1-°•Bienvenido
Nota de la escritora: Esta mierda es más larga de lo que esperaba...
Miro por la ventana con mi cabeza apoyada sobre la misma, con mis audífonos puestos muevo mis dedos ansioso por el viaje tratando de solo concentrarme en la música. Una gran y elegante mansión capta mi atención, parece vieja casi como una de esas típicas estructuras antiguas que son visitadas por turistas.
Pero no me esperé que el taxi me dejara justo al frente de la entrada de aquella mansión, quitándome mis audífonos y deteniendo la música miro al conductor confundido.
-Ya llegamos- Me dijo secamente. Me quedé en silencio por unos segundos sintiendo una gota de sudor en mi frente debido a los nervios, este tipo me pone los pelos de punta.
-¿Está seguro que éste es el lugar?- Dije dudoso, a pesar de que éste taxi y éste conductor fueron enviados por el amigo de mi padre, Karlheinz, aún pueden ocurrir accidentes y confusiones.
El conductor me afirmó que éste es mi sitio de llegada y, por lo tanto, mi estadía, le agradecí y luego solté un suspiro cansado y nervioso mientras me bajaba del auto, saqué mi maleta de la parte de atrás del auto y me encaminé a la entrada de la mansión pasando a través de las altas rejas. El olor a rosas llegó a mi nariz, es agradable y fresco, sin embargo, el ambiente de éste lugar es bastante oscuro y pesado... casi se siente como si muchas cosas hubieran pasado en éste lugar.
Al llegar a la puerta dudé antes de tocarla, al hacerlo esperé por una respuesta pero al no recibir ninguna tuve que tocar de nuevo, antes de siquiera poder chocar mis nudillos contra la puerta una vez más esta se abrió por si sola, me asomé con cuidado queriendo ver a la persona que me abrió pero no había nadie allí. Me quedé en mi lugar, pasar así de la nada no parece una buena idea. Bajé mi mirada al suelo, notando una larga y elegante alfombra que decora todo el suelo.
-¿Quién eres?- Una voz me sacó de mis pensamientos, al alzar mi mirada me topé con los ojos magenta de un chico pelinegro bastante alto... demasiado alto diría yo...
-Ah, lo siento mucho por la intrusión, mi nombre es Ángelo y fui invitado a quedarme aquí durante el tiempo que necesite...- Hice una pequeña reverencia, sintiéndome nervioso por cometer algún error debido a las culturas diferentes entre éste país y el mío.
-Ya veo, no he escuchado nada al respecto ¿se podría saber quién te envió aquí?- Dijo el chico de lentes.
-Karlheinz...- Estaba a punto de preguntar si lo conocía pero su expresión de sorpresa más de furia me hizo dar a entender que tiene muy en claro de quien estoy hablando.
-Oh claro, mis disculpas, olvidé que hoy es el día en el que ibas a llegar- Eso sin duda me confundió... bueno, todos cometemos errores. Solo asentí mientras que el chico se hacía a un lado para dejarme pasar- Bienvenido Ángelo, mi nombre es Reiji Sakamaki, puedes pasar y sentirte como en casa-Dijo cordialmente, sonreí levemente mientras pasaba sintiéndome ciertamente temeroso no solo por el lugar sino también por la extraña aura de Reiji.
-Muchas gracias, es un placer conocerlo Reiji...san...- Dudé un poco en la última sílaba de su nombre, él solo asintió aparentemente complacido mientras cerraba la puerta detrás de mí.
-Por favor, sigame. Le presentaré al resto-
-Ah claro, se lo agradezco...- Y también me siento muy agradecido de poder copiar y pegar mi forma de hablar de los demás, así al menos puedo ser igual de respetuoso que... ah... ¿Cuál era su nombre? Mierda, ya lo olvidé... así como casi olvidé el hecho de que mi padre me había mencionado que en éste lugar viven los hijos de su amigo, debo tener cuidado.
-¿Sabes porqué fuiste enviado aquí?- Me preguntó el pelinegro mientras nos encaminamos a lo que parece una sala de estar.
-Sí, es algo complicado. Tenía algunos problemas en el país en donde estaba y entonces el amigo de mi padre me dio la oportunidad de venir hasta aquí al menos hasta que pueda quedarme en otro lugar por mi cuenta...- El chico asintió en comprensión mientras se detenía y se giraba a verme, tuve que alzar mi mirada para poder verlo a los ojos... maldita sea, odio ser tan bajito...
-Ya veo, en ese caso espero que puedas conseguir tu estabilidad- Lo dijo por cortesía más que por otra cosa, lo pude notar a kilómetros, aún así asentí mientras sonreía.
-Muchísimas gracias, prometo no causar ningún problema y ayudar en lo que necesiten en caso de que sea posible- No me pienso quedar aquí como una garrapata chupasangre, debo hacer algo y compensarlos por mi estadía aquí.
-No se preocupe por eso, joven Ángelo...-
-Vaya, huele a sangre fresca- Una voz repentina interrumpió al pelinegro, quien acomodó sus lentes ahora con el ceño fruncido. Miré hacia el lado donde escuché la voz pero no había nadie, entonces sentí que alguien olió mi cuello, inmediatamente sentí un escalofrío mientras me cubría aquella zona con mi mano, girando a ver al responsable de esto- Como que estás muy caliente ¿no crees?-
El chico pelirrojo sonrió mientras me miraba con sus ojos verdes, fruncí mi ceño molesto y confundido por la actitud del chico.
-Reiji ¿Acaso estábamos esperando a una chica tan apetitosa como ésta?- Habló perversamente sin dejar de mirarme- ¿Oh, qué pasa con esa mirada?- Y sí, en efecto pudo notar lo molesto que estoy con tan solo mi mirada.
