Capítulo 24
Helena
- Esto es un desastre.
Murmura Lea mientras observa como los humanos son tirados al suelo y vencidos tan fácilmente.
Los hechiceros siguen conservando gran parte de las características humanas, lo único que los diferencian es que ellos tienen la capacidad de usar magia mientras los humanos no, pero... los hechiceros ni siquiera están usando magia y aún así logran vencerlos.
Estoy quedando en vergüenza y la reina viene en camino, no puedo dejar que vea como los hombres y mujeres que entrené no pueden ni siquiera colocarse en una buena postura de pelea.
- ¡Ya está bien! Deténganse o me harán llorar.
Les pido y estos dejan de enfrentarse casi al instante. Veo como Santiago se ve relajado y seguro de los resultados que logró.
- Sé que nunca han practicado para pelear en una batalla... y nuestras guerras no son ni cerca como las suyas. Si bien no han nacido como uno de nosotros, lo han elegido y solo por ese hecho ya son considerados parte de nuestra enorme manada, así que deben pelear con todo. Lo que acabo de ver es penoso... los hombres y mujeres de Santiago ni siquiera tienen super fuerza o están haciendo uso de sus habilidades.
- O sea, básicamente, no ganan ni contra un humano promedio y eso da vergüenza. Porque significa que serían un estorbo en una batalla real y buscamos sacar provecho de su presencia aquí, pero si ni siquiera pueden pararse como corresponde, esto se vuelve misión imposible.
Les aclara Lea y yo le doy la razón:- En resumen, comienzan a pelear como es debido o no me quedará de otra que mandar a cada uno de ustedes a su hogar. Porque no pienso cargar con sus muertes - digo lo más seria posible. Los murmullos empiezan y luego se callan:- Ustedes deciden que hacer.
- Ni loca vuelvo con esa gente, pelearé y haré todo lo que me digas... ustedes me dieron un hogar cuando yo no tenía a nadie y no pienso escapar. Pelearé por este lugar que se volvió mi hogar - dice una chica rubia y pude percibir su determinación.
Asiento, poco a poco la gente se va sumando y cuando los tengo a todos, hago que vuelvan a los entrenamientos.
Uno de los humanos capta mi atención y no supe la razón hasta que pude sentir el estrés que sentía ante continuar los ejercicios. Analizando un poco más pude darme cuenta que aunque era alto, tenía un cuerpo delgado y una espalda ancha.
Un nadador.
Claramente no estaba en su entorno habitual, pero no se rendía, mantenía el ritmo por más que le costará.
Admirable.
- ¿A dónde vas? - pregunta Lea ante ver que me alejo de ella.
- Necesito arreglar algo. Manten el ritmo de los ejercicios que hacen, ya vuelvo - le digo y continuo mi camino hasta el chico rubio.
- No es así como se hace este ejercicio - le digo apenas llego a su lado.
- Ya lo sé... pero no me sale de otra manera.
Gruñe frustrado.
Me río un poco ante el desespero que siente ante un ejercicio tan simple.
- Te muestro.
Me pongo atrás suyo y acomodo la posición de su cadera, hago que mueva y coloque de manera correcta los pies, para luego centrarme en la postura de sus brazos.
- Eres parte del equipo de natación... significa que tienes buena resistencia y eso es bastante bueno.
- ¿Lo es? - pregunta mientras me observa.
- Al menos te dará segundos más de vida y eso en una pelea es una ventaja. Bien, ahora que estás en posición, debes comenzar golpeando con uno de tus brazos, flexiona y luego golpeas firme hacía tu oponente - le explico mientras guío su brazo al saco de boxeo.
Lo suelto para que lo haga solo y a la primera lo logra.
- Muy bien, ahora debes intentar poner toda la fuerza en el golpe y sobre todo saber donde golpear. Tu oponente no es idiota, sabrá defenderse, así que es importante analizar y pensar cuáles serían sus puntos débiles, luego atacar.
Le explico.
- ¿Cuáles son mis puntos débiles?
Pregunta deteniendo los golpes.
- Te desconcentra cualquier cosa a tu alrededor... - comienzo a decir.
- No, solo me desconcentra tenerte cerca mío - suelta de la nada, sus mejillas se tornan de color rosadas y son bastante notables por el color de su piel:- Pero me dijeron que es el efecto que provoca tener a la princesa cerca mío. No soy el único.
Incómodo.
- Lo siento, eres humano... supongo que te afecta aún más.
- No es culpa suya ser tan encantadora. En fin, gracias por ayudarme, realmente no quiero ser un estorbo en el campo de batalla... seré el mejor cuando regrese, lo prometo.
Sonríe.
- ¿Y a dónde se supone que me voy?
Pregunté confundida.
- Se acerca la época de celo de los lobos, supongo que debe ir a un lugar especial y... ¿tener cachorros?
Oh por dios... se me baja la presión.
- ¿Qué tonterías dices...? Soy muy joven para ser madre.
Se sonroja severamente.
- Perdón, es que el profesor dijo que ese era el motivo principal de la época de celo... Y como ya tienes cincuenta años, pensé que ya querrías tener hijos, mi error, disculpa - baja la cabeza avergonzado.
- No soporto a los niños... gritan mucho. Realmente no me planteé la idea de ser madre nunca y no es algo que quiera ahora mismo.
- ¿Es por lo que le sucedió a su madre?
Le miro a los ojos y me acerco a él.
- No la menciones.
Le pido seriamente.
- Debes aceptar su muerte, Helena.
Me dice y me sorprende que use mi nombre.
- No somos amigos, soy tu princesa, no me digas que debo hacer... ¿Qué te ha pensar que puedes llamarme por mi nombre? - el enojo de pronto se apodera de mí.
