18. !No puedo!
Caroline
Después de largos minutos de nervios y tensión llegamos a nuestro destino... ¿Dónde estábamos?, "No sé".
Era un lugar donde había varios departamentos Dereck estacionó, me sentía confundida, no lograba comprender qué hacíamos aquí o cuál era el propósito de traerme a este lugar; sinceramente tenía un poco de miedo.
Dereck me miró y cogió mi mano para acercarme a una moto que se encontraba junto a su coche, ahora estaba mucho más confundida.
- ten...
dijo al ofrecerme un casco de motociclista.
Entré en estado de shock, no hice ni podía hacer movimiento alguno.
- No tengas miedo mientras estés conmigo no te pasará nada...
Dijo con gentileza acariciando mi mejilla.
- le prometí a unos amigos que los vería hoy. nos divertiremos mucho lo verás que dejarás de tener miedo... confía en mi.
Exclamó muy cerca de mí y sentí su respiración en mi frente me sorprendió cuando me dió un beso ahí mismo y después de eso me abrazó, sentí su respiración con más intensidad en mi cabello, no podía dejar de sentirme nerviosa por alguna extraña razón confiaba en él.
Mientras me ponía el casco Dereck subió a la moto y la prendió, me hizo señas para que subiera atrás de él, subí a la moto y lo abracé muy fuerte, sentí la suavidad de su camisa. ya que su chamarra la tenía abierta rodié mis brazos en su abdomen y pude sentir lo duro que estaba y algunos cuadros que se sentían muy bien formados. Cerré mis ojos al sentir el arrancón.
Después de unos segundos ya estábamos en el lugar.
- llegamos...
Abrí los ojos. fue entonces cuando me di cuenta de que todo el camino fui con los ojos cerrados y con mi cara escondida en la espalda de Dereck; al soltarlo, mis brazos me dolieron por la tensión de haberlo apretado con fuerza todo el trayecto.
- ven...
Dijo cogiendo mi mano para ayudarme a bajar de la moto; después, con delicadeza, me quitó el casco.
- estás hermosa...
Sonrió pasando una mano por mi cabello alborotado, me sentía apenada ya que seguro me veía graciosa con el cabello desalineado.
Con gentileza volvió a coger mi mano y se acercó para darme un pequeño beso en los labios; me sentí estúpida, como si fueramos novios, como si todo lo que estabamos haciendo fuera de lo más normal y hermoso que cualquier pareja suele hacer cuando no es prohibido.
No dije nada, me dejé guiar por él, dejé que me llevará a donde él quisiera.
- ¡Dereck!, ¡Me alegro de que estés aquí!
Dijo un chico chocando las manos con Dereck en señal de saludo.
- ¡qué bueno que viniste asi que ahora si te voy a ganar!...
Exclamó otro con una sonrisa de suficiencia.
- Caroline, te presento a Oswaldo y a Omar.
No dije palabra alguna, sólo sonreí en señal de saludo.
- ¿Quién es tu invitada, cariño?
No pude evitar fruncir el ceño ante su muy confiada actitud con Dereck.
Me tomó por sorpresa fue sentir el brazo de él rodear mi cintura.
- es mi novia.
Mi corazón comenzó a palpitar muy fuerte y mis piernas empezaron a temblar de una manera terrible no creí escuchar aquella palabra... "Novia". ¡Cómo era posible que Dereck me presentará de esta manera! al instante me entraron tremendas ganas de salir corriendo para evitar que esto se hiciera más grande; en verdad que estaba comenzando a sentirme terrible y cada vez que parpadeaba veía la cara de tristeza y decepción de mi hermana.
- ¿Novia?
Dijo Elena, y al observar con atención sus tremendos ojos azules, la reconocí.
— Tu eres prima de Miguel y amiga de Cristofer... ¿cierto?
Dije entrecerrando un poco los ojos sin dejar de observarla.
La chica de inmediato tensó la quijada sin dejar de observarme de una manera terrible, respondió a mi pregunta.
- si...
Dijo con mucha seriedad.
- yo soy Pamela, quizas no me recuerdes, pero voy en la misma escuela que tu por supuesto en el área de la universidad; y Luis es mi novio.
Dijo con una sonrisa muy carismática; al parecer la única mujer que podría aceptarme aquí, ya que las demás solo me miraban de arriba abajo y se hablaban al oído.
