Capítulo 14
Helena
Tomo asiento en mi sitio especial. Estar en casa de vuelta me hacia sentir rara... No escuchar a mamá coquetear con papá o sus gritos pidiendo que otra temporada más de su serie favorita.
- Papá... Vuelve ya.
Murmuró para mi misma. Abrazo mi cuerpo y miro las olas chocar con fuerza la orilla, odiaba estar sola en casa, así que no lo pensé mucho cuando le pedí a Santiago venir conmigo.
- ¿Puedes sentir frío?
- Aveces... Cuando estoy débil.
Le explico y le miro con una sonrisa:- Ven conmigo... Necesito de tus brazos - le digo sin vergüenza.
- Se siente raro.
- ¿Qué cosa? - le pregunto viendo como toma asiento a mi lado y suspira.
- Cuando dijiste eso... Mi corazón se aceleró. Aún no termino de acostumbrarme - sonríe y coloca su brazo por encima de mis hombros, me apega a su cuerpo y yo apoyo mi cabeza en su hombro.
- Cuando dices ese tipo de cosas me haces avergonzar, tonto.
Le golpeo levemente en el pecho.
- Eres tierna con tu mejillas sonrojadas.
- Calla.
Me quejo y le escucho reír:- Te digo un cumplido y te enojas, no entiendo a las chicas.
- La tienes fácil... Solo debes entenderme a mí. Y me pongo así porque la mayoría de veces no se que contestar a eso y no me gusta arruinar el momento - murmuró tímida.
- No arruinas nada y de todos modos... Una sola sonrisa tuya lo arregla.
- ¡Deja de ser lindo conmigo! - oculto mi rostro sonrojado en su pecho de la vergüenza.
- Eres una exagerada amor.
Y fue ahí cuando una horrible tos me hizo separarme de él. Mi rostro debía estar una mezcla de rojo y morado.
- ¿Necesitas algo?
- N-no... Estoy bien.
Me levanto e ingreso a la casa. Me agarro la cabeza buscando claridad y dejar de sentir esos elefantes en mi estómago.
Solo me dijo "amor"... ¿Por qué me alteró tanto?
- ¡Idiota! - exclamó asustada al ver que parece delante mío:- No uses magia aquí.
Le pido y esquivo, voy a la cocina en busca de algo de comida rápida. Pero cuando estoy allí... El recuerdo de mi madre vuelve a mi mente.
No debía tenerle miedo al amor.
Nisiquiera puedo hacerle caso a mi yo de catorce años. Me da terror entregarme y eso que ya admiti en voz alta mis sentimientos.
Supongo que decirlo no es lo mismo que creer que la otra persona también se siente así.
Ese día... Santiago no dijo nada ante mi declaración Random. Solo sonrío y me abrazó.
¿Cómo debía sentirme después de eso? Nisiquiera tuve el valor de preguntarle si él se sentía igual.
- ¿Yo te gustó?
Digo en voz alta al sentir su presencia a mis espaldas. Mi cuerpo se tensa al sentir sus brazos rodear mi cintura y su respiración en mi cuello.
- ¿Lo dudas?
Cuando siento que va a dejar un beso en mi cuello, el sube y lo deja en mi mejilla. En menos de dos segundos estaba mirandolo de frente, sus manos a ambos lados de mi cadera:- Quiero confirmarlo.
Su linda sonrisa me hizo temblar de pies a cabeza y me pregunte seriamente que tanto poder tenía el sobre mí.
Abrió la boca para decir algo y mi vista le presto suma atención a esa área. Pero cuando subí mi mirada a sus ojos... Sentí que todo mi mundo tembló por unos segundos dentro de mí.
Estaba demasiado cerca y mis neuronas intentaban entender lo que sucedía:- Santiago... - mis palabras son cortadas por sus labios sobre los míos.
Las dudas, las inseguridades y las paredes que había construido para evitar sentirme así, se vinieron abajo. En ese instante solo podía estar concentrada en aquel beso que Santiago me estaba dando... En sus labios succionar levemente los míos y sentir sus manos acariciar mi cintura.
Mi cuerpo estaban en llamas y todo por un beso suyo. Me deje llevar y coloque mis brazos al rededor de su cuello, incline mi cabeza hacia un lado para besarlo mejor.
- Vaya... Vuelvo en otro momento - la voz de Oliver me hace alejarme de golpe y empujar lejos a Santiago.
- Nosotros... - no se me ocurría nada así que pregunte:- ¿Qué haces aquí?
- Ya entendí que estaban haciendo la besación. Y vine a traerte la comida... Algo dentro de mi decía que no habías comido - me sonríe y mira a Santiago:- Esto es por violar la boca de mi amiga - seguido de eso Santiago se retuerce de dolor en el suelo.
- ¡Oye!
Me quejo y Oliver deja de mirarlo, al instante los quejidos se detienen:- Me puse celoso.
Admite y yo sonrío conociendolo:- Idiota, no te atreves.
Le miro amenazante y él sólo se encoge de brazos:- ¿Tu primer beso no se sintió algo así como glorioso?
- Cierra la boca. Si te quedas ve poniendo la mesa... Ya - le pido y el hace una mueca para salir de la cocina.
Miro a Santiago y verlo cruzado de brazos con cara de querer matar me hace querer matar a Oliver por boca suelta:- Es tonto, me disculpo por él.
Murmuró y él solo asiente:- Ya... No me mires así.
- Sí.
- A mí no me vas a hablar cortante, Santiago.
Me cruzo de brazos e imitó su pose:- ¿O qué?
- O quieras que vaya y de mi tercer beso con un ángel.
Su pose se rompe y se acerca de manera rápida a mí. Me mira desde arriba porque... El condenado era alto, así que era inevitable, pero me gustaba.
- Solo aclaremos que yo seré el responsable de todos los besos que vienen.
- Ya... Esta bien. ¿Quieres ser mi tercer beso?
- ¿Lo dudas?
- Ya no más.
₪₪₪₪
· Nota de Autora:
Para relajarnos un poco... Porque se vienen cosas fuertes y sólo les diré que se preparen para llorar.
Las amo.
Besos y abrazos.
- RadianteUnicornio.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top