Capítulo I - ¿Está vivo?

Era un día espléndido, aunque algo ajetreado, muchos estaban entusiasmados y el ambiente era festivo, todos se estaban preparando para la celebración que tendrían esta noche. Muchos de la manada corrían mientras llevaban todo lo necesario para el gran banquete, ya que hoy era la primera noche de luna llena en la que había un nuevo líder.

Era una tradición antigua donde se festejaba al recién nombrado cabeza de la manada del bosque Superno, esto con el fin de desearle salud y sabiduría para que durante su liderazgo siga protegiendo a los suyos y que salga victorioso si hubiese alguna dificultad en el futuro.

Hombres y mujeres preparaban con emoción los alimentos, mientras que otros terminaban una capa ceremonial de un rojo escarlata, adecuada para Bakugo, pues combinada perfectamente con sus ojos, era una característica muy particular que han tenido los líderes durante generaciones.

Mientras esto sucedía, un hombre lobo observaba todo desde lo alto de un enorme árbol, claro estaba que era el gran protagonista de esta noche, aunque lejos de estar en sintonía con la euforia de los demás, su expresión denotaba todo lo contrario, pues seguía pensando en el sueño que había tenido hace unos días, no podía asegurar que lo que dijo la bruja fuera cierto, aunque la semilla de la incertidumbre ya estaba plantada.

¿Y si era verdad?

Quería dejar de pensar eso, pero la misma pregunta se repetía en su cabeza una y otra vez.

Tendría que estar loco, por estar tan obsesionado con esto, después de todo, no es como si ese príncipe haya sido alguien bueno con él, incluso desde el principio fue una mierda. Sin embargo, pasaron tantas cosas, algunas que ni siquiera en sus más raros sueños lo creería, tal como fue el beso.

Subió su mano y acaricio lentamente sus labios, el simple hecho de recordarlo todavía le causaba una sensación de hormigueo que le gustaba y a la vez le molestaba por partes iguales, pero era inevitable.

Chasqueo la lengua y saltó del árbol para después aterrizar sin ningún problema, todos los que estaban por ese lado, al verlo le regalaron una sonrisa seguida de una leve inclinación y después continuaron con lo suyo.

Él suspiró y se encaminó con dirección al lago, este lugar se había vuelto su favorito para estar un tiempo a solas, por supuesto no lo hacía tanto, pues tiene que estar pendiente de la manada, pero cuando tenía la oportunidad no la desaprovechaba. A veces solo venía a sentarse para observar las aguas tranquilas y se perdía en sus pensamientos, otras veces venía a practicar lo que su viejo le había enseñado, al ser mitad demonio podía realizar ciertos hechizos, no como las brujas, pero más de alguno había resultado y eso era que podía crear pequeñas explosiones en sus manos, era extraño, pero no le desagradaba en lo absoluto, incluso su padre se sorprendió al principio, pero después le dijo lo orgulloso que estaba por ser tan hábil cuando apenas se había enterado de que tenía este tipo de poder.

Hoy, quiso practicar, por lo que no más llego, empezó creando pequeñas chispas en su mano y apuntando lanzó la primera explosión y así continuo hasta que el sol casi se ocultaba entre las montañas, pronto sería de noche y la celebración daría inicio, no podía faltar, por lo que tenía que regresar cuanto antes.

Mientras se dirigía hacia la manada, a medio camino, vio aparecer al pelo de pincho, que venía directo hacia él con una expresión que no supo interpretar.

—Bakubro... — parecía nervioso —Alguien vino de visita y quiere hablar contigo.

Bakugo alzo una ceja intrigado y molesto —¿Quién? — cuestionó a la vez que aceleraba el paso.

—El rey vampiro — contestó Kirishima.

Esas palabras detuvieron su andar y se giró para ver a su amigo, su expresión era oscura y seria —Sígueme — fue lo único que dijo y ambos se fueron directo a la gran cabaña que servía para el líder de la manada.

Al llegar muchos hombres y mujeres lobo estaba en la entrada, algunos tenían una mirada temerosa, mientras que otros un tanto despectiva, pero nadie se había atrevido a entrar, sin que su líder estuviera presente.

Bakugo entró con pasos firmes y fuertes. Cuando ingresó vio a alguien sentado en una silla, detrás de él había otros dos vampiros, que eran los guardias que seguramente lo escoltaban.