— sí, conozco a tu novio.
Dije, siendo amable con ella.
- entonces ¿corremos o qué?
preguntó Oswaldo, el amigo de Dereck.
- claro, ahora que no está Erick quizás y quedes en segundo lugar...
Dijo Dereck con una sonrisa mientras le daba una palmada en la espalda a su amigo.
- tú quedarás en segundo...
Le devolvió el golpe en la espalda.
- ¡A correr!
Gritó uno de los chicos; la verdad no creo recordar los nombres de todos sus amigos. De inmediato las personas comenzaron a hacerse a un lado y los demás fueron por sus motos para ponerse en posición.
Me sentí confundida, no sabía si seguir a la gente o quedarme como estatua en donde estaba.
- ven...
dijo Dereck mientras me jalaba a un lado de la calle.
- desde aquí podrás verme sin problemas...
De inmediato me dio un beso y comenzó a alejarse dejándome sola en un lugar y con mucha gente. Al parecer, a la mayoría de las mujeres no les cayó en gracia mi visita aquí…
— ¡Dereck!
Le grité y sin pensar corrí para alcanzarlo y abrazarlo.
— no me dejes sola por favor...
Le supliqué, escondiendo mi rostro en su pecho.
- no tardaré, solo será una vuelta... aquí todos me conocen y ahora saben quién eres, no te pasará nada.
Dijo levantando mi mejilla para poder ver mis ojos.
Asentí y lo solté para que pudiera ir por su moto, me dio una sonrisa y dio media vuelta, pasé un mechón de cabello por detrás de mi oreja y miré a los lados para ver a donde ir mientras el corría; Dereck volteó y regresó a pasos largos para pegar sus labios a los míos, pero esta vez fue un beso intenso, que provocó en mí el escalofrío que sólo él sabe provocar.
- ahora vengo, aquí te veo...
— si...
Fue lo único que respondí, le di una sonrisa para dejarlo tranquilo y pudiera correr con gusto.
Regresé a donde estaba y esperé a que la carrera comenzará.
- ¡Ahora vuelvo!
Exclamó desde su moto al pasar frente a mí.
— ¡Aquí te veo!
Le respondí con una sonrisa.
- ¡Listos!
gritó una mujer enfrente de las motos, llevaba puesta una minifalda, un top rosa y zapatillas...
- ¡1,2...3!
dijo y la bandera que tenía en lo alto bajó y las motos salieron a toda velocidad, en un dos por tres, ya no alcancé a ver a Dereck.
Crucé mis brazos y miré atenta a la meta para ver cuando Dereck cruzara la línea; supuestamente solo iban a darle una vuelta a la cuadra.
- así que... ¿tú eres la novia de Dereck?
Exclamó Elena de una manera prepotente.
- haber cuánto te dura el gusto... Dereck, no es hombre para ti.
Dijo muy segura mientras reía de una manera sarcástica.
— ¿Por qué?
Pregunté, ya que se escuchaba muy segura y quería saber el motivo de sus palabras.
- porque él ya se acostó con la mayoría de las chicas que estamos aquí; tú eres una más de su lista.
Elevé mis cejas fingiendo sorpresa y sin querer dejé salir una sonrisa.
- ríe, pero tú no eres su tipo...
Reí más fuerte.
— ¿Y tú sí?
La señalé con mi dedo índice.
- no eres tan estúpida como te ves...
Exclamó con desprecio.
— ya entendí...
Troné mis dedos.
— ¿Estás celosa?, ¿Dereck no te hace caso?
Me burlé, no iba a permitir que me intimidara, aunque fuera más grande que yo.
- acaso no escuchaste cuando te dije que él ya se acostó con la mayoría de las chicas de aquí...
— ¿faltas tú?
La cara de Elena ya no era sarcástica, ahora era de furia; si su mirada reaccionará, apuesto a que ya me tendría de los cabellos en el suelo.
De pronto las motos comenzaron a escucharse, las dos miramos en dirección a la meta y vimos a Dereck cruzar en primer lugar, una sonrisa se dibujó en mis labios al verlo ganar.
- no sabes quién soy, y te prometo que te arrepentirás por haberme dicho esto...
Advirtió y después se alejó, no sin antes pasar a darme un leve empujón con su hombro, la verdad es que la sentí tan patética, de balde ser más grande que yo, actuaba igual o peor que una niña de mi edad.
