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Nota: Estoy a esto 🤏🏻 que me desvío de la historia, juro que comenzaré a publicar reacciones, escenarios y cosas así, no me aguanto JA!
Me desperté sintiendo pesades y debilidad en todo mi cuerpo, al intentar moverme solté un quejido de dolor al sentir las heridas recientes... entonces recordé lo que había pasado y sentándome de golpe miré por toda mi habitación en busca de aquel rubio... sin embargo no está aquí, debió irse hace tiempo... toqué mi cabeza al sentir un gran mareo, ese tipo no mintió cuando dijo que me iba a dejar seco... que aterrador...
Me quedé sentado un buen rato intentando organizarme a mi mismo... a ver... ¿qué fue lo que me dijo? Algo de que... mi sangre es rara o algo así... no más bien, mi linaje... ¿eso quiere decir que mi familia también está en peligro de caer en manos de vampiros? Debo de advertirles en cuanto antes...
Me levanté de la cama buscando mi celular, sin poder encontrarlo. Ya desesperado volví a buscarlo, en la cama, entre las sábanas, en mi mochila, en los bolsillos de mi uniforme, los de mi pijama, las mesas, los cajones, el baño... nada... no está por ninguna parte, y no suelo sacar mi celular en algún otro lugar que no sea el instituto o mi habitación y puedo jurar que ayer lo tenía aquí mismo antes de que Shū...
Shū...
Ese... hijo de...
Solté un gruñido frunciendo mi ceño, no puedo creer que de verdad se esté tomando sus métodos para sacarme de quicio... okay... está bien, solo debo encontrarlo ¿qué tan difícil puede ser? Debe de estar por allí tirado y dormido en alguna parte de la mansión, solo debo salir y encontrarlo.
Hoy es fin de semana así que tengo tooooooodo el día libre, que ahora que me doy cuenta, es de tarde, probablemente todos están dormidos a éstas horas así que seré cuidadoso por donde voy para no llamar la atención de nadie, realmente no los quiero molestar. Me cambié mis pijamas a una ropa más cómoda, poniéndome una camisa negra, unos pantalones cargo igualmente negros y mis preciadas botas...negras... black is my happy color.
Salí de mi habitación y me dispuse a dar una caminata por la mansión en busca de aquel maldito rubio.
¿Acaso dije que iba a ser fácil? Porque si lo dije, ME ARREPINTIENDO COMPLETAMENTE. He buscado en todos los lugares de la mansión que conozco, el salón principal, el comedor, la cocina, pasillos que parecen infinitos, el jardín, las escaleras, la sala de juegos... TODOS... y no hubo señal de Shū por ninguna parte...
De repente, una dulce melodía comenzó a escucharse a la lejanía... un piano... debe de ser Laito ¿qué hace despierto a éstas horas? Bueno... tampoco soy nadie como para decir eso, ni siquiera salgo de mi habitación. Teniendo en cuenta que es el único despierto me dirigí hacia la melodía, siguiéndola hasta llegar frente a la puerta de la habitación de donde proviene... debo admitir que sigo sin saber cuál es la habitación de cada quién así que estoy dudoso en si tocar la puerta y pasar o... solo quedarme a escuchar... la verdad es una muy bonita melodía, creo que la reconozco, a mi hermano le encanta esta canción... ¿cómo se llamaba?
De repente la música paró, me quedé quieto en mi lugar aún dudando en si debería tocar la puerta o no... ¿siquiera es buena idea? Laito en definitiva no es el mejor de todos pero al menos es el que no me daría una respuesta negativa ante algo, incluso si se trata de mi celular. A la mierda, voy a hacerlo ¿qué es lo peor que me puede pasar? ¿Morir? ¡Jajajajajajajaja!... jaja... ja...
Sí, en definitiva es lo peor...
Pero pensando en eso ya había tocado la puerta, escuché pasos lentos y pesados del otro lado, muy extraño por parte de Laito pero tal vez sea por la hora... pero en cuanto se abrió la puerta y alcé mi mirada más arriba de lo que normalmente la cara de Laito suele estar me encontré con ésos lindos ojos zafiros del rubio al que estaba buscando...
Verga... él también puede tocar el piano... que lindo de hecho, tiene talento.
No espera, verga ¡lo encontré!
–¿Qué haces aquí? ¿Acaso vienes a por más?– Sonreí molesto ante su comentario perverso.
