Capítulo 28

Helena

- Debes ayudarme.

Me pide mientras se pone a recolectar las manzanas que son más rojas que la sangre misma.

Quiero sangre. Pienso ignorando su pedido de ayuda.

- ¿Me escuchaste? - pregunta al ver que no respondo:- Puedes beber la mía, sino luego perderás fuerza y no quiero tener que cuidar de alguien más.

- No quiero tu sangre. - aclaré.

Se ríe.

- Claro que no, deseas la de tu mate y es lo más normal. Termino de recolectar las manzanas y te llevo a verlo, es el último día del celo de los lobos.

- ¿Cuánto tiempo piensas tenernos encerradas? Moon, debes decidir que carajos hacer con nosotras, este lugar puede ser hermoso... pero es cansador ver tanta perfección.

- Y el loco soy yo.

Murmura.

- No es ese el punto.

- Necesito distraerme y eres buena entreteniendo mi día.

- No soy tu maldito payaso, Moon. Necesitas aclarar tus ideas, ¿Quieres a Celeste? Haz lo correcto y enamorala como se debe, no con trucos o magia ancestral.

- Ella ama a Damien.

- Sabes que es imposible que ella se enamoré de ti.

- Lo sé. Por eso la liberé hace unas horas... aunque estaba molesta porque no quería dejarte aquí conmigo.

- ¿Ella esta en la tierra? - pregunté, sentí alivio de que al menos ella haya podido salir de aquí.

- Sí, cuidando de Oliver y Santiago.

- Eso significa que ya decidiste que hacer.

- Quiero dejar de querar a Celeste. Una vez que deje de sentir cosas por ella, podré seguir y dejarla atrás, por ahora... solo la miraré de lejos.

- ¿Y yo? No quiero mentirte pero estar aquí y cerca de ti, me pone mal. - confesé.

- Por lo de tu madre. - asentí:- ella volverá de todos modos, no la perdiste totalmente, ahora solo debes esperarla.

¿De qué habla...?

- Moon, no está bien jugar con los sentimientos de la gente.

- No lo hago, estoy siendo sincero y no bromeó con decir que tu madre volverá.

- Está muerta.

- Sí, pero su muerte fue para salvar la vida de otra persona y eso es algo que impresiona a la muerte... Ay mi viejo amigo - suspira, supuse que recordando:- él es bastante generoso con las almas buenas y estoy seguro de que hará que el alma de tu madre vuelva a la vida.

- Pero no será ella.

- No, en principio. Pero su alma tiene recuerdos de sus vidas pasadas y si logras despertar su alma, ella volverá a ti.

La emoción recorre mi cuerpo y lloró sin poder contenerme, ¿Cuánto tiempo debo esperar? Daba igual, esperaría el tiempo que sea necesario para poder verla de nuevo.

- Gracias.

- No lo hagas, recuerda que el motivo por el que se mató, fui yo. No seremos la bella y la bestia.

Me aclara y tras agarrar la última manzana, le da un mordisco:- ¿Me dirás como voy a reconocerla?

- No puedes. Él único que podrá será tu padre, porque el alma que va a reencarnar, será su segunda luna.

- La va a rechazar.

- Seguramente.

Se encoge de hombros. Yo niego y apoyo mis manos en su pecho:- Debes hacer que se enamoren, tu unes las almas, puedes hacerlo.

- Lena, tu madre volverá con otro cuerpo y hasta puede volver como un animal, un simple bicho. Aunque dudo que la muerte haga eso... probablemente tu madre sea una simple humana.

- Nosotros no podemos tener a una luna humana, Moon. No la aceptarán.

- Escucha, yo ni siquiera debería estar diciéndote estás cosas, pero me agradas... Así que lo único que te diré es que debes hacer que la relación entre humanos y seres sobrenaturales mejoré.

- Nos tienen miedo, no nos recibirán y hasta podrían destruir todo lo que conocemos.

- ¿Qué te hace pensar que ellos tienen miedo?

- Ellos son débiles y no tienen los poderes que medio mundo sobrenatural poseen. Se sentirán atacados ante algo nuevo y tan poderoso como nosotros.

- Lena, debes enseñarles que no deben tener miedo.

- Son millones, soy princesa, no una diosa.

Me cruzó de brazos.

- Además... los tuyos también sienten odio por los humanos. Y si lo vemos desde ese punto, ellos tienen motivos para estar asustados ante algo nuevo y que podría hacerles daño.

Tiene razón.

- De todas formas las Lunas estaban en una campaña para integrar a los humanos en nuestro mundo, hasta dónde estoy enterada no iba muy mal, va de maravilla.

Asiente:- Es un buen inicio.

- Debes ayudarme, Moon. Si tengo a un Dios de mi lado, todo será mucho menos complicado y puede que la idea de un mundo feliz no sea tan descabellado.

Le miro esperando que se ría ante mi pedido, con lo poco que le conozco, esa reacción no me sorprendería. Pero él es impredecible:- ¿Qué obtendría a cambio? - pregunta curioso y deja las manzanas recolectadas de lado.

Tiene una obsesión con esa fruta.

- La satisfacción de ser un buen Dios - sonrió. Mi respuesta parece causar gracia ya que se ríe en mi cara, indignante:- No te burles, realmente no hay nada que pueda ofrecerte, lo tienes todo.

