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Nota: Es hora de continuar con ésta mierda con más motivación que nunca!
Totalmente perdido en la dulce melodía del piano, no me di cuenta cuándo comenzó a oscurecer, el sol se escondió mientras que Shū parecía perdido en su propio mundo sin dejar de tocar con gracia y talento... aunque más que talento no me puedo imaginar cuánto tiempo tuvo que tomar para aprender a tocar tan bien. En cuanto terminó, aplaudí sintiéndome ciertamente asombrado, a Shū no pareció importarle y solo se puso sus audífonos.
–Disculpen la interrupción...– La voz serena y seria de Reiji me hizo detener mis aplausos, a lo que giré mi cabeza a verlo, está ahí en frente del marco de la puerta sin pasar a la habitación, teniendo su ceño ligeramente fruncido– Shū, sabes que si vas a tocar debes mantener la puerta cerrada ¿cuántas veces te lo debo decir?–
–Cállate... que pereza...–
–Que mal educado... es lo único para lo que sirves...–
Había tensión en el ambiente, siempre ha sido así cuando Reiji le dirige la palabra a Shū... realmente no se llevan bien y eso se puede notar a kilómetros...
Algo incómodo por la tensión subí las escaleras y me acerqué un poco a Reiji, queriendo apaciguar la situación.
–Disculpa Reiji, la verdad es que fue mi error, entré y se me pasó por completo cerrar la puerta... prometo que no lo volveré a hacer– Y es verdad, fui yo el último en pasar por lo tanto debí ser yo en cerrar la puerta pero... la verdad tenía algo de miedo quedarme completamente encerrado con Shū. Reiji acomodó sus lentes mientras que Shū nos ignoró completamente... aunque por alguna razón puedo sentirlo molesto...
–Ya veo, espero que no se vuelva a repetir. Y también espero que no te vuelvas a entrometer en la conversación a la cual no estás incluido, es de mala educación– Asentí comprendiendo sus palabras y aceptando el llamado de atención, puede que le dé la cara a Shū pero... ¿Reiji? Ni muerto pienso contradecir la palabra de éste tipo.
–Está bien, Reiji-san, mis más sinceras disculpas...– Mantuve una pequeña sonrisa y sentí un inmenso alivio al ver que Reiji se dio media vuelta para retirarse.
–Lo dejaré pasar esta vez, iré a preparar la cena... con su permiso...– Y sin más se fue por el pasillo, dejándonos solos a Shū y a mí... aunque al girarme para ver el estado de Shū luego de aquel momento a él no pareció importarle en absoluto, estando acostado en su cama aparentemente ya dormido.
Es mejor irse ahora que tengo la oportunidad...
Con mucho cuidado de no hacer ruido caminé hacia la salida y tomando la perilla de la puerta intenté cerrarla con el mayor cuidado posible...pero antes de que pudiera cerrarla por completo la voz de Shū llamó mi atención.
–Espera...– Me detuve de inmediato, quedándome en silencio para prestar atención a sus palabras– Sé muy bien lo que vas a hacer, chico depravado, si te atreves a dejar que alguien más se alimente de tí... tendrás que asumir las consecuencias, asume tu culpa a partir de éste momento, después de todo, tú fuiste el ruidoso que vino a despertarme...–
No dije nada, solo terminé de cerrar la puerta lentamente y con cuidado, solté un suspiro... estoy jodido, si antes ya lo estaba entonces ahora lo estoy más... bueno, al menos no me tocó Reiji...
Hablando de él, tal vez debería de ir a ayudarle con la cena... probablemente los demás comenzarán a despertar pronto y él es el más probable que no llegue a decir nada sobre las mordidas.
En mi camino a la cocina escuché unos toques en la puerta, me detuve mirando la dirección de los toques y apresuré mi paso para llegar a la cocina y decirle a Reiji sobre ello aunque ya debo de imaginar que ya los debió de haber escuchado. Toqué la puerta de la cocina para luego escuchar un "pase" del otro lado a lo que hice caso y entré a la cocina, encontrándome con Reiji quien ya tenía varias ollas y sartenes sobre la estufa encendida mientras cortaba un par de vegetales sobre una tabla de madera de cocina.
–¿Se te ofrece algo?– Habló él comoletamente concentrado mientras corta los vegetales y demás.
–Uh... si no es de mucha molestia, vine a ayudarte a cocinar hoy, Reiji-san–
–Claro, adelante, apreciaría un poco de ayuda–
–Pero... escuché que alguien estaba tocando a la puerta y vine a avisarte... no sé si de por casualidad están esperando algo... o alguien...– Hablé con precaución, Reiji suele ponerme los pelos de punta, incluso más que Shū o cualquier otro.
–¿En serio? Que extraño...– Echó los vegetales cortados a una de las ollas y se limpió las manos, mientras las secaba me miró dirigiéndose a la puerta– Si no es de mucha molestia ¿podrías quedarte aquí al tanto de la comida? Voy a ver de qué se trata ese escándalo de allá afuera...–
–¡Claro! Déjemelo a mí–
–Te lo agradezco, volveré en un momento...–
Sin decir ni una sola palabra se fue mientras que yo me asomé a ver qué está cocinando... veo un poco de sopa, también de curry y pollo frito, debe de ser cansado hacer comidas tan variadas de acuerdo al gusto de varias personas... lo sé muy bien.
