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Camino hacia el monitor resignado. Observo, solo oscuridad ante mis ojos. La imagen regresa. El asesino está ahí parado, emitiendo una enferma risa. No puedo creerlo. Pero no, no está riendo. Me doy cuenta de que en realidad está llorando, es su llanto lo que se escucha a través de la máscara. Me percato que lleva el vestido de la niña en sus manos, no puedo evitarlo, miro el pobre cuerpo desnudo de la chica y no hay nada que logre bloquear lo que estoy viendo.
Dios, ¿Dónde te puedo encontrar dentro de esta infinita oscuridad?...
El cuerpo de la niña esta inerte, desnutrido, enfermo. El extraño vestido que llevaba cubría algo más que su desdichada apariencia. Algo que no pude distinguir hasta ahora.
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¿acaso la vida es tan cruel para permitir esto?...
no lo sé...
¿Cuál es la diferencia entre ese asesino y yo?...
–
déjame en paz...
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¿Qué acaso no somos iguales?...
–
si, somos iguales...
Algo murió dentro de mí ese día, pero su cadáver aun sigue dentro de mí.
Las preguntas y pensamientos están rompiendo mi mente, imágenes y recuerdos se tuercen en mi corazón. Miro el abultado vientre de la pequeña y este se asoma con un grito invisible que no pude escuchar cuando ella aun estaba viva.+
-
La chica estaba embarazada.
El asesino empieza a moverse, camina despacio. Se coloca frente al espejo. Observo su mano temblorosa empuñar su navaja y de súbito ataca salvajemente su propio reflejo. El espejo se rompe, los trozos de vidrio caen al piso. Apuñala la pared una y otra vez con rabia durante varios segundos. Se detiene, su mano sangra. La navaja cae al suelo. El se queda inmóvil durante unos instantes.
Un extraño ruido llama su atención. Una especie de zumbido. No se mueve. Gira la cabeza como esperando una señal. Después de unos instantes el sonido se detiene. Rápidamente avanza y toma un objeto que estaba fuera del campo de visión de la cámara. Distingo que es, es un arma que coloca en su cabeza.
Y ahí, frente a la cámara. Se da un tiro que destroza su cráneo.
Tengo la mirada perdida. Estoy en shock. Me doy cuenta que tiemblo. Todo mi cuerpo se mueve sin control, puedo sentir mis propias entrañas moviéndose.
Me agacho. Tomo los cables y desconecto la computadora. Pero esta no se apaga. Ya no me sorprende. No sé si en verdad estoy despierto o estoy soñando. Es sorprendente cómo reacciona la mente humana.
Miro por última vez el monitor. La cámara sigue grabando, pero al parecer se está quedando sin batería. Los últimos instantes de energía se registran acompañados de un texto.
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——————————————————————————The EnD Is nEigH ————————————
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Extraños sonidos se registran en la oscuridad.
La imagen regresa, Un escalofrió recorre de nuevo mi espina. La escena del crimen parece haber sido alterada hace poco. El cuerpo de la niña continúa en la horrenda silla, pero ahora su vientre parece haber sido abierto, exponiendo una sanguinolenta masa de fluidos y sangre que escurren por la parte inferior de su cuerpo. Ahora presenta extrañas marcas y mutilaciones en sus extremidades que también sangran.
El cuerpo del suicida también sigue ahí, pero ya no porta la maldita mascara. Alrededor de su cabeza un charco de sangre fluye lentamente. Miro su cabello despeinado. Su rostro esta contra el piso. Alguien parece haberle quitado la máscara no hace mucho.
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La sangre escurre a la coladera. Pero también se abre camino por la habitación, juraría que casi escala por las paredes. Pero es imposible. Estoy alucinando.
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oscuridad...
Ahora. No puedo creer lo que estoy viendo, me llevo las manos a la boca.
Algo aparece. Una figura alta y oscura, pero demasiado delgada. Está viva sin duda, se mueve. Dios mío, ¿Qué es eso?
No puede ser una persona. La poca cordura que me queda me hace pensar en posibles teorías: la cámara está enfocando mal, la batería esta por acabarse, la imagen se distorsiono, es un truco, etc. Algo, tengo que pensar en algo, tengo que aferrarme a cualquier cosa para no perder el juicio al ver lo inimaginable.
La figura avanza llevando consigo la tétrica máscara, que a pesar de recibir un gran impacto, aun es reconocible. Los últimos segundos de energía muestran a esa cosa pasar junto a la cámara.
oscuridad...