En ese instante, sus ojos se centran en los míos y luego menea la cabeza, como negando algo no dicho.

- Hay unas cuantas cosas que no puedo tener.

Me mira nuevamente, la intensidad su mirada me hizo pensar que quería que adivinará.

- Ya intenté matarte, Moon. Te tocará seguir viviendo por ahora, pero si me ayudas, puedo buscar una forma para acabar tu triste vida. ¿Qué dices? - le pregunté.

- No, bueno... habría aceptado eso pero la cosa ha cambiado.

Confundida, pongo mi mano en mi cintura y con la otra le apunto:- ¿Tú... ya no deseas morir? - niego sin creerlo:- Has estado pidiendo eso desde que me trajiste aquí, ¿Qué cambió?

- No, ya no es mi deseo principal. El cambio fue debido a que... quiero encontrar algo que haga que desee seguir viviendo.

Suspiro al ver que parece decidido.

- Es que lo complicado es que a ti te guste algo... porque seguro cualquier ser sobrenatural o no, desearía tenerte como pareja.

- Eso es muy normal, soy hermoso y un Dios, tengo todas las características físicas que llaman la atención.

Ya... te falta tantita humildad, querido Moon.

- Sí, como digas, el problema es que tú no te fijas en cualquiera y tampoco te abres a conocer gente.

- No le veo el sentido, todos mueren muy rápido y me aburren.

- No debemos entretenerte, Moon. Las relaciones son cincuenta y cincuenta, ¿Comprendes?

- No, no siempre podemos ser cincuenta y cincuenta, hay veces en las que somos un diez y al otro le toca ser un noventa.

Ay dios... no entendió.

- Moon, es un maldito decir, no todo es literal aquí.

- No me adaptó a su forma de hablar... es tan confusa y nada concreta.

Aquello me hace sonreír:- No eres el indicado para hablar de claridad cuando das más vuelta que un carrusel.

- No quiero hablar más.

Dice dando media vuelta, agarra su caja con manzanas y la hace desaparecer, ya ni tengo ganas de preguntar dónde las manda.

- Para tu suerte, solo debes escucharme, no te pedí que hablarás. - digo mientras le sigo por detrás.

- Aveces me desesperas, Helena.

Sonrió:- Es un don que heredé.

Me mira de reojo con la ceja alzada.

- Sí, aveces te comportas como ella.

Caí en cuenta que tenía razón. Baje la cabeza y me detuve a pensar que no debería estar queriéndolo como mi cómplice.

Es el tipo que obligó a mi madre a morir.

Pero no entendía que me sucedía, cada vez que estaba cerca de él, el odio que decía sentir ya no estaba y en cambio, solo podía pensar en la curiosidad que me generaba Moon.

Aunque acepté, nadie de allá abajo lo hará, para ellos él es el malo.

¿Pero verdaderamente es el malo?

- Sí.

Responde Moon. Observó su rostro serio y poco a poco se va acercando a mí, lo suficiente para que muestra respiraciones se mezclen y está vez, no parece estar aquí sino en un lado completamente distinto.

No me alejé porque quería ver que era lo que hacía y además, ver la determinación repentina en su mirada me hizo sonreír:- ¿Qué pasa? - pongo mi mano en su pecho y al ver que seguía en ese trance, decidí empujarlo lejos de mí.

Debido a mi acción inesperada, casi cae al suelo hasta que logra estabilidad y parece volver en si mismo. Me mira sorprendido:- Yo no... quise hacer eso.

- Lo sé, te veías en otro lado, ¿Pero que fue eso? - le pregunté.

No supo darme respuestas, más hizo caso nulo y procedió a abrir el portal, luego me miró como queriendo decirme algo... pero termino por solo hacer un gesto indicando que entre en el portal.

- Vuelves a casa.

¿Me deja volver a casa...?

No sé porque tarde tanto en moverme, pero por fortuna, terminé caminando hasta el portal... quisiera decir que estaba feliz de irme al fin, pero una parte de mí no estaba del todo satisfecha, ¿Por qué de la nada me libera?

Ojalá no fuera tan curiosa... porque esa pequeña parte era la que deseaba quedarse un poco más y descubrir como es el verdadero Moon.

- Vuelvo a casa.

Sin embargo, puede que mi curiosidad sea grande, pero no mucho más que la necesidad de ver a mi gente y en estos momentos a mi querido mate.

《🦋》

Nota de Autora: Aún sigo con la pantalla rota... avisé de esto en mi perfil.

Así que con este capítulo me despido hasta nuevo aviso. No voy a abandonar la historia, simplemente quiero tener un nuevo celular y así no estar sufriendo a la hora de escribir.

Mi dedo sufrió mientras escribía la parte final del capitulo.

Nota adicional: No han cumplido la meta, pero BTS acaba de lanzar su nueva canción llamada Permission to Dance. Por ende estoy más feliz de lo normal, les agradecería mucho si van y la escuchan al menos una vez🤍


Aquí arriba ( no sé si les aparece ) deje la canción. De todos modos es mejor si van directamente a Youtube y buscan el vídeo, de esa forma se reproduce de forma correcta. Si me mandan captura de que están viendo el vídeo a mi Instagram el próximo capítulo se los dedico ;)

Les quiero🤍

Besos y abrazos fuertes.

Posdata: ¿Teorías? Comenten así me divierto un poco qhjwjsks

- Ann.

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