3. Tus ojos, como mi café.
Caroline
Tres de la mañana…
Tres de la mañana y mi tonta hermana no se duerme, desde que llegamos del cine no para con el celular; ¿qué tanto se dirán ella y Dereck?lo que resto del sábado y todo domingo el celular suena y suena de entradas de mensajes y ella con sus risitas que no puede resistir...
Entro en desesperación.
¿Será que escuchar el teléfono timbrar y vibrar por dos días es desesperante?
Por supuesto que si, mañana tengo que levantarme muy temprano para ir a la escuela...
— ¡Ya duérmete!
le digo con queja mientras tape mi cara para no ver la molesta luz de su teléfono...
- shhh...
¡Es lo único que dice la muy tonta!
— Le diré a papá...
dije amenazando.
- ajá ...
¡Me ignora pues sabe que no lo haría, pero si no deja ese estúpido teléfono sí que voy a decirle!
— ¡Raquel, algunos tenemos escuela y exámenes mañana!
Exclamé con molestia...
- ajá...
Volvió a ignorarme sin dejar de mirar su teléfono.
—¡Mierda!
dije con furia...
— ¡Papá!
- ¡No, espera, ya voy a dejar el teléfono!
Exclamó Raquel
— ¡Al fin!
Dije con sarcasmo y volví a acomodarme para tratar de dormir...
Ahora Raquel ya está totalmente dormida y yo sigo con mis ojos muy abiertos; miro el reloj y son las cinco de la mañana "¡diablos, diablos!" pienso, ya en una hora tengo que levantarme para ir a la escuela y a presentar tres estúpidos exámenes...
♾
- ¡Examen de inglés!
Exclama el profesor.
— ¡Diablos!
susurró; mis ojos se me cierran y me arden cada vez que una brisa de aire me da en la cara, parpadeo a cada rato.
Name:
Dice la primera palabra del examen y apenas entiendo que tengo que poner mi nombre...
— Profesor, ¿puedo ir al baño?; digo mientras levanto la mano.
- Estamos en examen, Caroline.
Me dice el profesor mientras arquea una ceja; le hago un puchero y él respira muy profundo...
- Ve, pero rápido.
Le hago caso y salgo corriendo del salón; al llegar a los baños me voy directo a los lavabos y mojo mi cara con mucha agua, "mierda", susurro después de sentir el agua helada en el rostro; ¡me las pagarás Raquel! exclamo mientras sigo mojando de mi cara...
Salgo de los baños y me siento en una banca que está ahí junto para secar mi cara con papel.
- ¿Estás bien?
Dice la voz de un hombre...
— eh, no...
respondo sin mirar a la persona que me habla.
- ¿Por qué?
— La tonta de mi hermana no me dejó dormir y ahora mis ojos se cierran sin mi permiso y estoy con un exa... ¿Dereck?
me quedó callada al ver el rostro del hombre que me habla...
- Hola.
Saluda con una sonrisa que por cierto es hermosa.
"Psss, Caroline, ¡tranquilízate!", exclama mi subconsciente.
— Hola.
lo saludo apenada; mis mejillas arden de vergüenza.
- Así que tú hermanita no te dejo dormir
Habla sin dejar de sonreír.
No puedo evitar sonreír y al mismo tiempo sonrojarme cada vez que mis ojos ven su hermosa y perfecta sonrisa; volteo la mirada para no seguir viendo sus labios.
—¿Necesitas algo?, le pregunto ya que no dice nada más.
- Antes que nada, quiero decirte que ya antes te he visto...
Me extraña su comentario, arqueo las cejas confundida.
— Me imagino, tengo que pasar por la Universidad para salir; no se me hace extraño que me haya visto anteriormente…
- No sabía que tú eras hermana de Raquel...
Sigo sin entender a qué se refiere exactamente.
—Ahora ya lo sabes.
Sonrió de lado y levanto los hombros.
- Pues sí.
Suspira y alcanzo a escuchar la palabra: “lástima” entre el suspiro.
