34. Beso real...

Caroline

Pase corriendo por toda la estancia y subí de dos en dos los escalones directo a mi habitación, la tía Triana me llamo pero solo le respondí con un... <ahora bajo>, lo que quería era gritar de la emoción que me causaba haber aceptado ser novia de Alejandro, me deje deslizar por la puerta hasta tocar el piso, cerré los ojos con fuerza y ahogue un grito de emoción. Aceptar ser su novia fue muy emotivo, y borrar la sonrisa de mi cara sería demasiado difícil, pero aquí estoy como una estúpida adolescente dejándose llevar por el sentimiento nuevamente. Solo espero que esta vez sea diferente y por qué en verdad no soportaría más decepciones en tan poco tiempo.

Alejandro es un hombre increíble y me hace valorarlo aún más ya que no fue insistente, nada fue o se sintió forzado y aún no sé cómo voy a lidiar con Mariana cuando se enteré, pero lo que sí sé es que por nada voy a cambiar mi decisión.

Alejandro...

Alejandro...

¡Alejandro!

Me puse de pie y comencé a dar vueltas en mí mismo eje, después me avente en mi cama boca arriba, seguía con la sonrisa en mi cara y la respiración la tenía súper agitada como sí hubiera corrido un maratón, pero no... Solo era la emoción y felicidad que me causaba esta decisión que había tomado.

De pronto a mi mente llegaron imágenes del primer hombre a quien he amado, del primer hombre que me beso, el que me hizo sentir importante y especial, pero sobre todo amada. Dereck... Lo veía sonreír y con los ojos brillosos, ese color café que tanto me gustaba, su ligera barba que, aunque me picaba era una sensación que me gustaba, él un hombre que ya no puede ser para mí, un hombre que pronto seria padre de mi primer sobrino o sobrina.

Aléjate...

¡Aléjate de mis pensamientos Dereck Coleman!, tú ya no tienes por qué seguir indagando en mi mente, tú ya no tienes sentido para mí.

Me puse de pie y salí a la sala para coger mis libros que necesitaba para terminar mis trabajos pendientes de la escuela, de ello dependía mucho para que no reprobara ninguna materia y también para poder tener vacaciones y aunque mi intención no era ir con mis padres, lo que si quería era estar libre y disponible para dedicar mi tiempo para Alejandro y así podernos conocer aún más.

Y había otra razón mucho más importante para estar feliz, ¡pronto iba a ser mi cumpleaños!, por fin iba a cumplir dieciocho, por fin iba a ser mayor de edad, solo me faltaba terminar la preparatoria para ahora sí hacer lo que más deseaba, ser independiente. Mis planes eran terminar la preparatoria para continuar la universidad lejos de mis padres, iba a practicar la misma dinámica que Alejandro, pero yo tendría que buscar compañeras que quisieran rentar conmigo porque imagino que los departamentos aquí en la Ciudad de México no son nada económicos y tendría que buscar empleo de medio tiempo. Se escucha complicado, pero sé que puedo...

- Caroline, tenemos que hablar...

La tía Triana me saco de mis locos pensamientos.

Con un gesto me señalo el sofá indicando que me sentara, al hacerlo ella hizo lo mismo frente a mí.

- sé que ya estás en edad para tener novio y cosas así... Mi duda es, ¿tu papá te da el permiso para tener noviecitos?

Mordí mi labio y me en cogí de hombros.

- lo sabía, Bernardo es súper recatado y exagerado...

Una sonrisa dibujo mis labios, ya que tenía toda la razón.

- tengo un tiempo conociendo a Alejandro, desde que Norely es novia de Ángel lo he visto más seguido, aunque tenía entendido que era novio de Mariana...

- ah, bueno... No sé qué sucedió entre ellos, pero ya no era así, de echo estoy pensando que le voy a decir cuando se entere que ahora Alejandro es mi novio.

Agache la mirada apenada, realmente no quería que por esta situación Mariana se alejara de mí.

