Marie y Draco habían pasado mucho juntos, desde el día que el Sombrero Seleccionador los sorteo a ambos en Slytherin nunca se habían separado.

-¡Vamos Draco, no debe de ser tan malo!-exclamo la pequeña Marie.

-Tienes razón, ¡es mucho peor! Todos siempre están detrás de él, Potter esto, Potter aquello, eso enferma.-contesto Draco enfurecido.

En ese tiempo los dos estaban en el primer curso, Marie y Draco pasaban su tiempo libre en la Sala Común o caminando sin rumbo entre los pasillos.

Cada problema que tenían se lo contaban el uno al otro, eran inseparables.

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Dos amigos de Slytherin se encontraban en la Sala Común, ambos aprovecharon que Crabbe y Goyle seguían en el Gran Comedor para hablar de todo y de nada, en el rostro de cada uno había una sonrisa, causada por la persona que tenían al frente.

-¡Todavía no puedo creerlo! ¿enserio Peeves cantó eso?-pregunto Marie riéndose a carcajadas.

-Te lo juro, fue patético-aseguro Draco conteniendo las lagrimas a causa de la risa.

-Pobre Potter,debió haber pasado mucha vergüenza.

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-¿Todavía te duele?-dijo una muy preocupada Marie, ella con mucho cuidado tocaba la mejilla de su adolorido amigo.

-Si, demasiado.-se quejó el haciendo una cara de exagerado dolor.

-¿Como Hermione pudo hacer esto? Aunque, pensándolo bien de seguro te lo merecías, ¡pero te ha dejado la mejilla con un moretón, eso no esta bien!-dijo ella exaltada.

Marie sabía que Draco podría llegar a ser un patán, pero que alguien lo golpeara no le agradaba en lo absoluto.

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El baile de Navidad, muchos lo habían esperado con ansias y entre ellos se encontraba Marie, la cual secretamente quería que su mejor amigo en el mundo la invitara.

-¿Como pudiste ir al baile con Pansy?-pregunto Marie algo dolida.

Ambos estaban en los jardines, ellos habían decidido salir a tomar aire por un rato y alejarse de todo el ruido.

-¿Que tiene? ¿estas celosa?-interrogo burlonamente Draco, recibiendo como respuesta un golpe en el brazo, proveniente de su más querida amiga.

-Eres un idiota ¿lo sabías?- dijo ella, para después tomar rumbo a su Sala Común.

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-Ese maldito, llevamos semanas intentando encontrarlos.-dijo Draco furioso.

Marie y Draco estaban caminando por los pasillos, claro, respentando cada una de las reglas que Umbridge había impartido.

-No sé si debas de seguir con esto Draco, ella se ve algo, muy malvada ¿que tal si te llega a hacer algo?-comento tímidamente Marie, esperando que Draco le respondiera más furioso de lo que ya se encontraba.

-Ella no me va a hacer nada, te lo prometo.-respondió Draco con una pequeña sonrisa.

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-¿Para qué me trajiste hasta aquí, Marie?-pregunto un confundido Draco.

Ambos estaban en el Lago Negro, Marie le había dicho a Draco que lo necesitaba con urgencia y él como su buen amigo fue hasta ella.

-No sé como decirte esto Draco, hace varios días que actúas distinto y yo estoy preocupada por ti, si no me quieres decir que sucede esta bien, pero quiero que sepas que yo estaré contigo...

Antes de que Marie pudiera terminar Draco la besó, ella se asombró al principio, pero después muy gustosa le correspondió.

-Gracias...

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-Prometeme que no te pasará nada malo.

Aquella voz pertenecía a Marie, hace unos meses se había enterado de que su amigo -desde hace cuatro meses novio- se había convertido en un mortifago, a ella no le gusto que lo hiciera, pero jamás lo abandonaría.

-Eso espero, no te puedo prometer nada.-respondió Draco.

-Escuchame bien, cuando inicie la guerra te tienes que quedar en el castillo, no importa lo que veas o escuches, quédate aquí, no quiero que te pase nada malo.-dijo él dándole un beso en la frente.

-Yo quiero ir contigo.-demando Marie, pequeñas lagrimas caían se sus ojos, tenía miedo de que algo terrible le pasara a Draco.

-No, por favor no, tu eres muy importante para mí como para que algo malo te pasara.-suplicó.

Los dos no se querían alejar uno del otro, sentían que se irian a perder laa siempre.

-Te amo.-susurro Marie para después darle un pequeño beso en sus labios.

-Y yo a ti...

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@MariaRodriguez898 ¡espero que te guste!