— ¿Cómo?
Dije; estaba en duda si lo que escuché era correcto.
- No, nada; me animé a buscarte para pedirte que me ayudes.
Vuelvo a fruncir el ceño.
— ¿Ayuda?, no entiendo…
Arrugo la frente.
- Me encantaría que pudieras ayudarme a sorprender a Raquel.
—¿Sorprender?
- Si.
—¿Cómo?
digo levantando mis hombros y al mismo tiempo juego con mis manos.
- ¿Qué te parece si lo platicamos más tarde?, te paso mi número para poder hablar al rato y quedar de acuerdo.
Abro mis ojos como platos, estoy totalmente sorprendida, la verdad no sé qué responder, creo que no es correcto tener el teléfono del novio de Raquel; además ¿Cómo le hablaría?, quizá por el teléfono que tenemos de casa...
De pronto Dereck busca algo en su mochila y saca un papel y un bolígrafo para anotar su número.
- Ten, espero tu llamada o mensaje; pero por favor no le digas nada a Raquel.
— OK.
respondo mirando directamente a sus ojos; ¡son tan bonitos!, puedo ver que los tiene de color café, y debo confesar que desde ahora ese sería mi color favorito.
-¡Bueno, adiós!
Dice; se pone de pie y cuando pienso que está a punto de irse, se inclina un poco y me da un beso; me toma por sorpresa, siento como mi piel se eriza al sentir sus labios rosar con mi mejilla. Después del beso vuelve a sonreír y no puedo evitar idiotizarme ante esos labios carnosos y mucho menos después de haber sentido su contacto con mi piel.
Dereck da media vuelta y se va colgando su mochila en un hombro, inconscientemente me llevo una mano a la mejilla, donde recibí el beso; cierro los ojos recordando lo cálido y suave que se sintieron sus labios, de pronto abro los ojos y recuerdo que tengo un examen que responder...
Cuando entro, el profesor me mira con desaprobación...
- Te quedan 20minutos; ¡espero que los aproveches!
Dice.
— Sí...
le contesto y tomo asiento en mi lugar, no puedo dejar de pensar en el beso que me dio Dereck, todavía tengo la sensación de sus labios pegados en mi mejilla, ¡cómo quisiera que nunca se me quitará esta extraña, pero a la vez hermosa sensación! Sacudo mi cabeza un par de veces... Vuelvo a mirar el examen y ahora sí intento concentrarme en él.
♾️
- ¡No inventes! ¿Por qué tardaste tanto en el baño?
Pregunta Eli mientras nos sentamos en la misma mesa de siempre en la cafetería.
- Dereck me fue a buscar.
le digo mientras muerdo mi torta de carne.
- ¿Por qué?
Arquea Eli las cejas, sorprendida.
— Quiere que le ayude a preparar una sorpresa para Raquel; sin pensarlo, vuelvo a llevar mi mano a la mejilla recordando el beso...
— Oh...
Mi amiga abre mucho la boca formando un O grande en señal de sorpresa.
— ¿Lo harás?
No sé, respondo alzando los hombros.
♾
Más tarde, ya en casa, subo a mi habitación para ponerme ropa más cómoda, ya que ir con pantalones más grandes que mi talla, me cansa mucho; así que opto por ponerme ropa deportiva; mientras lo hago, ¡mi tonta hermana sigue pegada al teléfono y con su estúpido sonido de mensajes que le llegan a cada rato!
— ¡Ya deja ese estúpido teléfono!
Le digo molesta mientras me pongo una blusa holgada para estar más cómoda.
- No.
Dice mientras ríe al ver su teléfono.
La miro fijamente y me lanzo a ella para quitarle su teléfono, las dos comenzamos a forcejear con el teléfono en las manos.
-¡Suéltalo!
Grita Raquel.
— ¡Suéltalo tú!
- ¡Eres una idiota, suéltalo!
—¡Tú eres la idiota, yo no estoy toda idiotizada por un hombre!