El rey al verlo le lanzó una pequeña sonrisa.

—Bakugo que bueno verte bien.

—Rey Natsuo ¿a qué se debe su visita? — su tono no era de respeto, pero tampoco era descortés.

Camino unos cuantos pasos para poder tomar asiento frente al vampiro y Kirishima se quedo a su lado.

—Por favor no me digas rey, es un puesto que estoy ocupando temporalmente.

—¿Hasta que Endeavor regrese? — preguntó sarcásticamente.

El peliblanco soltó un suspiro —Seguimos sin saber nada de mis padres, tú sabes que desaparecieron ese día durante la pelea. Al igual que Shoto — recalcó lo último.

—¿Por qué crees que está desaparecido? Yo lo vi caer desde un precipicio junto al desquiciado de tu otro hermano — Quizás estaba siendo demasiado apático con sus palabras, que incluso los guardias se pusieron rígidos y claramente tenían intenciones de atacar a quien se atreviera ser grosero con su rey, pero Natsuo los calmó con un simple gesto.

—Es por eso que he venido hoy, discúlpame si interrumpo una celebración — mencionó mientras señalaba hacia el exterior — pero considero que es importante decírtelo.

—¿Qué cosa quieres decir?

—Ha habido rumores, de qué híbridos han estado apareciendo muertos, si bien no son muchos los que son como ustedes — señaló al hombre lobo — si hay varios, no obstante, han encontrado dos cadáveres en estos tres meses; uno fue en el reino de los vampiros y otro cerca del reino de los demonios. Tras averiguar sus identidades descubrimos que uno era mitad vampiro, mitad humano y el otro, mitad demonio, mitad driada.

—¿Driada? ¿Todavía existen? — preguntó Bakugo.

—Quedan pocas, pero si existen. Este último apareció la semana pasada junto a un árbol quemado, fue una escena lamentable.

—Entiendo — fue la única respuesta de Katsuki, comprendía porque se lo estaba diciendo, después de todo él era un híbrido, eso significaba que podrían ir detrás de él y también detrás de... Todoroki.

Natsuo vio sus cambios de expresiones y sabía que estaba preocupado, pero no quería que lo tomaran por sorpresa por eso había decidido contárselo.

—También hay otra cosa... —mencionó el vampiro minutos después.

—¿Y ahora qué es? — pregunto ya fastidiado.

—Hallamos una pista del paradero de Shoto — dijo directamente

—¿Qué?

—Mientras investigábamos el caso de los híbridos, escuchamos varios historias.

—Ve directo al grano.

—En ellas se cuenta de alguien de cabello de dos colores que ronda por el bosque Arcanum y que espanta a los cazadores que llegan al lugar. Y sinceramente mi hermano es el único que conozco con esa característica.

Fue entonces que Bakugo recordó una vez más el sueño, entonces realmente la bruja no le estaba mintiendo. No obstante, había algo raro con esto, si era cierto que estaba vivo, porque no volvió a su reino en estos últimos meses.

—No sabemos si es Shoto, pero irán a averiguarlo en tres días — anunció Natsuo, interrumpiendo su línea de pensamiento.

—¿No irás? — Bakugo se dio cuenta qué había dicho irán, no iremos.

Natsuo cerró los ojos y negó con la cabeza —Me gustaría ir, pero tengo que regresar al reino, aparte no puedo dejar sola a Fuyumi.

—¿Cómo está? — preguntó Bakugo en un susurró, pues ella había resultado herida por tratar de salvarlo.

—Ya está bien — sonrió Natsuo — sé que es un lugar donde no tienes buenos recuerdos, pero sería bueno que nos visitaras un día. Te aseguró que ahora será distinto.

—Lo pensaré — respondió sin tanto ánimo, pero luego le surgió una duda —¿Quiénes son los que irán?

—Midoriya, Denki y otro demonio llamado Shinso.

—¿Por qué irán unos demonios?

—Al parecer la princesa Momo, también está preocupada por mi hermano. Por lo que se ofreció a ayudarnos.

—¿Por qué?, si no se llevaban bien — dijo un tanto molesto.

—Bien, no te entretengo más, que de seguro tu manada te está esperando. Fue bueno verte Bakugo y cuídate — saludó Natsuo y se fue junto a sus guardias, el maldito había evitado la pregunta, solo por esta vez lo dejaría pasar.

