Konshu a la ayuda de Jake
Este capítulo tiene 🍋 pero más 🐷.
Mil disculpas si les parece algo cringe jsjs.
La luna carmesí le hace una invitación al placer; ese brillo se ha vuelto su perdición, una que es calurosa y que le obliga a retirarse toda prenda.
Por eso ahora yace desnudo en aquella cama, el resplandor rojizo de la luna aprovecha la situación y se hace notar exquisito cuando hace presencia en la piel de Jake; delineando curvaturas, extensiones y líneas en la fisionomía ajena.
El deseo empieza a expresarse en sudor, calor y el restriegue de su cuerpo entre las sábanas. Friccionaba sus piernas acumulando el ardor en su vientre, y más allá hasta donde aquella zona olvida su nombre. Ruega por salir, y como no puede esperar más, empieza a gotear un poco.
Ya su cuerpo le exige satisfacer todo deseo, que por favor sacie su "hambre"; justo comenzaba a sentir antojo por algo grande y milenario.
Ha estado en la espera de su "comida", pero sigue sin llegar y el desespero se alivia con su propia mano, hasta que entre la oscuridad de aquella habitación y el alumbramiento de la luna, se hace presente una silueta de aparición repentina.
—Creí que te quedarías con Steven toda la noche — dice Jake con fingida calma, la más que pudo actuar. Konshu le responde con una risa burlona.
— ¿Y perderme la luna roja contigo? —sin ganas de demorar más, Konshu se dirige hacia Jake, toma asiento en la cama y acaricia la suavidad de la piel ajena, no siendo esta la primera vez.
—No lo sé, ¿tal vez?, a ti te gustan las nuevas experiencias.
—Reconozco que sería encantador tenerte multiplicado por tres. Al final, tres bocas sabrán hacer más que una.
—Ya quisieras, Steven o Marc jamás podrán hacerte sentir como yo— Jake abre sus piernas haciendo la invitación, sin ningún rastro de vergüenza de por medio, dejando saber lo confiado y satisfecho que estaba con su propio cuerpo. Konshu amaba eso.
Entonces, aquel antiguo dios detiene sus caricias, y al momento una fuerte corriente de aire se deja sentir. Jake pone una cara de fastidio.
—No era necesario que cambiaras a tu forma humana. Puedo cog*er cuando quiera con alguien que se parezca a ti en estos momentos, en cambio con un dios egipcio de facciones de ave...eso sí que es nuevo y excitante.
—Tenemos toda la noche. Podemos hacerlo con las posiciones, formas y todo lo que quieras. Sin embargo, en esta forma tengo más facilidades.
— ¿Sí?, ¿cómo qué? —dice sin mucho interés, realmente.
Konshu se ahorra sus palabras y decide explicarlo con hechos, por eso coloca sus labios en los ajenos y así da inicio a un beso, uno muy dulce para el gusto de Jake, quien coloca sus dos manos en el pecho de aquel dios y lo aleja con fuerza.
Le observa de arriba-abajo, notando en el proceso una fina cabellera albina, de longitud terminada en las caderas. También una piel pálida que por poco podría entrar en el límite de lo "no humano", rostro afilado, ojos neutros de mirada obscura, acompañados de delgados labios y anatomía alta.
—Déjate de idioteces —y sonríe de medio lado, dirigiendo la mano (ahora humana) de Konshu hacia su cuello— Ya sabes cómo me gusta.
Ahora es Konshu quien le observa unos segundos, realmente queriendo probar esos labios de nuevo y por más tiempo, "talvez después" se dice. Entonces por el momento se conforma con apretar el cuello de Jake y disfrutar de sus quejidos de placer y dolor.
Konshu se acerca hacia Jake, dejando que sus cabellos blanquecinos se deslicen lentamente hasta formar una cortina que ocultó ambos rostros. Jake entrecierra los ojos, molesto prepara su lengua para pronunciar sus más ofensivas quejas hacia el dios, pensando que la intención del mismo era darle otro ridículo beso.
En cambio, la boca de Konshu no busca la de Jake, muy al contrario va por el cuello, dando mordidas de marcaje notable, se entretiene un poco y cuando se aburre baja a aquellos pectorales y vuelve a dar mordidas, esta vez en las pequeñas protuberancias con areolas. Es un poco menos sutil aquí, dando dolor a su compañero, un dolor que ambos disfrutan; Jake al sentirlo, Konshu al verlo en las facciones ajenas.
Jake tiene los ojos humedecidos en respuesta a las sensaciones, pero quiere más, por eso él mismo se vuelve a dar atenciones en su longitud. Da movimientos rápidos, claro símbolo de querer apresurar las cosas.
Konshu lo nota, entonces quita la presión en el cuello de Jake, quien inhala profundo el aire ante la liberación. No es que lo estuviera asfixiando por completo, pero el pase de aire era limitado.
Ahora con sus manos libres se desabrocha el cinturón y baja el cierre de aquel pantalón de telas blancas; su fuerza se dirige a la cabellera de Jake, con su mano entrelazada en las hebras, las cuales hala en dirección a su entrepierna.
—Chupa —ordena— te voy a enseñar lo que es un buen pen*e.