Limpié mis manos y recogí mi cabello en una cola de caballo para ponerme manos a la obra, también me di cuenta de que habían materiales para hornear y un libro de una receta de un pastel, probablemente algo dulce para Kanato. Continúe cocinando haciendo lo que pude cuando escuché el chirrido de la silla de la pequeña mesa moviéndose, dando a entender a que alguien se había sentado.
–Vaya vaya~, que bien huele~ – Por la voz y el tono sé que es Laito, no me sorprende que esté sonriendo en éste momento y que diga cualquier comentario pervertido en tres... dos... uno...– ¿Ya te enteraste? Una nueva humana ha llegado a la mansión ¿no es emocionante~? Tendrás compañía de alguien de tu especie, Ángelo-kun~–
–¿Eh? ¿Una humana?– Me giré a mirarlo sorprendido, Laito tiene su típica sonrisa ladina pervertida que se hizo más grande en cuanto lo giré a ver, prestandole toda mi atención– ¿Cómo... porqué?–
–Nfu Nfu~ al parecer la chica es una novia de sacrificio...~–
–...¿qué es eso? ¿A qué te refieres?...–
Silencio... lo único que hubo fue silencio, Laito no dejó de sonreír pero ahora parece como si quisiera dejarme con la duda a propósito.
–Bueno... ya sabes... así como tú también eres un sacrificio aquí, Ángelo-kun~...– Su tono está vez fue más serio, lo que me dio escalofríos... jamás había visto a Laito hablar tan en serio... se levantó de su asiento y se acercó a mí, apreté el cuchillo que tenía en mi mano– ¿Ya debes de saberlo no es así? Shū y tú se han estado divirtiendo... debo decir que estoy un poco celoso...~–
–Ah... bueno... sí, sí lo sé, es solo que sigue siendo repentino para mí... espera, ¿como sabes que...– La risa de Laito me interrumpió, ¿acaso me ha estado acosando?
–Oh por favor~ Ángelo-kun~... al menos dame una probadita... desde la visita de nuestro padre, he tenido tanta curiosidad por esa sangre tuya~–
Tomó mi mentón con una mano, haciéndome alzar mi mirada, giré mi cabeza a otro lado para evitar su mirada y hacer que dejara de tomar mi mentón, sonreí nervioso...
Dios... ¿dónde está Reiji cuando quiero que esté aquí?
Laito rió ante mi acción y se acercó lamiendo mi mejilla, me alejé de inmediato y me limpié de su saliva.
–¡Basta! Mira, podré ser muy bueno contigo y todo pero no pienso dejar que sobrepases el límite...–
–¿Oh~? ¿Acaso eso es por lo que te dijo Shū? ¿Vas a dejarlo comerte sin compartir ni un poco? Que cruel eres~– Dijo él con una sonrisa.
–Sí, exacto... ahora por favor, déjame cocinar en paz...– Aún algo temeroso me acerqué a la estufa para mover los alimentos que aún no están listos, solo les falta un par de minutos más...
Laito me tomó de la muñeca y me alejó de la estufa, empujándome contra la mesa me hizo recostarme sobre ella, intenté levantarme de inmediato pero él tomó mi otra muñeca manteniendome preso contra la mesa, obviamente intenté forcejear pero para él es más que fácil mantenerme en mi lugar a pesar de estar usando toda mi fuerza... ¿qué clase de fuerza sobrehumana tienen los vampiros?
–Mira nada más que lindo~... ésto es mejor de lo pensaba, verte así debajo mía~– Su comentario me hizo fruncir el ceño con asco, no pude evitar fulminarlo con la mirada a lo que él sonrió aún más teniendo un sonrojo en sus mejillas, se acercó comenzando a oler y lamer mi cuello– Eres tan delicioso~ y eres tan lindo~... podría tomarte justo aquí y justo ahora...~–
–Que ni se te ocurra...– Siento escalofríos por todo mi cuerpo, aún sigo intentando zafarme de su agarre e intento patearlo para alejarlo, eso pareció molestarle...
Subió ambas manos por encima de mi cabeza y las tomó con una mano, intenté volver a patearlo pero lo detuvo con su otra mano manteniendo mi pierna cerca de su cara, girando un poco su cabeza para olerla mientras subía la tela del pantalón con bastante facilidad debido a que, como es un pantalón cargo, es ancho y fácil de subir... maldita sea... ¿porqué no pensé en eso?
Intenté alejar mi pierna pero Laito no me dejó hacerlo, sosteniendola firmemente desde el tobillo, su mirada pasó por todo mi cuerpo con lujuria para luego llegar hasta mi pierna descubierta con deseo, notando la marca de nacimiento de mi rodilla y sonriendo probablemente enternecido pero aún así siendo igual de perverso.