Le gritó muy enojada, sin soltar el teléfono.
- ¡¿Qué está pasando?!
Grita Bernardo al entrar a la habitación; las dos nos quedamos mirando.
- Respondan, ¿qué pasa?
—Raquel me tiene fastidiada con su teléfono.
digo al fin.
-¿Por qué?
Pregunta Bernardo, serio.
— Por... por...
Ya me arrepentí, miro de reojo a Raquel y se ve preocupada por lo que fuera a decir...
- ¡Habla Caroline!
Exige Bernardo.
— ¡Se la pasa jugando toda la noche y después no me deja dormir!
Mis pies se tambalean por los nervios.
- ¡Dame el teléfono, Raquel!
Extiende Bernardo su mano para recibir el teléfono; muerdo mi labio por dentro.
- Pero...
- ¡Nada, he dicho que me lo des!
Vuelve a decir; a Raquel no le queda más que dárselo.
- Esto es para que aprendas que hay que respetar el sueño de tu hermana, ¿entendido?
Raquel menea la cabeza de arriba abajo...
- ¡Dos días sin teléfono!
- ¡Pero papá!
Protesta Raquel.
- ¡Nada!
Volvió a exclamar Bernardo; dio media vuelta y salió.
Raquel voltea a verme molesta, con furia; se me acerca un poco pero después decide alejarse y meterse al baño azotando con fuerza de la puerta.
— ¡Antes da gracias que no dije lo del novio!
Le grito con burla mientras termino de cambiarme la ropa.
- ¡Idiota!
Contesta Raquel, desde adentro del baño.
— ¡Huy!
respondo burlona
Por un lado, me sentí mal por ella, pero por otro, me siento contenta porque esta noche podré dormir al fin mis ocho horas.
♾
- ¡A comer!
Grita Isabel.
Creo que en esta casa es lo único que sabemos hacer, gritar.
— ¡Vamos!
Respondo igual con un grito.
Salgo del cuarto y voy al comedor con pasos lentos, lo que más me gusta en esta vida es dormir o pasarla en la computadora; ¡claro! ¿qué más podría hacer si en esta casa no estaba permitido visitar y tampoco que nos visiten?, a veces odio con todas mis fuerzas este tipo de vida.
- Caro, por favor, llévate bien con tú hermana…
Dice Isabel, mientras pone el plato enfrente de mí.
¡Frunzo el ceño, ahora resulta que es mi culpa!
— ¿Pero... yo qué hice?
Pregunto con queja.
- Sé que estuvo mal tu hermana, pero creo que no había necesidad de decirle a tu padre que la castigara...
Ruedo los ojos y le respondo.
— Mamá, muchas veces le dije que dejara su teléfono...
- solo para la próxima, por favor no se agredan; son hermanas y deben de llevarse bien...
No puedo evitar torcer la boca sin que Isabel se dé cuenta.
— bien...
Digo con queja, ¡ahora resulta que yo tuve la culpa de que Bernardo castigará a Raquel!
♾
Busco mis cuadernos para comenzar a trabajar en mi tarea y veo como sale volando un papelito; lo levanto y veo que es un número, se me hace raro… "ya me acordé" digo mientras chasqueo los dedos.
- ¿Qué?
Pregunta Raquel al escuchar.
— Nada.
Le respondo sería.
Abro mi computadora y busco el perfil de Facebook de Dereck, me cuesta un poco de trabajo ya que no me sé sus apellidos, pero se me facilita buscando en el perfil de Raquel; a ella le encanta ventilar su vida y estoy segura de que encontraré aquí alguna foto o algo que me lleve al perfil de su novio para así mandarle un mensaje; esto, la computadora y sus ventajas, es un poco de libertad que Bernardo nos deja tener.
Entro al perfil de Raquel e inmediatamente encuentro una foto donde está con varias personas, y entre esas, reconozco de inmediato a su guapo novio; tengo que reconocerlo, Raquel tiene buen gusto.
