IV
Mientras la desesperación, preocupación y el temor inundaban aquel restaurante, Felix soltó levemente el brazo del hombre mayor y la reposo sobre el hombro del más alto.
— No nos iremos sin ti — rompió el silencio el rubio — Pero tenemos que irnos antes de que venga más cosas de esas.
— Olvídalo...mi hija, yo — dijo la mujer con los ojos llorosos mientras hacía un ligero corte en el cuello de la más joven.
Con una mirada confidencial, Felix y Minho comparten una idea. Luego de poner seguro al mayor, sacó un pequeño fósforo que tomó de la vitrina anteriormente y luego de arrastrarlo por la pared y encenderlo, el rubio logró apartar antes de que el fuego explotara rápidamente en el lugar.
Antes de poder hacer algo más, Minho se abalanzó sobre la mujer para inmovilizarla y evitar poner en peligro al resto del grupo en caso de que se transformará pronto. Con otra de sus manos libres, despojó su máscara y la arrojó sobre el humo, siendo atrapado por Soobin, quien aprovecho para dárselo a su compañera quien hacía presión en su cuello para detener una futura hemorragia.
Felix intentó acercarse para ayudarlos, pero las flamas aumentaron. Lee en medio del forcejeo con la mujer, la empujó lejos del grupo y de él. Pues ya era tarde, se había transformado.
“Grruaaaag”, gruñó intensamente la mujer. Minho se paro firmemente, preparado para deshacerse de ella.
— Lo siento mucho señora — dijo desanimado el peli azabache, ya despeinado por tanto ajetreo, antes de patear el estómago y arrojarla fuera de la abandonada instalación.
Sin embargo, cuando iba a unirse a los demás, se percató que debido al fuerte olor y el alto bullicio, una horda de zombies esperaban su salida impacientes.
Tosiendo sin cesar y perdiendo cada vez más oxígeno, intentó buscar otra salida alterna en el pequeño lugar.
Pero era imposible, entre el humo y la poca conciencia que tenía ya, logró ver a Felix, pero antes de dar un paso más, perdió la conciencia.
— No, no y no! —regañó el señor de lentes en el cómodo sillón mientras pasaba página a página de un webtoon —. ¿Qué demonios es un 'chat' y porqué no es una conversación?
— Es 'gato' en francés —respondió el trajeado y alto chico—. Me gusta usar palabras claves en francés y así...
— Hyunjin —continuó el mayor del lugar—. ¿Qué te pasó?, ¿a dónde fue el maravilloso creador de “la ordinaria en extraordinaria"? — alardeo mientras dramatizaba con sus manos algunas poses características de los personajes del webtoon mencionado.
— Lo siento señor, no quise decepcionarlo... — se disculpó el menor.
— Mira, todavía tienes mucho tiempo para un próximo webtoon, pero te sugiero algo real, algo innovador —sugirió el mayor de los dos— Como por ejemplo, una historia donde una chica normal reencarne en el personaje malvado de una novela y que tenga que sobrevivir porque el progonista masculino de la historia la mata para ser felices— expresó.
Mientras el rubio sellaba sus labios para contener su humilde (vulgar) opinión, lo miró asintiendo, intentando despejar de su cabeza los cientos de manwhas y libros había leído con la temática mencionada por su jefe.
— Lo entiendo, lo tendré en cuenta señor — continuó ofreciendo una reverencia en forma de respeto.
— Muy bien, toma tu tiempo y busca algo nuevo.
— Si señor — acepto el más alto tomando su tableta gráfica para salir de la oficina.
Una vez cerró la puerta a su espalda, suspiro pesadamente e hizo como si fuera a golpearlo a través de la puerta. ¿Real? ¿en que mundo es real reencarnar en una villana de un comic?, pensó molesto.
Mientras se dirigia a su puesto de trabajo, fue golpeado levemente por Kai, su mayor y su competencia.
— Oh, lo siento Hyunjin — dijo el mayor.
— No es nad-
— Por estar a nada de perder tu empleo —interrumpió. El contrario sonrió irónico.
— Gracias por preocuparte tanto por mí —le contestó desafiante— Pero tranquilo, esto no es un reto difícil.
