Capítulo 37

Elisey Zickerman, Alfa de la Manada Rudeltlantik, estaba de pie ante el Consejo en la Torre Alba. Sus ojos azul celeste observaban con calma, pero bajo la superficie de su piel latía una tensión palpable. Björn, su lobo interior, estaba inquieto; las burlas y los comentarios maliciosos hacia su Luna no serían tolerados por mucho más tiempo. El papeleo era agotador, pero nada comparado con el desafío de mantener el control ante la insubordinación de algunos jóvenes de la manada.

Consejero Jurgen, un Omega de la segunda generación y último en la línea de su sucesor, se aclaró la garganta. Su sabiduría era innegable, y aunque Elisey respetaba su posición, no estaba dispuesto a seguir tolerando la demora en la aceptación de su Luna. Jurgen, como último Omega de su estirpe, tenía la voz de la razón, pero esta vez el Alfa no estaba para dilaciones.

—Alfa Elisey, entiendo la importancia que la ceremonia de la presentación tiene para ti, pero los tiempos aún no son claros. Los espíritus antiguos de la manada aún no han dado su bendición completa, y algunos jóvenes no comprenden el significado de tu unión con una domadora de criaturas elementales.—expresó Jurgen con un tono grave.

Elisey cerró los puños sobre la mesa, su paciencia se tensaba. Sentía la presencia de Björn cada vez más cercana, su lobo quería imponer su autoridad a la fuerza.

—El Consejo ya ha tenido tiempo suficiente para deliberar. Mi Luna será presentada cuando yo lo decida. Los jóvenes que han hablado fuera de turno serán disciplinados, como es costumbre. No aceptaré más faltas de respeto hacia mi compañera.—dijo Elisey serio, con un tono firme.

Los ojos de Jurgen se entrecerraron en una expresión de sabiduría y preocupación.

—No es solo cuestión de castigo, Elisey. Estos jóvenes no solo temen su poder; temen lo que no entienden. Y ese miedo puede ser peligroso —comentó Jurgen.

Antes de que Elisey pudiera responder, la Consejera Helga, una Delta de la tercera generación del anterior Alfa, intervino. Helga había servido lealmente bajo los padres de Elisey, y aunque su lealtad era inquebrantable, su enfoque siempre había sido pragmático.

—Elisey, entiendo tu frustración. Pero los tiempos en los que vivimos son más frágiles que nunca. Tu Luna no solo es tu compañera; será nuestra guía. Sin embargo, la manada necesita verla como tal, no solo a través de tus ojos, sino también a través de los suyos.—dijo Delta Helga con suavidad, pero firme.

Los ojos de Elisey comenzaron a cambiar lentamente de azul a un rojo vibrante, indicativo de la creciente presencia de Björn.

—Mi Luna será entrenada en nuestras tradiciones. El Medibrujo Hans la guiará en la lengua alemana y en la lucha, y mi padre, Jeff Zickerman, supervisará su educación para que sea una Luna digna de esta manada. Es cuestión de tiempo que todos lo acepten. —dijo Elisey con calma renovada, pero firme

Consejero Hagen, Beta de la retirada Alfa Anna y fiel amigo de la familia, frunció el ceño ante la mención del padre de Elisey. Sabía que Jeff no estaba completamente conforme con la elección de su hijo, a pesar del poder que ella traía.

—Jeff sigue dudando. Aunque siempre ha apoyado tu liderazgo, teme que los tiempos no sean los adecuados para revelar el poder de tu compañera tan abiertamente.—dijo Hagen con una expresión de preocupación

Elisey golpeó la mesa con una fuerza controlada, la madera crujió, pero su postura permaneció firme.

—Mi padre y yo hemos tenido nuestras diferencias, pero esto no es negociable. La ceremonia de la marca será por su seguridad, y no pienso retrasarla más. Si hay resistencia, Björn y yo nos encargaremos de ella. —dicta Elisey mirando directamente a Hagen.

Helga y Jurgen intercambiaron una mirada silenciosa, comprendiendo que la decisión de Elisey estaba tomada. No había margen para la discusión.

—Muy bien, Alfa. El Consejo hará lo necesario para asegurar que la manada entienda lo que está en juego. Pero es nuestra responsabilidad como sabios y consejeros preparar el terreno, para que no haya dudas ni miedos que debiliten nuestra unidad.—Jurgen con solemnidad

Elisey asintió, agradecido por las palabras sabias de Jurgen. Sabía que la sabiduría del último Omega de la segunda generación sería clave en lo que estaba por venir. Aún así, la paciencia de Björn era limitada, y no toleraría más demoras.

—Hay otro asunto que debo abordar. Mallomy, nuestra nueva Beta, ha encontrado a su compañera, Crystal. Las brujas supervisarán su unión cuando ambas estén listas. No habrá más discusiones sobre esto. —dice Elisey con autoridad.

Helga asintió de inmediato, reconociendo el mandato de su Alfa.

—Mallomy de la Cruz, es una luchadora fuerte, pero sabemos que las relaciones con un Omega requieren tiempo y delicadeza. Nos aseguraremos de que tanto ella como Crystal Hernández estén preparadas para su unión.

Elisey agradeció internamente el apoyo de Helga. Sabía que aún habría debates privados entre los miembros del Consejo, pero su posición estaba clara.