Le doy click a la foto y tiene etiquetados varios perfiles, encuentro uno llamado "Dereck Coleman" y es así como me entero de sus apellidos; antes de entrar a su perfil, volteo a ver a Raquel para cerciorarme de que no se dé cuenta de que estoy en el perfil de su sexi y guapo novio; pero la veo muy entretenida en su laptop, sonriendo; de seguro está chateando ahora mismo con Dereck.
Pongo los ojos en blanco, de nada sirvió el castigo de Bernardo.
Vuelvo a mi computadora y le doy click al perfil de Dereck, en su foto de perfil está él recargado en una moto, con gafas oscuras y ropa negra; muy guapo, todo en él se ve muy bien.
Sacudo mi cabeza e intento concentrarme en para qué hurgo en este perfil; por fin recuerdo, así que le envío un mensaje.
—Hola, soy Caroline...
Aclaro quién soy, ya que no tengo foto de perfil mía en mi cuenta y en mi nombre de usuario tengo mi segundo nombre, que es Nohelia.
Envío el mensaje y en lo que responde, sigo sacando mis cuadernos de mi mochila; segundos pasan para que el timbrado de notificación de mi cuenta suene; al revisar, veo que está conectado, ya que ahora su foto de perfil está en verde, abro el mensaje y comienzo a leer su respuesta.
- ¡Hola!, creí que nunca me mandarías el mensaje.
No sé por qué siento mucha emoción al tener una conversación con él; ¡miro su foto de perfil una y mil veces! no puedo dejar de mirarla, ¡es tan guapo!, está serio, pero tiene una mirada seductora; está mal, pero me gusta… Levanto la mirada hacia Raquel que sigue concentrada en su laptop y con sus audífonos; ¡lástima que es su novio!
Tengo que reservar mis pensamientos; voy a la bandeja de mensajes y le respondo.
- Perdón, lo que pasa es que se me había olvidado.
Confieso.
- No te preocupes, ¿entonces si me puedes ayudar con la sorpresa que le quiero dar a Raquel?
Tuerzo la boca.
—No se me ocurre nada, pero en lo que pueda, te ayudaré...
Aunque no puede verme, puse los ojos en blanco.
- Por favor, dime qué es lo que más le gusta hacer...
¡es su novia y no sabe lo que le gusta!
— Raquel es muy cursi, dale flores, chocolates o invítala a la feria, al cine o a tu casa.
No puedo evitar mi sonrisa al escribir lo último.
- ¿Qué haces?
Pregunta Raquel.
—Nada.
Le digo y cierro mi laptop.
- ¡Me desquitaré si estás hasta tarde con tu computadora!
Amenaza. Río entre dientes.
— ¿Acaso no te dejo dormir?
Le digo burlona; ella solo me pone sus ojos en blanco.
— Iré por un café, digo mientras cojo mi computadora y mi cuaderno.
Bajo a la cocina y, en lo que preparo mi café, suena una notificación.
Me siento en la barra y abro mi lap para revisar el mensaje que me había llegado; sigue siendo de Dereck.
Miró mi café y eso me hace recordar sus ojos.
Café; un café intenso son los ojos de Dereck, "hermosos", digo mientras le doy un sorbo a mi taza...
¡Concéntrate! Exclama mi subconsciente, y abro el mensaje:
- De hecho, me gustaría que fuera en mi casa, pero no sé si a tu hermana le parezca...
¿En su casa? Pienso...
—¿Y por qué el festejo o la sorpresa? Le pregunto curiosa.
- Es nuestro aniversario, cumplimos un año de novios.
¿En serio? Pienso. ¡qué escondido lo tenía Raquel, no sabía nada!
— Ok, entonces ¿por qué no mejor te armas de valor y le pides permiso a Bernardo, o sea mi padre, para ser novio de Raquel? Eso la haría muy feliz, poder salir contigo sin tener que estarse escondiendo como delincuentes…
Raquel ya es mayor de edad, eso que me lo dejé a mí; ella ya no está en edad de andarse escondiendo.