- arreglen ese asunto, no quiero problemas de mujeres por un hombre...

- si tía...

- otra cosa Caroline y sobre todo importante... ¿por qué no quieres ir a tu casa en vacaciones?

Y esta fue la pregunta que logro ponerme nerviosa y comencé a mover mi pie de arriba abajo con rapidez.

- no quiero tía... ¿te incomodo en esas fechas?

- por supuesto que no, pero ya imagino la cara de mi hermana dramatizando por la ausencia de su hija.

Una sonrisa apareció en las dos.

- muy bien, ahora sí, ve a tu habitación para que te apresures con tus pendientes.

Hice caso a la petición de mi tía y regresé a mi habitación ya con los libros para comenzar a trabajar.

La noche se me hizo eterna, creí que nunca terminaría los trabajos, Norely estuvo conmigo haciéndome compañía, pero el sueño le venció en mi cama, mientras imprimía unos trabajos, la curiosidad me invadió y abrí por primera vez desde que vine a vivir con mis tíos mi página de Facebook. Muchas veces lo intenté, pero siempre tuve el valor para no hacerlo ya que sabía que era débil y de inmediato iba a buscar el perfil de la persona más importantes para mí.

En cuanto inicie sesión los mensajes comenzaron a invadir mi bandeja de entrada. Tenía miedo al revisar mi correo, pero después de unos minutos pensando una y otra vez en hacerlo, por fin lo hice.

Dania Sigüenza Coleman,

Elizabeth Méndez,

Diego Peinstyn,

Miguel Cabrera,

Raquel Peinstyn.

El último fue el que más capto mi atención, Raquel me había enviado unos mensajes que me daban miedo revisar, así que decidí optar por abrir el de mi mejor amiga Elizabeth.

<Hermosa, no sabes cuánto te extraño, la escuela no es lo mismo sin ti. Espero verte pronto y deseo que estés bien físicamente, pero sobre todo emocionalmente. Te súper quiero>.

Una sonrisa apareció en mis labios, y aunque intentaba en no pensar en mi pueblo, en mi hogar, en mis amigos... Leyendo este mensaje me hizo recordar lo mucho que la quiero y sobre todo la falta que me hace, aunque fuera solo para llamarme la atención por fijar los ojos en donde no debía.

Le respondí con brevedad y me fui a leer el mensaje de Miguel, aunque seguía molesta con él por lo último que hizo, aún no terminaba de comprender la actitud que tuvo conmigo, en verdad se me hizo exagerado la reacción cuando me vio con Dereck en aquel callejón.

<Caro, espero que puedas perdonar la actitud que tuve el otro día, en verdad lo siento mucho, pero, no soporte la noticia en cuanto Elena me dijo que Dereck la había abandonado estando embarazada. No pude y la rabia creció más cuando te vi con él.

Tu sabes lo importante que eres para mí y muy aparte de ser mi amiga sabes que te amo y eso nunca va a cambiar. Espero algún día logres darte la oportunidad de permitir que te demuestre todo el amor que soy capaz de darte. Te amo>.

El mensaje de Miguel me dejó un poco cabreada, ni si quiera me tome la molestia en responder, sus palabras me parecieron forzadas y sin ningún valor, así que lo descarte y abrí el mensaje de mi adorado hermanito.

<Nell, te extraño bastante, no tengo con quien discutir eso de ser hijo único es completamente aburrido. Además, tengo muchas cosas que contarte, y tienen que ver con Natalia.

Espero verte en tu cumpleaños, quien como tú que por fin vas a ser mayor de edad.

Mamá y papá están preocupados por Raquel, su embarazo se complicó en su viaje y al parecer van a regresar pronto ya que supuestamente es grave lo que tiene.

Cualquier cosa te aviso. No olvides que te quiero y espero verte muy pronto>.

Este mensaje sí que logro preocuparme, a pesar de todo no me gustaría que Raquel se pusiera mal y mucho menos que fuera a perder a su bebé, ante todo jamás le desearía el mal a mi propia hermana.