–No, primero que nada, tocas muy bonito, felicidades– Está vez sonreí de forma genuina, hay que admitir que a veces la gente te puede dejar cautivado por lo que hace, antes de que Shū dijera algo más lo interrumpí a propósito– Y segundo, solo quería confirmar ¿de por casualidad haz visto mi celular?– Lo miré con atención esperando su respuesta.
–No lo sé... ¿tal vez?– Cerró sus ojos con desinterés entrando de nuevo a su habitación pero dejando su puerta abierta... ¿a propósito?.
–¿Tal vez sí o tal vez no?– Bajó por las cortas escaleras que llevan por completo a su habitación, deteniéndose y mirándome de reojo con una sonrisa ladina.
–Solo tal vez...– Volviendo a mirar al frente se dirigió al gran piano que está casi en el centro de toda su habitación... ni siquiera mi cuarto en mi casa es tan grande como esto... que envidia, si yo también pudiera tener tanto dinero...– Además ¿porqué lo tendría yo?–
–No lo sé, ¿tal vez porque fuiste literalmente la única persona que entró a mi habitación anoche?– Respondí con un obvio tono de sarcasmo, Shū no le importó mucho y se sentó en la pequeña silla especial para tocar aquel piano.
–Lo dices como si te hubiera hecho algo...– Su repentino tono pervertido más su sonrisa y su mirada hacia mi persona me dejó sin habla, literalmente en blanco y como piedra.
–Ah...– Fue lo único que salió de mi boca al no poder estar cien por ciento listo para contestar, entonces sacudí mi cabeza y cerré mis ojos con fuerza para rápidamente recomponer mi compostura y enfrentarlo– ¡Con permiso!– Dije para entrar a su habitación oficialmente y bajar un par de escalones antes de volver a hablar sin apartar mi mirada de él, él tampoco ha apartado la suya– En primer lugar, sí, sí lo hiciste, y en segundo... eh... eres mi principal sospechoso, así que te vuelvo a preguntar... ¿tienes mi celular o no?–
–Ah... sí que eres ruidoso...– ESE HIJO DE SU- solo se quejó y me ignoró por completo o al menos eso pensé sin esperar a que Shū iba a volver a hablar– ¿Acaso lo que debo hacer es chuparte para que te quedes tranquilo?– Me quedé callado frunciendo mi ceño aunque su amenaza disfrazada con perversión no es algo que dejaré pasar por alto... mejor me calmo un poco si quiero salir ileso de esta...
–Como sea... ¿qué haces despierto a éstas horas?–
–¿Algún problema con eso?–
–Solo quiero saber... nada más...–
Él soltó un suspiro cansado, en serio, éste tipo no puede pasar ni un momento hablando con alguien porque se fastidia al segundo...
–No puedo dormir...– Vaya... ¿y ese milagro? ¿Shū sin poder dormir? Va a llover hoy...
–¿Tienes insomnio?– Pregunté ciertamente interesado por ver a alguien tan dormilón como Shū sin poder dormido cuando se supone que éstas son sus horas para estarlo.
–Algo así...– Tomando un libro de la parte del piano donde estaba apoyado pasó un par de páginas, al parecer leyendo... melodías, he de suponer yo– También, tu sangre suele dar una subida de energía, algo así como el café para ustedes los humanos...–
–Ah... ya veo... que raro...– Dije en voz baja, realmente no estoy familiarizado con las subidas de energía del café o la cafeína en general porque... realmente no causan ningún efecto en mí...
–Sí que lo es, debo admitir que nunca probé una sangre que me diera éstos efectos, es fascinante–
–Que halago...– Volví a decir en voz baja con sarcasmo, rodando mis ojos con cierto enojo... no se siente bien que hablen de tí como si fueras... café... o algo así, como sea...
–¿Qué, acaso te sientes mal?– Rió levemente burlándose de mí, volviendo a poner el libro abierto en su lugar pareció leerlo una vez más antes de posicionar sus manos sobre las teclas de piano– ¿Creíste que te iba a tratar bien como en esos cuentos sobre vampiros? Que ingenuo eres...–
–Nunca dije algo así...– Me ignoró por completo comenzando a tocar el piano nuevamente, esta vez una melodía diferente pero igualmente conocida para mí, sin embargo, sigo sin recordar el nombre de la canción– De hecho me das un miedo impresionante...–
Aproveché a que la música del piano es lo suficientemente alta y mi voz lo suficiente baja como para decir aquello a mi mismo, sin embargo, la música se detuvo una vez decir eso y Shū me miró directamente bastante serio.
