que seguían con vida mis hermanos.
- Salvatore - contestaron al unísono.
Un recuerdo me vino a la mente, me vino el recuerdo de sus caras.
- ¿Stefan?, ¿Damon?, creo que sois mis hermanos que creía muertos - dije yo saltándoseme las lágrimas.
- Yo también lo creo - dijo Damon.
- Tranquila estamos aquí, estamos vivos - dijo Stefan abrazándome.
- ¿Pero cómo es posible que sigas viva? no eres un vampiro ¿no? - dijo Damon preocupado.
- No soy un vampiro, pero no os puedo decir quién soy porque si no vuestra vida correría en peligro - dije yo preocupada.
- Stefan, espero que vosotros..., en fin..., ya sabéis - dijo Damon mirándole seriamente.
- Damon no te enfades, pero sí, pero ha sido culpa mía, empecé yo - dije yo avergonzada de lo que había pasado.
- ¿Cómo me voy a enfadar contigo? en cambio contigo Stefan, hasta aquí hemos llegado - dijo Damon mirando furioso a Stefan.
- Damon, ¡basta!, he dicho que es culpa mía - dije haciendo que se estrellara contra la pared con la mente.
- ¡Auch! - dijo Damon en cuanto cayó al suelo.
- Perdón, debería de haberme controlado, pero nunca me había pasado esto - dije yo bajando la cara.
- ¿Qué ha sido eso? ¿qué eres una bruja? - preguntó Damon.
- No, mirad ¿sabéis qué? a tomar por saco la reglas, sois mis hermanos y os merecéis la verdad igual que yo, pues resulta que soy una diosa de la naturaleza y que si muero todo el mundo estaría condenado - dije yo harta de tener que esconder los secretos.
Después estuve un rato poniéndolos al día al igual que pasó conmigo. Después Stefan pidió que Damon se fuera y nos dejara solos para que pudiéramos hablar de lo sucedido.
Cuando salió Damon, Stefan empezó a hablar.
- Siempre fuiste mi hermana favorita, es decir, estabas tú y luego Damon, nunca supe por qué pero así fue, aunque ahora creo que lo he entendido - dijo acariciándome el pelo.
- Tú también lo fuiste para mí - dije yo.
- Siento lo que ha pasado - dijo Stefan.
- No pasa nada, en verdad la que lo siente soy yo, ya que te obligué a besarme - dije yo.
- No me obligaste, fui yo quien después de que tú me besaras te correspondí el beso como lo puedo hacer ahora si quiero y quieres. Aunque está mal ya que somos hermanos - dijo Stefan.
Ya no tenía excusa para lo que a continuación iba a ocurrir.
- Bésame, tranquilo Damon no se dará cuenta - dije yo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top