Capítulo 37
Helena
El baile de Navidad.
Se me hace extraño festejar este día del año sin la compañía de mi madre, me entristece saber que no será la primera navidad sin ella, sino el inicio de muchas más.
Me duele el pecho y aún así debo sonreír ante todos los invitados que me rodean. Hay veces que siento cómo el aire me abandona y por suerte, Santiago está a mi lado, recordándome que no estoy del todo sola.
- ¿Todo en orden? - me pregunta, aprieta levemente mi mano y yo intento calmar mi cuerpo.
- Todos están felices, la guerra que nos amenazaba acabó y ya no hay nada que les preocupe, ahora pueden disfrutar en paz. - digo en voz baja siendo consciente de que pueden escucharme con un poco de esfuerzo.
Les tengo envidia. Afirmó a través de nuestra conexión, el único lugar donde puedo dar rienda libre a mis ideas y pensamientos un tanto egoístas.
- Si no te sientes cómoda nos podemos ir. Las formalidades ya acabaron y nos podemos saltar el festejo general.
- No quiero preocupar a mi padre.
No puedo irme así de golpe, lo sabes.
Le digo, me sonríe y asiente:- Tu padre entenderá si nuestra forma de divertirnos se aleja un poco de esto.
Si alguien nos escuchara estaría confundido.
Es la idea, cariño. - me responde mientras a un chico del servicio le pide una copa de champán.
- Bien, estoy cansada de todas formas, ¿serías tan amable de anunciar nuestra salida? - pregunte poniendo de pie.
- Sí, yo me encargo de ellos, pero siento que deberías ir con tu padre.
Asiento, hace un par de minutos que deje de verlo, la última vez se encontraba hablando con sus hermanos y ahora ya no está.
- Sí, voy a buscarlo, nos reunimos en tu habitación- le hago saber antes de levantarme y empezar a buscar a mi padre entre toda la gente reunida.
Comencé a buscar por los alrededores en busca de su olor, pero no podía percibir nada más que el de otros Alphas y lobos, supuse que había ocultado su olor para evitar ser encontrado.
- ¡Helena! - me detuve en medio de uno de los pasillos, volteo para encontrarme con mi abuela:- ¿Buscas a tu padre?
- Hola abuela, sí, eso hacía pero no logró ni siquiera encontrar su aroma - le digo decaída y ella sonríe.
- No debe estar muy lejos de aquí, hable hace un rato con él, decidió salir a tomar aire... el ambiente no es adecuado para él.
- Lo sé, no es el único que la está pasando mal, ¿sabes dónde está? - pregunté directa.
- En el jardín.
- Bien, gracias por decirme, nos vemos luego- me despedí rápidamente y la dejé sola, no es que tuviera mala relación con ella, pero simplemente no me apetecía estar charlando con nadie.
Al llegar al jardín pude confirmar que mi abuela estaba en lo cierto, mi padre se encontraba sentado en la fuente y sus dedos tocaban el agua que corría sin fin. El ambiente era melancólico, casi no había luz que iluminara la zona del jardín, apenas y podía ver su rostro.
- Amarte comienza a doler - le escuchó murmurar:-. Estoy perfectamente consciente de que nunca vas a volver y no sabes lo que me duele saber eso, te extraño demasiado.
Me fue inevitable no derramar una lagrima ante sus palabras que claramente van dirigidas a mi madre.
- Ya no sé si vale la pena seguir aquí sin ti... Malia, eres jodidamente todo lo que necesito y ya no te tengo.
Escuchar el lento palpitar de su corazón y el temblor en su voz me hizo sentir una inútil al no poder hacer nada para aliviar su dolor, no ahora.
Se levanta y mira hacia la luna, la cual hoy parece brillar más que nunca. Le veo secarse las lagrimas e intentar normalizar su respiración.
Intenta caminar pero de pronto cae al suelo y yo de forma instintiva me acerco corriendo hacia él:- ¡Papá! ¿Qué sucede?
- Helena, mi preciosa hija - sonríe para mí y el brillo en su mirada es nula, solo hay un vacío infinito.
Me agacho a su lado y pongo su cabeza sobre mis muslos, él no hace nada más que observar el cielo y de vez en cuando me mira.
- Papá, ¿todo está bien, verdad? - borra la sonrisa de su rostro y niega, acaba de decidir ser sincero ante mí.