Un desfile de los personajes de la caricatura aparece. Totalmente distorsionados, bailando ante mí. Espantosas fisonomías que se mezclan con los colores me hacen enloquecer de terror. Sus dientes, sus bocas, sus ojos, esos órganos fuera de lugar, es insano. El oscuro fondo se mueve junto con ellos, pero ahora parecen ocupar toda la pared de mi pequeño cuarto. Los destellos de estos engendros crea un delirante arcoíris, risas enfermas se mezclan con llantos en una indescriptible melodía retorcida. No puedo soportarlo más.
Perdí el conocimiento.
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oscuridad...
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Despierto sobresaltado, ya es de día. Miro a mí alrededor, al parecer me quede dormido en mi sillón. Observo y encuentro el mismo desorden de ayer. No sé si lo que presencie fue real o no, quizás solo fue una horrible pesadilla. Deseo con toda mi alma que haya sido solo un nefasto sueño.
Tambaleando entro al baño. Me lavo la cara. Miro mi rostro, dios, luzco tan mal. Estoy demacrado, mis ojos rojos se ven tan cansados. Mi apariencia es un desastre, huelo mal. Paso saliva, el sabor amargo de algo podrido quema mi garganta. Miro el reloj, son las 3:45 de la tarde, estoy sediento. Enciendo el televisor. Abro la puerta que siempre ha permanecido cerrada tanto para amigos como enemigos, pero ahora deseo compañía. No recuerdo la última vez que desee ver a alguien más con tanta intensidad como aquel día. Miro el exterior, está un poco nublado pero muy claro. La calle está desierta. Unos cuantos automóviles pasan. Miro a un gato que camina encima de la barda que divide varias casas, hay mucho silencio como siempre.
Me siento un poco más tranquilo, me dirijo a mi computadora y la enciendo nerviosamente.
Todo transcurre normalmente, respiro agitado. Paso mi temblorosa mano por mi rostro.
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2:30 de la madrugada. No me he movido de aquí. El archivo desapareció. No encontré nada relacionado con él. Mis imágenes, mis vídeos y documentos siguen ahí, pero el juego ya no está. No hay nada, he revisado como 1000 veces todo el sistema, he checado cada carpeta, cada archivo, pero no hay nada. Espero no encontrar algo relacionado con lo de ayer, de todos modos, me desharé de esta vieja computadora.
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Nada apareció. Ya era día de muertos. Me la pase en casa, agazapado en la oscuridad, junto a mi puerta. El televisor estuvo encendido por horas, no lo mire. No salí a ninguna parte. Trate de relajarme. Comencé a pensar más en mi existencia y calmar esos gritos dentro de mi cabeza.
Creo que no dormí durante 3 días.
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Mis noches aun siguen siendo casi una tortura. Creo que no volveré a ser el mismo nunca más. Empecé a escribir esto para desahogar un poco lo que siento, para liberarme de algo que aun me persigue. Espero que escribir me ayude en todo esto para continuar con mi vida y ya no sentir tanta tristeza y amargura. Es difícil, pero sé que no es imposible.
Aun así, creo que esto llevara mucho tiempo. Tendré que vivir con el miedo, tratare de lidiar con él a mi manera. Sé que algo está ahí afuera, acechando, esperando, listo para atacar con ese horrible rostro. Y como dije antes, no se trata de un espectro, fantasma o monstruo, claro que no. Es algo mucho más espantoso, algo mucho más conocido de lo que se imaginan. Me refiero a la maldad. A la perversión humana que está dentro de cada uno de nosotros, clamando por salir, seduciéndonos, llevándonos a un punto del camino donde ya no hay regreso. Eso es lo que en verdad me aterra.
Aun sigo mirando esta caricatura y muchas más, mi amigo tenía razón, son un buen apoyo en tiempos difíciles. Continúo con mi vida, me cambie de casa. Mi nuevo trabajo me distrae de mis pensamientos y recuerdos. Compre un nuevo ordenador. Trato de salir más seguido. Llame a mis padres, a los que no había contactado en mucho tiempo, solo les dije que tenía un nuevo empleo y que después los visitaría, lo cual les dio mucho agrado. También he comenzado a leer más y estoy interesado en aprender cosas nuevas.
Espero continuar mi vida tranquilamente, no culpo a ninguna persona. No busco venganza ni quiero dañar a nadie, en este mundo ya hay demasiado odio. Pero he tomado una decisión. Supongo que no puedo simplemente querer olvidar todo, como si nunca hubiera pasado, pero no puedo. He decidido hacer algo.
Como mencione en un principio, casi es noviembre. Ha pasado un año desde ese horrible día, en el que vi cosas espantosas. Recuerdo que no salí de casa por varios días, llame al trabajo y les dije que renunciaría y que después iría por mis cosas. En verdad necesitaba tiempo para entender todo lo que había pasado...
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