De inmediato respondí el mensaje de mi hermano contándole un poco de mis planes, y después abrí sin si quiera pensar el mensaje de Raquel.

<Hola Caroline, sabes a pesar de que estoy lejos por mi luna de miel te extraño tanto como a los demás.

Mi luna de miel es fantástica Dereck es muy lindo y cuidadoso conmigo, no pude haber escogido mejor hombre y te lo comparto para que estés tranquila y sepas que soy completamente feliz a lado de mi esposo>.

Automáticamente mi cuerpo comenzó a temblar y mi corazón comenzó a dar fuertes palpitaciones, me puse de pie para intentar respirar con tranquilidad ya que se me había acelerado el pulso. ¿por qué la necesidad de restregarme lo feliz que es con su marido? Volví a sentarme de golpe y cerré su mensaje sin tomarme la molestia de responder con un mensaje estúpido, donde tuviera que fingir felicidad por ella.

Cogí aire y abrí el de Dania.

< Hola Caroline, no sabes cuánto te extraño, ¡ya no tengo con quien hacer locuras! He recibido una llamada de mi primo diciendo que estaba en un tormento y que le sería imposible lograr ser feliz con su ahora esposa, lo único que le consuela es el hijo que lleva en su vientre, pero en verdad mi primo está sufriendo por haberse casado.

Precisamente ayer me llamo nuevamente diciendo que tuvo una fuerte discusión con Raquel y que eso provoco que le diera un fuerte dolor en el vientre y aquello provocó regresarán, también mi tío Cristian está empeorando de salud y me temo que le quede poco tiempo.

Sé que este mensaje es en vano, pues lo que quieres es olvidarlo, pero creo que necesitabas saber lo que sucede con él y tu hermana. Te quiero y no dudes en llamar si necesitas algo>.

Revise la fecha del mensaje y decía que fue enviado hace dieciocho horas, lo que quiere decir que fue ayer a las diez de la mañana cuando estaba en la escuela.

Decidí no responder su mensaje y vi que ya tenía otro mensaje de Diego.

< ¿cómo que no quieres venir en tu cumpleaños y en navidad?>

- lo siento, pero quiero estar aquí con mis tíos y Norely...

< le diré a papá que entonces seamos nosotros quienes vayamos para haya, no podemos pasar una navidad sin la familia completa>

- no te preocupes por eso, y en verdad no quiero estar ese día con mis padres...

Diego mando unas caritas de color rojo y después cambio la conversación.

<por cierto esta tarde llegaron Raquel y Dereck, pero Raquel fue internada de inmediato ya que al parecer tiene amenaza de aborto, mis papas ahora se encuentran en el hospital con Dereck, y también me he enterado que su papá se encuentra internado>

Deje salir un suspiro, ¿Alejandro estará enterado? Me sentí con la necesidad de hablar con él y decirle lo que sabía, aunque imagino que ya lo han de haber puesto al tanto. Pero de todas maneras quería decirle para estar segura.

Me levante del escritorio y fui a mi cama donde se encontraba Norely durmiendo, la moví un poco hasta lograr que abriera un ojo.

- perdón por despertarte, ¿pero me interesa saber si tienes el número de Alejandro?

- mmm, si... Coge mi celular...

Señalo el buró y vi su teléfono, lo cogí y de inmediato busque el número de Alejandro, en cuanto vi su nombre con su apellido me apresure a marcarle; ni si quiera me importo la hora, necesitaba decirle lo que sabía.

Unos cuantos timbres y tuve que colgar ya que me mandaba a buzón, lo intente un par de veces más y no contesto, supuse que estaba muy dormido y no escuchaba el móvil, así que deje de insistir y le volvería a llamar en un rato.

Apagué la computadora y después me acosté para intentar dormir un par de horas, pero no podía, ya que no dejaba de pensar en el papá de los Coleman, en mi hermana su friendo por salvar a su bebé. Sentía la necesidad de estar haya con ella para darle apoyo, pero no... Tampoco podía ser tan hipócrita.