Después Dereck se acercó a mí con su moto y se quitó el casco, dejándome ver una sonrisa, la cual respondí con otra igual.
- ¿Estás bien?
preguntó cuando bajo de la moto e inmediatamente acercarse para abrazarme.
— si...
Dije con toda la calma que pude expresar, a pesar del altercado con Elena no iba a dejar que logrará su objetivo.
- ¿te molestó Elena?
Susurró en mi oído.
- digamos que sólo vino para hacerme una advertencia...
Respondí de una manera natural.
- ¿advertencia?
— dijo que no eras hombre para mí, y eso es algo que tengo bien claro, pero a pesar de eso no me importa...
Lo abracé por los hombros mientras le daba un tierno y cálido beso en los labios, el cual respondió intensificando un poco el abrazo a mi cintura.
- ven, quiero llevarte a otro lugar...
— ¿A dónde?
Arrugué la frente confundida.
- a una fiesta...
Dijo sin dejar de sonreír.
- ¡Vámonos!
gritó Oswaldo, que iba en su moto acompañado de una mujer.
Dereck miró mis ojos con atención esperando una respuesta mía, no fue necesario responder, una sonrisa fue necesaria para indicarle que aceptaba; de inmediato nos montamos a la moto y me puse el casco, volví abrazarlo con fuerza al sentir el arranque.
- llegamos... ¿Sigues teniendo miedo?
— disculpa, es la primera vez que me subo a una moto, y debo confesar que siempre les he tenido miedo...
Me sentía avergonzada, pero era la verdad y no quería imaginar cómo se pondrían mis padres si llegarán a enterarse que me monté en una moto.
- nunca haría nada que te lastime...
Miré el lugar donde estábamos y la casa de la fiesta era antigua, pero bonita; había mucha gente ahí adentro, Dereck me cogió de la mano y me jaló a la entrada de la casa.
Adentro se escuchaba música de rock, todas las personas conocían a Dereck ya que absolutamente todos le dedicaban un saludo de mano, abrazo, sonrisa, golpe de puños y claro... las mujeres, todas, absolutamente todas, lo saludaban de beso en le mejilla y a mí me dedicaban una sonrisa hipócrita, haciéndome saber el desprecio que les hacía verlo con una desconocida, en cambio los hombres fueron más amables al saludarme con una sonrisa y otros de beso en la mejilla, pero todos de una manera respetuosa.
- ten...
dijo Luis mientras le daba un cigarro.
Dereck de inmediato buscó un encendedor en el bolsillo de sus pantalones, al encontrarlo lo encendió y comenzó a fumar de una manera gustosa.
- ¿Gustan algo de beber?
Ofreció Pamela que iba de la mano de Luis.
Dereck me miró esperando escuchar una respuesta mía.
— refresco, por favor.
- que sean dos, Pamela.
- ahora vuelvo...
Dijo Pamela mientras le daba un beso a su novio para después alejarse de nosotros.
- ¿Dónde está Erick?
Preguntó Luis a Dereck.
— no debe de tardar...
Es lo único que responde Dereck al sacar el humo de sus pulmones.
Ignoré su conversación ya que podía sentir tensión entre ambos, observé el lugar donde estaba, creo era la estancia, delante de mí podía ver los sillones, dos parejas besándose descaradamente, decenas de colillas de cigarros en la mesita de centro junto a vasos rojos vacíos y otros llenos; el lugar apestaba a alcohol, cigarro y marihuana, realmente no comprendía qué estaba haciendo en este asqueroso lugar; en un momento creí que me llevaría a su departamento, en donde pudiésemos estar solos para así aprovechar el momento en abrazarnos y besarnos. Pero no, estaba en una casa bonita por fuera, pero detestable por dentro, llena de personas que no conocía y de mujeres que se sienten inferiores a cualquier otra mujer que no conozcan.
Estúpida...
Pienso al observar a Elena hablar con otra mujer; y no me era difícil adivinar que hablaban sobre mí, ya que no disimulaban al observarme con mucha atención.
- aquí tienes...
Dijo Pamela al ofrecerme el vaso de refresco que le había pedido.
Le acepté el refresco y observé atrás, donde había dejado a Dereck con Luis, pero ya no estaba ahí.