Tras unos largos minutos de completo silencio, Bakugo se levantó y salió bajo la atenta mirada de todos, algunos seguían nerviosos por aquella visita inesperada. Katsuki tomo aire y gritó —¡Que esperan extras, esto es una celebración!

Todos, al ver que su líder dijo que esto era una celebración, dedujeron que no había pasado nada malo y que podían seguir con su tan esperado banquete, por lo que todos vitorearon al unísono, felices de dar inicio del festejo.

—Bakubro — murmuró Kirishima, parado detrás de él.

—Basta, pelos de pincho, después hablaremos de esto — le contestó.

Y así, la noche transcurrió con risas y gritos eufóricos mientras devoraban todos los platillos servidos en la enorme mesa. Y para finalizar, todos hicieron una reverencia colectiva ceremonial hacia el nuevo líder mientras le colocaban la gran capa escarlata.

Cuando todo termino, Bakugo llamó a los que había designado para que vigilaran durante la noche, una vez estableció los sitios de vigilancia, se dirigió a su cabaña, estaba cansado y tenía mucho que pensar.

Sin embargo, no pudo conciliar el sueño el resto de la noche.

En el bosque Arcanum...

—¿Estás seguro de que es buena idea venir aquí, Hideki? No has escuchado lo que los demás cazadores cuentan de este lugar — habló un joven de complexión delgada mientras sostenía un arma algo temeroso por entrar a este bosque.

—Kouki no seas un cobarde, si atrapamos al responsable de quien este atacando a los cazadores en este bosque, por fin dejaran de burlarse de nosotros — le respondió su compañero, tratando de animarlo.

De repente se escuchó un crujido a una corta distancia provocando que se espantará el pequeño hombre —Hideki, no me importa nuestra reputación, lo que me importa es que estemos vivos, mejor vámonos — habló mientras temblaba.

—¡Ash! Vete tú si quieres Kouki, yo atrapare a ese desgraciado esta noche.

—Regresemos Hideki, por favor — suplicó mientras jalaba el brazo de su amigo, el cual se zafó bruscamente de su agarré haciendo que se cayera al suelo y se golpeara.

—Bien, quédate — habló molesto el joven para luego levantarse y empezar a caminar hacia la salida de ese bosque espeluznante.

No había pasado ni cinco minutos cuando escuchó el grito ensordecedor de Hideki seguido de un disparo, aún asustado, se armó de valor como pudo y corrió de regreso a donde lo había dejado, su respiración se aceleraba con cada paso y la adrenalina corría por sus venas.

Al llegar a penas pudo ver como algo estaba tirado en el suelo y sobre él había alguien, finalmente las nubes pasaron y la luz de la luna alumbró la escena revelando a quien era el que yacía en el suelo y no era ni más ni menos que Hideki, aún tembloroso levantó el arma y apunto a la persona que mantenía un pie sobre el cuerpo inerte de su amigo.

Al verlo se sorprendió, pues era un hombre joven, de tez tan blanca como la luna misma, sus cabellos de dos colores, rojo y blanco, que ondeaban con la brisa nocturna dándole un aire etéreo a su alrededor, no obstante, ya no pudo seguir observándolo, ya que ese hombre se abalanzó sobre él tan rápido que disparo por reacción mientras cerraba los ojos, al abrirlos se dio cuenta de que había fallado, era evidente más porque ya no lo veía por ningún lado. Dio vuelta varias veces tratando de buscarlo, de repente el ruido de ramas rompiéndose, se empezó a escuchar alrededor de él. Trató de apuntar su arma, pero no hallaba al hombre, hasta que sintió que alguien estaba detrás de él.

Fue entonces que en aquella noche se escucharon gritos junto a varios disparos. Pero no había nadie quien los escuchara.

Continuará...

27/11/2022

Hola queridos lectores y lectoras, por fin, el primer capítulo de esta segunda parte, lamento el retraso, pero espero les haya gustado. Que creen que sucederá en ese bosque, wajajaja

Por cierto, para los que no conocen que son las Driadas, son ninfas de los árboles con forma femenina, son solitarias y muy bellas. Cada una de ellas pertenecen a un roble del bosque al cual se encuentra unida a este mismo y no puede separarse mucho de ese árbol porque si no morirían lentamente.

Sin más que decir.

Nos leemos luego, bye bye.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top