También paso por mi mente estar con Alejandro para que sintiera mi apoyo, pero a quien quiero mentir, claramente quería y ansiaba ir con Dereck, para abrazarlo y consolarlo, para que sintiera mi cariño y sobre todo mi apoyo, pero no... Esa idea tenía que ser descartada definitivamente.

Un par de minutos más y el sueño no llegaba, así que decidí darme un baño y alistarme para ir a la escuela, cuando salí Norely ya no estaba en mi cama, supuse que había ido a su habitación para alistarse he irnos a la escuela.

Poco después cogí mis libros, y mi mochila para bajar a la estancia donde me encontré con mi tío Javier bebiendo café mientras tecleaba en su computadora.

- buenos días tío...

Saludé y me serví un poco de café para acompañarlo en lo que bajaba Norely.

- buenos días hija...

Dijo desviando por un instante la vista de la computadora para darme una ligera sonrisa.

Me puse a degustar de mi café, y sentir su amargo sabor recorrer mi garganta es una de las mejores sensaciones que me encantaba sentir cada mañana antes de ir a la escuela.

- me dijo tu tía que no deseas ir con tus papas en las vacaciones...

Dijo mi tío rompiendo el silencio que había entre los dos.

- si...

Agache la cabeza apenada.

- tienes que saber que en las vacaciones tenemos pensado ir con tu abuelita Consuelo, ya sabes por su enfermedad, no queremos dejarla sola ese día...

Una emoción recorrió mi pecho, tenía ya bastante tiempo que no veía a mi abuelita y deseaba verla antes de que Dios decidiera que ya era tiempo de llevarla con él.

- aún mejor, añoro ver a mi abuelita.

- tu cumpleaños será antes... ¿tienes pensado hacer algo ese día?

De pronto la tía Triana salió de la cocina con un plato de comida para su esposo, aún vestía su bata de dormir.

- no...

Susurré.

- cuenta con nosotros para celebrar ese día tan especial...

Añadió mi tía con una sonrisa enorme.

No respondí, solo les di una sonrisa agradeciendo su propuesta. Poco después bajo Norely con sus ojos aún hinchados por el sueño. Nos despedimos y después salimos de la casa para ahora si irnos a la escuela, en el camino Norely me preguntó por Alejandro y le dije que no pude comunicarme con él, le dije el motivo y después me dijo que intentaría comunicarlo a través de Ángel.

Llegamos a la escuela y cada una se fue a su respectiva aula, agradecí no ver todavía a Mariana, aún no sabía cómo diablos decirle que Alejandro y yo ya éramos novios.

Cuando por fin termine de entregar mis trabajos salí de la escuela feliz, ya que no tenía más pendientes y solo estaría en la espera de saber las calificaciones para saber si había aprobado o de plano iba a tener que estar estudiando para los extraordinarios. Ni si quiera salí al receso por estar entregando trabajos, y mi estómago gruñía de hambre.

Camine a la salida con la esperanza de ver a Alejandro esperando por mi como el día de ayer, y esta vez sería un encuentro diferente, y tenía que aceptar que estaba un poco nerviosa por ello, ver a Alejandro como amigo o conocido era diferente, pero verlo como mi novio me ponía nerviosa y estúpida, pues no sabía cómo reaccionar estando frente a él.

Cuando salí me llevé una tremenda desilusión al ver que no estaba él junto a su amigo Ángel, solo estaba él aún costado de su moto esperando a Norely mientras fumaba un cigarro, decidí acercarme a él y preguntar por ahora mi novio.

- hola...

Susurré con una media sonrisa.

- hola Caroline...

Dijo dándome un saludo de beso en la mejilla. Estuve apuntó de preguntar por mi novio cuando de pronto me voltearon del brazo con tremenda brusquedad.

- creí que eras mi amiga...