- no te preocupes, salió con Luis a platicar, la música no ayuda mucho.
Dijo Pamela.
Le di una sonrisa honesta. Observé mi refresco, estuve a punto de darle el trago cuando recordé la vez que me drogaron y por supuesto que no dejaría que me volviera a suceder, la olfateé y le di un ligero sorbo para intentar identificar algo anormal en ella.
- tranquila, no pienso envenenarte...
Dijo Pamela con una sonrisa.
— oh, lo siento... No suelo ser muy confiada.
Respondo apenada.
- no te preocupes, haces bien... Vamos a sentarnos mientras llegan nuestros galanes.
Dijo señalando uno de los sillones desocupados por parejas calientes.
Al sentarnos, sentí la mirada fría y pesada de Elena, quien no podía dejar de observarme, al parecer me acababa de volver su obsesión.
- ignórala... Elena siempre ha estado enamorada de Dereck.
— ¿En serio?
- la verdad es que ambos tienen un pasado, el cual ya no tiene remedio.
— ¿Por qué?
Quise saber para comprender su odio hacia mí.
- no soy la persona correcta para hablar sobre ellos, creo que Dereck es quien debe contarte... Y sobre Elena no te preocupes, Dereck le ha dejado en claro que no quiere saber más de ella.
- ¿De qué hablan?
Preguntó Dereck cuando se acercó acompañado de Luis.
- sobre Elena...
Responde Pamela con mucha naturalidad.
Dereck borró la sonrisa de sus labios sin decir palabra alguna. Tomó asiento junto a mí, al igual que Luis junto a su novia.
- no tiene importancia.
Exclama dándome un pequeño beso en los labios.
— realmente no es a mí a quien debas darle explicaciones, no me interesa nada de tu pasado, me importas ahora y mañana.
Dereck sonrió satisfecho y sin esperarlo me besó cogiendo mi mejilla para que no pudiera separarme al instante, ya que el beso se intensificó y pude sentir la calidez de su lengua con la mía, saboreé su beso combinado con cigarro, lo que no me molestó, al contrario, mi piel reaccionó a su contacto erizándose de pies a cabeza y fue peor cuando mordió con gentileza mi labio inferior y le dio un pequeño tirón, haciéndome sentir las famosas mariposas en mi estómago.
- rico...
Dijo con una sonrisa.
Sentí mis mejillas arder, realmente los mejores besos que iba a recordar siempre.
- Dereck... ¿Puedes venir un momento?
- estoy ocupado...
Respondió sin decir su nombre, solo sabía que era una de las chicas que estaban con Elena al momento de la carrera.
- solo será un minuto...
Dereck dejó salir un suspiro.
- ahora vuelvo...
No dije palabra alguna, realmente no me importaba qué quería o a dónde iban, creo que los celos no me correspondían; imaginé la cara de Raquel y aposté a que estaría ardiendo de furia por lo celosa y posesiva que es...
- no te preocupes, ahora vuelve...
Dijo Luis.
— me puedes dar tu hora por favor.
- ¡Claro!, 1:15 de la mañana.
— ¡Diablos!
- ¿Estás bien?
Preguntó Pamela.
— me tengo que ir, es tarde.
- voy a buscarlo...
Dijo Luis.
- te acompaño, ahora volvemos...
Dijo Pamela para después seguir a su novio.
Intenté levantar la mirada como las tortugas cuando estiran su cuello, pero no logré ver a por dónde se había ido, me puse de pie y comencé a caminar para buscarlo, ¡en verdad tenía que irme ya!, No quería que Diego se molestará o más bien que se preocupara por mí y verse en la necesidad de contarle todo a Raquel para que comenzara a buscarme...
- ¿Buscas a alguien, hermosa?
Dijo un desconocido con un porte intimidante, alto, moreno y con una sonrisa realmente atemorizante.
— si...
Dije con un poco de miedo, ya que se me había acercado bastante.
- ¿Dereck?
Preguntó arqueando las cejas.
Las palabras no salieron de mi boca, un movimiento de arriba abajo fue lo único que logre hacer.
- eres novedad aquí... Tenía mucho tiempo desde que trajo a una mujer de su mano, la última fue Elena.
Dentro de mí, me sentí dichosa al saber que soy especial para él, y por otro lado me dio rabia, ya que Elena fue la primera... Ahora entiendo su odio hacía mí.