- Perdón, no pensé que le molestaría, princesa... - le empujo y logro que caiga al suelo, me coloco encima suyo y sostengo sus brazos a cada lado de su rostro.
- Ella... es un tema que me duele, no la menciones, porque solo escuchar su nombre hace que quiera romper todo a mi paso y llorar.
- ¿Y ahora quiere romperme a mí?
Le miro confundida.
- Claro que no, pero si sigues hablando de más voy a romperte un brazo... Ahora arriba - me levanto y le ayudo a pararse.
- Escuche que aveces los sentimientos de los demás te afectan, tal vez por eso reaccionas de ese modo, no es propio perder la compostura - ríe y se levanta con mi ayuda.
- No, no creo que eso tenga que ver... no hay nadie enojado cerca.
Le digo mientras respiro hondo y dejo salir todo el aire, el estrés que sentían los humanos era lo único que sentía, luego de eso... nada.
- Tal vez no sea enojo... sino más bien celos - murmura y yo le vuelvo a mirar confundida.
Santiago...
Miro hacía mi pareja y le observo enseñar como dar una patada a uno de sus hombres, se ve tenso y cuando menos lo espero me mira.
Efectivamente.
- ¿Por qué se ríe?
Pregunta el humano.
- Esta celoso... pero no lo va a demostrar.
- Supongo que no es tan impulsivo. Además, la reina acaba de llegar - dice y la simple mención de esa mujer hace que me ponga de mal humor.
- Buenas tardes a todos.
Saluda con una radiante sonrisa.
- La estábamos esperando, supongo que viene a supervisar el entrenamiento, como siempre - le digo mientras le hago señas disimuladas a Lea para que ponga mano ruda por su lado.
Por suerte logra captar el mensaje y hace que todos trabajen con más ganas.
- No, confió en que lo están haciendo bien. He venido por otro problema... Deben irse del castillo, ambos y pronto, no tenemos mucho tiempo.
Santiago se acerca y se coloca a mi lado.
- ¿Ocurre algo?
Pregunta y su madre asiente:- Esto es incómodo pero... Ustedes no pueden estar aquí porque ya se acerca la época de celo.
- Realmente no nos dimos cuenta.
Digo rascando mi brazo, no quería estar aquí y menos hablando de este tema.
- Nunca han pasado el celo como mates... Y la primera vez es bastante difícil.
- No creo que sea muy diferente a como lo venimos haciendo madre.
Pero--
Lo voy a matar, ¿Acaba de confirmarle a su madre que hemos hecho cosas nada inocentes?
- Cariño, créeme no... Sólo obedezcan y vayan a dónde les diré. Deben estar al menos cuatro kilómetros lejos, eso será suficiente, espero - murmura y da media vuelta para irse. Se topa con Jackson en la salida y le saluda, luego sigue su camino.
Jackson se acerca a nosotros y sonríe:- ¿Cómo van por aquí?
- Excelente, como siempre - le dice Santiago y yo le miro mal.
- Bueno... me dieron a los débiles, no pidan mucho en tan poco tiempo - les pido cruzándome de brazos.
Mi pareja se ríe y me atrae hacía su cuerpo para abrazarme. Deja dos besos en mi cabeza y luego sonriendo me dice:- Lo estás haciendo muy bien, princesa.
- Que cursis, paren o me voy - se queja el perro.
- Envidia.
Le digo y me apego más a mi mate.
- Ya quisieras. En fin, vengo a llevarlos a su lugar para coger - dice de golpe y automáticamente me alejo de Santiago.
- ¿Lugar para qué?
- Dónde deben pasar su celo, no pueden estar acá, todo sería un caos.
Estoy confundida.
- ¿Sabes por qué? No entiendo.
- Supongo que nunca te lo han dicho pero... Cuando hacen el delicioso dentro de la época de celo liberas mucho amor y deseo, lastimosamente ambos son de la realeza y sin querer terminarían llamando a otros seres.
- ¿Amor y deseo? - pregunto queriendo reírme.
- No te burles, lo explico como puedo, esto ya deberían saberlo - gruñe y continúa:- En fin, los sacamos de aquí para que nadie los interrumpa en pleno acto y les pida unirse.
- ¿Sólo eso...?
- Bueno, depende de la sexualidad de la persona que les vaya a interrumpir... Puede que sea yo y me quiera robar a Santiago para una noche de placer - apoya su mano en el hombro de mi mate.
- Aleja tus garras de mi hombre.
Le pido haciendo que se aleje.
- Ya entendimos. Nos vamos luego de este entrenamiento, preparen todo que en hora y media partimos.
Le dice Santiago, Jackson asiente y se retira para preparar todo.
- No tenía idea de esto... menos mal tenemos a tu madre.
- Somos nuevos en esto, esta bien. Pero al menos avisaron con antelación, no quisiera tener que alejar a tantas personas de ti y menos en un momento tan íntimo.
- Ni yo alejar a todos de ti.
- Nos vamos entendiendo.
Lo empujo lejos para que siga su entrenamiento y yo el mío.
Esto será interesante.
[🧚♀️]
Nota de Autora:
Tarde, lo sé.
Pero al menos ya estoy de vuelta. Cambié de celular y como ya les comente veces anteriores, yo escribo desde el celular y me tengo que acostumbrar de nuevo a este teclado.
Espero que no hayan muchas faltas, pido perdón si las hay.
Lxs amo.
Vuelvo cuando pueda y tenga tiempo.
Les dejo una pista para el próximo capítulo, cinco palabras sueltas:
- Malia.
- Pasión.
- Vida.
- Ataque.
- Olvido.
ESO ES TODO.
Me despido gente bonita.
Besos y abrazos.
- Ann.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top