Y vaya que ni tiempo tuve de reaccionar cuando mi mejilla ya ardía a causa de la bofetada que me había dado Mariana.

- no, no, no... ¡No voy a permitir que le pegues a Caroline!

Defendió Norely al empujarla para que se alejará de mí.

- ¡es una mentirosa, siempre dijo que no estaba interesada en conocer a alguien!

Señalo con su dedo índice a mi dirección.

- vamos Mariana, lo tuyo con Alejandro solo era un juego, no vengas de digna a fingir celos cuando estuviste anoche con Paco muy a gusto en su habitación...

Añadió Ángel aún con el cigarro en sus dedos.

- ¡eso no tiene nada que ver! Además, Alejandro y yo habíamos quedado en algo y lo rompió por su culpa...

Me miraba con resentimiento, en verdad odiaba este tipo de situaciones, y ya no quería pasar por más momentos así, bastaba con los estúpidos celos de Elena por Dereck.

- creo que con quien tienes que hablar es con Alejandro, así que lo siento mucho pero no pienso cambiar mi decisión.

Una vez dejando en claro mi decisión comencé a caminar directo a la casa de mis tíos, lamentablemente ese día no tuve ninguna noticia de Alejandro, ni si quiera pude comunicarme con él por teléfono y así pase la semana sin saber nada de él.

Algo dentro de mí se sintió vacío, extrañe ver su sonrisa, sus a lagos discretos, pero no quise ser una novia toxica y esperé hasta que él pudiera comunicarse conmigo, lo único que deseaba era que su padre mejorará de salud, y por Raquel ya estaba más tranquila pues Diego me había dicho que ya estaba en casa reposando su embarazo para que el bebé no corriera más riesgo.

Hoy desperté con más ánimo, ¡pues por fin era mi cumpleaños!, ¡por fin soy mayor de edad!

A mi habitación entraron mis tíos con un pequeño pastel mientras cantaban las mañanitas, vaya que me sorprendieron ni en mi casa hacían este tipo de detalles, y atrás entro Norely haciendo escandalo con un silbato, y mi mayor sorpresa fue ver a mi hermano entrar con una bandeja de comida, y con su enorme sonrisa.

De inmediato me puse de pie y salte de la cama para ir a abrazarlo con demasiada fuerza, extrañaba a mi enano.

- ¡no puedo creer que estés aquí!, ¿cuándo llegaste?

- hoy...

Volvimos a abrazarnos como si no nos hubiéramos visto en años, cuando en realidad solo habían pasado más de cinco semanas.

Cuando terminaron de cantar las mañanitas, desayunamos todos juntos y después me fui a mi habitación junto a mi hermano, quien me sorprendió que llegará solo y no acompañado de mamá o papá.

- ¿cómo están todos en casa?

Quise saber mientras cruzaba mis piernas en la cama.

- mejor, mamá y papá se pasan todo el tiempo cuidando y procurando a Raquel, de hecho, le rogaron a Dereck para que no se la llevará a la casa que había comprado para que vivieran...

Oh, no... Esa horrible sensación en mi estómago otra vez.

- ¿sabes cómo está su papá?

- me parece que mejor, creo lo dieron de alta ayer...

Baje la mirada, en verdad creí muy estúpidamente que Alejandro me buscaría en cuanto su padre estuviera mejor, pero claramente no soy su prioridad.

- ¿qué pasa con Natalia?

Cambie de tema, ya que no quería ponerme nostálgica este día tan importante.

Diego dejo salir un suspiro y se dejó caer en la cama con los brazos detrás de su cabeza.

- me tiene como estúpido...

Sus mejillas cambiaron de color y tapó su cara con las manos.

- ¿y apenas te das cuenta?

Me burle.

- es magnífica Caroline, ella es la mujer perfecta para mí...

Dijo medio incorporándose.

- apenas tienes quince años, no te emociones tan pronto, deja que las cosas sigan avanzando antes de enamorarte como idiota.

- no Caroline, ya es tarde... Porque, Natalia y yo ya...