–Oh, pero que tierno es esto~– Se acercó a esa zona oliendola y plantando un pequeño beso sobre mi marca, no podía hacer nada más que mirarlo con asco, él sonrió antes de clavar sus dientes cerca de mi marca.
Solté un quejido lleno de dolor, giré mi cabeza a otra parte cerrando mis ojos con fuerza, los cuales se estaban llenando de lágrimas por el propio dolor. Laito al separarse lamió la herida que sorprendentemente dejó de sangrar de inmediato, sin embargo, el dolor aún no se iba, lo miré con el ceño fruncido.
–Bien... ahí tienes tu "probadita", ahora déjame en paz...–
–Ow~ ¡pero estás delicioso~! Me gustaría un poco más de tí...~ además... parece que esto te gusta tanto como a mí, sabía que también tenías un lado perverso, Ángelo-kun~–
Subió aún más mi pierna sin problemas, también tomando la otra para mantenerme estable, aproveché a que soltó mis manos para intentar levantarme pero él tiene mis piernas tan arriba que es difícil siquiera poder apoyarme en mis brazos, sentí su respiración subir por mi pierna, él parece estarlo disfrutando a pesar de que literalmente estoy intentando huir de él... maldito enfermo...
–¿Se puede saber qué está pasando aquí?– ¡ALELUYA! ¡¡DIOS EXISTE!! Miré a Reiji suplicante de que me saque de ésta situación a lo que él acomodó sus lentes con su ceño fruncido– Laito, más te vale detener éstos modales tan deplorables–.
–Ooow~ pero me estaba divirtiendo~...– Laito bajó mis piernas y me soltó, lo alejé usando mi pie para poder tener espacio y reincorporarme, bajándome de la mesa de inmediado y acercandome a Reiji sin apartar mi mirada de Laito, quien parecía divertido ante mis acciones una vez más, Reiji parece más que molesto.
–¿Entonces? ¿Qué se supone que hacen en medio de la cocina?–
–Laito me vino a distraer mientras cocinaba, quise detenerlo pero no me dejó– Hablé antes de que Laito pudiera decir algo que me pueda dejar mal ante Reiji, es mejor estar del lado de Reiji que cualquier otra cosa... especialmente en una situación como ésta.
–¿Eeeh? Pero si te estaba gustando, Ángelo-kun~–
–¡No mientas! Eso no me gustó en nada–
Ya al lado de Reiji, intenté buscar protección en vano en su persona, lo miré suplicante de que me crea y él solo mantuvo una postura firme como siempre mientras se acercaba a la comida que, según mis cálculos, ya debe de estar lista.
–Ya es suficiente. Laito, anda al comedor con los demás. Ángelo, ayúdame a poner la mesa... luego arreglaremos ésto...–
–Bueno~ nos vemos en un momento, Ángelo-kun~– Laito me guiñó un ojo y se fue por la puerta.
Hice un chasquido con mi lengua molesto por su actitud y me dispuse a ayudar a Reiji a poner la mesa a pesar del dolor punzante en mi rodilla que se extendía por toda la zona alrededor, sin embargo, el dolor casi desaparece ante la sorpresa de ver a alguien más en la mesa, como dijo Laito, una chica que al parecer es humana al igual que yo... la miré ahí tan nerviosa y asustada que no pude evitar sentir pena por ella.
En cuanto dejé la comida en su lugar le sonreí intentando animarla, ella al ver esto también intentó sonreírme de vuelta. En cuanto todo estaba listo me senté en mi lugar al lado de Subaru y, para mi desgracia, Laito.
–Por cierto– La chica aspiró con sorpresa y miedo ante la voz de Reiji, rompiendo el silencio del comedor, me señaló con su mano sin apartar la mirada de la chica, a lo que yo la miré y ella me miró a mí– Éste es Ángelo, el último que me faltaba presentarte y el único humano aquí además de tí... Ángelo, ella es Yui Komori–
–Es un placer conocerla, Yui, espero que nos podamos llevar bien– Sonreí amablemente, al menos tener a alguien con sentido común e igual de aterrada que yo no está tan mal...
–Igualmente es un placer, Ángelo-kun...– Habló ella tímidamente con una dulce y suave voz, devolviendome la sonrisa.
Luego de eso todos comimos en silencio... excepto Shū, él se fue sin razón aparente pero así está mejor...
Espero poder durar más tiempo y que Yui tampoco muera tan pronto...
Datos:
-Sí, Ángelo tiene una marca de nacimiento en su pierna izquierda, la cual curiosamente tiene la forma de un corazón.
‐También tiene un lunar/peca bastante notorio en esa misma pierna pero más abajo de la rodilla.
-Laito sigue siendo igual de pervertido y sexual con Ángelo... pobre de lo que le espera a Yui.
-A Reiji no le cae tan mal Ángelo, por eso lo trata relativamente bien y lo deja ayudarle en la cocina y a poner la mesa.
‐Ángelo es casi tan buen cocinero como Reiji, aunque sigue siendo bastante torpe.
Yui y Ángelo contra seis vampiros sexys ¿quién ganará?
–Anye
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