- Quiero verla de nuevo, solo una vez más - es lo único que dice y yo lucho por retener mis lágrimas, siento que la tristeza no cabe mi pecho.
- Sabes que yo también, pero no podemos, ella... se fue.
- Cada día qué pasa me siento más débil, sabes que llegará un punto en el que... mi muerte será inevitable, ¿cierto? - Nieto ante eso, sé muy bien a dónde quiere llegar y aunque sea egoísta de mi parte, no voy a permitirlo.
- No vas a morir, deja de decir idioteces, vas a estar bien - se ríe ante mis palabras y alza su mano para secar mis lagrimas.
- Solo estoy estorbando al resto, deberías estar en el baile divirtiéndote con todos, no aquí conmigo... mi yo de ahora no es la imagen de padre que quiero darte, Helena.
- Eres mi familia, tú estás sobre cualquier baile, eres importante para mí. No puedes querer dejarme... si me dejas, ¿qué será de mí? Ya no tengo a mamá, si te pierdo a ti, yo no podría siquiera soportarlo - lloró desconsoladamente y no me importa llamar la atención de todos mis invitados, mi corazón se rompe con solo imaginar perder a mi padre.
Él llora conmigo y me abraza para intentar consolarme, escondo mi rostro en su cuello y las ganas de llorar aumentan, pensé que había llorado lo suficiente, pero es evidente que no.
Ambos estamos rotos y no nos dimos el tiempo de sanar correctamente, ni de llorar juntos la muerte de la persona más brillante que conocimos y tuvimos la suerte de tener en nuestras vidas.
Solo espero que esa pequeña bebé que aún no nació pueda tener la fuerza suficiente para sanar el dañado corazón de mi padre.
- No vas a dejarme, ¿de acuerdo? - digo entre lágrimas.
Acaricia mi cabello y me abraza más fuerte:- No voy a dejarte.
Sus palabras hacen que vuelva a llorar y me aferro más a él, mi cuerpo tiembla pero no me avergüenza, siempre seré la niña de papá.
- ¿Lo prometes?
- Lo juro.
Besa mi frente y me obliga a levantarme del suelo, aún sigo viéndome pequeña a su lado, su sonrisa aparece y me alivia ver un pequeño brillo en sus ojos nuevamente:- Ya no llores, pequeña alpha. No me iré a ningún lado, si te dejara sola, tu madre me mataría del otro lado por segunda vez - su chiste tonto me hace reír y asiento.
- Eso sería muy de mamá. ¿Me contarás cómo se conocieron? Ya es momento.
Asiente ante mi petición:- Es una historia larga.
- Necesitas hablar de ella y yo escuchar un poco más sobre mamá en sus tiempos locos - me hace sentar en la orilla de la fuente y él a mi lado.
- Al principio me caía mal, era muy... testaruda y hacía lo que quería todo el tiempo, realmente nunca me habría imaginado lo mucho que terminaría amándola.
Respira profundo antes de empezar a narrar desde el inicio toda su historia con mi madre, esa noche me quedo muy claro dos cosas, la primera era que nunca debes poner celoso a un hombre lobo y menos con un vampiro, la segunda... si no te aman con la misma intensidad que Damon Romanov amó y amará a Malia Romanov, no es ahí.
Cuándo ni siquiera la muerte puede acabar con el amor, es ahí que descubres el verdadero significado de la palabra amar.
[☔️]
• Nota de Autora:
Yo? Yo lloré escribiendo esto y mucho, espero que nadie pase por el dolor de una pérdida, aunque a veces es inevitable.
Siento mucho no haber estado presente en estos meses, no tenía ganas de escribir y cuando lo intentaba no salía nada.
Escribí esto de una sola vez, no tenía planeado que fuera un capítulo triste, intenten no llorar chiquitas 🚶🏻♀️
No sé cuándo volveré con otro capítulo, así que espero que hayan disfrutado mucho este y voten, tal vez así me animan.
¡No olviden comentar! Saben que me encanta leer lo que opinan de mis historias.
¿Saben que se acerca el final? ¿Lo sienten? Quedan menos de cinco capítulos.
Les amo mucho.
Besos y abrazos.
Publicidad: Síganme en Instagram ✨ es -> anniflores_ ✨ Tengo dos fotos locas y poco más, pero por si necesitan algo urgente me escriben por ahí.
- A.F.
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