Jake no lo duda, y mete aquella extensión a su boca, lo más profundo que puede, llevando su cabeza de abajo hacia arriba, en movimientos que no son lentos. Su lengua también es traviesa, y degusta toda esa piel, enrollándose en toda la longitud que puede alcanzar. Entre su juego, deja escapar hilos de saliva que no ayudan a otra cosa que no sea producir un sonido acuoso tan antojable para la longitud de Jake, que reacciona cada vez más ante la escena.
El trabajo de Jake es bueno, pero Konshu sabe que puede hacerlo mejor, por eso vuelve a entrelazar sus dedos en la cabellera de su compañero y lo empuja sin permiso o sutilidad, lo empuja hasta que la garganta ajena reclama.
Después de un tiempo Jake pone resistencia y con fuerza se aleja de la entrepierna de aquel jodido dios, a quien mira con sus ojos llenos en lágrimas y enojo.
—Eres un maldito.
Konshu toma la barbilla de jake, utiliza su mano derecha para ello y ejerce presión con ella. Después de unos segundos de contacto visual, aquel dios le sonríe de medio lado y bufa divertido.
—Aún no lo soy —sentencia.
Ni bien terminaba la oración, suelta la barbilla de Jake y ahora con su izquierda toma la mano ajena que está también a la izquierda, repite, su derecha con la derecha de Jake. Toma ambas con fuerza y las une por detrás de la espalda. Con su poder divino hace aparecer un vendaje que ata las muñecas, dejando las manos –y los brazos- inmóviles.
Konshu se pone de pie, y con su mismo poder hace aparecer un vendaje, ahora con el propósito de cubrir la boca de Jake.
Ahora está amordazado, atado de manos por detrás de su espalda y lo más importante, más vulnerable.
Aquel dios toma a Jake por los hombros, y lo avienta de nuevo a la cama, dejándolo recostado sobre su estómago, deja en consecuencia una visión perfecta y excitante de su espalda y sus dos amigos traseros, quienes no son tratados con bondad por Konshu, simplemente porque ha decidido dar un buen par de nalgadas, hasta que la piel se hiciera colorada, después de eso, comenzó a dar apretujones.
Ambos desean pasar ya a la siguiente fase, pero Konshu no quiere "entrar sin cuidado", el juego del sufrimiento ya no sería bueno si realmente lastimaba a Jake. Pero como aquel humano es todo un necio, comenzó a mover sus caderas ansioso, y como aún seguía amordazado, no pudo expresar más que no fuera n quejidos ansiosos.
Konshu mira esos dos bultos preciosos y carnosos, deja los apretujones y esta vez los acaricia mientras se le ocurre una idea para la lubricación. Ante semejante imagen, él mismo comienza a estimularse, recordándose como se siente estar dentro de Jake, como se escuchan sus gimoteos de placer.
Entre fricción y fricción, Konshu se derrama entre los gemelos traseros de Jake; cuando recupera su sentido, esparce toda esa esencia en la cavidad privada de su avatar preferido, unta todo lo que había, aprovechando para acariciar la zona en círculos y juguetear con ella un poco.
Jake sabe que es hora, entonces levanta sus caderas dispuesto a recibir todo de Konshu, y él estaba ahí para cumplir todo capricho de su humano preferido. Por eso entra, y sale. Entra. Sale.
Jake suspira casi como si fuera una expresión de alivio. Con el tiempo no fueron solo suspiros, fueron quejidos, gimoteos y agua saliendo, por sus ojos, por su boca, por sus poros y por su intimidad.
Konshu se detiene un poco, se recuesta encima de Jake (siguiendo él de espaldas), sintiéndose mutuamente sus cuerpos. Aprovecha que con esta nueva postura tiene acceso al cuello de Jake, zona a la que empieza a dejar besos marcados, mientras iniciaba con "el ritmo" nuevamente.
Mas golpeteos que lo volvían loco, todas las sensaciones, las fricciones, los sonidos, todo eso siendo elementos de una mezcla que terminó juntándose en su cuerpo, que recorrió como electricidad cada punta de su ser y que terminó por encontrar salida de forma acuosa.
Konshu aún lo lograba, pero cuando estuvo cerca –y como es un dios generoso-, tuvo intenciones de compartir su logro con su compañero de noche, esparciendo su blancura en la espalda ajena.
Cuando eso ocurrió se hizo aún lado, para que fuera más fácil para su humano el recuperar el aliento. Jake lo miró con fastidio y entonces Konshu recordó que debía quitar las ataduras en ese cuerpo.
Jake no sabe si habrá pasado máximo 10 minutos cuando Konshu le dio la vuelta, colocándose entre sus piernas, dispuesto a ir por más.
—Hey, relájate. Dame unos minutos, eres un maldito animal.
—A penas estoy iniciando. Pero lo entiendo, sé que no puedes resistir más, tu espíritu se ha vuelto más débil en comparación a Mark.
—Calla —pronuncia rápidamente— te vas a arrepentir de haberme subestimado.
—Bien.
Konshu se acomoda mejor entre ese par de piernas. Jake se ríe.
— ¿Qué haces? Imbécil, te toca estar de espaldas.
Konshu no supo que contestar.
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Así me imagino a Konshu como humano:
<3
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