Helena

Abrí ojos lentamente intentando adaptarme a la luz que se filtraba por la ventana. Miró hacía arriba y observo a Santiago dormir, me acomodó mejor en la cama e intentó no despertarlo, pero es inútil.

- ¿Qué pasó...? Yo- no dejo que hable, lo abrazo fuerte y escondo mi rostro en el hueco de su cuello, me tranquilizo al oler su perfume natural.

- Debiste decirme que estabas por comenzar tu proceso. Tuve que enterarme por tu padre... me preocupé mucho - le digo mientras aprieto más su cuerpo.

- Oh... ya lo sabes. - no observo su rostro, pero sé muy bien que está apenado:- No quería preocuparte por nada, no estaba seguro, pero lo sospechaba. Es tan confuso escuchar en mi cabeza esa voz que me pide hacer daño a los demás, me asusta pasar esto contigo a mi lado, no quiero hacerte daño.

Me abraza por la cintura y copia mi acción de poner su rostro en mi cuello.

- Para ser sincera pensé que ya lo habías atravesado, perdón por no preguntarte antes, la verdad es que sé muy poco sobre el mundo de los hechiceros y todo eso.

- En realidad, al ser híbrido todo es bastante diferente para mí, soy más fuerte físicamente y mentalmente que mis padres, eso provoca que mi parte mala no saliera en su debido tiempo... sino hasta ahora.

Asiento entendiendo.

- Mi parte de mujer lobo es mayor y que sea vampira mitad vampira tampoco altera tanto mi vida, solo necesito sangre de vez en cuando. Ser hechicero se escucha difícil... pero no estás solo, voy a estar a tu lado y si tu otra persona sale, se lo dejaré muy en claro.

Me separo y él me sonríe:- ¿Incluso si te llego a decir cosas hirientes?

- Bueno, puedo soportar eso y más por ti.

Alguien toca la puerta antes de ingresar, no me muevo de mi posición, sigo medio acostada encima de Santiago, muy cerca de su rostro y su cuello... lo último me está tentando.

Pero no es buen momento para pensar en alimentarme.

- Buenos días, ¿Durmieron bien? - pregunta Sofía que trae en sus manos una bandeja repleta de deliciosa comida.

Me sorprendo al ver que incluso ha traído un vaso con sangre para mí.

- Como cuando era niño. Gracias mamá - le dice Santiago aceptando la bandeja.

Yo me aparto un poco:- Gracias por la comida, íbamos a salir pero justo llegó - le digo mientras observo la comida, en especial a ese delicioso líquido.

- Lo sé, por eso vine, creo que es mejor que ambos descansen. Faltan horas para la coronación, un tiempo libre les vendrá muy bien antes de afrontar todas las responsabilidades que vengan con la corona, así que disfruten. Yo personalmente me encargaré de que todo salga bien, Damon va a ayudarme con los arreglos finales, no hay mucho trabajo que requiera de personal - nos comenta mientras nos mira comer.

Esta siendo amable... que miedo.

- Bueno, me retiro, si necesitan algo me mandan un mensaje y les mandaré a alguien para que ayude. Descansen - se acerca a su hijo y le deja un beso en el cabello, luego me sonríe a mí y se va de la habitación.

- Algo le ha picado.

Suelto y Santiago se ríe:- No, pero debió asustarse y tal vez eso despertó su instinto protector. Ella no hacía esto por mi desde que era un niño... es agradable - comienza a comer y puedo sentir lo feliz que esta.

Miro la comida y me es inevitable no pensar en mi mamá, ella siempre me acompañaba en los desayunos y preparaba unos deliciosos panqueques, por más que a ella no le gustaban, los hacía para mí.

Te necesito tanto mamá.

- Abre.

Vuelvo a la realidad ante la orden de mi pareja. Ante mi rostro hay una uva y Santiago parece querer que la coma, así que abro mi boca y despego la fruta del tenedor.

- Está rica.

Digo una vez termino de tragar.

- Igual que tú.

Me sonrojo y desvió la mirada para que no me vea sonreír:- Gracias, pero no te quedas atrás, eres probablemente lo más lindo que han visto mis ojos.

- ¿Más lindo que Moon?

Esa pregunta se escucha seca, mi sonrisa se apaga y de repente me siento incómoda.

- No hagas esto.

- ¿Hacer qué? Solo me dio curiosidad.

Le miro a los ojos directamente.

- Sé muy bien que no te agrada mi relación con Moon, pero es necesaria e importante para poder encontrar a mi madre, estás siendo... un tonto por no entenderlo. Ya te deje muy en claro que no quiero a Moon como nada más que tal vez un amigo.

- Lo sé, confío en ti, pero... Es cansador escuchar en los pasillos que siempre estás con él, como se muestra cariñoso contigo, puede que tú no lo veas o no lo quieras ver, pero todos piensan que solo estamos juntos por conveniencia y obligación de nuestros padres.

- Bien, hablaré con Moon y voy a evitar que eso siga pasando. Por los rumores, solo son eso, no tienen nada de verdad y se van a dar cuenta tarde o temprano que él único que me gusta eres tú.

- ¿Sólo yo?

Ver sus ojos cristalizados me hacen dar cuenta de lo mucho que le afectan esos rumores.

- Sí, desde el inicio has sido tú. Nadie ha causado lo que tu provocas en mí - acaricio su mejilla con suavidad, el cierra los ojos ante mi tacto:- Y créeme que nadie más lo hará. Mi corazón y mi alma te pertenecen - beso sus labios en busca de su contacto.

Él no se mueve, pero tampoco me aparta, simplemente deja que yo tenga el control del beso. Me subo encima de él y con mi mano hago que la suya rodee mi cintura, sonrió internamente cuando me aprieta contra él dejándome sentir todo.

Me separo y apoyo mi frente en la suya, nos miramos para luego sonreír.

- No tenía idea de que los rumores te afectaran tanto, perdón - le pido apenada.

- No son solo los rumores, yo también soy capaz de ver la conexión que tienen y... eso me molestaba.

- ¿Ya no te molesta?

- Me has dejado muy claro que me prefieres a mí, ya no voy a dudar, desde ahora... golpearé a los que digan algo sobre tu relación con Moon.

Me río:- No si yo lo hago antes.

Nos abrazamos y lo disfruto tanto, su sola presencia me relaja, sus caricias y palabras bonitas lo son todo para mí.

¿Quién es tan idiota para pensar que me gustaría Moon? No me han visto enamorada nunca... ellos no saben como palpita mi corazón cuando tengo a este hombre de frente, ni lo bien que me hace sentir con solo una simple mirada, lo mucho que me apoya incluso si eso significa estar en contra de su madre.

- Tenemos todo el día libre... tengamos una cita y luego te mostraré algo que te gustará.

- Vaya ya empezamos con misterios. Bien, hagámoslo, tengamos una cita - beso su boca antes de bajarme de encima suyo.

[🤍]

• Nota de Autora:

Holis, capítulo cortito pero bonito, ya ven que sus lindos comentarios si me pueden inspirar a escribir incluso más seguido.

En fin, les amo mucho, tal vez tanto como Lena ama a Santiago.

Besos y abrazos.

- Anni.