Elevo ambas cejas y yo arrugue las mías.

- ya sabes...

Volvió a elevar sus cejas dos veces seguidas, entonces comprendí lo que quería decirme, así que ahogué un grito por la sorpresa.

- ¿ya se acostaron?

Susurré.

- fue la mejor experiencia Caroline, fue la primera vez para los dos...

- wao, no lo puedo creer... ¡mi hermano tuvo sexo!

Diego se lanzó encima de mi tapando mi boca para que no siguiera gritando.

- no grites Caroline Nohelia Peinstyn...

Abrí mis ojos sorprendida al escuchar como pronunciaba mi nombre completo con tremenda seriedad, entonces no aguanté más y ambos comenzamos a reír a fuertes carcajadas.

- ¡chicos!

Exclamo Norely entrando al cuarto corriendo mientras se aventaba en mi cama.

- estén listos en cinco minutos por que ya nos vamos...

- ¿a dónde?

Preguntamos al unísono Diego y yo.

- ya verán, así que rápido porque pronto vendrá Ángel por nosotros...

Rápido nos arreglamos y al bajar a la estancia mis tíos nos despidieron y me desearon buen día, por un instante me sorprendí al saber que no saldríamos con ellos.

Salimos de la casa y lo primero que vi fue un coche que reconocí de inmediato.

Alejandro.

Lo vi recargado en el toldo junto a Ángel calando un cigarro, en cuanto me vio una sonrisa ilumino su rostro y mi cuerpo de inmediato reacciono ante su mirada, y aunque no podía ver sus ojos gracias a los lentes de sol que tenía puestos, fue suficiente para que mi piel se pusiera de gallina y mi corazón comenzará a dar fuertes golpes en el pecho.

Se enderezó y apago su cigarro para después acercarse a mí con pasos lentos, mi cuerpo se quedó como estatua, no podía moverme o simplemente mi cerebro estaba tan idiotizado que no mando ninguna señal de movimiento alguno.

- hola...

Susurró en cuanto se acercó a mí y agacho la mirada para poder ver mis ojos.

- hola...

Susurré nerviosa. Mi cuerpo comenzó a temblar y mi cara la podía sentir ardiendo.

Que patética y estúpida me sentía en estos momentos.

Agacho un poco más la mirada dejándome sentir su respiración caliente golpear mi nariz, de pronto sentí una mano en mi cintura provocando que diera un pequeño brinco al sentir el contacto de su piel con la mía ya que llevaba puesto una torera de color negro que me había regalado Norely precisamente hoy en la mañana como regalo.

- ¿puedo?

No fue necesario responder con palabras, así que levante la mirada lo suficiente para que nuestros labios se rozarán y pudiéramos sentir la suavidad de nuestros labios, parecía que no existía nadie más que él y yo en estos momentos tan gloriosos.

Intente separarme, pero de inmediato me abrazo con ambos brazos y me pego a él nuevamente para profundizar el beso y sentir nuestras lenguas acariciarse de una manera rítmica.

- mm, mmm...

El sonido que propicio Diego fue suficiente para sacarnos del trance en el que estábamos, después observo a Alejandro elevando ambas cejas esperando una explicación, lo que me causo mucha gracia y no pude ocultar una sonrisa dibujar mis labios.

- hola Diego, espero que no te moleste que tu hermana haya aceptado ser mi novia...

Dijo Alejandro sin soltar mi cuerpo de su abrazo.

- no puedo creer que mis hermanas estén con los hermanos Coleman, ¡por Dios, habiendo tantos hombres en el planeta!

Todos comenzamos a reír por su comentario.

- de casualidad no tienes una hermana, digo... Quizás también me enamore de una chica Coleman...

Alejandro sonriendo respondió a su pregunta.

- no, lo siento...

- ¡ya vámonos, se está haciendo tarde!

Dijo Norely con queja al subir al coche de Alejandro junto a su novio.