Puse los ojos en blanco mientras disfruto otra probada de mi café.
- ¿De verdad?
Responde.
— Claro, yo puedo ayudarte hablando con Isabel para que Bernardo no sea muy duro y te reciba en casa, o… ¿acaso no quieres ir en serio con mi hermana?
Pongo en duda su noviazgo con Raquel.
-¡Por supuesto!
— Piénsalo y me dices.
Le digo.
- ¿Con quién tanto te mensajeas Caroline?
Dice Isabel detrás de mí, tomándome por sorpresa.
— Con nadie...
me apresuró a decir un poco asustada, ya que no la sentí llegar a la cocina.
-Mmmm...
Hace chiquitos sus ojos, para analizarme.
Rápido cierro sesión en mi computadora y continuó con mi tarea, pero antes me termino mi café.
♾
Más tarde, cuando he terminado de bañarme, veo a Raquel de panza en su cama tecleando en su computadora todavía.
—¿De qué tanto hablan?
Me ánimo a preguntar mientras me siento en mi cama y cepillo mi cabello.
- ¿Por qué?
Frunce el ceño Raquel ante mi pregunta.
— Veo que platican mucho y no se aburren...
En cojo mis hombros.
- Ay, Caroline; ¡cuando te enamores ya te veré igual o peor que yo!
Dice con una sonrisa.
—¿Lo quieres mucho?
pregunto.
- ¡Sí, mucho!
Exclama con una voz tonta para mí.
— ¿Te casarías con él?
En realidad, no sé por qué estoy haciendo este tipo de preguntas…
- ¡Si, es el amor de mi vida!
Suspira con exageración.
—¿Ya te acostaste con él?
Pregunto sorprendida.
Se muerde los labios y su cara pálida comienza a tomar color...
— ¿Ya tuvieron sexo?
Vuelvo a preguntar aún más sorprendida...
—Pero ¿Cómo?, ¿Cuándo? ¡Si Bernardo nunca nos quita la vista de encima!
¡Mi voz es completamente de sorpresa! Me llevo una mano a la boca para no gritar.
- Tuve trabajo en equipo con unas compañeras y le dije a papá que terminaríamos más tarde cuando, en realidad, terminamos más pronto y aproveché el tiempo para estar con Dereck.
Dice mientras se tapa la cara con sus manos.
—¿Te arrepientes?
Me animo a preguntar.
- No, para nada, ¡es lo mejor que me pudo haber pasado! Fue muy tierno y cariñoso conmigo…
—¿Fue tu primera vez?
Sigo preguntando.
- ¡Si, claro!
—¿Te dolió?
¡Estoy absorta en mis pensamientos y no paro de abrir la boca!
-¿Qué? No, él me cuido mucho…
Es raro cuando al fin logramos tener una conversación sin terminar discutiendo, pero era un tema muy importante y quería saber muchas cosas… y quién mejor que Raquel para contarme de sus experiencias.
— ¿Por qué, acaso hay alguien que te gusta?
— No... todavía no.
digo con una risa.
— Oye, ¿se cuidaron?
- Si... Bueno, usamos preservativo.
— Qué bien... Entonces ya llevan más tiempo de ser novios ¿verdad?
- Si, ya casi hacemos un año.
—Wow, ¡qué escondido!
Finjo sorprenderme, ya que Dereck se había encargado de decírmelo.
- Si, pero no le digas a papá, por favor...
Me encanta cuando Raquel me súplica.
— ¡Claro que no! mientras me dejes dormir, ¡todo está bien!
Reímos las dos y ella volvió a concentrarse en su laptop y yo me acomodé para dormir, pero el rostro de Dereck no me dejaba; cada vez que cerraba los ojos, él estaba ahí,
Dios mío, no me permitas pensar en el novio de mi hermana... ¡Eso está mal!
Pensaba una y otra vez hasta que por fin logré conciliar el sueño.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top