—Esto es todo por hoy. La ceremonia de la marca se llevará a cabo bajo mis términos, y mi Luna será entrenada y protegida. No toleraré más insubordinación, ni falta de respeto hacia mi compañera. —sentenció Elisey mirando al Consejo con seriedad

Elisey se levantó de la mesa, sus ojos rojos ahora volviendo lentamente a su tono azul celeste. Björn se había calmado por ahora, pero la amenaza de su furia seguía latente.

Mientras salía de la sala de reuniones, sabía que los desafíos no terminarían aquí. Sin embargo, su decisión de proteger a su Luna y consolidar su lugar en la manada era firme. Nadie desafiaba al Alfa sin sufrir las consecuencias.

[...]

Tras la salida del Alfa Elisey, el ambiente en la sala de consejo quedó en silencio, pero la calma duró poco. Anna, la anterior Alfa y madre de Elisey, tomó la palabra, su voz suave pero llena de autoridad. Estaba acompañada por su Luna, Jeff, quien se mantenía en silencio, observando y asintiendo a cada decisión que su compañera discutía.

—Creo que ha llegado el momento de fortalecer la posición de Bruna como futura Luna. No podemos ignorar su linaje y el poder que conlleva. Aunque aún está aprendiendo a dominar sus habilidades, necesita una estructura de apoyo que no dependa exclusivamente del Alfa. Así como Elisey cuenta con su Escuadrón, Bruna también debería tener uno. —empezó a decir Anna, con una sonrisa ligera

Todos los presentes asintieron, especialmente Delta Helga, que veía con buenos ojos la creación de este nuevo grupo de apoyo. Jurgen, como Omega de la segunda generación, observaba en silencio, dejando que la conversación fluyera antes de añadir su opinión.

—Me gusta la idea. Si Elisey puede confiar en su Escuadrón para tomar decisiones en su ausencia, Bruna también debería tener un grupo en quien confiar. Un círculo cercano que la guíe, la proteja y la aconseje. —opinó la Delta Helga con entusiasmo.

—Exacto. He pensado en llamarlo las «Estrellas de la Luna», simbolizando la protección y la guía en las diferentes fases del día y la noche, reflejando los cambios de poder y las responsabilidades de su rol. —propuso Anna asintiendo con aprobación

Fue entonces que Jeff, quien había permanecido en silencio hasta ahora, habló con su voz grave y profunda.

—Sugiero que la Beta Mallomy de la Cruz ocupe el puesto de "Estrella Matutina". Tiene la fuerza, la lealtad y, sobre todo, la conexión adecuada con Bruna. Ya hemos visto cómo ha defendido su honor y cómo actúa con la mente fría en situaciones críticas.—dijo Jeff mirando a los consejeros

—Mallomy es una excelente opción. Su experiencia la hace perfecta para ese rol. Y, para la "Estrella Crepuscular",  creo que no hay duda de que Crystal Hernández, su compañera Omega, sería la elección natural. Su conexión no es solo emocional, sino también espiritual. —dijo Jurgen con una leve inclinación de cabeza

Hubo murmullos de acuerdo en la sala. Anna sonrió complacida, sabiendo que las decisiones hasta ese punto eran acertadas. Sin embargo, la cuestión del puesto Delta seguía sin resolverse.

—Falta la "Estrella Vespertina", el rango Delta. Esa será una decisión importante, y no podemos apresurarnos. La señorita Bruna, necesitará alguien que no solo le brinde apoyo táctico, sino que entienda su naturaleza dual como domadora y futura Luna. —opinó la Beta Hagen, pensativa.

—Estoy de acuerdo. Encontrar a esa persona no será sencillo. La decisión tendrá que posponerse hasta que Bruna esté lista para involucrarse más activamente en la manada. Solo entonces sabremos quién encaja en ese rol. —corroboró Anna seria.

—Elisey tendrá que aprobar estas decisiones en la próxima reunión. Aunque dudo que se oponga, debemos estar listos para cualquier ajuste que él considere necesario. —reafirmó Jeff con firmeza.

—La reunión será crucial. Aunque estamos avanzando, Elisey es quien debe sellar estas decisiones. Especialmente ahora que la ceremonia de la marca se acerca. La armonía en la manada dependerá de cómo estos nuevos roles se integren.—dijo Jurgen en tono grave

Anna observó a los consejeros, su rostro reflejando satisfacción. Sabía que esto era un paso importante para Bruna, pero también lo era para el futuro de la manada. El próximo encuentro con Elisey no solo decidiría los detalles finales de las "Estrellas de la Luna", sino también cómo la manada entera aceptaría a Bruna en su nuevo rol.

Anna dirigiéndose al Consejo dijo:—La reunión será en dos días. Asegúrense de que todos los detalles estén en orden para presentar a Elisey. Esto no es solo una decisión para su Luna; es un cambio estructural que beneficiará a la manada entera.

Con esas palabras, la reunión se dio por concluida. Los consejeros se levantaron en silencio, conscientes de la importancia de la próxima reunión con el Alfa. Sabían que, aunque Elisey estaba enfocado en su Luna, la estructura de poder de la manada estaba en un momento de transformación, y cualquier paso en falso podría afectar el equilibrio que tanto habían trabajado para mantener.

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