El menor levantó su cabeza ligeramente con aire de superioridad y regreso a su oficina.
— Estoy acabado... —dijo mientras apoyaba su espalda contra la puerta al cerrarla.
(......)
Una vez se recostó en su silla, cerró sus bonitos ojos intentando pensar en qué había hecho mal y en donde podría ganar inspiración. Y como si de un mini él estuviera en su mente y encendiera una lámpara, se le ocurrió algo.
Rápidamente tomó su móvil y marcó a su molesto pero encantador amigo más cercano.
— Wow, my lovely baby. — Contestó una voz suave al otro lado de la línea telefónica.
— Han, mi querido y más preciado amigo Han Jisung — respondió el trajeado intentando endulzar su oído.
— Mi respuesta es no. — respondió el susodicho luego de unas risitas.
— Pero, es algo pequeñísimo, no te molestare más.
Al otro lado del teléfono, Jisung arreglaba un poco su cabello frente al espejo con luces. Su maquillaje se había corrido un poco para cuando llegó al set y decidió ir a su camerino a perfeccionar su trabajo.
— Suena a que será todo lo contrario, Hyunnie —dijo y revisó la hora en la pantalla de su teléfono—. Además, debo irme. La grabación empieza en 20 minutos.
— ¿¡Te vas aún sabiendo que esto es importante para mí?!
— Bueno, pero esto es importante para mí también... —Jisung respiró—. ¿Qué necesitas, Hyunnie?
— Gracias. Necesito los borradores que hacíamos en la escuela, si aún los conservas claro.
Alguien llamó a los artistas de los camerinos por un altavoz, anunciando que en 10 minutos empezaban a rodar. Jisung puso su teléfono en la otra oreja para organizar su ropa con la mano derecha libre.
— Mañana no estaré en casa... Le diré a Changbin que vaya rápidamente a la primera hora del día para entregártelas.
— Muchas gracias, Ji. Me acabas de salvar de una manera.
Jisung sonrió en el espejo antes de que anunciarán que faltaban 5 minutos para el rodaje.
— Ya me tengo que ir, mucha suerte mañana —. Le deseo Jisung a Hyunjin.
— Igualmente, bonito. ¡Que seas la estrella hoy! —. Expresó animadamente el del teléfono.
Luego de cortar la llamada salió de su camerino, encontrándose con su manager y su estilista en el pasillo en lo que parecía una discusión.
— ¿Algo anda mal? —preguntó—. ¿Cambiaron el guión o...?
— No es eso, Han... —confesó con mala cara el más joven, su estilista Jeongin—. Es que... Seungmin se niega a pasar de escena, y pidió que repitieran las de él hasta que fueran perfectas.
— Pero son las seis de la tarde, ¿porqué se le ocurre eso ahora que sigue mi turno?
— Ese es el problema —inquirió su manager agachando su cabeza—. Hannie... el director te mandó a espera de nuevo...
Jisung sintió su corazón en sus pies. La semana pasada había recibido la noticia de que, finalmente, tendría un papel importante como co-protagonista de Tu, una actriz tailandesa. Tuvo que esperar dos días en el camerino ensayando sus líneas para dominar su guión, pero ahora... tendría que seguir en su camerino unas días más.
— Oh... Está bien, de todas formas llegará mi tiempo, no se pongan mal —animó Jisung a sus cercanos, pasando sus brazos sobre los hombros de los dos—. Puedo aprovechar a dormir algo.
Los tres rieron un poco.
— Lamento no haber podido hacer nada, Hannie. Sé cuánto tiempo nos tomó tener un papel importante y nos molestamos.— Dijo Changbin. Jeongin asintió y miró al suelo.
— Si te hubiera preparado mejor quizá el director te hubiera dejado ir primero que Seungmin...
— Oigan, esta bien, en serio. Ya espere años, puedo esperar unas horas o unos días. Hicieron un muy buen trabajo, ambos de ustedes — felicitó Jisung, sonriéndole a ambos.
(...)
Estaba llorando en su camerino. Mordía sus labios para que no hiciera sonidos muy altos y evitar preocupar a sus amigos y staff. Estaba agotado, desesperanzado. Deseo, internamente, tener algo por lo cual seguir luchando.
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