-Ayato, no seas descortés... que modales...- El pelinegro se quejó mientras que el ya nombrado se rió divertido.
-¿Chica? Mírame de nuevo y repítelo- Y aquí le digo adiós a mi fachada respetuosa, ya que con tan solo mi voz la cara de Ayato cambió completamente a una de sorpresa al darse cuenta de que soy un chico al igual que él, ahora soy yo el de la sonrisa divertida- ¿Que pasa con esa mirada? -Repetí sus propias palabras con burla- ¿Acaso nunca has visto a un chico lindo antes?
-Tch... que decepción...- Dijo Ayato.
-Eso lo debo de decir yo...- Le respondí molesto.
Ambos nos miramos con el ceño fruncido, como si nos estuvieramos declarando la guerra justo en ese momento y sin decir ninguna palabra. Una risa burlona se hizo presente luego de un tono de voz bastante "raro" a mi parecer.
-¿Pero qué dices, Ayato-kun~? Si de todas formas es lindo~ -De la nada sentí que alguien lamió mi oreja con la punta de su lengua, de inmediato me alejé de esta nueva persona ahora cubriendo mi oreja, sintiendo mis mejillas arder por aquella desagradable y pervertida sorpresa- Delicioso~- Fue lo que dijo el chico con sombrero manteniendo una sonrisa.
-¿En serio? Déjame probar- No me dio tiempo para reaccionar ante la voz detrás mía, sintiendo otra lamida pero esta vez en mi nuca. Ésta vez me alejé hasta quedar al lado de Reiji... oh mira, recordé su nombre. En fin, el chico que apareció detrás mía es extrañamente alguien de cabello morado al igual que sus ojos, parece un niño y tiene un oso de peluche bastante lindo... a diferencia de él que parece aterrador...- Oh, tienes razón, él es delicioso-.
-Basta ustedes tres...- Les regañó Reiji, luego se giró para ver uno de los sillones de la sala, yo hice lo mismo confundido por su acción- Shū, tú más que nadie debes hacerte responsable de esta situación-
-Cállate...- Un rubio habló, bastante molesto en su tono perezoso, está acostado en el sillón y con sus ojos cerrados... ¿cuándo llegó ahí? Pero... es bastante lindo, que buena estructura tiene su cara... no, espera ¿qué? Ángelo por favor ¿en qué estás pensando?- Todos ustedes están haciendo mucho ruido...-
-Como la cabeza de la familia debes hacerte cargo de ésto...- Le repitió Reiji con enojo.
-Que importa...- Respondió el rubio con desinterés, lo que hizo que Reiji pareciera más molesto que antes.
-Ow~ Shū-san~ ¿En serio dejarás pasar a un humano como éste? Te puedo asegurar que se siente bastante cálido~- Mi ceño se arrugó en señal de desagrado ante las palabras de doble sentido del chico del sombrero, quien sonrió burlón ante mi expresión.
-No me importan los humanos...- Respondió Shū con un tono de fastidio en su voz. Sentí unos brazos alrededor de mis hombros, atrayendome hacia su persona, al alzar mi mirada noté la sonrisa del chico del sombrero.
-Bueno... más para mí entonces~- Se relamió los labios manteniendo una sonrisa, me alejé de él frunciendo el ceño ya estando harto de su actitud.
-Laito, ya es suficiente...- El nombrado solo se alzó de hombros mientras me dejaba ir por completo, pero aún mirándome con aquella sonrisa perversa- Sígueme por aquí, te mostraré tu habitación- De inmediato comencé a seguir a Reiji una vez escuché sus pasos alejándose, dejando atrás a los cuatro chicos que no apartaron mi vista de mí hasta que al cruzar por una esquina del pasillo los perdimos de vista.
-¿En serio es él?- Preguntó Kanato mirando a su hermano mayor.
-Tal vez...- Le respondió el otro vagamente, lo que hizo al pelimorado fruncir el ceño.
-No quiero un "tal vez". Respondeme por favor...- Ante el tono demandante de su hermano, Shū no tuvo de otra más que levantarse perezosamente del sillón, teniendo las miradas atentas de los trillizos.
-Probablemente sí... solo hay una forma de averiguarlo... aunque conociendo a nuestro padre, dudo mucho que haya traído a alguien hasta aquí solo porque sí...- Abriendo sus ojos mira el pasillo por donde se fueron su hermano y aquel humano- Aquella calidez que ustedes mencionaron, Laito y Ayato, es solo una señal de ello...-
Laito sonrió emocionado por jugar con su nueva presa, Kanato ya parecía más tranquilo por la explicación de su hermano y Ayato se quejó por lo bajo.
-Tch... hubiera preferido a una mujer con buenas tetas...- Dijo el mayor de los trillizos en forma de queja.
Mientras tanto, Reiji y Ángelo llegaban a la habitación del más bajo, Reiji se detuvo frente a la puerta y se giró para quedar cara a cara con Ángelo, quien lo miró confundido pero nervioso en su interior, realmente ninguno de ellos le dio buena espina, ni siquiera Shū que le pareció bastante atractivo.
-Por cierto, hay algo que debes saber que probablemente no te hayan dicho- Ángelo le miró con atención, quedándose en silencio esperando a que Reiji completara su frase- Somos vampiros, y tú, como humano, debes de tener en cuenta que tarde o temprano alguno de nosotros se alimentará de tí...-
-...¿Qué?...- Fue lo único que pudo decir Ángelo, incrédulo por lo dicho por Reiji.
"Sinceramente, ésto es realmente terrible jaja"-Anye
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top