- soy Ehibrem, mucho gusto.
Estiró su mano para saludarme.
Dudé en corresponder, pero finalmente lo hice, y al estrechar su mano me dio un jalón y pego un poco su cuerpo al mío.
- él... no te conviene...
Susurró en mi oído.
Después me soltó y sin dejar de mirarme con esa sonrisa malévola, comenzó a alejarse poco a poco, dejándome atónita.
Al reaccionar me di cuenta de que Dereck y los demás ya habían demorado mucho, decidí irme de ese lugar inmediatamente, salí de la casa en busca de un taxi, ya no sentía el temor de que Diego le dijera todo a Raquel, sentía miedo... Realmente Ehibrem me dejó temerosa, mis piernas me temblaban; su actividad, su porte y la forma en cómo me habló realmente me intimidaron.
Tengo miedo.
Era lo que pensaba una y otra vez.
Al encontrar un taxi, le hice la parada; realmente tenía miedo de irme sola, los taxis de ahora no son nada confiables, aun así, decidí irme.
Me sorprendí al ver lo lejos que estaba de mi casa, todo el trayecto fui rogándole a todos los santos que me cuidaran y perdonaran lo que estaba haciendo, pero lo que realmente me interesaba era llegar sana y salva a mi casa; en cuanto llegamos a la esquina, bajé y comencé a correr al callejón de mi casa, salté la cerca y con mucha dificultad volví a trepar a la ventana para entrar al cuarto de Diego; entré con mucho cuidado para no hacer ruido, pero me llevé la sorpresa de que no hay nadie en el cuarto, observé la puerta y vi que tenía seguro por dentro, ahora me preocupaba Diego, "donde mierda está"; susurré mientras cambiaba mi ropa para ponerme nuevamente la pijama; al terminar asome mi cabeza un poco por la puerta y no se veía nada extraño o anormal, así que volví a cerrar la puerta con seguro; me dejé caer en la cama de Diego; me sentía cansada, pero no podía dormir con la preocupación de no saber dónde estaba mi hermano y ¿qué mierda pasó con Dereck?, me dejó mucho tiempo sola y sus amigos no volvieron para darme alguna noticia de él.
De pronto me llevé tremendo susto cuando alguien tocó la ventana, de inmediato pensé que era Diego, me levanté de golpe y fui a la ventana, la abrí sin si quiera mirar antes y me llevé tremenda sorpresa al ver que no era Diego, si no Dereck.
— ¿Qué haces aquí?
Pregunté realmente sorprendida y asustada, en verdad rogaba porque Diego no se apareciera en estos momentos.
- ¿Por qué te fuiste?
Preguntó con un tono serio.
— no me sentí cómoda... ya me quería venir y tú realmente tardaste.
Di media vuelta entrando al cuarto, nunca pensé que Dereck entraría, pero así fue, me siguió adentrándose al cuarto.
— ¿Qué haces?
Susurré sorprendida.
Quería que se fuera, no quería arriesgarme a que Diego llegará y lo viera dentro de su cuarto o que Raquel aún siguiera despierta y escuchará algo extraño.
Dereck comenzó a acercarse con pasos lentos, cogió mi cintura y me pegó a su cuerpo.
- si algo te pasa, jamás me lo perdonaría...
susurró en mis labios.
— no me pasó nada...
Con delicadeza pegó sus labios a los míos.
- me tengo que ir...
Susurró sin despegar sus labios de los míos.
Y volvió a besarme, dejándome sentir lo húmedo y suave de su lengua, siguió el beso por mi mejilla para por fin apartarse; sonrió mientras con las yemas de sus dedos acarició mi barbilla, por último, caminó a la ventana y salió dejándome nuevamente sola y totalmente idiotizada por sus besos tan tiernos y románticos.
Me dejé caer en la cama, no me creía lo que estaba pasando, ¡me sentía tan idiota! el plan era lastimar a Raquel y ya, pero no conforme con ello...
Siento cómo poco a poco Dereck se vuelve más importante para mí, siento como si me estuviese enamorando, ¡No quiero!, ¡No quiero enamorarme de alguien prohibido!, ¡No puedo permitir que mi corazón sea débil cuando estoy cerca de él!
¡No puedo!
¡No debo!
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