"Cuenta la leyenda que hace muchos años, cuando el primer hombre y la primera mujer lobo fueron creados y enviados por la luna a la tierra, ella les dio un gran don que los ayudaría a forjar lo que somos hoy en día.
Ella les dio un poder casi indescriptible, acompañado de una vida casi eterna y fueron unidos por un lazo inseparable, haciendo que la vida de uno dependa del otro. Ningún lobo volvería a tener estas características y, tal como su madre les dijo, ellos cumplieron. Formaron una gran manada y, cuando ya habían hecho su labor, fueron amados cuales dioses por su pueblo y vivieron en paz.
Todo eso hasta que la codicia y el deseo colmó el alma de la hija de la luna, para tener el poder total, arrasó con todo lo había a su paso para poder acabar con la vida de su hermano,su compañero... su mate. Y así lo hizo, lo asesinó. Pero, por el odio y la ambición, olvidó que, al acabar con él, también acabaría con ella misma. Y murió.
Luego de la muerte de sus hijos,la luna se volvió más plateada que nunca y, de aquel brillo, salió una bella mujer de piel brillosa como los diamantes y vestía un vestido de plata , con solo verla, se podía notar que era la amada diosa luna. Ella predijo que llegaría el día en que volverían a nacer dos lobos con el don y que uno de ellos sería nuestra salvación y el otro ocasionaría nuestra terrible destrucción."
-¿Por qué nos cuenta esto, señora?
La anciana solo dio una triste sonrisa.
-Mi amada Luna, dentro de su vientre no hay cualquier niño -Miró a la otra mujer presente-. Ni tampoco del suyo, señora. Estos niños están destinados a la más grande penuria o a la más amplia felicidad.
-No comprendo lo que intenta decir, anciana. ¿Nuestros hijos son los niños de los que habla su leyenda?
-Ojalá pudiera decirles algo de lo que me ha dicho el destino pero, si se los cuento, la historia cambiaría y todo se volvería un caos, señora mía.
-¿De que habla? -Preguntó Susan-. ¿Acaso perderemos a nuestros niños?
-No, ellos las perderán a ustedes.
La señora sacó dos frascos que traía consigo, escondidos en alguna parte de su manto, y se los entregó.
-Tomen y escuchen. Son las gotas del lago formado a partir de las lagrimas de la luna después de la perdida de sus hijos; guardenlo en un sitio seguro, lo necesitaran para el gran dia .
Adiós.

Sin más, la anciana desapareció frente a sus propios ojos. Susan y Carol se quedaron inmóviles de la impresión, no podían creer lo que acababa de ocurrir.
Ambas mujeres comenzaban a sentir indicios del gran dolor que iban a sufrir.
Las contracciones habían comenzado.

-¡Erickson! -Carol llamó, casi con un último aliento-. ¡Ayúdanos! ¡La Luna y yo entramos en labores de parto!
Carol vio a Susan desplomarse en el suelo y entendio lo que la anciana les habia dicho, en ese instante prometió que los frascos no se separarian de ella asi le costara la vida y pidió a la Diosa Luna que tuviera piedad de sus hijos.

Bla, bla, bla, bla

Capitulo editado por: @noahelias05

Muchas gracias Noah