4.- Quince años.
⚡️ Tweek ⚡️
Hay cosas que Tweek había comenzado a notar en Craig ahora que, por alguna razón, lo observaba más de lo normal. De hecho hizo una lista con todas ellas, o al menos con la mayoría:
a) Tenía el cabello demasiado negro. No era simplemente negro, era un negro profundo. Lo descubrió un día que hacía comparaciones porque creía que sólo había un tono de negro, hasta que llegó Craig con su cabello súper negro.
b) Las puntas de su cabello tendían a curvarse simulando una especie de rulos extraños y mal cuidados. Tweek tenía algún tipo de adicción por el cabello de su amigo. Pensó que quizá esto, los rulos, quiero decir, se debía a que el cabello del padre de Craig era rizado, y que quizá era genética, aunque seguía sin entender el porqué era tan negro.
c) La piel de Craig era tan blanca que lucía casi traslucida y enfermiza. De hecho, cuando no movía las manos por un tiempo éstas tendían a ponerse moradas, y Craig, cuando se daba cuenta, las sacudía para que volvieran a su tono enfermizo natural.
d) Los dedos de Craig eran largos y huesudos. Y tendía a tronarse los nudillos de todos cuando estaba nervioso.
e) Era muy delgado. No escuálido, pero era muy delgado. Tweek solía molestarse cuando Clyde lo abrazaba muy fuerte, pues temía escuchar algún ruido de un hueso quebrándose, aunque no decía nada.
f) Craig no hablaba de sexo, ni de chicas. Nunca. A menos que fuera para elogiar la inteligencia de alguna con frases cortas y secas. Tweek no entendía porqué. Es decir, cuando estaba sólo con Token y Clyde (Normalmente era cuando Craig desaparecía sin decir nada y ni siquiera él podía adivinar donde demonios se metía) ellos hablaban casi todo el tiempo de ambos temas, pero Craig... él no.
Incluso, en una ocasión Tweek hizo un comentario sobre las tetas de Annie, sólo porque todos los demás lo hacían, y Craig se molestó de una manera horrible con él. Le dijo que evitara hacer ese tipo de comentarios ofensivos delante de él, dijo que le parecía repulsivo hablar del cuerpo de otra persona de esa manera. Tweek se disculpó, y nunca más volvió a mirar a las chicas de esa manera. No porque no quisiera, si no porque prefería no mirar nada antes que Craig volviera a mirarlo de aquella manera tan despectiva.
g) Sus ojos eran de color verde oscuro, y tenían pequeñas manchas grises esparcidas al azar. Eso lo notó un día que Craig estaba extrayendo sangre de su antebrazo.
h) Terminó la lista ahí porque tenía miedo de lo que pudiera llegar a descubrir.
Ahora mismo estaban tirados en la habitación de Tweek, tenían planeado hacer una especie de pijamada. Esto siempre sucedía en la casa de Tweek, lejos del violín de Craig, porque el azabache tenía la horrenda costumbre de practicar a mitad de la madrugada. Y Tweek odiaba eso, porque el que tuviera paredes aislantes no le daba derecho a aturdirlo mientras dormía.
Craig estaba en la computadora investigando alguna cosa. De vez en cuando hacía ruido con la nariz, como si estuviera sorbiendo mocos imaginarios.
— ¿Que haces?- Le preguntó a Craig cuando se cansó de jugar en su teléfono.
Craig lo miró de reojo. Tweek se quedó mirando su perfil a la espera de una respuesta.
— Ajolotes.- Respondió.
Tweek frunció el entrecejo intentando comprender que su amigo quiso decir, se levantó de la cama para llegar a su lado.
— Hazte a un lado.- le dijo empujándolo. Craig le dejó un espacio en la silla. Tweek entrecerró los ojos al ver palabras que no entendía.- ¿Cuándo aprendiste a hablar español?
Craig volvió a mirarlo de reojo y sonrió de manera socarrona. Tweek rodó los ojos.
— Aún estoy aprendiendo, hay palabras aquí que no entiendo, o que no recuerdo.- Volvió a mirar a Tweek.- Es un anfibio mexicano.
Seguido de esto le mostró fotos. Tweek solamente miraba con curiosidad sin decir nada. Más de una vez se había preguntado como hacia Craig para llegar a estos temas, es decir, uno normalmente no se encuentra con cosas extrañas porque sí. A veces realmente quería entrar en la mente de su amigo para descubrir que había dentro. Presentía que la mente de Craig era un tipo de robot que nuca descansaba.
— Parece un renacuajo.- Mencionó Tweek con una mueca. Craig se rió.
— Es que es un renacuajo. Sólo que gigante, de hecho puede llegar a medir entre treinta y cuarenta centímetros, y vivir hasta 15 años. Pero no entiendo esta palabra.- Craig abrió otra pestaña para poner el traductor, intercambio de pestañas al menos tres veces para poder escribir la palabra, Tweek pensó que habría sido muchísimo más fácil copiar y pegar.- Ah, cautiverio. Pueden vivir hasta quince años en cautiverio.