–Lo he notado... pero sería mejor si vienes y me lo dices a la cara, si es que te crees tan valiente como para temerme y seguir ahí de pie mirándome...– Sentí un escalofrío por toda mi espalda, sonreí muy nervioso y muy, pero MUY, asustado por el tono serio de Shū.
–¿Siquiera cómo me escuchaste?– Dije desconcertado, jamás creí que iba a escucharme al haber hablado tan bajo más con el piano de fondo.
–¿Siquiera como eres tan descarado? Chico depravado...– Solo parpadeé... LITERALMENTE SOLO PARPADEÉ- y ya está detrás mío acorralandome contra el barandal de la escalera... –Si tanto me temes, entonces adelante, intenta huir de mí...–
Tengo dos estados para reaccionar ante este hombre y justo hoy, justo ahora, lo acabo de descubrir... la primera es estarme muriendo de miedo porque la verdad, las cosas como son, el tipo es terrorífico... y la otra... que recién la acabo de descubrir, es estarme muriendo de los nervios... en consecuencia, haciéndome reír sin poder controlarme. A pesar de que Shū no dijo nada más puedo sentir su mirada encima mío, probablemente confundido por mi risa nerviosa.
Me hice bolita sobre el barandal cubriendo mi rostro con mis brazos, intentando calmar mi risa sintiendo mis mejillas arder, mi propia risa me está haciendo sonrojar y... pensar que eso me hará ver peor... me hace estar aún más nervioso, incluso llegando a temblar ligeramente.
–Perdón...– Dije entre mis risas, intentando recuperar aire y mantenerme lo más silencioso posible... aunque mi risa nerviosa ya de por si es una risa silenciosa...– Espera, dame un respiro... así no puedo...–
Shū no se movió de su lugar, me tomó del brazo haciéndome reincorporarme y girarme, dejando expuesta mi cara roja y sonriente de los nervios, lo vi con su ceño fruncido y ahora sí más que nunca intenté callarme.
–¿De qué te ríes?– Me preguntó con un tono amenazante.
–¡Lo siento! Juro que no me estoy riendo de tí, en serio. Me tomaste por sorpresa ahí, de verdad no me lo esperaba– Cubrí mi rostro con la mano que aún tengo libre porque Shū sigue tomando mi brazo– Creo que también te bebiste mi sentido común ayer...–
Luego de aquel tonto comentario Shū solo me fulmina con la mirada, molesto pero... también parece desconcertado, en cuanto me pude calmar mi cara volvió a mi color habitual y quité mi mano de mi rostro.
–Ya... ya pasó, perdóname la vida por favor, pido perdón– Sonreí un poco, probablemente mi comentario sea en vano y vaya a morderme...
Pero sorprendentemente me soltó del brazo y volvió al piano.
–Que molesto eres...– Volviendo a tomar asiento vuelve a posicionar sus dedos sobre las teclas del piano– Si en serio te vas a quedar entonces mantente callado–
–Sí sí, lo siento...–
Retomó la melodía a lo que me giré para verlo tocar, quedándome perdido en mis pensamientos por lo ocurrido.
Tengo la dicha de reír y sonreír cuando estoy nervioso, aún más cuando sé que no puedo hacer nada al respecto ante aquella situación, es muy normal que Shū me haya visto extraño verme reír luego de haber admitido que le tengo miedo...
Pero es que Shū tiene un aura... extraña... extraña en el sentido de que a pesar de que es capaz de ser alguien peligroso, también tiene algo más, otra de muchas cosas que oculta que por alguna razón me intriga... su frívola, distante y perezosa apariencia me hace recordar a mi pequeño hermano en cierta parte pero hay un algo más que lo hace totalmente diferente...
No lo estoy suponiendo, su aura así lo hace percibir... y yo muy pocas veces me equivoco sobre las personas...
Por cierto, ¿puedo hablar de lo bien que toca? ¿Y de lo hermoso que se ve tocando? Osea, literalmente parece que es de mentira, una imagen generada por una IA... pero no, ahí está, es completamente real para mi desgracia.
Este tipo... me da una sensación extraña... sé que voy a salir perdiendo pero tampoco tengo una escapatoria de éste lugar...
Así que...
¿Porqué no tomar en cuenta sus palabras... y disfrutar de mi estadía aquí?
"Gracias al poder de la improvisación hice esta cosa, terrible pero ahí está"– Anye
Pov: A Ángelo le gustan los chicos rubios ojos azules
Shū: Voy a beber de tu sangre hasta que quedes completamente seco, no te resistas mucho, sé que te gustará... chico depravado...
Ángelo: Uff- sí a todo lo que usted me diga mi rey 🛐✨️
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