- vamos cariño, tenemos que celebrar tu cumpleaños.

Y así subimos todos al coche de Alejandro para ir no sé a dónde.

Tenía ya bastante tiempo que no me sentía de esta manera; emocionada, ilusionada, nerviosa, temerosa, todo un mar de emociones al mismo tiempo. Lo único que me hacía falta era estar con mis padres, ya que a pesar de todo los amaba y me hubiera encantado que vinieran a darme un abrazo, pero como siempre Raquel iba a ser primero antes que los demás.

- por cierto, Diego, ¿cómo fue que viniste? No puedo creer que Bernardo te haya dejado venir sólo...

Diego soltó una pequeña sonrisa.

- que más daría que papá me dejará ser un adulto, pero no, Dereck me trajo...

Abrí los ojos sorprendida, tuve que desviar la mirada de Alejandro para que no viera la reacción que había provocado en mi saber que Dereck estuvo cerca de mí y no lo supe.

- de echo él me va a llevar de vuelta...

- ¿dónde está?

Pregunto Norely.

- en mi departamento...

Respondió Alejandro, mi reacción fue mirarlo con asombro, él sabía que Dereck está aquí y aun así no dijo nada he intento hacer como si nada estuviese sucediendo.

Alejandro volteo a verme por un instante he hicimos contacto visual por milésimas de segundos, ya que se la desvíe he intente que los nervios no se notarán, pero creo que fue en vano, ya que no dejaba de limpiar las palmas de mis manos en el pantalón de mezclilla que llevaba puesto.

Recargué la cabeza en el respaldo del asiento y cerré los ojos intentando controlar los sentimientos que estaban apuntó de salir por tan solo escuchar el nombre del hombre del que estaba enamorada todavía como una estúpida.

Poco después llegamos a nuestro destino y al abrir mis ojos me di cuenta que estábamos en un parque de juegos, six flags... Nunca antes había venido y no pude evitar sentir emoción al saber que estaba a punto de subir a juegos realmente emocionantes.

Bajamos del coche después de que Alejandro estacionará, seguido cogió de mi mano y me detuvo dejando que los demás avanzaran quedando nosotros atrás.

Se quitó los lentes y fijo sus ojos con los míos.

- ¿estás bien?

Su pregunta se escuchó más de preocupación dejando aún lado todo tipo de reproche o algún indicio de celos.

Antes de responder agache la mirada y deje salir un suspiro.

- perdón, pero, todavía siento algo extraño revolotear dentro cuando escucho su nombre...

Mordí mi labio al ser sincera con él, sabiendo que podía lastimarlo.

Con delicadeza acaricio de mi mejilla y la levanto para que volviéramos a hacer contacto visual.

- entiendo tus sentimientos, y sé que también estás haciendo lo posible por sacarlo de tus pensamientos, pero sobre todo...

Sin esperarlo poso su dedo índice en mi pecho, a la altura de mi corazón provocando que mi piel se erizará.

- de tu corazón...

Y aquellas palabras fueron suficientes para cogerlo por el cuello y pegar mis labios con los suyos profundizando el beso, Alejandro era un hombre increíble y aún no me creía la suerte que tenía al tenerlo conmigo, pero sobre todo queriéndome aun sabiendo la decepción que acababa de vivir, precisamente por un amor que no podía ser.

Me abrazo por la cintura acariciando con gentileza mi espalda descubierta, sintiendo cosquillas recorrer mi estómago, nuestros cuerpos estaban muy pegados y disfrutaba cada movimiento de lengua y de labios que hacíamos en movimientos lentos y rítmicos.

Mis ojos los tenía cerrados y deseaba que este beso fuera eterno, pues fue un beso real, intenso, pero sobre todo lleno de sentimientos, y es que me estaba dando cuenta que Alejandro se había vuelto una persona importante, pero sobre todo querida y sabía que él podía hacer que cuando menos me diera cuenta Dereck ya no iba a estar en mis pensamientos para ser reemplazados por él.

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