Tweek lo miró de manera poco disimulada. Era interesante la forma en la que los ojos de Craig se iluminaban cada vez que descubría algo nuevo. Es verdad que era algo demasiado común porque Craig siempre estaba investigando algo, pero eso no le quitaba lo interesante.
— El rosa parece más adorable que los demás.
— Tengo la sensación de que es albino. No lo sé, pero sí, tienes razón.- Craig lo miró, esta vez si giró la cabeza.- Ahora quítate, necesito hacer mis anotaciones.- Lo empujó de la silla de una manera poco gentil. Tweek lo miró desde el piso con ceño fruncido.
— ¿No te parece que últimamente estás más irritable?- Replicó mientras se levantaba.
Craig rodó los ojos desde su asiento, pero asintió. Tweek tuvo la sensación de que quería decir algo más, pero no lo presionó. En parte porque estaba molesto ahora. Se dejó caer de nuevo en su cama y miró a su cuyo. Su nombre era Jueves, lo habían comprado juntos hace un mes, y Tweek se lo había quedado alegando que Craig le reventaría los oídos en la madrugada con su estúpido violín. Craig no discutió.
— Odio tener quince años.- Repuso Craig con la vista aún clavada en la computadora.
— Conviértete en un anfibio mexicano en cautiverio y muérete.- Le respondió sin tomarle mucha importancia.
Craig arrugó una bola de papel y se la lanzó.
— Estoy hablando en serio.- Tweek quiso responder algo como "También yo" pero no lo hizo.
— Ya. ¿Y por qué lo odias?
Craig soltó un gruñido de frustración, dejó caer la cabeza hacia atrás y se barrió la cara con las manos. Eso es nuevo, pensó Tweek. Realmente nunca había visto a Craig tan frustrado, de hecho no recuerda haberlo visto frustrado antes. Sólo estaba ahí con su expresión relajada. Lo miró hasta que dejó de hacer rabietas. Había dejado la cabeza inclinada, y las manos sobre sus ojos. Miró a Tweek por entre los dedos.
— ¿De verdad quieres hablar sobre cambios corporales y esas mierdas?
— No lo sé, hombre. Fuiste tú quien comenzó con esto, yo sólo te estoy siguiendo el rollo. Además, no. Sería raro porque tú nunca hablas de eso conmigo.- Respondió desviando la mirada. Ahora se sentía avergonzado porque acababa de descubrir que realmente no quería hablar de eso con Craig.
— ¡No hablo de eso con nadie! Literalmente. Cuando mis padres quisieron hacerlo me fui corriendo. Les dije que ya sabía.
— ¿Y ya sabías?
— Para nada. En cuanto subí a mi habitación me puse a investigar.- Volvió a gruñir y a tallarse la cara.- Ni siquiera entiendo porque no me causa interés, al menos no como a los demás chicos.
De verdad le incomodaba hablar sobre esto con Craig. Pero era interesante descubrir ese lado de él. En parte estaba prestando más atención a sus gestos que a lo que decía.
— ¿Por eso no te gusta que los chicos hablen de eso?- Se atrevió a preguntar. Sin embargo, Craig negó con la cabeza con un gesto de molestia.
— No me gusta porque son un montón de asquerosos. Y tengo una hermana.- Repuso frunciendo el ceño.
— Clyde también.
— Sí, pero Clyde es demasiado estúpido como para darse cuenta que su hermana también es una chica.
Ambos se quedaron callados. Tweek nunca creyó que esa fuera la razón, la verdad es que tenía bastante sentido. Se dio cuenta de que estaba comenzando a creer que Craig sólo no quería hablar de eso con él. Y se sintió tonto por creer que cualquier cosa que Craig hiciera tenia relación directa con él cuando no era así. Suspiró.
— Quizá eres algún tipo de asexual.- mencionó más para sí mismo que para Craig. Sin embargo, su amigo lo miró esperando que continuara.- Es decir, nunca te ha gustado nadie, que yo sepa. Y no sientes interés sobre ese tema.- Concluyó mirando al techo.
— Quizá en realidad no me a gustado nadie lo suficiente como para sentir la necesidad de decírselo a alguien.- Replicó Craig, sonaba un poco molesto. O tal vez sólo frustrado.
Tweek se sostuvo sobre un codo para mirarle mejor. La cabeza le dio vueltas un segundo por levantarse de repente.
— ¿Ya te ha gustado alguien?
— Pues claro. Pero, repito, nunca lo suficiente. Por lo general dejan de gustarme a la semana.- Mencionó sonriendo.
Tweek se dejó caer en la cama sin responder, y Craig volvió a la computadora. Y ambos siguieron con sus cosas como si hubieran hablado de cualquier otra cosa, como si Tweek no acabara de darse cuenta de que sabía muy pocas cosas sobre la vida personal de su amigo, y eso de alguna manera hacía que se sintiera excluido.
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